ANÁLISIS POLÍTICO Y SOCIAL, MANEJO DE CRISIS, MARKETING, COMUNICACIÓN Y ALTA DIRECCIÓN

Este es un espacio para conceptualizar, analizar, efectuar crítica y proponer estudios sobre política aplicada, marketing, comunicación, educación, métodos aplicados, alta dirección y proyectos sustentables. Contacto:baltasarhernandezgomez1@hotmail.com, baltasarhg@gmail.com

lunes, 31 de agosto de 2009

MÉXICO: UN PAÍS ENTRETEJIDO DE SPOTS PUBLICITARIOS


MÉXICO: UN PAÍS ENTRETEJIDO DE SPOTS PUBLICITARIOS
Felipe Calderón Hinojosa, el mayor publicista gubernamental de todos los tiempos
Por Baltasar Hernández Gómez


La intensidad de la crisis económica mundial ha orillado a que el Ejecutivo de México, es decir, el poder constitucional con mayor peso en el sistema federalista (que además tiene innumerables facultades metaconstitucionales) se convierta en el publicista número uno. Felipe de Jesús Calderón Hinojosa está adoptando el rol de supremo propagandista de su gobierno, mediante la colocación de spots comerciales en los medios de comunicación. A partir del 24 de agosto pasado se lanzó con todo para promocionar los resultados de sus tres años de gestión, desde una perspectiva gradualista que trata de despertar la sensibilidad de millones de ciudadanos que están ávidos de aferrarse a cualquier tipo de ilusión, a fin de sortear los embates de la carestía y el desempleo.

Y es que no le queda de otra: en medio de un clima de incredulidad, hastío, pobreza y terror, el presidente de la República debe recrear un escenario donde abandone su papel de administrador central de los recursos de la Nación, para transmutarse en un híbrido que reúna algunas habilidades de Og Mandino, Cuauhtémoc Sánchez y Luis Pazos, con el propósito de impartir lecciones a las masas desposeídas sobre cómo salir de la crisis con el menor número de raspones. Con letanías ¡Vamos a salir poco a poco de la crisis! e ¡Invertimos en obras para incrementar trabajos temporales! Calderón Hinojosa pretende hacer creer que la pésima situación económica, social y política se compondrá: la expectativa está centrada en la esperanza de estar mejor en 1, 2, 3, 6 ó 20 años (no importa cuándo, pero sí establecer que algún día regresará la bonanza perdida del “cuerno de la abundancia”).

El mandatario federal aparece en close up teniendo de fondo a elementos del ejército y la PFP, como demostración de que si se sigue atacando frontalmente al crimen organizado, México saldrá adelante en los otros rubros de la vida nacional. Felipe Calderón aparece en primer cuadro y detrás de él un comando armado, una carretera, un puente, niños y niñas jugando alegremente y trabajadores cumpliendo sus labores en fábricas y establecimientos; tratando de imprimir la imagen de un presentador/pastor que acumula la atención de los consumidores/fieles. Pareciera que estamos siendo testigos de la metamorfosis de presidente a vendedor estrella de transnacional exitosa o de predicador de una iglesia con cientos de miles de devotos seguidores.

Si cuenta con tiempo aire gratuito como parte de la obligatoriedad de las radiodifusoras y televisoras para conceder horas a las instituciones gubernamentales, así como presupuesto para contratar más espacios en horarios especiales ¿Por qué no transfigurarse en emblema mesiánico que brinde imagen, música y color a millones de mexicanos que sólo les queda la posibilidad de asirse a un credo que combine la palabra política, insinuaciones bíblicas y el carisma prefabricado de locutor de programa de concursos o Teletón?

Mientras la fábrica de sueños Calderón, S.A. de C.V. pone énfasis en la credulidad social, el mundo real muestra que miles de PyMES y negocios diversos están cerrando, que el poder adquisitivo está por los suelos, que la delincuencia se sitúa en grados superlativos, que la violencia está incontrolable y que la pérdida de empleos in crescendo. Parapetado en la Sedena, Secretaría de Marina y fuerzas policiales, en los elogios de empresarios como Carlos Slim y gerentes de empresas como la Coca Cola, en las giras a Europa y Suramérica; Calderón Hinojosa se ha soltado a hablar con frases tomadas del Sermón de la Montaña, con poesías recitadas por infantes del nivel primaria, con discursos en defensa del presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, con imágenes de ciudadanos escogidos que repiten su fe en él, en medio del fervor patrio por la próxima llegada del “Grito de Independencia”: sin embargo, la realidad no puede ser maquillada y mucho menos ocultada.

Ante el pírrico aumento de 33 mil nuevos trabajos, acciones que incentivan mini empleos temporales, reducción de programas sociales, muertes y asaltos en todas las latitudes de México, no hay ni habrá spots suficientes con los que Calderón Hinojosa pueda convencer a los mexicanos de que las cosas irán mejor en el corto plazo. La verdad es que la estrategia del gobierno panista está centrada en llenar el universo videns del país de pensamientos de superación personal, canciones e imágenes motivadoras y no habrá variación aunque se esté sobrecargando la percepción pública y abriendo un enorme hueco que favorecerá al PRI en las próximas contiendas electorales federales y estatales. B.H.G.

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lunes, 17 de agosto de 2009

CREAR Y RECREAR CONSPIRACIONES: MÉXICO 2009.


CREAR Y RECREAR CONSPIRACIONES
La amenaza de atentado contra el presidente Felipe Calderón Hinojosa
Por Baltasar Hernández Gómez


Cuando se piensa en Poder político hay una implicación directa con el concepto de superioridad y al mismo tiempo de peligrosidad para quien lo detenta. La idea del complot contra monarcas, gobernantes e individuos con cargos de influencia ha sido inculcada en la psique de las clases sociales, moldeando la urgencia para actuar en defensa de la paz y estabilidad representada en la figura legalizada del Poder. Muchas personas se aproximan a los libros de Historia a través del interés o morbo por conocer los atentados perpetrados contra reyes, emperadores, presidentes, ministros y pléyades. Muchas imágenes del pasado llegan como recreaciones de asesinatos: el emperador Julio César desangrándose por las puñaladas de senadores romanos; Cleopatra yaciendo moribunda por la mordida de cobras al suponer que su amado Marco Antonio había muerto; John F. Kennedy desangrándose por el impacto de una o varias balas en el centro de Dallas, Texas. En el caso de México, los crímenes de Álvaro Obregón y Venustiano Carranza han quedado como iconos de barbarie.

La conspiración sigue siendo un instrumento de dominación en sí misma, pues es un recordatorio que la política debe ser vista como producto de la voluntad o desvarío de los hombres que pertenecen a la “esfera del Poder” y que si les va bien o mal es sinónimo de bonanza o desventura para todos. Es por esto que al imprimir como consigna soberana la preservación de la vida de los detentadores del Poder, los sujetos sociales subordinados coexistirán a expensas de los liderazgos impuestos y no de sus realizaciones o capacidades para obtener estadios de bienestar. Después de sortear el año de 1994 donde se suscitaron hechos violentos en México (el ejército enfrentándose con el EZLN en Chiapas y los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu), la sociedad ha permanecido con el pensamiento de que México es el sitio perfecto para que se desarrollen complots.

En el imaginario social persisten las dudas sobre los grandes rubros nacionales como: sucesión presidencial, transición democrática, elecciones y economía. La fijación de conspiraciones no se queda en la generalidad, sino que llega al perímetro íntimo y cotidiano de la población, que se visualiza en cataclismos, debacle del medio ambiente, así como la idea de que siempre hay algo oculto en el terreno comunicativo de masas, pandemias, etc.

En la actualidad una de las notas más llamativas que recorre el territorio nacional es la amenaza contra la integridad física del presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, que investido en el halo de “Ejecutivo anti-narco” está siendo blanco prioritario del crimen organizado. En ésta va explícita la pretensión de informar sobre la conspiración descubierta por los organismos de inteligencia y seguridad nacional, pero también el reforzamiento del significado simbólico de la banda presidencial: la finalidad es convertir en héroe al actual mandatario federal que quiere pasar a la Historia como guerrero anti-mafia, aunque los demás temas de trascendencia parezcan ser inexistentes o no perjudicar a millones y millones de mexicanos. La meta de la clase política, que actúa en función de las necesidades e intereses del Estado, es que se eleve el culto a la figura presidencial y la ansiedad ciudadana para cuidarla a como dé lugar.

Es así que la inquietud por salvaguardar la integridad del presidente de la República es convertida en un asunto de alerta máxima, lo cual tiene como objetivo hacer que se olviden los estragos de la crisis económica globalizada, el fracaso del sistema político, la desconfianza e incertidumbre de la mayoría de las clases sociales (incluyendo a empresarios pequeños, medianos y grandes). Cuando se ventiló el complot contra Calderón Hinojosa, planificado por Dimas Díaz Ramos, presunto operador del cártel del Pacífico, flotó la percepción de que si esto le puede pasar al presidente, qué nos puede pasar a los ciudadanos de a pie que no tienen seguridad del Estado Mayor. La reacción no se quedó en el ámbito del terror, sino que se convirtió en detonante para salir en defensa de la Patria, la tranquilidad y protección del presidente, es decir, del tlatoani remasterizado por los neo-aztecas.

Tal situación intenta producir un efecto de apoyo irrestricto a la estrategia del mandatario federal de introducir al país en una imparable lucha contra las mafias regionales, olvidándose de la pobreza extrema, abandono de programas sociales (salud, vivienda, educación, etc.) y culturales. El aparato gubernamental nos está remarcando “entrelíneas” que se cuenta con un equipo sofisticado y eficiente de inteligencia y seguridad nacional que desactivó la conspiración; que el presidente está dañando al narcotráfico y por eso éste responderá con mayor violencia y, por ende, debemos estar preparados a enfrentar de todo, y que vivamos sólo de las expectativas generadas por la administración central y que lo demás ruede.

Si es cierto o mentira el dato que pone al presidente Calderón Hinojosa en la mira telescópica de la mafia, la verdad es que la noticia contiene la dubitación de que es posible impactar de lleno al Poder Ejecutivo, pues las instituciones del Estado están penetradas por los zares del crimen organizado (tanto nacionales como mundiales), ya que México no es puente o traspatio, sino cuartel general de producción, distribución y manejo financiero de todo tipo de actividades ilícitas. El problema no radica en que el mandatario federal sea invalidado o muerto, sino en las consecuencias que esto acarreará:

1.- Si hay amenaza o estado de emergencia en el Ejecutivo los organismos militares y policiacos tendrán niveles de control inimaginables en el rubro social (véase el incremento de retenes, detenciones, cateos, toma de reclusorios y aduanas, entre otros rubros).

2.- Las libertades individuales y de expresión estarán sujetas a restricciones nunca antes vistas por la población.

3.- La incredulidad y desazón se apoderarán del imaginario tangible e intangible de todos los sectores sociales, es decir, caer en la colombianización vista en las décadas de los años ochenta y noventa.

4.- Habrá fuga de capitales y disminución drástica de inversiones directas en las áreas productivas, turismo y servicios terciarios.

5.- La comprobación de que la mafia está verdaderamente apoderada del país, encubierta por hologramas de legalidad o con el contubernio directo (sin recato alguno) de autoridades administrativas, judiciales, operativas y legislativas. Esto afecta la cultura del trabajo, la educación de niños y jóvenes, así como el devenir económico, político y social de México.

Como quiera que sea no debemos fomentar la idea de ponernos como escudos humanos para resguardar al presidente de la República, su familia y de paso al PAN, pero tampoco olvidar que cualquier amenaza debe tomarse en consideración y no botarse en el baúl de las anécdotas. Tenemos que estar atentos de lo que sucede a nuestro alrededor y estar preparados para surgir como una sociedad civil consciente, responsable, que dé pelea a las perversiones de las instituciones (constitucionales y metaconstitucionales) y los hombres detrás de ellas, que defienden a toda costa el status quo de dominación y explotación con base en la hegemonía del miedo, inactividad y la zozobra. B.H.G.

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lunes, 10 de agosto de 2009

EL GOBIERNO DE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA AL FILO DE LA NAVAJA


EL GOBIERNO DE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA AL FILO DE LA NAVAJA
Por Baltasar Hernández Gómez


Lo que ha sido…

En 2006 la sociedad mexicana no acababa de digerir las pifias de Vicente Fox Quesada en su experimento de gobernar con el imperio del marketing institucional y la carencia de voluntad para ejercer la política como propulsor del cambio social, cuando se vio empujada a elegir entre dos proyectos el futuro inmediato de México -por la vía oficial IFE, que administra el formato de democracia procedimental-. Por un lado la propuesta de centro-izquierda de Andrés Manuel López Obrador y por el otro la concerniente a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa “más de lo mismo, pero con mayor mesura que su antecesor Vicente Fox”. Los resultados oficiales dieron la banda presidencial al segundo, quien cuestionado en su legitimidad optó por conformar una directriz gubernamental basada en: 1) El combate contra el crimen organizado con el apoyo de las fuerzas armadas y las corporaciones policiacas; 2) La remasterización de las políticas conservadoras que tienden a imponer la línea del neopopulismo, a fin de desviar la atención masiva hacia un estadio de confort ilusorio, para ganarle tiempo al embate de la crisis estructural, y 3) Fortalecer la figura presidencial para detener la incertidumbre y desconfianza ciudadana, afianzando la presencia de la derecha con una etiqueta neocaudillista.

Desde el comienzo de la administración calderonista todo se convirtió en un constante ir y venir de mensajes discursivos y gráficos: detenciones, decomisos y aparatosos operativos contra el hampa. México es hoy en día un enorme ministerio público, un reality show donde las notas rojas y amarillas inundan la psique social. Apoyado en la operatividad del Ejército y la Armada, el presidente de la República no se ha cansado de repetir hasta la saciedad que lo verdaderamente importante es el saneamiento de las entrañas del país, para luego voltear hacia el desarrollo sostenido ¿Creerá que su mandato es de 10 ó 20 años? Los fusiles de asalto, la sangre y el dolor, los encapuchados, los vehículos blindados, la droga y el dinero recogido y las caras de cientos de presuntos implicados inundan la percepción colectiva, imponiendo una comunicación unilateral y la inmovilización social para que “todo cambie sin cambiar nada”.

Nada pareciera existir fuera de la lucha contra el narcotráfico: los mexicanos debemos creer que la erradicación de las mafias es lo único válido y olvidarnos que hay crisis económica y social. Calderón Hinojosa y su equipo de trabajo aparecen en las noticias con información que anhela captar y luego moldear el interés público. Entre llamados tranquilizadores a una población cada vez más incrédula, entre imágenes que muestran la supuesta aniquilación de células delictivas, poses internacionalistas donde se exhibe la asistencia o recibimiento de mandatarios extranjeros, estadísticas que tratan de minimizar los efectos negativos de la globalización; el presidente ha intentado sortear sus primeros tres años de mandato.

Lo que se hace…

En lugar de que Calderón Hinojosa portara la investidura presidencial a la altura de las circunstancias, acabó por ponerse el uniforme de supremo comandante de la central de bomberos de México, en virtud de que emerge intermitentemente apagando fuegos: lo mismo alerta y da batalla contra el virus de la influenza AH1N1, que incrementa el precios de los servicios de electricidad, gasolina, diesel y casetas de peaje o atrapa a criminales en diferentes latitudes del país. Del empleo, el apoyo a proyectos productivos y variaciones hacendarias y bancarias en beneficio social…….nada.

Ante la situación prevaleciente no hay visos sobre estrategias y procedimientos para salir avante de esta crisis que golpea terriblemente los niveles de vida elementales de millones de compatriotas. Ante la confusión social se privilegia el flash videns que remarca dos ejes gubernamentales:

A.- Una serie interminable de promocionales sobre las acciones de gobierno, que de por sí son una obligación del Estado mexicano, con el objetivo que la población sienta que algún día no muy lejano vendrá la bonanza. El imperativo es soportar más y más hasta nuevo aviso.

B.- Spots donde se impulsa el culto a la personalidad presidencialista, aderezándola con un toque de carisma inexistente y simpatía coloquial. La imagen trata de ser transmitida con una carga de dotes policiacos y energía, así como enalteciendo la marca de gran político y estadista, que puede mediar con los países altamente desarrollados a través de ser aceptado como un “soldado” anticorrupción, que además cumple cabal y puntualmente con los cánones neoliberales. Como muestra del entreguismo soterrado del gobierno mexicano sólo diré que la reunión “Líderes de América del Norte” es una reunión entre desiguales: dos grandes Goliats contra un David sin honda para derribarlos. Canadá hace poco está obligando a los mexicanos a entrar a sus fronteras con visa pagada y Estados Unidos se cierra cada vez más a la entrada de connacionales. De este tamaño son las diferencias que tratan de hacer pasar como el triunvirato exitoso del continente, cuando en verdad se trata de que los peces gordos se traguen en pedazos al chico.

Lo visible oculta la impericia de un gobierno auto adjetivado como del “empleo”, que no sólo enfrenta despidos masivos, sino que también hace suya una supuesta cruzada de eficacia, teniendo como enemigo las propias fallas del sistema: se investiga la pus de las estructuras para después recetar medicinas legaloides. Es más o menos como ver la obra de teatro del inventor que lucha por destruir su creación fuera de control, es decir, Frankestein a la mexicana: ahí están los casos de corrupción en Pemex, PGR, Ejército, etc.

Lo que vendrá…

Tal y como lo anunciaba un comercial televisivo hace una década “más pan con lo mismo”. Me refiero al pan como alegoría del estilo personal de gobernar, tal y como lo aseguraba el reconocido estudioso del sistema político mexicano Daniel Cosío Villegas, pero al mismo tiempo implica lo referente al partido gobernante que, cobijado por la presidencia de la República, impondrá beligerancia contra el PRI y el PRD y todo aquello que perturbe la consecución de las metas del presidente Calderón y su organismo político.

Después de las elecciones de julio 2009 no hay autocrítica por parte del PAN ni del mandatario nacional, pues sostienen que la pérdida de curules del partido blanquiazul se debe a la crisis, a la recuperación del trabajo de campo del PRI, al divisionismo del PRD que ha movido votos a otros organismos electorales y a la creciente ola de votos de protesta y abstencionismo. Calderón Hinojosa y su partido no admiten -ni por equivocación- que las medidas gubernamentales no han servido para mantener liderazgos sociopolíticos o mínimamente la preservación del status quo. Jugaron al referéndum subrepticio y perdieron.

Por la reducción material a la que son sometidas los aparatos del Estado, las desastrosas secuelas de la crisis económica mundial, el factor terror que trae aparejada la violencia generalizada, descapitalización, desempleo y fuga de divisas; se prevén hechos preocupantes, tales como:

1.- Alto incremento de desempleo y subempleo.
2.- Mayor emigración de connacionales a Estados Unidos de Norteamérica, lo que acarrea descuido del campo, abandono de familias enteras y de los sustentos económicos directos.
3.- Pérdida de valiosos recursos financieros por una lucha contra el hampa que da resultados magros, que reducen el impacto de políticas sociales (educación, vivienda, cultura, salud, etc.) y de inversión directa.
4.- Aumento de la criminalidad (asaltos, homicidios, secuestros, extorsiones, etc.).
5.- Tensión por el tamaño de operatividad militar en acciones de índole social con el pretexto estar en combate permanente contra el crimen organizado.
6.- Atomización y desvirtuamiento de los futuros procesos electorales, que puede producir el asentamiento de nuevos tipos de autoritarismo.
7.- Mayor carga hacendaria traducida en impuestos.
8.- Alza de protestas sociales que pueden ser redirigidas para fines de desestabilización.
9.- Concertacesiones que impongan un sistema político controlado por el PAN y el PRI, que dé al traste con la diversidad democrática.
10.- Aumentos escalonados y progresivos de precios al consumidor.
11.- Bajas considerables en las condiciones materiales de vida de amplísimos sectores, que reduzcan las posibilidades en educación, salud, vivienda, entretenimiento y consumo general.

El panorama luce desolador, pues el actual gobierno de México pasará los tres años que le faltan justificando su ineficacia con discursos que apelen al bien común, sacrificio colectivo de los más golpeados por la crisis y a la voluntad divina: la situación obliga a reducir a su mínima expresión los recursos para programas en Sedesol y otras secretarías de impacto en zonas rurales y urbanas, como botón muestra está la contracción del seguro popular; el plegamiento a los designios y requerimientos del capitalismo y en específico a los ordenamientos del Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos; mayor militarización de la vida civil en aras de combatir el narcotráfico, lo que traerá una violación a las garantías individuales y un endurecimiento de las formas políticas, entre otros factores de constricción social. B.H.G.

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lunes, 3 de agosto de 2009

HACER POLÍTICA EN LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE GUERRERO, MÉXICO


HACER POLÍTICA EN LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE GUERRERO
Por Baltasar Hernández Gómez


Después de más de cuarenta y cinco años de fungir como universidad identificada como bastión de movilidad social, la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) ha querido ser convertida en una plataforma de grupos políticos que la hacen ver como el tesoro de Moctezuma, debido a sus recursos y a la oportunidad que representa tener millares de alumnos y profesores en las 7 regiones del estado Guerrero. En lugar de haberla conformado como organismo de excelencia académica, espacio de conocimiento para la transformación, investigación y concientización social, que impulse dignas condiciones materiales para la entidad, la UAG es un feudo compuesto por clanes que se pelean posiciones de poder.

Más allá de los dobles discursos donde se pretenden empatar los principios progresistas con el devenir de las Unidades Académicas, lo cierto es que en la UAG conviven simbióticamente el trapecismo de muchos profesores por alcanzar mejores plazas para ellos y sus allegados, la voracidad para allegarse recursos monetarios y favores personales por la venta de calificaciones y la visión de penetrar en alguna esfera de decisión a través del manejo de contingentes estudiantiles y el acercamiento discrecional con los detentadores de cargos públicos.

Muchos hacen como que hacen para agenciarse de mayores canonjías, explotando los recovecos de la actualización y superación de membrete, pero escondiendo sus pretensiones económicas para conseguir becas vitalicias, horas de descarga y asignaturas rentables para aleccionar y obtener hegemonía que los sitúe en algún sitio contiguo a las autoridades. Hay un pensamiento que recorre los pasillos de escuelas y oficinas de la UAG: “Sostente, no te mueras, negocia y terminarás los estudios y a lo mejor un puesto administrativo o docente”.

No obstante que desde finales de la década de los años noventa del siglo XX y en lo que va de la actual centuria han habido avances en certificación, convenios, planeación académica y evaluación, que colocaron a varias Unidades Académicas en niveles de calidad, los esfuerzos no alcanzan para fomentar un estado de cosas que dignifique por completo el quehacer universitario, pues teniendo la responsabilidad y ocasión para ser una institución del saber, para hacer y revolucionar, la Universidad Autónoma de Guerrero es aún presa de filibusteros disfrazados de próceres sociales que intentan por la vía de la concertacesión y el chantaje un porcentaje importante de los dineros de los guerrerenses. El pillaje se ha vuelto la constante por medio de la cual los que nunca tuvieron ahora derrochan recursos a expensas de familias y jóvenes que intentan salir de su realidad impuesta a través de una carrera profesional.

Uno de los métodos más socorridos por los algunos connotados “uageros” es la simulación de contar con suficientes cartas credenciales y fuerza política para adquirir presencia, cotos de poder y relaciones interinstitucionales perdurables que le den sostén a sus perspectivas de vida. Lo mismo se venden como catedráticos de altura que como productos útiles para políticos de todos los partidos que aspiran a tener el apoyo de la universidad, como si esto se tradujera en miles de sufragios para la conquista de un cargo de elección popular o voluntades para afianzar gobernabilidad.

La UAG esta permeada por seres oscuros amparados por títulos de diversas procedencias, por mensajes socialistoides que usan a los alumnos para sus perversiones políticas, económicas y sexuales, por la apetencia de colocar a amigos y familiares en plazas sindicalizadas, así como también por la búsqueda -a toda costa- de prestigio. Uno de los casos más típicos de desempeño político-administrativo-docente es el de Rogelio Ortega Martínez, quien ha recorrido los espacios de la UAG para obtener beneficios. Este funcionario universitario aprovecha cualquier circunstancia para cobijarse y hacer creer que es reconocido intelectual y que además cuenta con un bagaje para mover la balanza de fuerzas al interior de la UAG. Algunas personas han comprado este boleto y creen ver en él un capital importante para penetrar la intrincada red universitaria.

Rogelio Ortega hace política desde su mini búnker para ofrecer una figura que aparentemente cambia sin cambiar nada. Durante mucho tiempo ha simulado estar en la pelea por la rectoría, pero no para ganarla, sino para alcanzar prerrogativas. Así pues, obtuvo la categoría máxima en el tabulador oficial para docentes, la construcción de su micro imperio en el Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados (IIEPA), la Subsecretaría de Educación Media Superior y Superior en el primer año del mandato del gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, pero sobre todo, el halo prefabricado de pensador orgánico que puede pronosticar los escenarios sociales en Guerrero, lo cual intercambia por favores personales.

Siempre y cuando se le siga comprando dicha imagen estará dispuesto a metamorfosearse en cabeza de hidra, para presumiblemente contener aspiraciones de grupos opositores a la línea del poder instaurado, ya sea en cualquier partido político, organización social o en la “clase política” que siente la urgencia de controlar la UAG o por lo menos no despertarla para que se convierta en un elemento discordante que altere el establishment regional. ¡Si la culpa no es del indígena, sino de quien lo hace compadre! Sólo hay que preguntar a los alumnos del IIEPA para conocer cómo son los métodos para operar su clientelismo, así como las rutas que sigue para salir a la luz pública como cabeza de grupo de opinión, análisis y acción de masas.

Hago relucir la táctica de Ortega Martínez por la sucesión anticipada en la rectoría de la UAG, que es el plazo exacto donde él y otros “prohombres” resguardados en organizaciones de corte social tratan de imponer sus ritmos para asegurar más y mejores posiciones administrativas, docentes y políticas. Lo veremos arengando por la excelencia, el rescate académico y los valores democráticos, para situarse en la marquesina y no ser tocado. No ganará la rectoría, pero si obtendrá el blindaje suficiente para seguir gobernando el IIEPA, colocar a seguidores en la estructura de la UAG, utilizar a funcionarios para instalar asesorías y continuar un rato más sintiéndose heredero no autorizado del que fuera fundador, líder moral y distinguido catedrático-investigador de la máxima casa de estudios guerrerense, Rosalío Wences Reza…….. Hacer política en la UAG de esta forma no tiene precio. B.H.G.

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