ANÁLISIS POLÍTICO Y SOCIAL, MANEJO DE CRISIS, MARKETING, COMUNICACIÓN Y ALTA DIRECCIÓN

Este es un espacio para conceptualizar, analizar, efectuar crítica y proponer estudios sobre política aplicada, marketing, comunicación, educación, métodos aplicados, alta dirección y proyectos sustentables. Contacto:baltasarhernandezgomez1@hotmail.com, baltasarhg@gmail.com

viernes, 28 de enero de 2011

NEXOS ENTRE POLÍTICA Y NARCO EN MÉXICO


VÍNCULOS ENTRE LA POLÍTICA Y EL NARCO EN MÉXICO
Los supuestos vínculos entre la mafia y Manuel Añorve Baños, candidato del PRI a la gubernatura del estado de Guerrero.
Por Baltasar Hernández Gómez


La filtración sobre los aparentes vínculos de la mafia con Manuel Añorve Baños fue, antes que nada, un golpe mediático muy difícil de digerir por el hombre que abandonó la presidencia municipal de Acapulco, para aventurarse a la lucha proselitista para ganar la gubernatura de Guerrero, en el periodo comprendido entre septiembre 2010 y enero 2011. El heraldo del viejo PRI ahora enfundado en la mercadotecnia más ridícula que se ha visto no solamente en la entidad, sino en todo México, que atenta contra la inteligencia humana, hizo uso desde la compra de medios de comunicación masivos, panfletos, acusaciones sin fundamento, deflexiones de líderes opositores sin bases de apoyo, globos aerostáticos, helicópteros, camionetas hasta la puesta en escena de apoyos de artistas, deportistas y políticos y la contratación de cientos de edecanes con bikinis para “fomentar la cultura participativa en las elecciones”; con el siniestro objetivo de obtener la preferencia de los ciudadanos en edad de votar el próximo domingo 30 de enero del año en curso.

El candidato tricolor que se la ha pasado gritando a los cuatro puntos cardinales que ya es el próximo inquilino de Casa Guerrero desayunó bilis con la noticia en ocho columnas aparecida en el diario Reforma, mediante la cual se informó que fue descubierta la relación sostenida entre él y el cártel de los Beltrán Leyva. Rodeado de familiares, colaboradores y cortesanos que, con caras compungidas no podían creer lo que apareció a nivel nacional, Manuel Añorve manoteaba e insultaba lo mismo a Felipe Calderón que a panistas y aguirristas. Leía y releía la noticia colocada en el cuadrante superior derecho del periódico, pensando en las respuestas que debía decir sin meterse en mayores complicaciones.

Reforma fue el único medio masivo de comunicación que propagó los datos asentados en declaraciones de un testigo protegido por la PGR, identificado como “Mateo”, aún cuando muchos otros tuvieron desde la semana pasada dicho legajo de documentos: la cabeza del diario estableció “Revela narco que financia a Añorve” y a continuación reprodujo que “Manuel Añorve recibió quince millones de dólares de manos del narcotráfico”, según para fortalecer su campaña política en la tierra de jaguares en las marañas y pájaros en el río (como dicta una de las estrofas de la canción Por los caminos del sur del compositor sureño José Agustín Ramírez). Entre junio y julio de 2010, señala la nota, fue entregada la primera remesa de cinco millones en siete cajas de cartón, que contenían fajillas de billetes de veinte dólares, en una residencia localizada en la calle Rocas, colonia Jardines del Pedregal del Distrito Federal.

Esta versión detalló que en la reunión participaron Héctor Beltrán Leyva, Manuel Añorve en su calidad de presidente del municipio de Acapulco y pre-candidato a la gubernatura de Guerrero, así como el licenciado Fernando López Salinas. “Dicho concilio tuvo como finalidad recaudar fondos para que Añorve Baños llegara sin problemas a la gubernatura del estado”. Dicha transacción presumiblemente proporcionaría apoyo total del próximo gobierno, para que el cartel del “H” Beltrán operara sin contratiempos, afirmó el declarante.

La primera plana del 27 de enero/2011 resaltó que los mafiosos mantuvieron contacto con Manuel Añorve, quien como máxima autoridad de Acapulco estaba protegiendo las propiedades, operaciones y negocios de este cártel. Asimismo detalló que el acuerdo entre la presidencia municipal y el narco tenía como sentido las facilidades que concedería la administración y en particular la dirección de Policía y Tránsito, para facilitar las actividades de traslado y comercialización de estupefacientes en la plaza.

Desde las 11:00 p.m. del miércoles 26 de enero/2011 el rostro y comportamiento del abanderado priista a la gubernatura de Guerrero tuvo síntomas de angustia y no era para menos, pues había recibido el aviso de que a la mañana siguiente se descubriría su presunta relación con uno de los clanes criminales más perseguidos en México y el vecino país del norte. Durante la entrevista en vivo que le hizo Randy Suástegui en el noticiero nocturno de TV Azteca, Manuel Añorve no podía ocultar su desasosiego y mejor se limitó a refrendar los clichés pronunciados en las siete regiones de la entidad.

La noticia ciertamente apareció al amanecer del jueves 27, pero fue hasta las once horas cuando Manuel Añorve declaró que dicha información era falsa de toda falsedad, rechazando categóricamente las filtraciones de la PGR y remarcando que la publicación pretende dañar su campaña. “Esto es un infundio, una mentira y no podemos permitir que la figura de testigo protegido se use electoreramente". Negó la veracidad de las confesiones de “Mateo”, aseverando que no tiene duda de que el testimonio transmitido a menos de tres días de las votaciones constitucionales fue promovida por el gobierno calderonista, para dañar su persona, familia y partido. Repitió que ante su inminente triunfo se han difundido invenciones sobre su presunta relación con narcos para detener su llegada al palacio de gobierno en Chilpancingo. Ni duda cabe……¡Todo un wikileaks a la mexicana!

El susto y la perplejidad de Añorve Baños no es pecatta minuta, ya que semejante noticia significó poner en la superficie la serie de rumores que se venían repitiendo en corrillos sociales y políticos desde el año pasado. El zambombazo retumbó en la casa de la familia Añorve Fernández como cohete que estalla en una noche silenciosa, pues dicha información podría ser trocada en el colofón de muerte para una campaña plagada de insidias, quimeras, golpes bajos y despilfarro de recursos humanos, materiales y financieros.

Más allá de que periodistas y líderes de opinión a nivel nacional y local expresen que la nota publicada por Reforma es una filtración inadmisible de la PGR, que brota a la luz pública en “mal momento”, lo cierto es que a priori hay una especie de otorgamiento de votos de confianza, un blindaje a favor de Manuel Añorve. La lógica que se sigue es la de equiparar este caso con lo ocurrido a candidatos priistas en Chihuahua, Zacatecas y Veracruz, que primero fueron señalados de tener ligas con el narco, pero ahora son flamantes dignatarios. En este ir y venir coyuntural muchos se olvidan de Gregorio Sánchez Martínez, ex-alcalde de Cancún quien contendió el año pasado a la gubernatura de Quintana Roo por el PRD, pues en principio fue acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero y luego defendido por correligionarios. Al final Jesús Ortega, Manuel Camacho y Luis Walton lo dejaron solo. Hoy en día está internado como recluso en el penal de Tepic, Nayarit. No es lo mismo que “lo mesmo” ¿Verdad?

Y efectivamente resulta sospechosa la filtración ventilada mediáticamente el día de ayer, en virtud de que faltan menos de cuarenta y ocho horas para que se lleven a cabo las elecciones en Guerrero, sin embargo, esto dista mucho de que nos quieran poner en medio de las ráfagas intimidatorias de la guerra sucia política-electoral. Entre la humareda se alcanzan a apreciar desgarres de vestiduras por parte de comunicadores que emiten argumentos para limpiar [inconsciente o premeditadamente] la figura del candidato priista, quien ha sido ampliamente cuestionado en diversas instancias fiscalizadoras como burócrata envuelto en graves acusaciones de corrupción.

Hay que esperar que la PGR no sólo niegue la filtración o establezca que el candidato priista no ha sido citado a declarar al respecto, sino que sostenga si es verídica o falsa la información proporcionada por el testigo protegido; que abra éste y otros expedientes de investigación salpicados de revanchismo político o “sospechosismo”, y que manifieste por qué luego de seis meses de las delaciones hechas por “Mateo” ante el Ministerio Público Federal, salga precisamente en estos instantes como nota faxeada clandestinamente a un diario de circulación nacional.

Si los datos son fidedignos Manuel Añorve, PRI, equipo de trabajo, familiares, amigos y aliados tendrán que pensar en cómo salir bien librados del atolladero inducido desde la silla presidencial, lo cual en estos momentos se aprecia como algo insalvable, debido a las aristas que trae consigo este episodio, que muy bien podría convertirse en un filme exitoso si lo encuadran en el formato thriller desarrollado magistralmente -en la década de los años setenta- por el escritor Mario Puzo. La filtración no sólo tiene incidencia en las elecciones guerrerenses o negocios y propiedades que hayan sido acumuladas por políticos, gobernantes y hasta empresarios en el pasado inmediato, sino de las votaciones en 6 entidades (Baja California Sur, Coahuila, estado de México, Hidalgo, Michoacán y Nayarit) que habrán de celebrarse en este año lectivo y la “madre de todas” en 2012, cuando se renovará el poder Ejecutivo de la República.

Si se confirmara la falsedad del vínculo entre políticos-servidores públicos-policías-narcos se debe condenar -con todo- la artimaña del gobierno federal que no le ha importado traicionar su ideología de bien común cristiano o poner en riesgo el equilibrio político y la gobernabilidad del país con tal de no desprenderse de la ubre del poder. Lo cierto es que el PAN, Calderón Hinojosa y su grupo están viéndose forzados a concretar alianzas con partidos que en teoría son catalogados de centro o izquierda y, por ende, némesis a su proyecto de Nación, con el único fin de estar más tiempo en Los Pinos. “El camino al infierno está plagado de buenas intenciones”, dijo Dante Alighieri en su magnífica obra La divina comedia.

Lo verdaderamente trágico y peligroso es que esta “escaramuza” desafortunadamente será la táctica electoral más recurrente en el corto plazo que implementarán los grupos reaccionarios del sistema político mexicano para eliminar enemigos. Cabe recordar que, los sectores conservadores tienen como alta prioridad inundar de temor, inseguridad, confusión y apatía la mente y conducta de la sociedad civil, a efecto de conservar el establishment. Las estrategias fallidas del presidente fallido parecen concluir en una frase parecida a que México es de Dios, pero éste lo está rentando, desde hace once años, a los panistas

Por vía de mientras, dicen mis paisanos de la Costa Grande, hay que salir a votar el domingo 30 de enero por el candidato o partido que más se ajuste a los principios e intereses que cada quien profesa. B.H.G. Ω

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jueves, 27 de enero de 2011

ENCAPUCHAMIENTO PARA OCULTAR IMPUNIDAD EN LAS POLÍTICAS DE LOS ESTADOS NACIONALES


ENCAPUCHÉMONOS.
Ordenamiento para defender el statu quo, pero al mismo tiempo para promover el cambio.
Por Baltasar Hernández Gómez


ACTO 1.
El verdugo encapuchado enfiló el hacha hacia la cabeza del hombre acusado por sus enemigos ocultos de herejía. La navaja bajó a la velocidad del rayo y partió el cuello…..la testa ensortijada concluyó su caída en una cesta de mimbre. Cuando la muchedumbre enardecida calmó los ánimos y fue desapareciendo de la plaza, José despojó sus facciones del pasamontañas picudo que lo cubría de miradas morbosas, recuperando poco a poco su talante de católico afligido y devoto de los diez mandamientos que Moisés enseñó a las doce tribus de Israel al bajar del monte Sinaí. El hombre de treinta y cuatro años suspiró hondo en la mesa vieja de madera de pino que estaba colocada a la entrada de su aposento, rodeado de su esposa e hija adolescente, quienes no se explicaban por qué cada viernes por la tarde el jefe de familia lloraba en silencio mientras sorbía la sopa de papa.

Sólo él sabía que blandiendo el hacha podía expiar el pecado recurrente de soñar que no pagaba tributos a los señores feudales. Haberse convertido en verdugo era la vía más corta –repetía hasta el cansancio el sacerdote- para que adquiriera un lote cercano al cielo de los justos. Sin embargo, sin saberlo, semana tras semana, iba acumulando perversiones difíciles de borrar y ser perdonadas por el todopoderoso. El ejecutor aceptaba su atroz trabajo porque en ello le iba el perdón por pensar y sentir distinto al de sus vecinos, pero en su interior sentía deambular a los más extraños demonios que no se cansaban de repetirle que los sextos días su entrada al infierno estaba abierta de par en par.

La capucha escondía no solamente el rostro del verdugo, sino la impunidad del clero y la monarquía que resguardados por el anonimato eliminaba enemigos económicos, políticos y religiosos sin concebir ni un ápice de culpabilidad. La inmoralidad, las bajas pasiones y los intereses más perversos de las clases pudientes se escondían tras la capucha de José y ante esto ni la súplica, el llanto o la misericordia podían cambiar las decisiones inquisidoras de extirpar los males por medio del hacha.

Con el paso de los siglos las capuchas quedaron colgadas en las catacumbas y aparecieron los protocolos sociales, las normatividades jurídicas, las policías, cárceles y las nuevas sanciones morales para ajusticiar a los opositores de los regímenes autoritarios sin tener que utilizar procedimientos arcaicos de tortura y muerte.

ACTO 2.
La recatada condesa se desplazaba como pluma que lleva el viento por el pasillo superior del Palazzo Grassi, iba rauda y veloz para encontrarse con su amante. Abajo, el baile de las máscaras venecianas estaba en apoteosis porque las doncellas más bonitas de la isleta de Murano iban a presumir sus antifaces de cristales multicolores. El conde de Mocenigo platicaba con el obispo de la catedral de San Marcos, volteando a diestra y siniestra para ver si ubicaba a su esposa, pensando en que el torneado cuerpo de su consorte estaba desaguando en el baño de mármol blanco del segundo piso. Luigi, como le decían sus iguales intentaba ver la máscara de hada platinada, bordada con perlas de río, que traía puesta la condesa, para zafarse de la aburrida conversación del jerarca católico que lo abrumaba con sus lecciones de ética medieval.

Arriba, el antifaz de color plata fue tirado en el piso de la recámara principal del castillo –de la vieja Tomassi Grassi- desvelando el rostro rosáceo de la señora Mocenigo, quien con furor besaba los labios del joven amante venido de Florencia para el carnaval del último año del siglo XVIII. Algunos invitados vieron entrar a la mujer y al hombre disfrazados sin saber que luego de unos minutos iban a ser protagonistas del festival lascivo de carne trémula por la represión mental. La mujer frondosa tenía la seguridad de no ser reconocida y eso le daba la valentía negada en quince años de matrimonio. Cada año añoraba ponerse máscaras, porque así conseguía mancebos dispuestos a regar con fluidos su piel marchita debido a los placeres negados por su decrépito marido.

Las máscaras eran las capuchas pre-modernas que escondían la doble moral, la miseria de las clases dominantes, el cinismo de los poderes eclesiásticos y civiles, la voracidad de los comerciantes y banqueros, pero sobre todo el desprecio a los desposeídos. Cada año, las morales privadas abandonaban los nichos de la resignación a forciori, para dar rienda suelta a la bacanal, esa que es siniestra, ya que está acompañada de la secrecía que trata de aparentar virtudes, viviendo en felonía.

Después de trece minutos, María de Mocenigo enfundada en su largo vestido color púrpura y máscara plateada tapaba con sus manos olorosas a feromona ajena la cara de su esposo. El conde, inmediatamente volteó el rostro depositando un beso sonoro en la mejilla de su cónyuge, presumiendo a la alta sociedad veneciana de poseer una esposa hermosa, virtuosa, sumisa, recatada y respetuosa de los designios de Dios. Las máscaras dan sorpresas no solamente a quienes las ven, sino también a quienes las portan. Un Padre Nuestro para la redención de los pecados de doña María, ni más ni menos.

ACTO 3.
Frente a la hoguera los encapuchados blanquecinos vociferaban las peores groserías. La discriminación brotaba por cada poro de piel albina de los habitantes de Lousiana, mientras los cuerpos de jóvenes negros crispaban por la elevada temperatura de la madera de abedul encendida con gasolina. Los conos y máscaras tapaban casi la totalidad de los rostros de políticos, policías, granjeros, comerciantes, amas de casa y estudiantes que seguían insistiendo que los negros debían seguir siendo esclavos al servicio de los arios.

Ningún sentimiento de bondad podía apreciarse por las rendijas faciales de los disfraces de verdugo en blanco que llevaban puestos los participantes en ese acto de barbarie para quemar vivos a mujeres y hombres que tenían un tono de piel distinto a la de ellos. No había hachas o dobles morales, sino una catarsis destructiva que era permitida por las autoridades de esa región de los Estados Unidos de Norteamérica, para disminuir presiones sociales, políticas y económicas desde el siglo XIX hasta nuestros días.

La leña tronaba con un ruido tan terrorífico que hacía huir a los animales de los pantanos circundantes, mientras el joven preparatoriano que entre semana visitaba a su novia mormona, gritaba ¡Muerte a todos los negros del país! A su lado estaba gesticulando el abarrotero, el peluquero, el sacerdote presbiteriano, la profesora de secundaria, el agricultor, el patrullero y el alcalde bailaban con frenesí por los clamores de los negros que se achicharraban lenta y dolorosamente en la pira. Nadie se atrevía a mencionar que muchos tenían erecciones inmediatas al ver los cuerpos turgentes de muchachas afroamericanas que caminaban rumbo a los plantíos de algodón. Sólo en las cuestiones sexuales –decían en secreto- no hay inconvenientes de color.

A finales de la década de los años sesenta hubo centenas de detenciones y encarcelamientos de encapuchados del Ku Klux Kan por parte del FBI, que aún cuando fueron acciones ejemplares no han podido erradicar el racismo que todavía subsiste en el sur, este, oeste y norte en los Estados Unidos, así como en otros países, tales como Alemania y Reino Unido. En la primera década del siglo XXI las capuchas blancas han sido transfiguradas en ediciones impresas, audiovisuales, en leyes, concesiones del poder, lecciones religiosas o mensajes culturales discriminatorios, que no requieren de tela u hogueras para continuar siendo efectivas.

ACTO 4.
El “tapadismo”, factótum metaconstitucional concentrado en los presidentes en México, fue el método antidemocrático para la designación de su sucesor a modo [símbolo sexenal del relevo de poderes que se dio en el periodo comprendido de 1940 a 2000]. Éste hizo que los políticos y funcionarios cercanos al titular del Ejecutivo federal movilizaran sus fuerzas de apoyo, rumores, publicidad e intrigas para ser los beneficiarios del dedo que los posicionaría en el Palacio Nacional.

El “tapado” fue la figura masculina identificada gráficamente con una capucha en blanco o negro, que dejaba ver -sin explicitarlo- que ningún político podía sentirse seguro de la candidatura a presidente de la República, gobernador, senador, diputado, presidente municipal, regidor o líder político autorizado, pues la voluntad del tlatoani que habitaba la residencia oficial de Los Pinos era alfa y omega del sistema político mexicano. Ante un régimen unipartidista, corporativista y controlador absoluto de los medios de comunicación; las intenciones presidenciales eran mandato supremo para la sociedad política.

Nadie podía actuar o moverse de manera anticipada a los preparativos autoritarios y surrealista del presidente, pues aunque todos creían poseer los dotes para ceñirse la capucha que los blindara frente a la crítica y confabulación de enemigos, que pudieran cambiar la decisión del Ejecutivo en turno, ninguno podía afirmar al ciento por ciento que era él y sólo él quien tendría la ocasión para elevarse como el nuevo “faraón” de la nación localizada al sur del máximo exponente del capitalismo: Estados Unidos de Norteamérica.

La capucha del “tapado” funcionó casi 60 años y no obstante que ciertos intelectuales y cientistas orgánicos se desviven en resaltar que este fenómeno ya no existe, la verdad es que sí persiste, pero ahora metamorfoseado en formatos menos punitivos. Basta recordar las “pasarelas” de servidores públicos del gabinete presidencial para cautivar a los grupos sociales; las secretarías de Estado erigidas ex profeso para ser las encargadas de programas sociales, educativos, salud y vivienda; de creadores de fundaciones y asociaciones civiles que rebasen las estructuras partidistas y sean las plataformas de “candidaturas ciudadanas”; de los contubernios entre los clanes de poder a nivel nacional y regional que imponen candidatos a puestos de elección popular.

Hoy en día está en boga que los “tapados” posmodernos porten la capucha hecha a la medida por la mercadotecnia política, la cual potencia virtudes, conocimientos, experiencias y habilidades de los candidatos seleccionados por la partidocracia, dotándolos de la cualidad de mercancía política susceptible de ser “comprada” por las masas: mucha forma y poca esencia. Estas capuchas son más peligrosas que las de color negro, blanco o incrustadas de piedras preciosas o lentejuelas, pues aniquilan las aspiraciones y vidas de millones de personas que se debaten en la pobreza más vil por la falta de oportunidades reales de empleo, alimentación, vivienda, servicios de salud, educación, cultura, deporte y entretenimiento.

ACTO 5.
Hace menos de treinta años, las imágenes transmitidas de las fuerzas del orden público en sociedades de “primer mundo” como Italia y Reino Unido, así como en países latinoamericanos periféricos, como el caso de Perú, Ecuador y Colombia resultaban extrañas, por decir lo menos, toda vez que aparecían enfundadas en pasamontañas. Nos parecía raro visualizar a policías y militares encapuchados para cumplir con sus labores cotidianas de detener a las “malévolas asociaciones delictivas” ¡Eso pasa allá!, decíamos por acá.

Pero llegó el momento en que lo de allá se vino para acá y precisamente desde que el presidente Felipe Calderón Hinojosa inauguró la Guerra contra el crimen organizado (diciembre 2006), empezó a operar en México la estrategia de encapuchar a los mandos y tropa pertenecientes a las fuerzas militares y policiales focalizadas en tareas operativas. Con la argumentación de no poner en peligro a los miembros de los aparatos represivos del Estado, las dependencias encargadas de enfrentar a las mafias han venido uniformando a sus elementos con vestimentas y máscaras que impiden no solamente la identificación de sus portadores por los sicarios, sino para la comunidad societal que tiene derecho a que sus supuestos guardianes no se amparen en el anonimato. Basta y sobra con el poder que les dan las placas y credenciales metálicas, así como el despliegue ostentoso de vehículos, armamentos y blindajes, para que ahora aparezcan con capuchas y actitudes despóticas y arbitrarias.

Por la carencia de controles administrativos, de capacitación-actualización, mecanismos que midan, regulen y supervisen los niveles de confianza y capacidad, así como de normatividades jurídicas en las corporaciones locales, estatales y federales, se hace presente la desconfianza y el temor fundado de la ciudadanía. Son muchos los actos donde militares, marinos, policías federales o de estados y municipios pisotean los derechos humanos; desaparecen a “personas sospechosas”, periodistas o políticos opositores; asesinan sin consideración tanto a niños, jóvenes como adultos mayores y discapacitados; y detienen y denigran a personas de bien. En la mayoría de los casos los organismos que presumen “servir y proteger” ofrecen un perdón casi imperceptible por los daños colaterales, que irremediablemente son achacados a la “ferocidad de los criminales”. Nada de juicios y castigos. Nada de justicia civil o militar………………sólo suspensiones, cambios de plazas, despidos, ocultamientos administrativos, pero eso sí mucha impunidad.

Un botón muestra es el asesinato de un escolta del presidente municipal de Ciudad Juárez, Héctor Murguía Lardizábal, así como la falta de respeto a su investidura y la amenaza real de muerte cuando éste se presentó en el hotel donde pernoctan los miembros de las fuerzas federales en la zona fronteriza más emblemática del estado de Chihuahua (martes 25 de enero/2011), para pedir explicaciones. Entre capuchas y uniformes oscuros, armas cortas y largas, camionetas con sirenas ensordecedoras y luces cegadoras, pero al unísono entre mentadas de madre y amenazas de ¡Mejor los matamos a todos y se acabó este pedo!, el actual alcalde de Juárez fue participante de un festín donde relució la arbitrariedad policial.

Casi a diario, los mexicanos somos impactados con imágenes de asesinatos que cada vez son más sanguinarios e increíbles por el grado de horror aplicados, pero también por el paso continuo de convoyes de autos, camionetas, helicópteros, tráileres y artillados de la policía federal, Sedena y Marina, en cuyo interior viajan encapuchados con cara de pocos amigos ¿Quiénes son los buenos, aliados y defensores y quiénes los malos? ¿Qué confianza pueden transmitir encapuchados que no hablan, que no tienen una educación mayor o acaso bachillerato terminado o inconcluso y que no conocen sobre derechos humanos? Para enmascarados los payasos que algunas veces espantan a infantes, los luchadores sobre el ring, los invitados a una fiesta de halloween, los que desfilan en una procesión católica en semana santa ¿Pero los policías y militares? ¡Por favor, ya basta!

¿De quién nos defendemos? ¿De los pitecantropus erectus defensores de la ley amparados en el anonimato que otorga la capucha negra y que sienten que los civiles son malagradecidos porque no se valora su entrega sin cuartel a los fines más nobles de la patria? ¿De los sicarios que eliminan a todo lo que consideran obstáculo para la ampliación de sus plazas? ¿Pedimos identificación o una bala al tener la osadía de exigir garantías? ¿Creemos en los encapuchados originales, en los clones, réplicas o piratas?

EPÍLOGO DE LA OBRA.
A diecisiete años y veintiséis días del surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en el estado de Chiapas, los indígenas encapuchados, con armas de verdad y otras realizadas con madera, acompañados por el Sub, de origen urbano, pero no por ello ilegítimo, se presentaron como los mexicanos “sin rostro y sin voz” penetraron en la psique social, alcanzado enormes niveles de simpatía y unidad que no habían sido vistos desde la Revolución mexicana.

Los encapuchados chaparritos, con paso marcial y con la dignidad de quienes no tienen miedo de perder la vida, porque desde su nacimiento les quitaron los derechos a vivir con dignidad, dieron lección de honorabilidad a los mexicanos y a la ciudadanía universal de enfrentarse a los detentadores del poder político y económico, alzando la voz con energía y optimismo, demostrando que, aún cuando los sistemas políticos defienden con todos los recursos disponibles a las élites, la sociedad puede levantarse para exigir y tomar lo que le corresponde.

De este tipo de encapuchados quisiéramos ver caminando en las calles de ciudades y poblaciones suburbanas y rurales. Ocultos con pasamontañas connotando que no importan sus caras porque se las quitaron e ignoraron desde su nacimiento y sin infundir terror o para esconder acciones ilícitas. Quiero destacar que hablar de este tipo de capuchas no significa alentar movimientos subversivos, porque de lo que se trata es poner el acento en la sílaba adecuada y voltear a ver que los ocultamientos a propósito tendrán que caer cuando se instaure un modo de vida democrático que dé a cada quién su cada cual. B.H.G. Ω

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martes, 25 de enero de 2011

EL SABOTAJE: panacea para esconder los errores del poder.


SABOTAJE:
El remedio más utilizado para ocultar ineficacias en la modernidad.

Por Baltasar Hernández Gómez


Culpar a otros de las desgracias que acontecen es una de las técnicas más utilizadas por directivos, líderes y corporaciones sociales, políticas y económicas, con el propósito de negar impericias y esconder falta de capacidades. Cuando el hijo acusa a otro hermano o a la señora que ayuda en las tareas domésticas de que los deterioros en la casa son producto de su acción vandálica, el padre o madre se ve obligado a aplicar correctivos, teniendo la certeza de que con ello se exterminarán de tajo los males que aquejan la estabilidad hogareña. Otro caso es cuando un estudiante provoca disturbios en el salón de clase y señala a otro de producir dicho desaguisado, el profesor(a) se ve forzado a expulsar y/o reportar a dicho alumno. Por donde se vea ambos ejemplos son bajezas disfrazadas de mentiras piadosas.

En un ámbito más amplificado, cuando los militares informan que la muerte de civiles en una comunidad de Asia o América tuvo como origen la conspiración y el sabotaje en equipos logísticos, en realidad están desviando la condena pública hacia la abstracción denominada “fuerzas malignas”, que no quieren la paz en las zonas de conflicto donde interviene la industria de guerra norteamericana, lo cual oculta los auténticos errores en el posicionamiento y direccionalidad de misiles, aviones, radares y batallones de asalto. Las fallas son exhibidas como daños colaterales, aún cuando se trata a todas luces del asesinato de centenas de niños, adolescentes y adultos que se encontraban comiendo en sus casas. Lo mismo ocurre con los gobiernos federales en México que, al descubrirse fallidos en el combate a la pobreza y la inseguridad, vuelcan la culpa a “enemigos externos e internos” que van desde partidos políticos de oposición, movimientos subversivos hasta criminales que con su dinero han corrompido la ética de las policías.

Ante el cúmulo de discapacidades lo que actualmente predomina es la recurrencia a la expresión sabotaje, toda vez que el autoritarismo y discrecionalidad en la toma de decisiones para poner en marcha programas sociales, económicos, seguridad nacional, concesión de bienes y servicios, en forma efectiva, aprovecha este tipo de conducta (real o inventada) como panacea que todo justifica. Si los narcotraficantes no son aprehendidos se debe al boicot de mandos medios militares o policiacos que fueron penetrados por el poder del dinero. Si las centrales de energía eléctrica en las entidades del centro de la República mexicana [Distrito Federal, Tlaxcala, Hidalgo, estado de México entre otras] no funcionan es por el sabotaje de los trabajadores despedidos del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), que se niegan a reconocer que la compañía Luz y Fuerza del Centro fue extinguida por la secretaría del Trabajo. ¡Ajá! decía mi abuela Rosalina al escuchar las explicaciones que le daban sus nietos menores cuando arrancaron la cola de su gato predilecto.

Si los programas del partido gobernante no funcionan es porque existe sabotaje de los partidos opositores, particularmente PRI y PRD, que se han dedicado a boicotear contra el bien común del régimen panista. Si hay inestabilidad e ingobernabilidad en zonas urbanas y rurales es porque seguramente persisten grupos clandestinos encauzados a sabotear la presencia de las dependencias gubernamentales. Luego entonces el sabotaje representa para muchos gobernantes, burócratas, legisladores y empresarios el remedio para curar los males que aquejan a sus negocios y al país, pues ante la desinformación e ignorancia en la que se ve subsumida la mayoría de la población, los actos presumiblemente realizados para interferir en el correcto funcionamiento de empresas públicas y privadas, se vuelven el supremo factor del fracaso inducido.

Este tipo de sabotaje viene recubierto con la espectacularidad adicionada por los medios masivos de comunicación, para hacer creer que hay individuos malévolos acechando en la penumbra del anonimato, intentando poner al filo del despeñadero a la élite política y económica del país y del mundo, a efecto de que no cumplan con sus elevados fines éticos y morales de procurar -sin ninguna clase de distingos- el bienestar común de los sectores desprotegidos. Otra vez diría mi abuelita ¡Ajá!

Hace treinta horas en el espacio local, pero no por eso carente de validez universal, el presidente interino de Acapulco, Guerrero, México, José Luis Ávila Sánchez, afirmó que el organismo público descentralizado CAPAMA (Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco) no ha podido llevar el líquido vital a colonias y fraccionamientos, debido a sabotajes a sus instalaciones. Lo que no dice la boca del administrador transfigurado en gobernante sustituto (debido a que su patrón y guía de toda la vida, Manuel Añorve Baños, abandonó la presidencia municipal para aventurarse a la lucha proselitista para conquistar la gubernatura del estado) es que coincidentemente se vincula a perredistas con esta acción extremista, toda vez que recibió una infinidad de denuncias ciudadanas que acusan de este hecho a la perversidad de militantes del PRD, partido que en este instante supera en preferencias electorales al PRI, a 5 días de que se realicen los comicios para renovar el poder Ejecutivo de la entidad.

¡Ah qué saboteadores resultaron los guerrerenses afiliados al PRD! Ante tal imputación acuden a la mente imágenes de hombres y mujeres que con machete, martillos, cinceles, mazos, destornilladores y hasta resorteras, hacen tremendos agujeros en los ductos de agua o deterioran unidades de bombeo, para que los acapulqueños de zonas pobres, clase media y alta no tengan agua para bañarse, beber o lavar. ¡Sabotaje, sabotaje, sabotaje! gritaba el lobo feroz cuando quería que los granjeros fueran al cuadrante norte de su propiedad cuando éste se encontraba devorando gallinas en la coordenada opuesta. Ya ni la creatividad asoma en el escenario político, pues ante la impericia política los gobernantes hacen uso indiscriminado de este vocablo, con la finalidad de inculpar a otros de sus inmundicias.

Aunque el sabotaje ha sido explotado en el discurso de las clases privilegiadas por los Estados nacionales, éste también forma parte de las líneas comunicacionales de la iniciativa privada, pues el sabotaje aparece cuando un industrial, comerciante o financiero no encuentra respuesta a sus peticiones de aperturar o ampliar un negocio. Ante las trabas jurídicas o sociopolíticas inmediatamente se alzan voces con la argumentación de que hay sabotaje de la competencia o parcialidad en las instituciones gubernamentales, a efecto de que no se otorgue una justa distribución de productos o servicios (en este sentido hay que recordar algunos razonamientos expuestos por prestadores de servicios cuando tratan de explicar la falta de cobertura de internet, telefonía celular, artículos de consumo imperecedero, comestibles, etc.).

Sin embargo, el sabotaje no corre por vías puramente explícitas, sino también es empleado, de manera subrepticia, para la desinformación colectiva, ya que no es lo mismo adjetivar una noticia, reportaje, documental o publicidad, que presentar una nota de manera objetiva. Cuando se dice que un candidato culminó su trabajo proselitista acompañado de muchos simpatizantes, no es lo mismo que propagar -en horario triple A- que otro candidato abarrotó el zócalo de las ciudades más importantes de la región, contando con la participación de miles y miles de ciudadanos de todas las edades y clases sociales que, al unísono, lo vitoreaban como futuro ganador de la contienda.

Por eso cuando oigamos hablar de sabotaje, primero hay que cuestionarnos ¿Qué sabotaje? ¿En contra de quién es el sabotaje?, pues todo depende del color del cuarzo con que se transmiten los mensajes. Es primordial que dejemos de incentivar la reproducción del sabotaje como táctica infame para arrojar culpas a otros, a los de enfrente, a los competidores o contrincantes, de los errores e incumplimientos que sucedan. Debemos abandonar la creencia ciega a las supuestas verdades absolutas que esparcen los detentadores del poder político y económico e ir adquiriendo escepticismo crítico, pero fundado en la realidad, para ser libres en pensamiento y acción. B.H.G. Ω

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jueves, 20 de enero de 2011

LEALTAD Y TRAICIÓN EN LA POLÍTICA: un esbozo de lo que pasa en México


ANTES LE DECÍA “JEFAZO”: Lealtad y traición en la política.
Por Baltasar Hernández Gómez


En el debate de los candidatos a la gubernatura del estado de Guerrero, México se habló de las propuestas, o mejor dicho, de las promesas para constituir gobiernos que remedien los ancestrales rezagos sociales y económicos de la sociedad sureña, la cual se debate entre la miseria, la violencia y el olvido. Tanto Ángel Aguirre Rivero (coalición PRD, Convergencia y PT), Manuel Añorve Baños (PRI, PVEM y Nueva Alianza) y Marcos Efrén Parra Gómez (PAN) emplearon los protocolos de la oratoria para “cautivar” a la opinión pública que, a las 09:45 horas del martes 18 de enero pasado, pudo o quiso encender su radio o televisión para presenciar el encuentro de los tres aspirantes al poder Ejecutivo estatal. Sin embargo, más allá de los programas de desarrollo esbozados para el bien de los guerrerenses, deseo destacar que en el discurso del primero hubo un término que expone a la perfección los códigos de comportamiento de los políticos mexicanos y de muchos otros países latinoamericanos: Aguirre Rivero afirmó que le extrañaban las críticas de Añorve Baños, pues hacía escasamente algunos meses que lo llamaba “jefazo”.

Aunque parezca intrascendente la palabra por sí misma, reviste relevancia para la comprensión de los ritos que realizan las personas que viven de la política en un sistema caracterizado por la antidemocracia en la toma de decisiones de Estado, pues el apelativo “jefazo” connota la figura suprema, el neo-tlatoani* mexicano que todo lo puede y que todo lo hace con excelsitud. A bocajarro el candidato de la coalición Guerrero nos une (Ángel Aguirre) puso en evidencia que su primo, protegido y antiguo colaborador (Manuel Añorve) cambió de parecer ante la oportunidad de encabezar los intereses del viejo partido único (PRI) remasterizado en instituto opositor al régimen panista en el ámbito federal y supuestamente de corte perredista en el estatal. El recordatorio “era tu “jefazo” pareció retumbar en el salón alquilado al Grand Hotel del puerto de Acapulco. Manuel Añorve tragó saliva y su rostro se transfiguró en una masa con tonalidad rojiza. Entrelíneas y sin ambigüedades el aspirante perredista externó ¿Cómo puedes decir ahora que no serví como político, líder, servidor público, gobernador interino y legislador cuando era una constante tu servilismo y zalamería con la que insistías a propios y extraños de la eficacia de mis actos?

La lealtad a conveniencia y la traición no son situaciones novedosas en los entretelones de la política, pero el recordatorio de Aguirre Rivero evidencia que, en los laberintos del poder, el amigo, compadre, pariente o colaborador se puede transformar -en circunstancias extremas- en enemigo. A lo largo de la historia el juego de las perversidades trastoca la lealtad en traición y convierte a los renegados en héroes. Así pasó con Porfirio Díaz Mori cuando enarbolando a Juárez eliminó al juarismo. Así ocurrió con los asesinatos, exilios y controversias de Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas. En épocas más recientes, Luis Echeverría hizo a un lado a Gustavo Díaz Ordaz. José López Portillo negó el legado echeverrista y éste fue condenado como corrupto por su sucesor Miguel de la Madrid. El presidente emergente, Ernesto Zedillo no sólo quiso borrar a Carlos Salinas, sino que llegó a acusarlo de ser el hacedor de la crisis de 1995 y luego encarceló a su “hermano incómodo”, Raúl Salinas. Y si esto no fuera suficiente, los gobiernos autodenominados del cambio, es decir, los panistas que desde el año 2000 están en la cúspide del poder formal en México no sólo no cambiaron los cultos del viejo régimen priista, sino que los modernizaron: Vicente Fox, primer presidente de la República de filiación distinta al PRI ha querido ser borrado de la acción gubernamental de Felipe Calderón Hinojosa.

“Jefazo, a sus órdenes” es la forma más acabada del servilismo político que ha servido como mecanismo de ascenso para líderes, gobernantes, legisladores y militares, la cual no se queda en la esfera de lo político, sino que también se esparce en la dinámica social ampliada, pues es conocido que profesores, trabajadores públicos y de empresas privadas, sacerdotes y hasta los miembros de menor jerarquía en el seno familiar utilizan el “sí Jefazo” para alcanzar los favores y quereres del poderoso en turno.

El señalamiento de Ángel Aguirre Rivero desvela las liturgias que se efectúan para escalar los peldaños de la pirámide política y que también surgen en los métodos desarrollados por el narcotráfico. Por esto mismo, mucho de lo que pasa en el mundo de la mafia fue copiado del sistema político y viceversa, en virtud de que las detenciones de capos y esbirros delatan que el “jefazo” perdura hasta que el poder se desvanece. Las luchas intestinas entre cárteles y operadores demuestran que los señores del narco (retomando el título del más reciente libro de la escritora y periodista Anabel Hernández**) unas veces hacen pactos de sangre y juran lealtad hasta la muerte y otras, al acogerse a inmunidades o ser detenidos por delación, son maestros de la ingratitud y el engaño.

Las confesiones del delincuente “J.J.”, José Jorge Balderas Garza (detenido recientemente por las fuerzas federales), remarcan que nunca trabajó con Edgar Valdez Villarreal “Barbie” y que su aprehensión fue producto de un soplón, hecho que se parece mucho al proceder desleal de Manuel Añorve, quien durante muchos años gozó de las mieles del poder administrativo y político que le proporcionó su mentor y pariente Ángel Aguirre, pero que apenas hace unos meses creyó superar al magister, dejando de representar su papel de pupilo disciplinado para convertirse en opositor, fustigador y predicador de rectitudes falsas.

Fuera del escenario los espectadores no son los mismos de ayer. Han abandonado la pasividad que permitía hacer y deshacer a gobernantes, legisladores y miembros de las milicias. Hoy en día la ciudadanía no observa impasiblemente el ir y venir de las tropelías de los personajes que unas veces son regidores, luego diputados para saltar a una curul en el senado y acabar siendo líder o consejero en institución del Estado o consejo de su partido de origen. Los “trapitos al sol” que están descubriéndose ya no son tendidos en los cordones de la impunidad, pues el voto -como mecanismo real de decisión en la verdadera democracia horizontal que se da fuera de los controles procedimentales del Estado-, pero sobre todo la participación y movilización social en los círculos doméstico, comunitario, laboral, escolar y político abrieron los ojos de millones de ciudadanos que no están dispuestos a seguir soportando la infamia de ser testigos mudos y mancos de la ruina del país.

Estoy convencido que ha llegado el tiempo real de las definiciones para no oír más “sí jefazo” o ver como la columna vertebral de muchos cortesanos se sigue doblando en posición de noventa grados para poner de manifiesto sumisión absoluta a los designios de los poderosos en turno. Ni las balas, portafolios de dinero, intimidaciones o demagogias pueden detener el empuje de una sociedad que clama y lucha por salir de la miseria económica y moral a la que ha sido sometida por más de un siglo. Podrán amedrentar, asesinar o comprar a miles, pero no podrán contener el flujo imparable de millones jóvenes y adultos para hacer de México, América y el mundo sitios para vivir con calidad y calidez. Podré ser señalado de idealista, pero mientras la utopía perdure habrá la esperanza de futuros promisorios. ¿O qué………..todo acaba en el instrumentalismo y la posmodernidad globalizante? B.H.G. Ω.

Anotaciones.

* Los aztecas designaban a su máximo gobernante con este término que en náhuatl significa “el gran orador”, es decir, quien tiene la facultad, poder y cultura para hablar.

** Editorial Grijalbo, México, 2010.

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lunes, 17 de enero de 2011

ESTRATEGIA POLÍTICA DEL TERROR EN GUERRERO: el caso de Manuel Añorve Baños, candidato del PRI a la gubernatura de Guerrero, México. 2011.


LA ESTRATEGIA DEL MIEDO: EL ÚLTIMO TRAMO DE LA CAMPAÑA DE MANUEL AÑORVE BAÑOS
Por Baltasar Hernández Gómez


La campaña de Manuel Añorve Baños es -parafraseando el estudio 2010 sobre economía y empleo en México realizado por la UNAM - una estructura política Ni-Ni, o sea, un conjunto de pedacería priista, empresarial y comunicativa que ni con inmensas inyecciones de dinero legal e ilegal, ni con la presencia de políticos con fama nacional, artistas y deportistas, ni con el sostén de exgobernadores, senadores, diputados, regidores, servidores públicos en funciones y con licencias temporales, ni con el exagerado plan de marketing y propaganda desplegado no sólo en las siete regiones del estado de Guerrero, sino también en Morelos, Michoacán, estado de México, Distrito Federal, así como en la mayoría de medios masivos de comunicación impresos y electrónicos, incluyendo su intromisión forzada en redes sociales y correos electrónicos de la internet; ha podido mantener el voto duro de sus correligionarios y mucho menos aumentar las preferencias electorales para su candidatura.

El PRI, Añorve Baños y los caciques saben que la campaña “Por tiempos mejores” simple y llanamente nunca levantó, no obstante que fue puesta en marcha una mega-estrategia mercadológica, compra de voto, reparto de despensas y materiales diversos para restar intenciones de voto a favor de Ángel Aguirre Rivero, quien es su principal contendiente y, para propios y extraños, el próximo gobernador constitucional de Guerrero. La percepción social hacia su persona, equipo y trayectoria es negativa, la cual ha querido ser restituida con actos que despliegan el sensus emotivo de los convocados (que en la mayoría de las ocasiones son acarreados), utilizando la táctica de acusación sin fundamento contra opositores y críticos.

Hace dos días llegó a mis manos una copia del documento titulado Nota Estratégica: inhibir votación Guerrero, elaborado por la empresa de consultoría Primer Círculo que brinda sus servicios profesionales al PRI, mediante el cual se señalan nódulos específicos para que supuestamente se opere un final exitoso -con tenebrosa eficacia- a favor de Manuel Añorve. A quince días de que se efectúen los comicios estatales para renovar el poder Ejecutivo, el “broche de oro” de la campaña añorvista girará en torno a la inhibición del voto ciudadano, a partir de cuatro ejes: 1) La simulación de violencia contra el priistas. 2) La exposición de motivos-emotivos, pléyades en política, cultura, entretenimiento y deportes. 3) El apoyo económico y publicitario de la administración municipal de Acapulco y otros órdenes de gobierno a nivel estatal y federal y 4) Provocación de violencia contra la sociedad civil en general, líderes de opinión y dirigentes políticos.

La simulación de la violencia intentará hacer creer que el PRI, Manuel Añorve y seguidores son víctimas del perredismo salvaje. Con esto se trata de elevar la imagen de mártir del autonombrado candidato “chaparrito y entrón”, con lo cual legitima sus actividades proselitistas de fin de campaña. No será extraño que en los próximos días el priismo golpee a sus brigadistas, haga caer a alguno de los tres helicópteros rentados para el transporte del candidato ojiverde, balee automóviles o camiones, secuestre a algún político representativo, provoque incidentes al más puro estilo “narco”, acelere el ambiente de inestabilidad económica y sature al imaginario social con declaraciones de empresarios, intelectuales orgánicos, etc., comparando a Aguirre Rivero con el mal (señalando al PRD, Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador como portadores del apocalipsis). Ya se estarán oyendo - a toda hora- llamadas telefónicas difamando a los adversarios priistas; viendo fotografías de triunfo anticipado de Añorve Baños acompañado de personas que poseen la aureola mediática del rating, pero por encima de todo, la generación de “guerra sucia”, para impedir el voto libre el domingo 30 de enero.

En esta estrategia de acción y propaganda negra, el PRD, partidos coaligados y principalmente su candidato serán exhibidos como irracionales, represivos, contrarios al desarrollo armónico y sustentable, utilizando incluso argumentos sobre preferencias sexuales, pasados represivos, entre otras acusaciones. Al unísono habrá un manejo de desacreditación hacia el equipo de Ángel Aguirre Rivero y Marcos Efrén Parra Gómez, de las empresas asesoras de imagen y encuestadoras, para que se fije la idea de que son corporaciones que difunden datos falsos y tácticas que nada tienen que ver con el regionalismo guerrerense.

De acuerdo al documento en cuestión se van a fortalecer las áreas de compra de consciencias y opiniones de periodistas, analistas, líderes de opinión, dirigentes políticos y gremiales, llegando a actos de intimidación verbal y físicos, si éste fuera el caso extremo o inventando declaraciones falsas de Aguirre Rivero y ataques violentos a empresas públicas y privadas. Se saturará a la opinión pública con declaraciones, reportajes e imágenes de las bondades de la administración acapulqueña que heredó Manuel Añorve, de la experiencia positiva del candidato tricolor y ponencias favorables por parte de comunicadores y analistas que previamente fueron “allegados” por haber recibido prebendas.

La inhibición se buscará por todas las vías legales, pero sobre todo en forma ilegal, haciendo que prevalezca el miedo y descontrol de la sociedad civil, a fin de restar un 45% de la participación ciudadana. Habrá intimidación, golpes, amenazas de muerte, destrozos focalizados, desplegados de desprestigio, falsas alarmas, grupos de choque, reclutamiento de “porros”, entrenamiento de representantes de casillas, concentración a forciori de credenciales del IFE, retiro de propaganda de Ángel Aguirre, casas de seguridad para inhibidores de sufragios, dinero para pago de líderes políticos y gremiales, así como recolectores de credenciales para votar, compra de comida y automotores, adquisición de ropa en color negro y verde, despliegue de incitadores y provocadores de disturbio en calles y casillas, robo y quema de urnas, obstaculización de representantes y observadores afines a la candidatura de Aguirre Rivero.

En este tenor surgirá la generación de una percepción de terror para que las personas no salgan a votar, principalmente en las zonas detectadas como aguirristas, ensanchando la operación de grupos de choque que parezcan y actúen como delincuentes o narcos. Se llegará a vestir a jóvenes con camisetas de la coalición que apoya a Ángel Aguirre, para confundir a la población, hacer circular automóviles con perifoneo para provocar miedo, generar rumores de que Aguirre Rivero está reconociendo anticipadamente el triunfo de MAB. El día de la votación el equipo de Manuel Añorve evitará la instalación de casillas a favor de Ángel Aguirre, o bien, comprará o intimidará a representantes. La meta primaria de dicha estrategia añorvista es inutilizar 250 casillas en diferentes puntos del mapa geopolítico adverso para el PRI, a través de la intercepción de representantes, observadores, abogados, votantes. El compro de voto “por la buena” seguirá en pie, para evitar alzas en los porcentajes de su oponente.

Desde hace un mes informé en un trabajo de mi autoría que las maletas llenas de dinero están listas en las siete regiones de Guerrero, pues el objetivo es captar 200 mil votos contantes y sonantes en los nueve municipios más importantes del estado y en las dos regiones donde Aguirre Rivero tiene mayor fortaleza. Cada sufragio costará mil pesos, lo que representa un desembolso de 200,000,000.00 (sí, doscientos millones de pesos. En las poblaciones de las regiones Norte y Montaña habrá un operativo para comprar votos o en el último de los casos “arrebatar” credenciales a la fuerza. Desde esta perspectiva los líderes de comunidades tendrán dos sopas: aceptan 25 mil pesos o son detenidos y golpeados junto con su gente, para que no voten (algo similar a acatar la frase “coopelas o cuello”).

Obviamente que esta estrategia seguirá usando el acarreo de priistas en las regiones suburbanas y rurales de la entidad, manteniendo un ambiente de inestabilidad social por medio de brigadas intimidantes con personas vestidas de negro o verde, armados y en actitud de ataque. Asimismo, se prevé quemar aproximadamente 750 secciones que son clasificadas como bunkers de Ángel Aguirre y se “reventarán”, desde las 15:00 horas, casillas conflictivas para el priismo. Al finalizar la jornada electoral se insistirá por todos los medios que el triunfo de Manuel Añorve es indiscutible y en paralelo se eliminarán pruebas como actas y urnas, para no dejar evidencias que puedan servir para la impugnación de la coalición Guerrero nos Une.

¿Así o más? El miedo es mucho y bien fundamentado, pero llegó la hora de las definiciones verdaderas y no hay marchas para atrás.

Como colofón resaltaré que el supuesto triunfo de Zeferino Torreblanca Galindo en 2005 fue, al final de cuentas, una cesión temporal de la franquicia política que despacha desde Casa Guerrero, pues hace seis años no hubo un solo intento del priismo para detener la llegada del presunto luchador social progresista proveniente de las filas empresariales pro-panistas [imagen difundida por el grupo civil ACA], que llegó a gobernador, según su versión, sin partido ni grupo político, pero que terminó siendo un mandatario autoritario, oscuro, altanero y mediocre, que para muchos expertos en el campo de las finanzas y contaduría-auditoria, es hacedor de novedosas prácticas infames de corrupción.

Lo que es seguro es que ya llegará la hora de los juicios, las enfermedades y los vicios. Mientras tanto, levantémonos de la mecedora donde se ven pasar los cuerpos amortajados de vecinos y pongámonos a trabajar en cada una de nuestras trincheras, para ir consolidando un municipio, un estado, un país y un mundo dignos de vivirse. B.H.G. Ω

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miércoles, 12 de enero de 2011

EL FUNESTO RECICLAJE EN EL EJERCICIO POLÍTICO


EL NEFASTO RECICLAJE EN LA POLÍTICA
Por Baltasar Hernández Gómez


Hacer referencia al concepto reciclaje implica abordar la vida misma sobre la faz de la Tierra, toda vez que su impacto no solamente tiene que ver con asuntos académicos o discusiones ético-morales, sino reviste la trascendencia para la conservación del medio ambiente, lo cual es una cuestión de prioridad para los seres humanos. El reciclaje es un proceso industrial basado en la re-utilización de materia prima de productos usufructuados por los consumidores. Hoy en día es un imperativo el reciclaje de envoltorios de plástico pet, cartón, papel y metal, con el propósito de que las fábricas no generen índices elevados de contaminación y depredación de recursos naturales no renovables. Hasta aquí todo va bien, sin embargo, dicho término también fue asimilado por el pragmatismo político para esconder los grados superlativos de impunidad en el ejercicio del poder, en virtud de que los sistemas democráticos en el mundo fueron convertidos en espacios selectivos con corte autoritario, los cuales son continuamente reformados para mantener el statu quo de las clases dominantes.

El modo de vida impuesto por los Estados nacionales impone el control de las élites reproduciendo la explotación, enajenación y reproducción de desigualdades sociales y económicas, para que los pocos estén por encima de los muchos, que día con día sienten la pauperización de sus niveles de existencia. Normas legales, productivas, electorales, culturales e ideológicas son los componentes que permean a los regímenes que no se cansan de pregonar las supuestas bondades del capitalismo globalizador enmarcado en la miseria humana existente en todos los continentes. El reciclaje lo mismo opera en Estados Unidos de Norteamérica, Rusia, Italia, que en México, Haití, Guatemala y Etiopía, ya que la denominada clase política mundial fundamenta su eficacia en la imposición de sus intereses en los poderes constitucionales y meta-constitucionales desplegados en sus países de origen, haciendo una clonación del poder, que se traduce en constante movimiento de personajes clave en partidos políticos, instituciones gubernamentales, legislativas y judiciales.

En el bloque de naciones del llamado primer mundo, así como en los periféricos, el reciclaje político se vuelve un mecanismo efectivo para perpetuar los objetivos y alcances del Estado y sus grupos hegemónicos, pues traer y retrotraer personas y programas exitosos para sus conveniencias garantizan la sujeción de las sociedades. El bipartidismo norteamericano, la alternancia en México, la sucesión de intereses en Argentina y Brasil, continuidad de los regímenes comunistas y militares en diferentes latitudes del orbe, seguimiento estricto de las exigencias del FMI y Banco Mundial en materia crediticia y de desarrollo son prueba fehaciente de que el reciclaje, disfrazado de estilo de vida integral válido en todo terreno, funciona muy bien para la élite.

Lo que está debajo del reciclaje político es un cúmulo de experiencias impunes para someter a las masas a una dinámica de intervención donde lo menos importante es que se alcancen estadios dignos de vida para los sectores más desprotegidos, toda vez que la meta es eternizar las desigualdades socioeconómicas, haciendo pasar las diferencias y pobreza como algo natural e imposible de erradicar, pues aseguran que “así es la condición sine qua non de las sociedades posmodernas”. Millones de personas en el mundo ven pasar -una y otra vez- a funcionarios, legisladores, magistrados, militares, policías y asesores de todo tipo por diferentes corporaciones, porque aparentemente reúnen cualidades excepcionales para seguir en sitios clave, a fin de impulsar la idea de que el horizonte de bienestar será alcanzado a largo plazo, cuando en realidad se aleja años luz para su realización.

¿Cómo se explica que congresistas, senadores, servidores públicos, consultores y miembros de las fuerzas armadas son movidos permanentemente de un cargo a otro en los Estados Unidos? ¿Cómo se entiende que los partidos políticos en México reciclan cada tres o seis años a gobernadores, legisladores y miembros de pasadas administraciones en los tres órdenes de gobierno (federal, estatal y municipal) hacia nuevos cargos? ¿Cómo aumentar la participación electoral o social de la ciudadanía cuando en las campañas proselitistas se repiten hasta el cansancio slogans, promesas y gente que rodea a los candidatos? Ante la infamia, la suspicacia entra por la puerta grande de la percepción social que, viendo las incongruencias políticas, no alcanza a armar al ciento por ciento el rompecabezas del perverso juego de la realpolitik. Lo que subsiste es la persistencia de “más pan con lo mismo”, o sea, una especie de repetición de la frase del Gatopardo del escritor italiano Giuseppe de Lampedusa “que todo cambie para que todo siga igual”.

El caso México.

El presidencialismo ha sido y sigue siendo la marca más funesta del sistema político, que revestido de reformas electorales, sigue siendo -como lo dijo el premio nobel de literatura 2010, Mario Vargas Llosa- una dictadura imperfecta. El Estado mexicano es una gran fábrica de reciclamiento político: un ingeniero puede ser especialista en inteligencia y seguridad pública; un abogado experto en comunicaciones; un pedagogo experimentado en asuntos energéticos; un administrador conocedor de las relaciones políticas y una primera dama diestra publirrelacionista y futura gobernante en el mapa geopolítico más conveniente para su esposo y partido. Así de crudas y surrealistas están las cosas, pues la denominada transición política sólo quedó en una copia mal hecha de la alternancia americana.

Tanto se criticó al PRI de reciclar a políticos que ahora el partido en el poder (PAN) emplea dicho modelo en el diseño de políticas públicas y la recomposición del gabinete. El caso emblemático más reciente es el que protagonizó Felipe Calderón cuando dio a conocer los cambios en secretarías, moviendo piezas de su “ajedrez”, presumiblemente para eficientar la labor gubernamental en los 22 meses que le quedan como primer mandatario nacional. Quitó a Juan Molinar Horcasitas de la titularidad de SCT, para poner a Dionisio Pérez Jácome. Cambió a su antigua profesora Georgina Kessel de la Secretaría de Energía, para elevar a puesto “cardenalicio” a José Antonio Meade e incorporó a Roberto Gil Zuarth como secretario particular de la presidencia, sustituyendo al panista de toda la vida, Luis Felipe Bravo Mena. Los enroques son una especie de catarsis curativa ante los constantes señalamientos hacia el responsable directo (Molinar Horcasitas) de la muerte de 48 infantes en la guardería ABC, subrogada por el IMSS en Hermosillo, Sonora, así como de múltiples actos de corrupción en la asignación de concesiones del espectro radio-televisivo mexicano, así como de la previsión ante las elecciones de 2012.

La impunidad es el común denominador de los gobiernos priistas, pero también de las administraciones panistas, que supuestamente vinieron para procurar el bien general, justicia y desarrollo de las “mexicanas y mexicanos”. Mientras las modificaciones de forma se dan para hacer creer que se reforzará la gobernabilidad, la mayoría de funcionarios federales continúan firmes en sus plazas, principalmente en los rubros de seguridad pública, economía y asuntos sociales (educación, salud, desarrollo social, etc.). El reciclaje, luego entonces, significa la careta rosácea de la discrecionalidad prevaleciente en las esferas del poder. Ni más ni menos.

El reciclaje no es patente exclusiva del presidente en turno, gobernadores o presidentes municipales, porque también es utilizado por los liderazgos políticos en sus respectivos cotos de poder: los partidos políticos se valen de él, para mover a un diputado a una senaduría y viceversa; para cobijar a un funcionario defenestrado a una embajada o dirección de paraestatal; poner a un candidato cuestionado por sus acciones de antaño como figura remasterizada que vocifera haber encontrado la buena nueva de bondad y tiempos mejores. Así están las cosas en este juego perverso de reciclamiento que moldea los contornos de mujeres y hombres que viven de la política, a través de la plasticidad del marketing político. Hasta Diego Fernández de Cevallos pretende borrar la imagen de abogado y político iracundo, corrupto y despótico, para aparecer como un senecto mesiánico de barba blanca que desea enmendarse ante la opinión pública, enarbolando causas sociales justas, encubriendo las argucias que lo hicieron millonario (uso y abuso de información privilegiada y fueros constitucionales).

El reciclaje esconde la infamia de dejar tal cual el estado de cosas que ha funcionado por más de 81 años, convocando a los mismos de siempre, eso sí con diferentes fisonomías, complexiones y colores partidistas, pero haciendo prevalecer la injusticia en las personas de carne y hueso que ven morir a sus seres queridos en las entidades federativas por causas imputables a la miseria económica y la fuerza del crimen organizado. No se debe olvidar que la ingobernabilidad no sólo ha sumido a un mayor número de mexicanos en la pobreza extrema, sino también ha computado en los últimos 3 años la horrenda cifra de 31 mil muertos por motivos del narcotráfico y la complicidad gubernamental. En un cuadrante mediático se presentan los cambios “para el bien de la República”, y en los otros, flashes de asesinatos, desempleo, inseguridad galopante y la parafernalia de decenas de campañas electorales que intentan hacer olvidar las desgracias materiales por medio de un recuento de ofertas mentirosas.

El estado de Guerrero.

Punto 1.
Desde mediados de 2010 el PRI optó por el reciclaje de un filibustero de la política, me refiero a Manuel Añorve Baños, aprovechando su “triunfo electoral” en el municipio de Acapulco, con la finalidad de recuperar la gubernatura del estado. Pero no sólo es Añorve Baños quien salta a la vitrina pública, sino también las cabezas del cacicazgo regional, líderes y burócratas saltimbanquis que ven al ejercicio político como una agencia de colocaciones. La campaña priista está diseñada para estar a la par de dicha estrategia, ya que slogans, logotipos, promesas, trazos y colores son copias de proselitismos añejos y de otros que se pusieron recientemente en funcionamiento a nivel nacional, como es el caso específico del estado de Yucatán (donde incluso se emplea la imagen estilizada del corazón rojo junto a los nombres de los candidatos a puestos de elección popular).

Reciclaje de personas, ideas, propuestas, pero sobre todo de aspiraciones para volver al gobierno con el mismo estilo autoritario y corrupto de un partido que por siete décadas impuso el atraso social, económico y cultural. Los priistas parecen olvidar que, la voluntad ciudadana, los hizo abandonar Los Pinos hace casi once años y por esto los tricolores le apuestan al más puro pragmatismo, profesando que la desmemoria de los mexicanos es más fuerte que la realidad imperante. Sin embargo, el reciclamiento de personalidades, incumplimientos y corrupción en los 18 meses que presidió Manuel Añorve el Ayuntamiento de Acapulco, saturación de propaganda política, desaseo de los recursos financieros en campaña, sobreendeudamiento de la hacienda pública en el municipio y las acciones incumplidas durante 2009 y 2010 hicieron que el “olvido social” se transforme en oposición abierta a la táctica de “más de lo mismo”. Los resultados electorales del domingo 30 de enero próximo reflejarán el No al priismo más retrógrada.

Punto 2.
“El gobernador inactivo”, como llamó Alejandro Poiré, secretario técnico del Consejo Técnico de Seguridad, a Carlos Zeferino Torreblanca Galindo, aplicó a sus anchas la técnica del reciclaje, pues sus amigos, compadres, familiares y aliados del PRI y anteriores administraciones federales y estatales tuvieron un peso preponderante en las líneas directrices del gobierno de Guerrero, principalmente en los puestos de mayor nivel y en la intrincada red de adquisiciones, contratos y concesiones de obra. Además del reciclaje de políticas ficción, de escuetas actualizaciones en materia de tramitología y finanzas, el sello del gobernador que no actúa fue la corrupción, claro, una que es ahora tecnificada y basada en arreglos fuera de papel, como es el caso de la construcción del edificio que albergará a las instituciones del estado en Acapulco, que tendrá un costo total de dos mil millones de pesos, incluyendo la adquisición del terreno ubicado en la esquina de avenida Costera Miguel Alemán y Vía Rápida, arquitectos, ingenieros, material de construcción y compra de enseres de oficina y más.

El reciclaje de prácticas corruptas estuvo encubierto en la desinformación, el desprecio a la sociedad y la discrecionalidad. Zeferino Torreblanca reprodujo el diezmo de empresarios y constructores, proyectó hasta niveles insospechados de riqueza a su círculo íntimo de allegados (se ha dicho que las familias Bajos Valverde, Peña Soberanis, Pasta Muñúzuri, Figueroa Alcocer, Juárez Cisneros y asociados, entre otras tienen cuentas abultadas de recursos en el país y el extranjero) contando la protección de diestros profesionales en contaduría y auditoría que han sabido “blanquear” contratos de compra-venta de bienes inmuebles, constructoras, proveedoras de mobiliario, consumibles y contratación de personal inexistente. Nada de esto fue sometido al concurso o siquiera al dominio de la sociedad. Torreblanca Galindo recicló las mejores habilidades de los llamados “delincuentes de cuello blanco”, de los priistas más autoritarios en los tiempos de partido único, del discurso de Carlos Salinas de Gortari cuando estableció que a los opositores y críticos “ni los oía y ni los veía”. El próximo ex-gobernador de la entidad de jaguares en las marañas y pájaros en el río debe tener presente que en la actualidad hay intentos por enjuiciar a ex-mandatarios estatales, como está ocurriendo en Zacatecas y Oaxaca.

P.D.
Es notorio que los neanderthales de la política guerrerense sienten un inmenso temor a la tinta y a la voz disidente. Aunque hayan “inutilizado” algunas de mis cuentas de correo electrónico y de recibir intimidaciones verbales, persisto en el intento de exponer públicamente mis ideas y convicciones. Los tricolores y añorvistas no saben gobernar para la gente, pero sí saben operar triquiñuelas, actos de provocación, sabotajes y golpeteo físico. Allá ellos.

Estoy convencido que no es con hombres de negro como se va a detener el empuje de la participación ciudadana. Digamos no a la violencia y sigamos adelante. B.H.G. Ω

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domingo, 9 de enero de 2011

CONSTRUCCIÓN DE IMAGEN ASERTIVA (Primera Parte)


CÓMO EMPEZAR A CONSTRUIR UNA IMAGEN ASERTIVA.
La presentación del hombre como llave de entrada a relaciones de éxito.
Primera Parte
Por Baltasar Hernández Gómez


La presentación es el elemento primario para ir construyendo un impacto favorable y permanente en la gente. Por tanto, es necesario modificar, pero sobre todo sistematizar convencionalismos para maximizar aspectos positivos de la personalidad, partiendo del acercamiento-encuentro-contacto.

Los consejos prácticos que describo a continuación forman parte de un curso ejecutivo sobre imagen eficaz, dirigido a ejecutivos que remarcan la importancia del contacto de apertura entre personas, el cual debe efectuarse con un protocolo sobrio, respetuoso y educado. La presentación se sustentará con una presencia de pulcritud (vestimenta formal y casual, dependiendo del tipo de encuentro), limpieza facial y en manos (rasurado, peinado y con las manos limpias sin exceso de crema, portando reloj y anillo de casado en la mano izquierda, si se tiene dicho estado civil).

Se debe evitar al máximo pulseras o anillos, a fin de que no exista una percepción de extravagancia. Es muy recomendable que los accesorios frontales sean discretos, es decir, no ostentosos, como por ejemplo: si se usa traje, los colores formales son azul marino, gris oxford, café, gris plúmbago o una combinación ligera en pantalón con saco más oscuro. La corbata debe portarse sin elementos llamativos, o sea, de un color o con trazos de líneas transversales o imágenes muy pequeñas (rombos o figuras moderadas). Necesariamente deberá portarse una camiseta que no permita ver la piel o cadenas con dijes, amuletos o tatuajes, en su caso.

En ambientes tropicales, debe portarse una camisa (que sea más clara que el pantalón, preferentemente y que no sea de colores o trazos ostentosos) con bolsa en el lado izquierdo para portar plumas o tarjetas. Se tiene que evitar la portación de accesorios llamativos como joyas, implementos de comunicación, etc.

Siguiendo con el caso de lugares donde se utiliza traje, deben obviarse elementos tales como: pisa-corbata, ajustador de cuellos, pañuelos en la bolsa exterior del saco, mancuernillas y cadenas con medallas que sobresalgan de la camisa, que son distractores de la vista del interlocutor. Como único accesorio visible en el saco puede usarse un distintivo personal o corporativo (heráldica, logotipo de la empresa).

En la parte inferior los zapatos deben estar limpios y boleados, de preferencia mocasines con tacón intermedio (si utiliza zapatos con agujetas, éstas deben abrocharse perfectamente, para evitar ajustarlos a la vista de todos). Los calcetines tienen que ser del color del pantalón que se porte o de los zapatos, en dado caso, sin figuras de ningún tipo.

Cuando se llega a un recinto el saludo debe iniciarse con las personas que se encuentran a derredor. No cruzarse hasta el punto más lejano del entorno para iniciar las salutaciones si es que hubiera una persona del otro lado con grados jerárquicos más elevados. El saludo será directo, con la mano y brazo extendido, apretando con firmeza sin llegar a extremos (esto denota seguridad y “ganas” de saludar a la gente).

En el supuesto de que esté sentado es una norma ponerse de pie para saludar a la persona que recién llega al recinto. No importa si es dama o caballero se saluda a la persona que llega de pie, sin movimientos bruscos que descompongan su postura o puedan provocar un accidente con otras personas o con los objetos que en ese momento porte.

Entre personas del mismo nivel el saludo es con la mano derecha y con la otra, se aprieta ligeramente el antebrazo de la persona que se está saludando, o bien, con un toque en el hombro, para dar sensación de afabilidad. Con las personas de jerarquía superior el saludo es también directo y con firmeza: los ojos y la cara deben dirigirse al rostro de su interlocutor con sobriedad en la expresión facial o una ligera sonrisa afable, apoyando la mano izquierda en la “muñeca” de dicha persona, en señal de respeto.

La distancia adecuada para saludar es de medio metro, no más, pero tampoco menos, a fin de que no se provoquen posturas incómodas. Invariablemente, en uno de los bolsillos del pantalón o saco, deberá portarse una pastilla, tableta o laminilla de limpieza bucal, que tendrá que masticarse o chupar 3 minutos antes del encuentro, para tener un aliento fresco sin exceso.

Si se porta folder(s), éste deberá introducirse en una carpeta de preferencia de piel o vinil-piel de color sobrio, en la mano o brazo izquierdo (que es el contrario a la mano derecha que dará el saludo). De preferencia que combine con el color del traje o ropa que se esté portando. Si se lleva portafolios, éste deberá situarse en el suelo, en el cuadrante de la pierna izquierda, a efecto de evitar tropezarse durante el acto del saludo. Preferentemente los colores de este accesorio organizativo es negro o café oscuro.

En la camisa o bolsa interior izquierda del saco o camisa simplemente, es indispensable que se traiga un juego de plumas de calidad y sobrias, que cuente con punta bolígrafo y puntillas de lápiz, para estar preparado para anotaciones. En otra bolsa del saco, portafolios o bolsa trasera del pantalón deberá traer un aditamento conteniendo con tarjetas de presentación, a fin de utilizarlas cuando así se requiera.

Por ningún motivo porte hojas dobladas o cualquier material visible y que desentone en la bolsa de la camisa, con el propósito de que no se desvíe la atención u ofrezca una imagen desaliñada o desorganizada.

El saludo es una comunicación verbal capaz de concentrar el interés de la otra persona. Por lo mismo es imprescindible tener un repertorio de “entradas” salutativas, tales como:

1.- No exclame frases como: ¿Cómo está? ¿Cómo le ha ido?, pues da la impresión de observar a las personas con lejanía o presuponer males en dicha persona.

2.-Es preferible saludar con una frase corta, tal como: ¡Buen día, buena tarde o buena noche!......Sí, sin plural, ya que se saluda en el momento de la mañana, tarde o noche, según se trate. Las personas se quedarán con esta impresión de precisión.

3.- Acompañe el saludo inicial con frases educadas y cordiales que no comprometan la privacidad de su interlocutor, tales como: ¡Qué bien se ve!, ¡Recuerdo que en el encuentro anterior citó una frase que me impresionó y no dejo de pensar en los beneficios para todos! Haga una frase que recuerde algo importante de la reunión o encuentro anterior, a efecto de fijar la atención de la otra persona, que estará sorprendida positivamente de su capacidad de memoria.

4.- No se atreva a decir frases ¡Qué delgado se ve! ¡Qué le pasó! ¡Se nota mal o ¿Padece de alguna enfermedad?, entre otras de este tipo, pues a ninguna persona le gusta que le digan fallas aunque éstas resulten visibles. Procure siempre ser positivos y dar la impresión de gusto por estar conviviendo en dicho momento.

5.- Cuando se esté en contacto directo con no emita saludos o comentarios ni voltee la vista hacia otro punto del espacio donde se encuentre, a fin de evitar que las personas lo consideren distraído o poco interesado de convivir.

6.- No prolongue el saludo ni quiera ser demasiado afable, pues esto puede incomodar la charla de inicio, lo cual dará la impresión de que desea alargar el encuentro de manera incómoda o con espacios de silencio que lo único que provocan es molestia por no saber qué hacer o qué decir.

7.- Dé un tiempo de 1 a 3 minutos de saludo introductorio y decídase a circular por su entorno de contacto para seguir departiendo con otras personas.

8.- Cuando concluya los saludos ubique un punto discreto en su entorno, pero visible para colocarse, de preferencia platicando con la(s) persona(s) que tenga mayor contacto o afinidad del grupo. Si se está sentado recupere su sitio y siéntese con los y pies colocadas en el piso, o bien, con piernas cruzadas en un grado de 30° y las manos colocadas en las piernas (libres para otro encuentro de mano). Los folders o portafolios deberán colocarse a su proximidad sin que estos lo obstaculicen. B.H.G. Ω

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