ANÁLISIS POLÍTICO Y SOCIAL, MANEJO DE CRISIS, MARKETING, COMUNICACIÓN Y ALTA DIRECCIÓN

Este es un espacio para conceptualizar, analizar, efectuar crítica y proponer estudios sobre política aplicada, marketing, comunicación, educación, métodos aplicados, alta dirección y proyectos sustentables. Contacto:baltasarhernandezgomez1@hotmail.com, baltasarhg@gmail.com

viernes, 25 de febrero de 2011

LA INSOPORTABLE ESTANCIA DE UN POLÍTICO INEFICAZ: Manuel Añorve Baños continúa en el municipio de Acapulco, Guerrero, México


A PESAR DE MANUEL AÑORVE BAÑOS
ACAPULCO Y GUERRERO VAN A TRANSFORMARSE
*Manuel Añorve es marketing y negatividad*
*Derrota electoral y gestión pública en Acapulco*
*El PRI ya no cree en Manuel Añorve*
*¿Tenderá lazos con el gobierno estatal de Ángel Aguirre Rivero?*
*Pago de deuda pública*

Por Baltasar Hernández Gómez


La campaña proselitista de Manuel Añorve Baños no debe ser vista como mera experimentación ni un pase de lista para la política regional, sino como uno de los episodios más lamentables del subsistema electoral del estado, en virtud de que el anhelo personal y partidista de “recuperar” Casa Guerrero tuvo como eje central la ambición desmedida para acaparar para sí el poder Ejecutivo del estado, a través del empleo de métodos y procedimientos que dieron como resultado un marketing sucio e irreal, intimidación de opositores, compra-venta de consciencias y votos, derroche de recursos financieros y materiales e implantación de un esquema clientelar sustentado en la sin razón. Un corolario que se desprende de las elecciones 2011 en Guerrero es: el pasado inmediato debe quedar como presente continuo y no olvidarlo, para no caer en los mismos errores.

No obstante que la maquinaria del PRI puso toneladas de carbón en el asador para encumbrar a Manuel Añorve, la sociedad civil activó, en el imaginario colectivo, un convenio para decir NO a la propuesta tricolor que quiso burlarse de la inteligencia ciudadana bajo slogans surrealistas como “Tiempos mejores” y “Uniformes, útiles, becas y créditos para alumnos y amas de casa”. El logotipo del corazón rojo, los fingidos rostros radiantes de Añorve y esposa, las palabras con connotación religiosa y las demostraciones anticipadas de triunfo afortunadamente carecieron de legitimidad y fuerza para penetrar la mente y actitud de los guerrerenses. Los resultados electorales dieron el triunfo a Ángel Aguirre Rivero y los tres partidos que se coaligaron para apoyar su candidatura y esto fue un golpe contundente para el priismo que desde 2009 reitera que volverá a Los Pinos, pésele a quien le pese.

Mi postura como analista y comunicador ha sido de oposición tenaz a las acciones perpetradas por Añorve Baños en su dispar y polémica carrera burocrática/política. En todos los gestos, discursos y actuaciones del actual alcalde de Acapulco -quien no alcanza a ser definido por su atípico paradigma de hacer política- hubo la pretensión de empoderarse del escenario regional como fin y no medio para alcanzar desarrollos personales y colectivos. Siempre he dicho NO al proyecto de Manuel Añorve, sin embargo, en este momento debo aclarar que hay que agradecerle, en nombre de la generalidad, porque -sin pretenderlo- despertó al ocelote sureño.

Debe dársele un reconocimiento público, pues debido a sus tácticas retorcidas puso en alerta máxima a más de la mitad de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral; al 21% que no votó por diversas causas, tales como: cambio de residencia en la entidad; traslados interestatales, enfermedad y hasta la no notificación de defunciones [datos proporcionados por el delegado del IFE en la transmisión del programa sobre el análisis de las elecciones en Soy Guerrero, lunes 21 de febrero/2011] y también a un porcentaje considerable de hombres y mujeres que en las boletas electorales marcaron su nombre, pero que en verdad lo hicieron por la ilusión de fidelidad malentendida hacia el partido que lo impulsó.

¡Gracias Manuel Añorve Baños! porque con la estrategia político-electoral desplegada abriste la consciencia adormecida de jóvenes, adultos y personas de la tercera edad que asumieron sin desvíos que era necesario decir basta a la imposición de antivalores. Durante y después de las elecciones efectuadas el domingo 30 de enero 2011 se ha venido fortaleciendo un clamor, que flota con intensidad en el ambiente: los guerrerenses no somos discapacitados mentales, ni borregos y mucho menos seres temerosos que paralicen su participación por intimidaciones telefónicas, correos electrónicos, detenciones, recados, casquillos de bala y animales muertos a las puertas de casas habitación u oficinas, coacciones de despido laboral y connatos de violencia provocados por militantes priistas.

¡Gracias “chaparrito entrón y cabrón”! como él mismo se hacía llamar en campaña, porque con las falsedades vertidas por ti, colaboradores, voceros y políticos del PRI se activaron redes sociales de carne y hueso que hasta hace poco eran insospechadas. Con la imagen enfundada en camisa verde pistache despejó cuestionamientos latentes y la sociedad firmemente optó por impedir el regreso del autoritarismo, discrecionalidad, corrupción y antidemocracia que lo han caracterizado.

A pesar del grandilocuente esfuerzo que Manuel Añorve y el PRI hicieron para captar el voto, no pudieron siquiera acercarse decentemente al poderío de la voluntad popular que se tradujo en apoyo total al ahora gobernador electo Ángel Aguirre Rivero. La comunidad societal no se intimidó por las constantes amenazas, propaganda negra y exagerado derrame de recursos monetarios diseminados desde la montaña hasta las costas, pasando por el valle central y la tierra caliente. La contundencia de los sufragios recibidos por Ángel Aguirre Rivero son prueba fehaciente de que aún con una cultura política promedio, los guerrerenses no desean más mentiras, miedos e intangibles, sino por el contrario, requieren de verdad, responsabilidad, eficacia gubernamental, equilibrio social y tangibilidad, que hagan llegar beneficios directos a los hogares.

¡Gracias Manuel Añorve! porque sin preverlo revelaste que Guerrero no es la estadística pronosticada de recuperación total del PRI y que, de ahora en adelante, partidos, sindicatos, políticos, instituciones gubernamentales, legisladores, jueces y futuros candidatos tendrán que ponerse a trabajar con tiento y en serio, desarrollando cabalmente sus funciones, para que la sociedad no les dé la espalda. Claro está que falta que el marco normativo esté acorde a las demandas de reformulación del subsistema electoral y de partidos, para instaurar vigilancia, evaluación y sanción, en su caso, de los organismos y personas que tienen responsabilidades públicas.

Es innegable que Añorve Baños estará un año y cinco meses más en la presidencia de Acapulco, intentando remozar su imagen, la de su familia y PRI, para luego otorgar servicios y obras que satisfagan algunas necesidades básicas de la población local. Mientras esto se materializa, desde hace dos semanas se ha empeñado en aplicar castigos ejemplares a los colaboradores que “le fallaron” en sus propósitos electorales, moviéndose con frenesí en medios de comunicación y recorriendo puntos conflictivos en el municipio que formalmente gobierna para todos, para evitar mayores desastres en el corto y mediano plazo. La incertidumbre es mucha y no vaya a ser que enfrente el alzamiento de grupos sociales por medio de la convocatoria en nichos del internet, como se está viendo en otras latitudes del orbe y se vea obligado a abandonar definitivamente su cargo antes de julio de 2012.

A pesar de que reanudó labores con celeridad, esto no va en dirección de ofrecer, en serio, “tiempos mejores”, ya que su proyecto político personalista no es infección que se cure con antibióticos, sino una constante que no puede erradicar y que reproduce en cada acto que efectúa, sin embargo, la presión social es una cura que debemos inyectar a la enfermedad. Para muchos es una verdad que Añorve Baños es “doble cara”, que primero dice algo y luego realiza lo contrario, blandiendo el hacha de la venganza y la doble moral. La realización de cambios en su gabinete no tienen como meta la recomposición orgánica de la eficiencia gubernamental, sino la reparación de los agravios que supone se cometieron durante su campaña. La prospectiva indica que sus próximos movimientos tienen como objetivo no caer más bajo en la percepción social y en la opinión que guardan los sectores de su partido que alguna vez confiaron en sus elucubraciones de poder.

De regreso al palacio municipal ha insistido en conceptos como humildad, trabajo y transformación, pero solamente se ha limitado a remover funcionarios y preparar trampolines a posteriori de manera tal que se observe como medida de perfeccionamiento organizacional. A Erika Luhrs, politóloga-administradora, encargada hasta hace 6 meses del desarrollo social en Acapulco, la trasladó al sector turístico, pese a las críticas de empresarios y expertos en el ramo que es el motor de la economía doméstica y estatal. A Bismarck Villanueva, lector de noticias y encargado de comunicación social por casi dos años, lo segregó a una asesoría, respetándole el jugoso contrato por la transmisión de su programa radiofónico, que desde 2009 vendió integridad periodística para promover la figura de Añorve Baños al ciento por ciento.

En su lugar nombró a Esteban Valdeolivar, quien en su currículum asienta que es profesionista en relaciones internacionales, pero que desde hace años cumple con una labor de comodín en componendas priistas y acompañante de Héctor Apreza, así como vendedor de bienes y raíces en la empresa transnacional Coldwell-Banker. Lo mismo pasó con Miguel Ángel Hernández Albarrán quien dejó la dirección local de gobernación para desempeñarse como vocero contestatario bajo las órdenes directas de Añorve Baños durante la segunda mitad de 2010. Veintitrés días después de las elecciones regresa al Ayuntamiento como director de Tránsito, o mejor dicho, como titular de la policía vial, como ahora ostentosamente denominan a la corporación de los tradicionales “tamarindos”. Dichas transferencias parecen una comedia de teatro que bien podría llamarse “Acapulco, tierra de reciclamiento y del todo se puede”.

Los enroques están matizados por la tenebra, la cual pretende sacudir las canicas en el tablero del juego de mesa conocido como “damas chinas” para hacer sentir que se está haciendo sin hacer nada de fondo. La rumorología adelanta que habrá más cambios, como por ejemplo, que el secretario de gobierno, Vicente Trujillo, pasará a desarrollo social y que el secretario de Finanzas, José Luis Ávila, regresará a la regiduría obtenida en la contienda de 2008. Claramente se observa la intención de reproducir el esquema cortesano (una especie de monarquía constitucionalizada), revanchista, autoritario y oscuro, que ha caracterizado a los priistas de viejo y mediano cuño. Añorve está diciendo: los enemigos para afuera y a los amigos utilizarlos de “mil usos”, igual que el personaje interpretado por Héctor Suárez en la película del mismo nombre, a finales de los setenta del siglo pasado.

¿Qué esperan los acapulqueños?

1) Que la gestión añorvista pase lo más rápidamente posible, a efecto de evitar nuevos y más serios problemas de inseguridad, desabasto de servicios y mediatización política, pues se sumiría en la miseria a la mayoría de los sectores sociales y económicos del municipio.

2) Que entable por interpósita persona un lazo operativo con el nuevo gobierno estatal de Ángel Aguirre Rivero, para que los recursos bajen oportunamente y sean aplicados de acuerdo a la rama destinada que impacte positivamente la obra pública. Eso sí, nadie quiere que estos recursos sirvan para resarcir los gastos de su campaña.

3) Que no vuelva la saturación de publicidad y marketing gubernamental para no someter a la sociedad a una dinámica de culto a la personalidad e ignorancia enajenada, descuidando los asuntos relevantes en Acapulco.

4) Que se acabe la persecución de críticos y opositores a la forma de gobernar, a fin de no abonar el clima de inseguridad prevaleciente en la región.

5) Que Manuel Añorve deje de actuar como candidato permanente en campañas ilusorias o merecedor de cargos político-burocráticos a nivel nacional. Lo más saludable sería que se ponga realmente a trabajar.

6) Que se pague, sin más costos sociales, la deuda de 879 millones de pesos que actualmente tiene el Ayuntamiento, a fin de que se operen programas sociales y productivos para todos.

Posdata.

Aún con todo lo negativo que subsiste en el contexto municipal es preciso que el beneficio de la duda perdure. Si fueran ciertas las nuevas promesas de Manuel Añorve, hay que esperar que aterricen 100 millones de pesos anunciados en giras de trabajo en la zona rural de Acapulco, con el propósito de que vayan destinados a poner en funcionamiento proyectos productivos sustentables en el campo y el turismo.

Se tienen que concretar acciones que detonen bonanza, a través de la hechura de eventos deportivos como Mextenis, clavados, convenciones y tianguis, entre otros, pero sobre todo que la población tenga por fin agua potable, recolección de desechos sólidos, tratamiento de aguas residuales, seguridad, alumbrado, arreglo de calles y reordenamiento de vía pública, por lo menos. B.H.G. Ω

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martes, 22 de febrero de 2011

LA DESPEDIDA DE UN GOBERNANTE EN MÉXICO


ADIÓS, ZEFERINO, ADIÓS
*Fin del sexenio de Zeferino Torreblanca Galindo en el estado de Guerrero*
*El cataclismo social, político y económico en Guerrero 2011*
*Clanes de poder en tierras surianas*
*El gobernador electo Ángel Aguirre Rivero no le debe nada a Zeferino Torreblanca*


Por Baltasar Hernández Gómez

Me resulta extraño escribir acerca del adiós a Zeferino Torreblanca Galindo que, en 1999 llegó a la presidencia de Acapulco con amplia legitimidad social, la cual fue ganada por su oposición frontal a los regímenes del PRI. Con esta estela de percepción social positiva en 2005 alcanzó la titularidad del poder Ejecutivo en Guerrero, haciendo creer que vendrían tiempos de cambio y bienestar para todos los habitantes del estado. Al todavía gobernante de la entidad “de mujeres sensitivas, hombres bravos y de acero”, como apunta una de las estrofas más conocidas de la canción El toro rabón de José Agustín Ramírez, se le está diciendo adiós, que no hasta la vista, porque en su devenir político abandonó los ideales progresistas que difundió cuando asumía tener ideas liberales y prometía cimentar un enclave productivo, seguro y con un horizonte de vida digna.

En los últimos seis años el hombre forjado en la disciplina mercantil de los negocios de su padre, en los preceptos recibidos durante su estancia en el Tec de Monterrey y en manifiestos de asociaciones civiles pro-empresariales, terminó siendo un administrador que jugó a la política peleándose con la mayoría de los sectores sociales, políticos y económicos de la entidad. Con el paso del tiempo se consolidó un hecho probatorio, que está a la vista de todos: Zeferino unió a Guerrero, sí, pero en su contra.

Y no es mi dicho, porque por sí mismas hablan las múltiples y variadas declaraciones ofensivas que emitió en actos oficiales, pero sobre todo la ineficacia en la obtención de resultados reales y no solamente en papel o certificación. Si hubiera sido precavido y sometido sus argumentos al plano off the record no habría habido tanta crítica por sus sentencias (crítica que mucho le molesta), pero como todo lo dice en el peor momento -temporal y espacial-, con una postura de retozo “para que todos lo oigan y sepan quién es y cómo son las nuevas formas de hacer política”, el gobernador se descubrió como reproductor del paradigma desdeñoso y autoritario existente en México desde el siglo XIX.

La crítica no es invento mío, ya que basta remitirse a los medios de comunicación impresos, boletines y crónicas, para comprobar que Zeferino tuvo un comportamiento tosco, hosco y totalitarista, que quiso esconder bajo la careta pre-fabricada de “hacerse el chistoso” con modismos regionales, vulgarismos o simplemente con pautas de silencio y desaparición por semanas del escenario político. El caso más reciente de su modo de actuar se dio en un evento del sector salud (16 de febrero 2011), donde al someterse a la prueba de próstata, vía sanguínea, anunció que a los indígenas de la región La Montaña los exhortó “a que se amarraran las verijas para no tener muchos hijos” y que los hombres maduros tenían que hacerse constantemente la prueba de próstata, vía recto, como él mismo lo hace y a lo que ya está acostumbrado.

¡Ah caray! El lenguaje privado en sitios públicos no es factor de unión empática, en virtud que si alguien presume de estadista no puede ir derramando palabras inadecuadas o comportándose como cómico de vodevil. En la otra arista de su conducción, el ataque a ex-alcaldes, funcionarios y gente que no estaban de acuerdo con él no se hicieron esperar, incluso en el plano jurídico, como la versión de demanda promovida por su hermano, Alberto Torreblanca al diario El Sur de circulación en Guerrero, entre otras muchas cosas que ocurrieron en los casi seis años de mandato.

¡Zeferino siempre fue así! atajan aliados y adversarios. Sin embargo, la reconstrucción de su imagen a través del marketing logró borrar algunos signos autoritarios de su personalidad que inclusive llegaron a materializarse en las tomas de decisión gubernamental, que tuvieron el sello de soberbia. Para explicar su perfil él y muchos allegados no cejan de culpar a medios masivos de comunicación, líderes perredistas, priistas, convergencistas; a críticos que sacan a la luz pública sus impericias y a las situaciones adversas provenientes del exterior; pero lo cierto es que el mandato regional le quedó muy grande.

Varias personas que lo han tratado me han afirmado que, desde su etapa juvenil, Zeferino mostraba una semblanza flemática, fúrica y de separación emocional con quienes formaban parte de su círculo íntimo. Por esto no es tan descabellado plantear una reforma constitucional para que los candidatos a puestos de elección popular presenten constancias de preparación profesional, trayectoria de vida, salud física y mental, a efecto de que la sociedad no tenga que pagar por vicios ocultos y síndromes peligrosos que pongan en peligro la integridad civil.

El desenvolvimiento de Zeferino o de cualquier mujer u hombre que se dedique a la política es válida en el ámbito estrictamente personal, pero como el actual gobernador trasladó sus vivencias y modos de ser a la función pública pasó a formar parte del dominio general, y por ende, vino a representar un serio problema para el 51.7% del padrón electoral que votó por él en los comicios estatales 2005, pero también para el porcentaje restante que votó en contra o se abstuvo. Los aires de superioridad y las compulsiones obsesivas fueron injertadas al plano político, instalando un estilo sui generis de gobernar, lo cual produjo discriminación, inmovilidad, desinterés e irresponsabilidad. En lugar de que resolviera a fondo -por lo menos- una docena de problemas originados por la pobreza (enfermedades gastrointestinales, analfabetismo, improductividad, derechos humanos, obras de gran impacto social, etc.), Zeferino y el zeferinismo caminaron hacia atrás como cangrejos.

A punto de partir todavía está intentando pagar favores, como los casos de seis nuevas notarías públicas para amigos y amigos de sus amigos (primera semana del mes de febrero 2011), entre las que destaca la concedida al ex-consejero presidente del Consejo Estatal Electoral de Guerrero (hoy IEEG), Ceferino Cruz Lagunas. ¡No qué no! Los ardides que Zeferino Torreblanca reprochaba en el pasado reciente, ahora los repite para beneficio de su grupo. Y el reparto de patentes y cargos también hicieron aparición en el Congreso, pues en la designación de tres magistrados en el Tribunal Contencioso Administrativo (18 de febrero 2011) estuvo presente la maniobra para imponer a “palomeados” (personas que de antemano, tienen el visto bueno de un jerarca para ocupar un puesto público). De las tres magistraturas propuestas sólo logró una, sin embargo, quedó al descubierto que antes ha operado con la táctica del maiceo, lo que en pocas palabras significa dotación de recursos monetarios, automóviles, plazas para recomendados, canonjías, concesiones de bienes y servicios, créditos a la palabra y prestaciones extraordinarias a ciertos diputados que hicieron de su curul una franquicia altamente redituable…..En estos momentos, simple y llanamente la estratagema no le funcionó. Es así que al final de su sexenio se cayeron los castillos de arena: el gobierno zeferinista no fue ayer ni lo es hoy promotor del cambio democrático y menos del desarrollo económico armónico, justo e igualitario. Nada de transición ni “como nunca antes” que es el slogan propagandístico de fin de sexenio.

Algunas personas me han insistido que Zeferino sí hizo cosas. A ellos les insisto que esto es cierto y esto no se le puede negar, pues construyó hospitales, carreteras y caminos rurales. Adquirió equipo, mobiliario, papelería, computadoras, helicópteros, automóviles y medicamentos. Otorgó contratos de asesorías y servicios. Edificó mejoras en escuelas comunitarias. Dotó de desayunos a niños y adultos mayores. Dio protección simbólica a grupos vulnerables. Brindó créditos e instaló módulos computarizados para pago de servicios u obtención de documentos, entre otros logros. Ahora bien, hay que resaltar que éstas y otras obras, así como programas, son una obligación inalienable de los gobernantes. Tuvo la oportunidad de llegar a la gubernatura, rodearse de colaboradores, así como manejar recursos propios y/o etiquetados por la Federación y bueno, fue lo mínimo que pudo haber realizado ¿O no?

Si a un profesor se le honra no es por el hecho de haber permanecido décadas en salones de clases, sino porque pudo transmitir eficazmente conocimientos que coadyuvaran a transformar el pensamiento y la actuación de niños y jóvenes. El homenaje es un plus a su actividad profesional, pero no una condición forzosa, porque esa es la función obligatoria que tuvo que cumplir y por la cual fue recompensado con sueldos y prestaciones. En este sentido las condecoraciones salen sobrando cuando un gobernante efectúa sus obligaciones, conforme los preceptos constitucionales y éticos inherentes al cargo. Por esto, Zeferino no fue más o menos que otros gobernadores, pues ejecutó lo que le correspondía llevar a cabo. De cualquier manera el pago en obras y servicios fue raquítico, ya que con ello no solventó ni la millonésima parte de la voluntad y confianza depositada por la ciudadanía por medio de su voto.

Cuando se habla del gobierno 2005-2011 debe estar presente el recuento de daños provocados por la desatención a cuestiones prioritarias en las zonas rurales, suburbanas y urbanas del estado, pues su estancia fue un reacomodo persistente de alfiles pertenecientes a los clanes de adeptos que acompañaron a Zeferino en la administración pública. La mayoría de sus amigos fueron colocados estratégicamente en puestos clave donde hubo manejo discrecional de recursos o en dependencias auditoras, de contratación de personal, transporte, así como en el poder Legislativo y órganos de influencia municipal. Por eso hago mía la línea “Para decir adiós, sólo tengo que decirlo” de la balada interpretada por Alberto Vázquez en la década de los años ochenta del siglo pasado, pues basta que desde ahora miles de guerrerenses no favorecidos por los planes modernizadores zeferinistas, enmarcados en formatos del pasado autoritario, le digan en su paseo de despedida…………….adiós, Zeferino, adiós.

Por las cortinas de humo y muros de lambisconería que lo rodean, Zeferino Torreblanca no quiso darse cuenta que solamente organizaciones de mujeres y empresarios afines le colocan medallas y diplomas de reconocimiento, pero que indígenas, campesinos, comerciantes, estudiantes, profesionales, obreros, empleados, técnicos y amas de casa no tienen una percepción favorable o siquiera aceptable sobre su actuación. Allá él si sigue creyendo como verdad el conjunto de zalamerías que le transmiten sus partidarios por medio de empresas televisivas, radiofónicas y periodísticas, porque durante su administración, Guerrero siguió igual que en la época en que insistía que sí iba a poder comandar los destinos del pueblo a través de la puesta en marcha de programas y actividades para atender/solucionar las demandas populares.

A mes y medio de que vaya al exilio, el cual ha adelantado como sabático necesario “ante tanto desgaste”, Zeferino dejó un panorama de opacidad, desequilibrio y sobre todo de desesperanza, ya que no terminó con la construcción de carreteras; no promocionó adecuadamente al sector turístico, que es el motor principal de la actividad económica del estado; no resolvió los rezagos ni modernizó la Procuraduría de Justicia; no saneó la Secretaría de Educación; no erradicó los actos de corrupción en las áreas de Finanzas, Recursos Humanos y Adquisiciones de las distintas instituciones gubernamentales; no hubo creación de Pymes sustentables, sino únicamente créditos con cargo a fondo perdido, dirigidos a satisfacer solicitudes de empresas creadas en la coyuntura.

“Adiós, que te vaya bien, si un día quieres volver sabes dónde estaré y si no ya me fui” dice un fragmento de la canción interpretada por Mario Pintor, el cual se ajusta a las voces que ha empezado a oír el actual gobernador en eventos donde anteriormente observaba lleno absoluto y porras a granel y que ahora sólo cuentan con minúsculas asistencias. Que se va Zeferino es innegable, pero ojalá antes de que partiera al estado de Texas, U.S.A., pudiera dejar superávit en la tesorería del gobierno. Desafortunadamente ya adelantó que dejará déficit en Educación, Salud, Desarrollo Social, Obra Pública y Economía, reconociendo que persisten los rezagos de todo tipo.

Como ya soltó las riendas y está girando instrucciones para que se entreguen libros blancos por conclusión de mandato, Zeferino no sufre fatiga al acentuar que los problemas de saneamiento estructural serán responsabilidad del nuevo gobernador, restregando con desparpajo a todo quien lo ve y escucha ¡Ahí se ven! la verdad es que dejan un considerable paquete al nuevo gobernador Ángel Aguirre Rivero, como el caso de la seguridad pública, de la cual asegura que tuvo a las mejores policías certificadas (declaración realizada el 21 de febrero 2011), aún cuando la violencia está en la dermis social. Remata este dicho con la afirmación de que su sucesor tendrá menos dificultades gracias a su laboriosidad. Ajá.

Como émulo de Poncio Pilatos, Zeferino, el hombre de la Z, se lava las manos en piletas vacías de Acapulco, porque el agua sigue siendo un artículo de primera necesidad inexistente en el puerto, sitio donde apenas hace una semana regresó su ex-enemigo y actualmente cómplice de andanzas Manuel Añorve Baños como presidente municipal, ya que tuvo autorización temporal del Congreso para competir por la gubernatura del estado, la cual perdió en forma estrepitosa frente al gobernador electo Ángel Aguirre Rivero. Ojalá que cuando Zeferino se vaya lleve consigo a los saltimbanquis, rémoras y delincuentes de cuello blanco que lo custodiaron y que además produjeron la ruina de Guerrero y una opinión pública desfavorable por su ineficiencia. Que se retire con los hermanos Bajos Valverde, Peña Soberanis y Pasta Muñúzuri. Que lo acompañen las familias Donoso, Latabán, González de la Vega y Sierra, entre otras, en su destierro voluntario.

Adiós, Zeferino, adiós. Llegó la hora en que se va y nadie hará nada para exigir que regrese, en virtud que se ganó a pulso el calificativo non grato. Como no forjó cuadros de posicionamiento y operatividad política y como el gobernador Ángel Aguirre Rivero no le debe absolutamente nada (a diferencia de él que sí tuvo que pagar deudas por su investidura, debido a los oficios de priistas connotados, como los nombrados en el párrafo anterior) lo más seguro es que algunos logros de su periodo sólo queden en placas conmemorativas que, con el paso del tiempo se deterioren por los efectos del salitre, y que su gente se retire a malgastar los millones de pesos obtenidos en sus cotos burocráticos. De todos modos los castigos llegarán más temprano que tarde. Ya lo verán.

“Si piensas que por tu ausencia me estoy muriendo, piensan mal porque piensas que vivo triste. Piensas mal porque piensas que estoy llorando. Te equivocas […] vivo cantando y de nuevo dichoso porque te fuiste. Los amores traidores no me hacen daño, mi corazón de mármol es insensible, huye cual ave negra del desengaño……….”

Hay que presionar para que pronto se concreten juicios jurídicos, políticos y administrativos contra los culpables del cataclismo guerrerense. Los juicios de índole social, moral y espiritual serán los más duros, pues los muy prontos ex-funcionarios tendrán que enfrentarlos en soledad con dolencias y enfermedades, vicios reprimidos, sin esposas(os), sin parentelas incondicionales, sin amigos verdaderos o aduladores a toda hora, esperando que el sufrimiento interno concluya lo más rápido posible y no se transforme en muerte lenta y dolorosa.

P.D.

Está cerca el día en que los guerrerenses dejaremos de escuchar folklorismos empleados sin ton ni son, de ver caras largas y de fastidio, de sentir el desprecio de Zeferino y su grupo de notables, de percibir el desgano de gobernar para todos, de ser testigos de imposiciones disfrazadas de decisiones administrativas o defensas mediáticas. Se irán con él vocablos como “verijas”, “vejigas”, “chirundos”, “desarrapados”, “traidores y chantajistas”, “lo que hice no fue de mala fe”, “fajarse las enaguas”, entre otras muchas palabras y frases notificadas en actos gubernamentales. Que lleve sus dichos con él y abra una fundación pro-defensa de la idiosincrasia lingüística de Guerrero o asociación con fines parecidos. Tiene ventaja, pues no será el primero en proponer fundaciones que le devuelvan algunos reflectores públicos de vez en cuando, pues tiene el ejemplo de Vicente Fox y Marta Sahagún. B.H.G. Ω

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miércoles, 16 de febrero de 2011

MÉXICO......FEBRERO 2011: un mosaico de sucesos políticos, sociales, económicos y de seguridad en México y el estado de Guerrero.


MÉXICO………FEBRERO 2011.
Un mosaico de sucesos.
Por Baltasar Hernández Gómez.


La violencia en su máximo esplendor.

Parafraseando el slogan comercial de una de las empresas más redituables para Carlos Slim, Telcel, “Todo México es territorio Telcel”, podría señalar que “Todo México es territorio del terror”. En la geografía mexicana hay un ambiente tenso, repleto de asesinatos, vendettas y re-distribución de plazas para la realización de actividades ilícitas y las autoridades buscan protección blindada por medio del discurso repetitivo que vanagloria la guerra calderoniana contra el crimen organizado. Esta lucha desigual, sin pies ni cabeza, es apoyada por estados y municipios, ya que no les queda otra salida para seguir recibiendo apoyos económicos, sociales y de seguridad de la federación. Por encima de esto, el meollo está centrado en no desgastarse por la planificación y operación de programas preventivos, investigativos y de procuración de justicia que reviertan el clima de inestabilidad prevaleciente en sus jurisdicciones.

Cada mañana los mexicanos amanecen con audio e imágenes que dan cuenta de las atrocidades cometidas contra la población. Lo mismo sucede con industriales, comerciantes, profesionistas, funcionarios públicos, que gente de a pie. La capacidad de asombro social se ha ido perdiendo por la manera, cada vez más perversa, en que se efectúan los atentados. Unas veces tiroteos y las más, granadazos, descabezamientos, descuartizamientos, incendios, secuestros y desintegración de cuerpos por medio de ácidos. Los sentidos sociales perciben el color rojo de la sangre, el llanto de familiares y amigos, el silencio por miedo y el disimulo de gobiernos que no saben qué hacer con cuerpos inertes en los servicios médicos forenses, cementerios clandestinos o bolsas de plástico.

Todo es palabrería de gobernantes que, insensibles, contemplan las bajezas humanas como un recuento interminable de daños colaterales que no tienen -en el corto plazo- fin posible. Los discursos en foros nacionales y extranjeros refrendan una realidad que no se ve por ningún lado: que la guerra se está ganando, que los criminales van a la cárcel, que la droga ya no llega con tanta facilidad a las calles, escuelas y hogares. Bla, bla, bla.

Hasta hace menos de dos décadas Sinaloa, Baja California, Tamaulipas, Chihuahua y Jalisco eran las entidades federativas catalogadas como zonas de combate entre los cárteles de la mafia y aparecían una que otra fotografía y videos en los medios electrónicos sobre ejecuciones relacionadas con el crimen organizado. Sin embargo, hoy en día desde Tijuana hasta Cancún la violencia es el común denominador de las noticias, conversaciones civiles y acciones programáticas del Estado. Unas veces los acontecimientos son formulados en voz baja y otras a través de ríos de tinta y verborrea. Dicen que Mérida es una de las pocas ciudades donde no hay incidentes violentos y a reserva de comprobar a profundidad dicha afirmación, los 110 millones de personas que componen a México saben bien que el terror está apoderado de su entorno de vida y que hasta el momento no hay manera de salirse de la espiral de inseguridad.

Felipe Calderón no deja de insistir que las fuerzas armadas, policía federal e instituciones de seguridad e inteligencia nacional están ganándole espacios a las mafias, pero si esto fuera cierto el fuego amigo no traería mayor cantidad de fuego enemigo. La guerra del presidente ha producido, eso sí, miles de muertos, desaparecidos, negocios en quiebra, pueblos fantasmas, hogares desintegrados, madres e hijos huérfanos y éxodos masivos de ciudadanos del norte, sur, este y oeste. El gobierno federal no tiene más argumentos que continuar aplicando la medicina que magulla a ciertos grupos mafiosos y hasta 2012 no se prevén tácticas diferentes a la detención, encarcelamiento y muerte de capos y tropa. Para el mandatario federal el ejército, la marina, PGR y la SSPF son los escudos de la Nación que, pese a graves violaciones a derechos humanos y abuso de poder, seguirán siendo los únicos guardianes de la seguridad y la preservación del sistema político, económico y social de México.

No obstante los principios y valores de lealtad castrenses, la verdad es que abajo, en el tejido social que subsiste en calles, colonias, ciudades y estados, la violencia es la constante que perciben los mexicanos. Muchos servidores públicos de los tres niveles de gobierno están alineados (algunos por consenso y otros a forciori) y nada pueden hacer sin consultar a las jerarquías superiores o a los dueños del dinero y las armas. Es por esto que cada nuevo día, desde las casas que desayunan bolillo duro con café de olla hasta las personas que asisten a restaurantes de lujo; frente a las televisiones blanco y negro o de plasma, abriendo los diarios y revistas, la realidad es barbarie.

Si el gobierno como institución ejecutora de funciones administrativas y operativas del Estado no cumple con su cometido de brindar seguridad y bienestar social, simple y sencillamente es que ha fallado con su mandato. Aunque a muchos no les guste tal aseveración, en México existe un sistema de vida (político, económico, social y cultural) fallido por donde se vea.

Nada se hace a tiempo.

De los simple a lo complejo: si las obras y actividades planificadas para el festejo del bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución mexicana no se cumplieron a tiempo ¿Qué podemos esperar de lo demás? Las promesas del gobierno calderonista se han convertido en intenciones inacabadas, pues al igual que su antecesor, Vicente Fox, el actual presidente de la República se ha pasado dos terceras partes de su encargo ofreciendo intangibles, que distan mucho de concretarse en la realidad.

La inseguridad en vez de haber disminuido sigue a todo galope en los treinta y dos estados. Las inundaciones “atípicas” en Tabasco, Veracruz y estado de México, en lugar de resolverse con obras de re-encauzamiento, continúan prodigando catástrofes familiares y sociales en detrimento de las economías regionales. La crisis, si bien es cierto, está siendo traspalada por el modo de vida capitalista a nivel global, en México, las clases populares sufren los estragos del desempleo, salarios de hambre y deterioro de condiciones materiales de vida, sobre todo en educación, vivienda, salud y hasta en lo relativo a cultura y entretenimiento.

Las muertes por metralla, bombazos, desapariciones producidas por la “guerra contra el narco” son igualmente de espantosas que las que se originan por inanición, falta de oportunidades económicas y consumo de estupefacientes. No llega el bien común esgrimido en discursos panistas, priistas o perredistas, pues en la realidad los mismos que se critican delante de cámaras de televisión, micrófonos en estaciones radiales, artículos periodísticos, salas de sesión legislativas; disfrutan en secreto o a discreción, de las viandas del poder, tanto en fiestas privadas (como el caso más reciente del festejo por los cincuenta años de vida de la coordinadora de diputados panistas a nivel nacional, Josefina Vázquez Mota) como en el reparto de bonos, aguinaldos, canonjías y concesiones de todo tipo que se otorgan los tres Poderes de la Unión. Esta táctica clandestina es algo parecido a comer santos y defecar demonios, ni más ni menos.

En materia de salud, por ejemplo, las condiciones están dadas para que haya pandemias, como cólera, influenza, paludismo y enfermedades provenientes de la pobreza en que viven decenas de millones de mexicanos. Ya no se diga en protección civil, porque cauces pluviales y asentamientos irregulares son todavía permitidos como cuotas políticas a líderes y miles de casas pueden quedar reducidas a cero, produciendo muertes a granel. La economía no ha superado los salarios mínimos y aunque se brinden decenas de miles de empleos fijos o temporales, de acuerdo a los conteos del IMSS, Secretaría del Trabajo y coordinaciones empresariales, la juventud está optando por dejar de estudiar y ocupándose en asuntos ilícitos que dejan dividendos rápidos.

El gobierno de Felipe Calderón, al igual que los que tienen su aposento en entidades federativas, prometió mucho y muy poco avanzó. ¡Será el sereno y las condiciones adversas a nivel internacional! pero la verdad es que la población de carne y hueso no encuentra botes seguros para navegar en medio de una crisis sistémica en lo moral y material en la que ha sido sumida desde los tiempos de los regímenes autoritarios, como han sido denominados los sexenios gobernados por el PRI [de 1929 a 2000]. Vicente Fox señaló que iba a enjuiciar a corruptos y nada. Prometió changarros y nada. Ofertó autos Volkswagen para todas las familias y nada. Pronosticó un país próspero y nada. Con Calderón Hinojosa más de lo mismo, pero con un estilo personal de gobernar grisáceo, que no ve, que no oye ni huele, disfrazado de tecnicismo puro: Alonso Lujambio (titular de Educación Pública) y Javier Lozano (del Trabajo y Previsión Social) son dos funcionarios del gabinete central que cumplen su labor de contención y golpeteo contra los mexicanos, bajo el sello eufemista del jefe del Ejecutivo.

Al tocar la esfera nacional, irremediablemente tengo que referirme a que el modelo verticalista de hacer política también es reproducido a nivel estatal, tal y como pasa con Zeferino Torreblanca Galindo, gobernador de Guerrero, que el primer día del mes de abril de 2011 dejará el cargo, quien ha utilizado al estado como virreinato de la posmodernidad, manteniendo una línea comunicacional y acción basada en “nunca antes” (como remarcan sus promocionales) que, pese a pírricos avances tramitológicos que fallan continuamente, como el sistema Tonali de recaudación de impuestos; instalación de módulos automáticos para la impresión de actas del registro civil (que desde hace años funcionan en Colima, Jalisco y Monterrey sin tantos aspavientos) y la hechura de 1 obra “importante” en cada uno los 81 municipios de la entidad; no cumplió con las expectativas generadas en 2005, cuando se autonombró político del cambio, al sacar de Casa Guerrero al PRI. Bueno, eso es lo que hicieron creer los hacedores de transiciones pactadas, dando seguimiento a los parámetros teóricos expuestos por el politólogo Samuel Huntington, los cuales establecen que, para evitar revueltas incontrolables, es mejor provocar virajes de “terciopelo” para que todo siga funcionando de manera similar, pero con apariencia diferente.

A 45 días de que concluya su mandato, Zeferino Torreblanca dio nombramientos de notarios a abogados con ligas personales con su círculo familiar y de amistades, así como ascendentes que tenían de por sí notarías en varias ciudades de la entidad. También desea imponer en el Congreso que los servicios públicos sean concesionados a compañías privadas. Este movimiento es algo parecido a la devolución de Hacienda y Crédito Público por los gastos de padres de familia de la clase media que pagan educación particular a sus hijos, con el objetivo de mitigar la imposibilidad del gobierno para brindar un servicio de calidad desde el nivel preescolar hasta bachillerato. A punto de abandonar Casa Guerrero en Chilpancingo, el gobernador está metido en un tour de despedida propiciado por sus huestes favorecidas, queriendo aminorar el deterioro de su imagen pública. Por tanto, habrá gran movilidad y anuncios positivos hacia el mandatario estatal, de lo que careció a lo largo de su gerencia disimulada como gestión sociopolítica.

Seis años se fueron entre spots, pugnas con las fuerzas políticas y sociales de la entidad y giras de trabajo, sin embargo, la pobreza aún sigue en pie y en todo su esplendor, teniendo a municipios como Metlatónoc en lugares privilegiados de atraso, muy parecidos a los que ocupan comunidades africanas o asiáticas. La corrupción de los “gobiernos priistas” en lugar de erradicarse -dicen muchos especialistas en administración y auditoría pública- se tecnificó gracias a las secrecías y la composición de grupúsculos integrados por amigos y aliados del titular del Ejecutivo, los cuales fueron ubicados en dependencias como Salud, Economía y Desarrollo Social, por mencionar algunos organismos públicos que cuentan con magnas estructuras presupuestales.

Es un secreto a voces que funcionarios muy allegados al todavía gobernante, promocionan la venta de plazas en todos los subsistemas que comprende la secretaría de Educación, patrocinan programas en televisión y radio para forjar una visión positiva y, en las obras de relumbrón, que una y otra vez se hacen y deshacen para justificar gasto corriente, graban la inicial Z (con la anuencia del gobernador) que caracterizó el nombre de Zeferino Torreblanca. Basta la observación de las columnas de concreto de la obra vial que se está concluyendo en la glorieta de Puerto Marqués, en la zona oriente de Acapulco para percatarse que Zeferino tiene el síndrome de Luis XIV, el rey sol francés, que insistió que el Estado era él y nadie más que él. Lo único que aduce es que su sigla cincelada en cemento es para que con el paso de los años nadie se adorne con las obras dispuestas por su gobierno.

Guerrero fue convertido en una tienda de conveniencia donde lo mismo pueden adquirirse terrenos con carácter público, puestos de base en administraciones municipales y del estado, que concesiones de transporte, distribución de fertilizantes, contratos de capacitación inexistentes, compra de vehículos y material de computación, mobiliario para oficina y consumibles de papelería.

Torreblanca Galindo creyó que, como funcionó al término de su administración en Acapulco [1999-2002], el marketing político institucional bastaría para forjar una huella imperecedera de administrador/político competente, llamado a formar parte de puestos más encumbrados a partir de la segunda mitad de 2011. Esta vez se equivocó, pues pasará a la historia como un gobernador soberbio, ineficaz e incumplidor, rodeado de cortesanos que no solamente lo alejaron de los medios masivos de comunicación, PRD, sino de la base societal que lo impulsó para llegar hasta donde hoy día se encuentra. Qué triste final para él, pero más triste para los guerrerenses. Hace un sexenio vaticinó castigo a los corruptos y en lugar de actuar en ese sentido, mejor se alió con los sectores más retrógradas del priismo, empezando por proteger al el ex-gobernador René Juárez y compañía. Triste, pero -como aseguran muchas personas- con las arcas privadas atiborradas de dinero, como jamás soñó conseguir a través de los negocios cedidos por su padre.

Zeferino Torreblanca prometió abatir la pobreza, pero se limitó a repetir programas paliativos en el rubro de desarrollo social. Dijo que habría apoyo a proyectos productivos y ordenó a la secretaría de Economía beneficiar a recomendados de las zonas rurales y urbanas, que fueron incluidos en listas de espera. Apuntó que habría un gobierno para y por la sociedad y solamente hubo despotismo y acercamientos para que el video o la fotografía captaran baños de pueblo. Las clases populares fueron despreciadas, qué decir, olvidadas tras el argumento de “yo nunca empeñé mi palabra para cambiar a fondo el estado”. El broche de oro puede visualizarse en el edificio que concentrará las delegaciones estatales en Acapulco, pues en lugar de inaugurarlo y dejarlo en funcionamiento antes del uno de abril, ordenó informar que será hasta el mes de julio cuando comience a operar. No debo dejar pasar que muchas voces ciudadanas con calidad moral y especialistas en administración pública han remarcado que el gobernador Torreblanca Galindo y sus allegados tuvieron como motivo central la obtención de 47 de millones de pesos por concepto de compra del terreno, construcción y adquisición de mobiliario y enseres de oficina. Al tiempo.

Por eso vuelvo a insistir que no es lo mismo que lo mesmo, pues si un trabajador llega tarde, no cumple con sus funciones y es ineficaz, corrupto e irresponsable en sus tareas, la patronal, sea pública o privada, tiene la facultad de despedirlo o solicitar su encarcelamiento ¿Qué pasa con un gobernante o un legislador que no desarrolla sus labores con efectividad? En México, nada, absolutamente nada. Que la rueda de la impunidad siga deslizándose cuesta abajo.

Y volver, volver, volver…….a tus brazos otra vez.

Hace diez años un gran porcentaje de mexicanos creyó que la antidemocracia había desaparecido del mapa de agravios cometidos por los detentadores del poder. La Colonia, Independencia, Imperio, Reforma, Revolución y contemporaneidad fueron vistos como un conjunto de sucesos del pasado tenebroso que impuso miseria, autoritarismo, muertes, desapariciones, ignorancia e inmovilidad. Viejas y nuevas generaciones vieron en Vicente Fox el escape del laberinto de la soledad, como bien lo estableció en el libro con el mismo título, el premio nobel Octavio Paz. El hombre de dos metros de altura y su mujer con 50 centímetros menos se presentaron como el dúo dinámico que salvaría el honor de 100 millones de personas, pero la verdad es que sólo fueron merolicos. Vendedores callejeros que suelen ponerse a gritar en medio de las plazas públicas, vendiendo ungüentos para reumas y pócimas de amor.

Eso sí vendedores peligrosos de falacias, que ahora disfrutan de un rancho de lujo e industrias en Guanajuato, de fundaciones civiles, pero que al unísono sufren del desprecio de quienes antes los invitaban al jet set y de la gente común que los detesta a su paso. Con desprecio y todo, diría Martita (sí, sin h), “los Fox podemos vivir rodeados de falso glamour y de hijos reales y postizos que han sido cuestionados por desfalcos, fraudes y peculado”.

Los intereses ocultos de las clases dominantes aunado a la impericia, negligencia, impunidad, ignorancia y candidez a propósito de la “pareja presidencial” produjeron, por decir lo menos, desparpajo, toda vez que desde el año 2000 no hubo empacho en protagonizar actos de corrupción, como el famoso Toallagate, que versó en la compra de toallas, almohadas y sábanas a precios estratosféricos. Posteriormente, el manejo de millonarios recursos públicos utilizados en actos privados y en asociaciones civiles, supuestamente altruistas, fueron “el pan nuestro de cada día”, que deshojaron los pétalos de la margarita mexicana.

Gracias a la incapacidad y desfachatez en el sexenio foxista y a los agravios derivados por la delegación de facultades constitucionales y metaconstitucionales a miembros del gabinete, fuerzas armadas y policiales, la sociedad -otra vez- se decepcionó de la política y los políticos, sean éstos verdes, naranjas, rojos, amarillos o azules; se modificaron leyes y procedimientos para beneficio del empresariado, sumiendo en la miseria extrema a los ya de por sí pobres endémicos. La incultura se adueñó de la SEP y Conaculta, instituciones encargadas de la educación y cultura a nivel nacional. Aún con toda esta descomposición, otra pareja de panistas llegó a la presidencia de México: Felipe y Margarita.

Por estas y muchas razones más, que casi son interminables de enlistar, el PRI ha podido recobrar fuerzas en el Poder Legislativo y gobiernos estatales. El PRD y sus divisiones, por su lado, ofrecieron el caldo de cultivo para minimizar presencia y convertirlo en anti-héroe. A nadie conviene un país fraccionado o enfrentado y por eso en estos instantes México es un cuadro surrealista lleno de infamia donde los grupos políticos de siempre se han remasterizado para, a través de la partidocracia, comandar los destinos sociales en el tercer milenio. Calderón Hinojosa ha sido artífice del imperio partidocrático, del súper poder de policías, militares y de los medios de comunicación, así como de la inoperancia gubernamental, situaciones que deben transmutarse para que resurjan flores en el jardín de la esperanza democrática. Es indudable que lo poético puede servir para los fines políticos, pues incentiva el uso del amor, creatividad y acción pura para ser mejores. no me queda lugar a dudas.

En los medios masivos de comunicación se ven desfilar caras, actitudes y desempeños de quienes hace menos de un cuarto de siglo dirigían los destinos de la nación bajo el logotipo tricolor o la etiqueta de intelectuales, comunicadores o defensores de la democracia. Viejos y nuevos técnicos con ideología neoliberal, educados en instituciones educativas “emprendedoras” de países desarrollados y moldeados por el PAN y el “nuevo” PRI, aparecen con silogismos que dicen todo para todos, cuando -entrelíneas- dicen todo para unos cuantos. La clase hegemónica panista-priista-empresarial-clero-militares-medios de comunicación habla de la pobreza como si estuviera en diálogo de película de Luis Buñuel o Iñárritu. Creen o sienten creer que México es un planeta alejado años luz de su entorno de vida.

Muchas manos andan frotándose con el augurio de futuras ganancias electorales a favor del PRI y el PAN, una especie de PRIAN, que requiere de su afianzamiento en la toma de decisiones del Estado mexicano. Desde ahora tratan de imponer como candidatos a hombres con fisonomía de artistas de Hollywood [Enrique Peña Nieto (PRI) y Alonso Lujambio (calderonismo-PAN)], para cautivar a una sociedad cada vez más mediatizada y preocupada en llevar a casa los satisfactores más elementales, que analizar razones de peso para construir mejores caminos democráticos. Así lo requiere el hambre del momento, ni modo. a pesar de ello, como pasó en Oaxaca, Sinaloa o Guerrero, la sociedad camina por rumbos insospechados, para bien del ensanchamiento democrático.

A pesar de todo, falta que muchos miles y miles de personas “nos dejemos” o que en verdad los sondeos y opiniones arregladas sean ciertas, para dejar de luchar y conformarnos del Mundo feliz promovido por la élite en el poder. Sin embargo, el lado oscuro de las fuerzas carece de legitimidad y de las armas societales que son poderosos catalizadores, que pondrán más temprano que tarde a cada quien con su cada cual. Afortunadamente la sociedad tiene consigo la acción horizontal en cada una de las facetas humanas, profesionales y laborales, así como el voto consciente para ir instaurando un modo de vida democrático más transparente y supervisado por la voluntad popular, a fin de que no vuelvan los brujos y brujas del mal. Paso a paso, ni antes ni después. Todo a su tiempo. No nos dejemos de movilizar y actuar en consecuencia…………….en el hogar, en la escuela, en el trabajo, en donde sea.

Miscelánea política en Guerrero.

1.- Ángel Aguirre Rivero es gobernador electo y a partir del uno de abril del año en curso mandatario constitucional de Guerrero. El proceso de cicatrización es prioritario, pero no a costa de lo que sea, sino por medio de la vinculación integral de proyectos que luego sean convertidos en verdades con la coadyuvancia de las mejores mujeres y hombres de México y la entidad. Es grande el amor, pero más abarcativo es el olvido y esto último no debe prevalecer en el estado, ya que no puede absolverse a quienes insultaron la inteligencia del electorado, a quienes quisieron someter a la estupidez a jóvenes y adultos en una campaña diseñada por el PRI para minusválidos mentales, donde abundó el dispendio, acoso y la sin razón.

El reto del gobernador Aguirre Rivero es enorme, pero resultaría trágico dejar las cosas como están. Dejar hacer, dejar pasar no debe ser la tónica en los próximos cuatro años y ocho meses de mandato. Guerrero lo impulsó y Guerrero lo necesita ahora más que nunca. No obstante que el aún gobernador Torreblanca Galindo ha reiterado que no tiene nada qué decirle a Ángel Aguirre, pues él sabe lo que tiene que llevar a cabo y, que por lo mismo “no necesita vejigas para nadar”, es importante que le reste soberbia y agende reuniones de alto nivel, para que la entrega no solamente se haga de acuerdo a lo que marca la ley, sino con la seriedad y meticulosidad que amerita el cambio. No vaya a pasar lo que le ocurrió a Zeferino Torreblanca cuando evitó ahondar en los asuntos públicos que dejó su antecesor, René Juárez Cisneros, y siguió prevaleciendo el rezago, derroche y vacíos en la administración pública.

Los guerrerenses estamos dispuestos a trabajar en conjunto para que unidos transformemos la fisonomía y esencia del estado.

2.- Manuel Añorve Baños, candidato perdedor del PRI al gobierno del estado volvió a ocupar la presidencia de Acapulco con una carga negativa que se asemeja, guardando las distancias pertinentes, a la de Anastasio Somoza en Nicaragua; “Doc” Duvalier en Haití o el mismo Hosni Mubarak en Egipto, claro está que estos fueron en sus circunstancias estadistas y él apenas un zon politikon catapultado por algunos miembros de la clase política priista que compró fantasías y que ahora debe bregar solo en el maremágnum de inconsistencias ideadas en su imaginario.

Un día antes de que regresara al palacio de gobierno del municipio Añorve Baños arregló que quitaran la mayor parte de espectaculares, pendones y propaganda donde aparecía como flamante candidato; organizó un recibimiento con bandas musicales, discursos incendiarios y pancartas de apoyo de agrupaciones que le deben favores a sectores de su partido, a fin de hacer sentir a propios y extraños que urgía su presencia.

Es iluso pensar que Añorve Baños va a cambiar su forma de comportamiento político. Lo interesante será que ahora sí realice algo por Acapulco. Ahí están las calles invadidas por vendedores ambulantes, transporte público sin normatividades, baches en todas las avenidas y calles, colonias y fraccionamientos sin agua, fallas en la recolección de basura, tráfico vehicular imparable y una deuda pública que pone en riesgo la continuidad de programas sociales y económicos. Ojalá que utilice su ímpetu para resolver una parte sustancial de los problemas que aquejan a los acapulqueños y deje de pensar en puestos de elección popular en el mediano plazo, a efecto de que cumpla con las promesas vertidas desde 2008. Ojalá realice algo por el bien de Acapulco.

Titánico trabajo les espera a colaboradores que se quedaron en la administración y los que vuelven con él, para efectuar acciones sensibles a los ojos de una sociedad vilipendiada por el exagerado marketing y promoción personal que hizo gala Manuel Añorve desde 2008. Ojalá que no se limite a “cacarear” logros inexistentes o reposicionar una imagen mediática que diste mucho de ser cierta cuando es comparada con la realidad. B.H.G. Ω

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jueves, 10 de febrero de 2011

ANÁLISIS CUANTITATIVO-CUALITATIVO DE LOS RESULTADOS ELECTORALES PARA CAMBIO DE GOBERNADOR EN EL ESTADO DE GUERRERO, MÉXICO 2011


ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE LA ELECCIÓN PARA GOBERNADOR EN GUERRERO 2011.
Por Baltasar Hernández Gómez.


Al dar a conocer los resultados finales de la elección para gobernador 2011, el Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG) confirmó oficialmente que Ángel Aguirre Rivero [AAR], abanderado de la coalición Guerrero nos Une, fue el ganador del proceso efectuado el domingo 30 de enero pasado con 673 mil 799 votos. El candidato del PRI-PVEM, Manuel Añorve Baños [MAB], obtuvo 514 mil 448 sufragios. El PAN computó apenas 16 mil 066 votos (aún cuando su candidato, Marcos Efrén Parra Gómez, había declinado a favor de AAR 3 días antes de que se llevaran a cabo las elecciones). Un dato que no permite suspicacias que puedan desembocar en impugnaciones es que entre el ganador y el “segundo lugar” –como los priistas fundamentalistas están queriendo fijar a MAB en la percepción pública- hay una diferencia de 158 mil votos.

Los datos duros de la elección no aceptan dubitaciones, pero sí ponen al descubierto la falsedad de elucubraciones políticas. Una de ellas es que la invencibilidad del PRI es un mito genial en Guerrero y por lo que se está observando en otras entidades, como el caso específico de Baja California. Las cifras del cómputo final en el estado pronostican jornadas electorales difíciles para el otrora partido “todopoderoso” que gobernó México por más de 71 años. La alianza Tiempos Mejores para Guerrero, que impulsó la candidatura de MAB, solamente conquistó cuatro de los 28 distritos electorales en juego (distrito 7 en Coyuca de Catalán; distrito 8 en Teloloapan; distrito 10 en Taxco y el distrito 20 en Arcelia), lo cual significa que el PRI tiene tan sólo el 14.28% de la geografía política sureña. Los “pitonisos” del tricolor deben poner manos a la obra, a fin de sacar, en forma más equilibrada, las elecciones que se realizarán durante el presente año en cinco estados: Coahuila, estado de México, Hidalgo, Michoacán y Nayarit, porque de lo contrario podrían enfrentar escenarios que lo situarían en etapa de quiebre en el proceso de cambio del poder Ejecutivo federal 2012.

Es importante subrayar que de los 81 municipios que constituyen la entidad, AAR y la coalición Guerrero nos Une ganaron 58, triunfando en los principales centros poblacionales, tales como: Acapulco, Arcelia, Atoyac, Chilpancingo, Coyuca de Benítez, Iguala, Ometepec, Taxco, Tecpan y Zihuatanejo, entre otros. Las cifras del IEEG desmienten además un segundo mito: la indestructibilidad de los clanes de poder en la entidad, pues solamente en 4 distritos electorales del Centro, Norte y Tierra Caliente el grupo Figueroa pudo conservar presencia con reparto de millones de pesos, despensas y prácticas intimidatorias. ¿Dónde quedó el poderío que tanto pregonaban Rubén Figueroa Alcocer, René Juárez Cisneros y gente identificada con parcelas políticas menos significativas?

Es notorio que sólo votó un poco más del 50% del listado nominal [un millón 229 mil 137], sin embargo, los números no reflejan con amplitud el estado de cosas que prevaleció durante los cinco meses de 2010, en virtud que hubo reaparición de expectativas y activismos en diferentes sectores sociales que tuvieron la oportunidad de optar por alternativas diferentes al PRI y al PRD sin coalición. Por encima de esto es que se materializó una convención social en el imaginario colectivo, que no permitió la asunción de MAB a la gubernatura. El gran perdedor notifica en estos instantes al Congreso que desea regresar ipso facto a la presidencia de Acapulco. En la opinión ciudadana este burócrata/político trae adherido el estigma de haber dejado en bancarrota la tesorería municipal, incumplido con las promesas emitidas en su campaña 2008, transmitido mensajes audiovisuales carentes de autenticidad y abandonado -sin recato alguno- las funciones administrativas y operativas del ayuntamiento que es pilar de la economía estatal, encargándolas a su eterno colaborador, José Luis Ávila Sánchez.

Amén de que AAR ganó por penetrar en la psique y racionalidad social a través de una estructura programática sustentable en ejes que abarcan la temática social, económica, jurídica, cultural, política, seguridad y bienestar para los próximos cuatro años y 8 meses de gestión, así como por la coordinación de esfuerzos de las fuerzas coaligadas (PT, Convergencia y asociaciones civiles); la pérdida priista tuvo cinco fuentes de origen: animadversión de un elevado porcentaje de ciudadanos hacia MAB; inoperancia de las estructuras territoriales de su partido; carencia de sustento social de su “rémora aliada”, el partido Verde, el pésimo desempeño en cargos administrativos anteriores, incluyendo su ineficacia en el gobierno de Acapulco y la puesta en marcha de una campaña que visiblemente derrochó millonarios recursos públicos conferidos por el IEEG, CEN del PRI, ayuntamientos de dentro y fuera de Guerrero, pero también los que provinieron de empresarios y líderes que apostaron a la continuidad del modelo sistémico, que devuelve apoyos a través de contratos, concesiones y/o cargos en la administración estatal.

El cómputo electoral no es puramente estadístico, ya que las cifras se traducen en una radiografía del comportamiento político-electoral en Guerrero y de las fortalezas y debilidades partidistas, toda vez que en los 28 distritos se puede detectar el posicionamiento real de candidatos y proyectos. Al unísono, los números sacan a relucir las deplorables actuaciones de presidentes municipales, políticos, medios de comunicación y la percepción negativa hacia el gobierno de Felipe Calderón. Cuando la cúpula del PRI compró el boleto que traía en venta MAB, quien voceaba su supuesta victoria anticipada por haber ganado -diecisiete meses antes- la presidencia de Acapulco, no se percató que la población guerrerense no era Acapulco en 2008 y que “el chaparrito entrón y cabrón” como él mismo se hacía llamar en campaña, era una carta muy desgastada por la larga lista de agravios, acusaciones por presumibles desvíos de fondos públicos, traiciones y cambios de estafeta al más puro estilo palaciego que generó a su paso por la administración pública y en los grupos a los que ha pertenecido desde la década de los ochenta del siglo XX.

Con todo este bagaje negativo MAB fue propulsado como heraldo del PRI enfundado en formato coloreado de verde, corazón rojo y frases de marketing compuestas por 3 ó 4 palabras que no mostraron nada sustantivo a la ciudadanía. Por esto y más el cómputo final proporcionado por el IEEG, el domingo 6 de febrero pasado, debe servir de reflexión y como punto de partida para próximos estudios sobre actitud y desenvolvimiento sociopolítico, a fin de que haya una vuelta a la instalación de paradigmas más consolidados para pensar y hacer política. A continuación explico los resultados electorales del 30 de enero 2011 en Guerrero:

En el distrito 1 con cabecera en Chilpancingo, AAR obtuvo 32 mil 170 votos. MAB sumó 18 mil 425 papeletas y PAN 503 votos. Asimismo, en el distrito 15 también perteneciente a Chilpancingo, AAR contabilizó 38 mil 921 sufragios, MAB 22 mil 867 votos y PAN 632. Grosso modo la coalición de AAR obtuvo 71 mil votos y la alianza añorvista 41 mil, es decir, hubo 30 mil votos de diferencia en la capital del estado donde aparentemente debió haber existido control del actual presidente de extracción priista, Héctor Astudillo Flores. Muchos priistas que ahora están buscando culpables reales y ficticios han asumido que el mandatario capitalino apoyó al candidato de su partido de dientes para afuera, pero que desde el mes de octubre 2010 estuvo tendiendo puentes de acercamiento con AAR para asegurar gobernabilidad en el corto plazo. Personas cercanas al ex-candidato a la gubernatura de Guerrero en 2004 han comentado que Astudillo Flores tuvo la certeza, desde julio pasado, que el candidato de la coalición Guerrero nos Une sería el ganador de la contienda.

Algunos periodistas aseguran que la sociedad chilpancinguense vota por autoridades priistas en lo local, pero que a nivel regional vota por mejores opciones, en este caso por AAR. ¿Dónde estuvo Efrén Leyva Acevedo, presidente del PRI-Gro., ya que no se apreciaron trabajos de consolidación territorial, pese a que la sede y recursos logísticos de dicho partido están asentados en la capital del estado? ¿Qué hicieron los emisarios priistas venidos de 5 entidades, pues no lograron sumar votos, sino por el contrario, produjeron proporciones negativas de 2 a 1 con respecto a AAR? ¿Es verdad que solamente estuvieron en hoteles de cinco estrellas de Acapulco y Zihuatanejo disfrutando de sus exorbitantes viáticos y emitiendo tarjetas informativas en las que se vaticinaba el triunfo de MAB sin soporte evidencial?

Hay voces que señalan que el presidente del priismo guerrerense se cobró las continuas afrentas de MAB cuando le impidió operar estrategias electorales en Acapulco, Costa Grande y Costa Chica. MAB acabó asignando dichas tareas a colaboradores que nunca han demostrado trabajo de base ni mucho menos eficacia en tareas gubernamentales.

En el distrito 2 de Tixtla y tres municipio circunvecinos *, AAR obtuvo 18 mil 366 votos; MAB atrajo 16 mil 400 y el PAN tuvo 519 votos. Casi dos mil sufragios de diferencia a favor del triunfador, lo que demuestra que a pesar de considerarse municipio controlado por el priismo, la labor del alcalde Jorge Luis Campos Espíritu fue desaprobada por la ciudadanía, debido a la desatención de comunidades rurales, indígenas y al desastroso estado físico de la tubería de agua potable y drenaje. La tierra del consumador de la independencia mexicana, Vicente Guerrero Saldaña y de uno de los hombres más brillantes de la cultura universal, Ignacio Manuel Altamirano, no se tiñó de verde, blanco y rojo, pero sí volcó sus preferencias hacia AAR.

En el distrito 3 de Chilapa y tres municipios circunscritos *, AAR ganó con 21 mil 741 votos; MAB tuvo 21 mil 517 y el PAN alcanzó 943. Si a esto se aúnan los resultados del distrito 25 con circunscripción en Chilapa, 16 mil 276 sufragios fueron para AAR, 14 mil 968 para MAB y 336 para el PAN; la cifra global cerró en: 38 mil para AAR, 36 mil para MAB y 1 mil 279 para el partido blanquiazul. Al igual que Tixtla, este municipio dotó del triunfo suficiente a AAR, quitándole al PRI una plataforma política en el centro del estado. El partido tricolor, los profesores “institucionales” del SNTE y líderes sectoriales no pudieron proporcionar la contundencia electoral para MAB. ¡Ni modo! dijo el indígena que baja desde Tlapa, los fines de semana, a vender huaraches de cuero y suela de llanta a la plaza principal de esta tradicional población.

Al otro lado de la entidad, en el distrito 4 de Tecpan, que también abarca los municipios de Atoyac y Benito Juárez (San Jerónimo), AAR ganó con 28 mil 296 votos, MAB tuvo 23 mil 621 y el PAN consiguió 303 votos. Si en el pasado reciente este municipio con demografía cercana a 100 mil habitantes fue señalado como coordenada geopolítica afín al PRI, ahora ni con los movimientos del presidente Nadín Torralba Mejía pudo conseguir la victoria de MAB. A través de la imagen positiva de AAR, creada durante su desarrollo político-administrativos a nivel estatal y nacional; los oficios y estructura de movilización del PRD en Atoyac y San Jerónimo, así como la operación de mujeres y hombres cercanos al actual gobernador Zeferino Torreblanca, como Armando Ríos Piter, autodenominado “El Jaguar”, la coalición Guerrero nos Une pudo más que la maquinaria priista que contabilizaba -desde principios de 2010- como suyo este distrito electoral.

En el distrito 5 de Acapulco y municipios adheridos *, AAR triunfó con 26 mil 548 votos, MAB obtuvo 16 mil 322 y el PAN contabilizó 595. En el distrito 13 de Acapulco, AAR tuvo 31 mil 632 sufragios, MAB 23 mil 043 votos y el PAN tuvo 692. En el distrito 16 de Acapulco, AAR ganó con 26 mil 323 votos, MAB sumó 18 mil 226 y el PAN 450 votos. En estos tres distritos AAR consiguió 84 mil 503 votos efectivos, más de 26 mil 922 votos que los sumados por MAB. El PAN obtuvo tan sólo 1 mil 737 sufragios, cantidad tan insignificante en términos políticos, que puede compararse con la afluencia promedio de clientes -durante 2 horas- en un centro comercial.

En el distrito 17 de Acapulco, AAR salió victorioso con 29 mil 267 votos, MAB computó 16 mil 952 sufragios y el PAN 646. En el distrito 18 también de Acapulco, AAR triunfó con 32 mil 553 sufragios, MAB obtuvo 24 mil 743 votos y el PAN 695. En el distrito 26 de Acapulco, AAR captó 27 mil 082 votos, MAB 15 mil 845 sufragios y el PAN 690. Finalmente, el distrito 28 de Acapulco, AAR triunfó con 24 mil 325 votos, MAB 16 mil 272 sufragios y el PAN 477. Otra vez arrasó AAR con 113 mil 227 votos contantes y sonantes, 39 mil 405 sufragios más que MAB. El partido blanco y azul al cual pertenece el presidente de la República computó tan sólo 2 mil 508 votos.

Las cifras captadas en el municipio más importante de Guerrero, desde el punto de vista demográfico y económico, muestran que el ex-candidato MAB, presidente constitucional con licencia, aún cuando contó con recursos materiales, humanos, financieros y técnicos del Ayuntamiento, haber impuesto a colaboradores en puestos de operación política y vanagloriarse que Acapulco era propiedad tricolor por su triunfo en 2008, tuvo un revés estrepitoso. No fue la propaganda negra, Ebrard o las “tribus” del PRD, PT o Convergencia, sino el pésimo desempeño como administrador, como político saltimbanqui, como incumplidor de promesas en lo concerniente a servicios públicos y como derrochador de cantidades millonarias de dinero en campaña, lo que llevaron al PRI y a MAB a la derrota.

En la mente del perdedor lo único rescatable es que tuvo para sí 131 mil 403 votos, olvidándose que dicha cifra representa solamente un 39% del total de votantes, que frente al 59.31% que obtuvo AAR, no es suficiente para seguir asegurando que tiene hegemonía y por consiguiente, legitimidad. MAB, al confirmar su inferioridad electoral, está viendo bajar su cuerpo a la tumba política, que quiere rellenar con la vuelta a la presidencia. ¿Cómo pretende regresar? ¿Como político perdedor que no le interesó dejar al garete las responsabilidades administrativas y sociales de su mandato para perseguir el interés personal y el de los clanes del poder regional? ¿Como “ganador” del 39% de votos en el municipio que mal gobernó? ¿Como primo que rompió lazos familiares por codicia o cómo hombre malagradecido que le dio la espalda y acusó de “traidor” a su mentor y jefe en cargos públicos? ¿Como fabricante de falacias que gastó millonarios recursos en promoción personal antes, durante y después de la contienda electoral 2010-2011? ¿Cómo mesías que en estos momentos anda recorriendo algunas poblaciones en las siete regiones de Guerrero dando gracias por el medio millón de votos recibidos y augurando regresar a la silla presidencial de Acapulco para ahora sí otorgar tiempos mejores a sus habitantes?

¿Por qué los priistas no hicieron caso a Fernando Moreno, delegado especial del CEN-PRI y ex-gobernador de Colima, cuando en reuniones de evaluación afirmaba a todos los politiqueros guerrerenses que la elección no se trataba de dinero, sino de inteligencia y trabajo proveniente de la base? ¿Dónde anduvieron Alejandro Carabias, Fermín Alvarado, Vicente Trujillo, Erika Luhrs, Efrén Leyva, Oscar Rangel, Miguel Ángel Hernández Albarrán o Bismarck Villanueva Bracho, por citar sólo algunos? ¿Quiénes seguirán respetando a MAB en la CTM, sindicaturas, regidurías, asociaciones empresariales y organizaciones no gubernamentales? La verdad es que el perdedor de la contienda tiene un año y medio de terror –cuando logre regresar al Ayuntamiento- y otro decenio más de ostracismo. Sería provechoso que alguien le aconsejara que el exilio es una salida más o menos “honorable” o que la huída a un puesto de segundo nivel podría ser muy recomendable para no generar más controversias, apuntan algunos colegas. Ya se verá.

Por otro lado, en el distrito 6 de Ometepec y tres municipios circunscritos *, AAR triunfó con 33 mil 764 votos, MAB sumó 18 mil 322 y el PAN tuvo 265 papeletas validadas. Los resultados están exponiendo que las dos terceras partes de la ciudadanía de este municipio, lugar de nacimiento de AAR y de la ascendencia de MAB, fueron para el primero. Acapulco y Ometepec son para MAB los símbolos más emblemáticos de su pérdida, la cual no es solamente política, sino personal, íntima. La líder indígena Aceadeth Rocha o los priistas que antes alababan a AAR no pudieron detener su supremacía electoral. Las cifras ratifican la imagen consolidada de AAR y que el PRD cuenta aún con respaldo social en ese importante municipio de la Costa Chica desde hace 2 años.

En el distrito 7 de Coyuca de Catalán y dos municipios circunvecinos *, AAR tuvo 19 mil 732 votos, MAB ganó con 698 sufragios más, es decir, con 20 mil 430, y el PAN contabilizó 231. La misma secuencia continuó en el distrito 8 de Teloloapan, pues AAR alcanzó 18 mil 298 sufragios y MAB triunfó con 149 votos más, o sea, 18 mil 447 papeletas y el PAN logró 320. Ambas circunscripciones se encuentran “controladas” por los Figueroa, aseguran los priistas, pero aún con esto, la ventaja de MAB fue pírrica y en el futuro no será creíble la versión de predominio priista.

En el distrito 9 de Iguala y municipios circunscritos *, AAR triunfó con 21 mil 993 votos, MAB tuvo 19 mil 195 sufragios y el PAN captó un mil 266. En el distrito 21 también en Iguala, AAR ganó con 24 mil 103 votos, MAB 19 mil 888 y el PAN con 858. El municipio cuna de la Bandera Nacional con sus tres colores y el águila devorando la serpiente de cascabel no dejó que ganara el partido que usufructúa políticamente el verde, blanco y rojo, desde 1929.

Cerca de ahí, en el distrito 10 de Taxco, AAR perdió por casi mil votos: 16 mil 746 votos contra 17 mil 694 sufragios de MAB y el PAN logró mil 268 votos. En esta zona electoral el PRI trabajó bien y la coalición se confió a los supuestos arreglos de panistas. Unas de cal por otras de arena. Sin embargo, en el otro distrito de Taxco, el 19, AAR obtuvo 13 mil 061 sufragios, MAB 11 mil 753 votos y el PAN un mil 069. En el cómputo total, Taxco fue ganado por la coalición Guerrero nos Une con poco menos de 400 votos.

En el distrito 11 de Tlapa y cinco vecinos adscritos *, AAR obtuvo 23 mil 821 sufragios, MAB 18 mil 941 y el PAN 356 votos. En el distrito 27 también en Tlapa, AAR ganó con 17 mil 718 votos, MAB alcanzó 12 mil 201 y el PAN 197. La zona más atrasada en el plano socioeconómico de Guerrero, controlada muchos años por el PRI, vertió sus votos a la coalición de AAR, pese al despliegue del partido tricolor, principalmente en sectores campesinos e indígenas.

En el distrito 12 de Zihuatanejo y cuatro municipios circunscritos *, AAR triunfó con 36 mil 874 votos, MAB tuvo 34 mil 484 y el PAN alcanzó 875. Este municipio clave para la economía del estado, colindante con Michoacán no quiso regresar al PRI y se unió al llamado “corredor opositor” de la Costa Grande de Guerrero que comprende Coyuca de Benítez, Atoyac, San Jerónimo y Tecpan.

En el distrito 14 de Ayutla y otros municipios aledaños *, AAR ganó con 26 mil 897 sufragios, MAB tuvo 21 mil 365 y el PAN 929. En este espacio la “aplanadora priista” no pudo obtener el triunfo para su abanderado, que no adquirió presencia mayoritaria ni contacto real con la población.

En el distrito 20 de Arcelia y los municipios de Totolapan y Tlapehuala, AAR perdió por 622 votos, es decir, tuvo para sí 16 mil 201, frente a los 16 mil 823 de MAB. El PAN logró apenas 128 sufragios. Los votos priistas costaron mucho en esta zona de influencia figueroista, porque los analistas del PRI aseguraban un triunfo con más de 4 mil sufragios de diferencia y no fue así.

En el distrito 22 de Huamuxtitlán y cinco municipios circunscritos *, AAR alcanzó 11 mil 737 votos, MAB 10 mil 545 y el PAN 266. En este escenario regional se dio sorpresa, pues el PRI había asegurado victoria anticipada frente a la coalición del PRD, PT y Convergencia, pero los cálculos le fallaron por un mil 192 sufragios.

En el distrito 23 de Pungarabato y los municipios de Cutzamala y Tlalchapa, AAR triunfó por 440 votos, es decir, obtuvo 14 mil 685 boletas, frente a los 14 mil 245 de MAB. El PAN captó solamente 266. Otro revés para el priismo acostumbrado a mantener cerrada esta zona.

En el distrito 24 de San Luis Acatlán y municipios como Azoyú, Copala, Marquelia, entre otros *, AAR ganó con 24 mil 669 sufragios, MAB obtuvo 10 mil 904 y el PAN contabilizó 291 votos. Aún cuando el PRI se regodeaba de quitarle presencia a AAR en la región de la Costa Chica, éste conservó su dominio y sacó la victoria electoral en proporción de 2.2 a 1.

A manera de conclusión.

A.- Las elecciones Guerrero 2011 debe ser apreciada como una lección para el PRI estatal y nacional, toda vez que la recuperación electoral de 2006 y 2008 no fue condición absoluta para pronosticar el regreso a la gubernatura del estado ni mucho menos afirmar la vuelta a la presidencia de México en 2012.

B.- 2011 no será “pan comido” para el PRI en las cinco elecciones que faltan por realizarse, ya que Guerrero y después Baja California Sur fueron ganados por medio de una colación de centro-izquierda y por el PAN, respectivamente. Los demás partidos tendrán que sentarse a analizar los pasos a seguir, tanto en solitario como en forma coaligada si es que así lo determinan las dirigencias, pero sobre todo la base militante.

C.- Por lo mismo, en la elaboración de escenarios prospectivos para este año y 2012, la figura de las alianzas debe aparecer como una constante analítica de gran importancia, en virtud de que el pragmatismo político está sirviendo como eje rector para no dejar llegar al PRI a los poderes Ejecutivo de estados y la República.

CH.- Ángel Aguirre Rivero llega como gobernante legitimado por una amplia mayoría ciudadana, lo que dará impulso a transformaciones en cuatro años y ocho meses de gestión.

D.- El PRI tendrá que reformar sus estrategias políticas, administrativas y electorales si quiere competir a futuro con posibilidades reales de triunfo, pues su actual andamiaje le está restando -incluso- votos duros en circunscripciones que han sido catalogadas como seguras. Deberá además seleccionar a candidatos con presencia, trabajo y legitimidad, para que la gente crea en ellos. Por lo tanto tendrá que desechar recomendaciones o imposiciones de políticos “reciclados”.

E.- Guerrero deberá entrar a un proceso de estabilidad, re-diseño económico-productivo y convivencia social, lo que no significa olvido ni perdón al mayoreo, pues los enemigos de la democracia pulularon y ahí siguen estando ahora con rostros compungidos requiriendo indulgencia. Sin embargo, agazapados en la sombra, a la menor oportunidad, pueden transmutarse en animales peligrosos para el desarrollo del estado. B.H.G. Ω

NOTA IMPORTANTE:
* Para mayor ahondamiento en lo relativo a la composición de distritos electorales, recomiendo consultar el Código Electoral del Estado de Guerrero, número 264, páginas 15-18.

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jueves, 3 de febrero de 2011

GANANCIAS Y PÉRDIDAS EN LA ELECCIÓN PARA GOBERNADOR DEL ESTADO DE GUERRERO, MÉXICO 2011.



QUIÉNES GANARON Y QUIÉNES PERDIERON EN LA ELECCIÓN GUERRERO 2011.
Una primera aproximación.
Por Baltasar Hernández Gómez


A las 21:00 horas del domingo 30 de enero se había computado el 37% de las 4,895 casillas instaladas en las siete regiones del estado de Guerrero y las cifras del conteo de salida ratificaban lo que desde siempre supo el electorado: que Ángel Aguirre Rivero sería el próximo gobernador de la entidad a pesar del infame derroche de recursos humanos, materiales, técnicos y financieros que hizo el PRI y su candidato Manuel Añorve Baños. Desde dos horas atrás la tendencia mostraba que el candidato de la coalición Guerrero nos Une, constituida por PRD, Convergencia y PT, obtendría más votos que la alianza opositora. Mientras los aguirristas estaban entusiasmados por la avalancha de votos a favor en el otro extremo las miradas y gestos mostraban los terribles estragos de la derrota. La bipolaridad psicológica penetró en la esfera de lo político, en virtud de que los priistas pasaron de eufóricas muestras de triunfo anticipado por la mañana a la depresión nocturna cuando se percataron del rotundo fracaso electoral.

Los priistas de buena fe, los jóvenes que fueron enajenados con el juego mercadológico construido por expertos en penetración psicológica y los perversos saltimbanquis de siempre, bajaban la vista y se iban retirando de los sitios donde supuestamente festejarían el triunfo de Añorve Baños. Los esbirros del presidente municipal con licencia no alcanzaban a digerir los por qué de la derrota de su candidato vestido en verde pistache. La mayoría apagó teléfonos móviles y se retiraron a sus aposentos, esperando hasta el último minuto un golpe de suerte que restara la sumatoria de votos a favor de Ángel Aguirre Rivero. El diablo no cumple todos los deseos ¿Verdad?

La información que llegaba puntualmente del Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG) fue un martirio para miembros y simpatizantes de la alianza de priistas, panalistas y ecologistas (militantes del PRI, Nueva alianza y Partido Verde, respectivamente) quienes no asimilaban que el “chaparrito entrón y cabrón”, como Añorve Baños se autodenominó en campaña, estuviera perdiendo con quince puntos porcentuales de diferencia, es decir, con la contundencia que aniquila cualquier pensamiento de impugnación. A partir de que los resultados se iban dando casilla por casilla, Manuel Añorve, que por egolatría y bajos intereses grupales aspiró a la gubernatura de la entidad, abandonando su mandato juramentado y tirando por la borda su responsabilidad con la base societal de Acapulco, no volvió a aparecer en público.

¿A dónde se iría Manuel Añorve? preguntaban las fuerzas matraqueras, los hombres de negro con gorras rojas, los empleados de confianza del Ayuntamiento que operaron la guerra sucia y los taxistas que transportaban votantes a casillas a modo ¿Dónde estaba el candidato, su esposa, hijos y colaboradores más cercanos? ¿Por qué no salía a decir que el triunfo de su contendiente era falso y que siguieran confiando ciegamente en su candidatura? ¿Por qué no salía a rechazar los datos generados por el IEEG, medios de comunicación locales y nacionales, que apenas unas cuantas horas antes lo publicitaban como la última botella de refresco en el desierto? La verdad es que no hubo más apariciones ni respuestas y los mariachis callaron. Ante el sigilo empezaron a generarse acusaciones veladas entre priistas. Muchos de ellos escondían la pena por haber manifestado el doble lenguaje de asegurar votos para Manuel Añorve, pero finalmente sufragar por Ángel Aguirre Rivero.

Los fanáticos tricolores echaban culpas al perredismo, a Ebrard, a los Chuchos, en fin, a todos los enemigos que surgen en momentos de desesperación. ¿Para qué sirvió traer a operadores de Tamaulipas, Veracruz y estado de México; a estrategas del CEN del PRI y a líderes de sectores, que estuvieron hospedados en hoteles de gran turismo e incluso en las residencias de Jorge Kahwagi, Figueroa Alcocer y René Juárez? Para nada.

Las cifras del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) hablaban por sí solas: Ángel Aguirre Rivero era el ganador de la contienda. Punto. El impacto de las gráficas publicadas minuto a minuto por el instituto electoral hizo que los representantes distritales y operadores del PRI dejaran a la deriva sus labores de control y contención. Los líderes desaparecieron. Los aliados guardaron distancia. Los rumores de violencia se intensificaron, pero no lograron la inmovilidad social. Los antiguos simpatizantes del candidato priista se fueron corriendo hacia el centro moderado y cambiaron su discurso fundamentalista hacia conceptos de reconciliación e inclusión. Jaque mate a la soberbia, al dispendio y autoritarismo desplegado por Manuel Añorve, familia y allegados.

Los “revolucionarios institucionalizados” continuaron culpando de su desgracia a la maldad de perredistas, petistas, convergencistas y panistas, pues según ellos consiguieron confundir al electorado. Los cortesanos del PRI llegaron incluso a asegurar que la sociedad pagó mal al partido, pues no comprendió los mensajes emitidos durante los tres meses de proselitismo mediático de Añorve Baños. El candidato de la alianza Tiempos Mejores no volvió a declarar absolutamente nada y mucho menos se presentó en público acompañado de su esposa e hijos. Manlio Fabio Beltrones Rivera y Enrique Peña Nieto, entre otros miembros de la élite priista desaparecieron para no seguir contemplando la debacle en Guerrero.

Luego de las diez de la noche Beatriz Paredes Rangel, ex-gobernadora de Tlaxcala, actual diputada federal y secretaria general del PRI, flanqueada por Fernando Moreno Peña y Efrén Leyva Acevedo, leyó un comunicado llamando a la coalición Guerrero nos Une una concentración de políticos “antinaturales y sucios”. No hubo ronda de preguntas y mucho menos esclarecimientos, pues era evidente el clima de luto anticipado. Manuel Añorve se quedó solo con su soledad, solo con su traición, solo con sus engaños y solo con la esposa que abandonó el púlpito cristiano y la oficina del DIF local para compartir la ambición de ser la pareja rutilante del sur del país.

Dudas y traiciones se suscitaron en tropel al interior del equipo añorvista, que no tuvo empacho para dejar al garete la estructura administrativa y operativa del Ayuntamiento de Acapulco, a fin de aspirar a mejores posiciones en la jerarquía burocrática del estado, sin embargo, al atestiguar el hundimiento del barco priista, prefirieron resguardarse en la intimidad de sus casas o en alguna mesa oculta de restaurante abierto 24 horas. Los cortesanos de Manuel Añorve sabían perfectamente que no podían aparecérsele o hablar por celular con su “jefe”, pues serían el centro de sus insultos. Mientras los pensamientos funestos de la derrota copaban la mente y corazones del círculo añorvista, las instalaciones del PRI en los 81 municipios de Guerrero estaban vacías. ¡El último que se vaya quita las baterías a los megáfonos, guarda las playeras y despensas sobrantes y apaga la luz!

En el otro cuadrante, Ángel Aguirre Rivero esperaba con madurez y equilibrio que las cifras hablaran por sí mismas y se dictaminara oficialmente y de manera inobjetable, que había ganado democráticamente la titularidad del poder Ejecutivo de Guerrero para los siguientes 4 años y ocho meses. La sociedad mexicana permanecía a la expectativa y pasadas las diez de la noche obtuvo un mensaje mesurado y reconfortante, que apuntalaba gobernanza (término empleado por Rubén Aguilar Valenzuela, ex-vocero de Vicente Fox, en el diplomado sobre comunicación gubernamental que imparte en la Universidad Americana de Acapulco, referida a la “filigrana conectiva” de las instituciones gubernamentales para operar eficientemente las acciones necesarias para mantener la eficiencia del Estado), esperanza y trabajo para el fortalecimiento de la condición humana y material de los guerrerenses.

Ángel Aguirre Rivero pronunció un discurso en el zócalo de Acapulco que estuvo a la altura del estadista moderno que demanda la entidad, mediante el cual mantuvo firme su palabra para no abandonar principios ni fallar a los compromisos sociales y políticos adquiridos con la sociedad, “como candidato lo dije y como nuevo gobernador lo sostendré”, retumbó la franqueza del político que asumirá el poder el uno de abril próximo, teniendo como prioridades las necesidades sociales, económico-productivas, políticas, jurídicas, culturales y de servicios para todos los guerrerenses. La seguridad de sus palabras venían respaldadas por el blindaje social que brindan los 671,012 sufragios contantes y sonantes (el 55.92% de la votación general) contabilizados y validados por el IEEG con el 99.61% de casillas computadas.

El mitin nocturno fue la estocada final para Manuel Añorve que a esas alturas -me confió un colaborador cercano a su familia- ya había ingerido dos pastillas de diazepam para ponerse en un estado de onda cerebral tipo βeta, que le rebajara el frenesí por sentirse vapuleado. Las cifras del PREP sacudieron el súper yo del candidato priista y de los que rasgaban vestiduras difamando y amenazando a los pocos que nos atrevimos a dar cuenta de la barbarie añorvista. La madrugada del 31 de enero fue extremadamente corta para el vencedor y todos los que creyeron en su persona y programas a realizar, pero larga, muy larga para el vencido.

Después de escribir esta breve crónica que intenta retratar horas de fluctuaciones producidas por la acumulación de rumores, suspicacias pre-fabricadas, esperanzas, sinsabores y datos del IEEG, deseo traspasar el nódulo anecdótico y pasar al campo de las evidencias. Por tal motivo, primeramente rescato un diálogo pedagógico y de gran contenido humano del cine contemporáneo, expresado en la película Perfume de mujer por el actor Al Pacino (A.P.), cuando entabla comunicación con una joven hermosa (J.H.), que estaba esperando a su novio en un restaurante: A.P.: ¿Está esperando a alguien? J.H.: En un instante más. A.P.: En un instante se vive una vida……………..Un día, un voto, un mensaje contundente y una percepción positiva de la colectividad, en cierta etapa existencial, puede significar la vida misma. Eso pasó la noche del 30 de enero de 2011.

Y efectivamente un instante es la gloria para ganadores, pero también el infierno para perdedores. Más allá de los pensamientos y experiencias generadas durante la dinámica coyuntural es preciso que se ofrezcan comentarios connotativos, a efecto de quitar velos al evento electoral más significativo en Guerrero [ni siquiera el triunfo de Zeferino Torreblanca Galindo en 2005 alcanza esta designación, ya que dicho proceso estuvo ensombrecido por actos que sugirieron complicidad y cesión de derechos producidos por el entonces gobernador René Juárez Cisneros] y dar respuestas a preguntas como: ¿Quiénes ganaron y quiénes perdieron realmente las elecciones enero-2011? Aquí algunas coordenadas:

Primeros ganadores.

Ángel Aguirre Rivero llega a la titularidad de la gubernatura de Guerrero no solamente con la fuerza legal de las instituciones, sino con la legitimidad otorgada por una sociedad que saltó las bardas de la intimidación, saturación comunicativa de propaganda tendenciosa y la compra de consciencias edificadas por el PRI más retrógrada de México y el candidato Añorve Baños. El político, el gobernante probado, el jefe de familia, el guerrerense equilibrado y respetuoso que es Aguirre Rivero llega a la gubernatura rodeado del aura social que se ganó a pulso a través de una campaña congruente y honesta, la cual opacó la batalla del marketing político más funesto que se haya desplegado en todo el territorio nacional.

Gana un estilo de gobernar democrático, abierto, sencillo, entendible, responsable y conciliador que tiene como alpha y omega hacer de Guerrero un sitio digno para vivir. Así lo ha demostrado Ángel Aguirre Rivero, siendo el centro de principios, programas y plataformas de tres organismos políticos que profesan diversas ideologías, provenientes de alas progresistas, de centro e izquierda, pero sobre todo porque no fue introducido en el túnel de las descalificaciones como lo hiciera Manuel Añorve, quien estuvo enfocado a demeritarlo con injurias a través de todos los medios de comunicación que dispuso, a razón de tener firmados contratos de servicios, canonjías en especie y tratos especiales a empresas de comunicación y periodistas sin escrúpulos.

¿Cómo se comportarán de ahora en adelante periódicos como Novedades de Acapulco, empresas de radio y televisión como TV Azteca, Televisa, Siga Noticias, TV Fórmula Guerrero, Milenio Televisión, entre otros, cuando destilaban una grosera predilección hacia Añorve Baños y denostaban sin pudor a Ángel Aguirre Rivero? Una contestación a bote pronto remarcaría la siguiente consigna: “embarrándonos de aceite de ricino para que resbale fácilmente la crítica, pues lo importante es volver a construir mensajes comunicativos a favor del nuevo gobernador, como si nada hubiera pasado y de esta forma sigan fluyendo jugosas concesiones y ganancias económicas por concepto de publicidad”. Faltaría concluir con un amén y ver si el gobernador Aguirre Rivero quiere comprarles el boleto. Lo más probable es que se modifiquen sustancialmente las relaciones entre el Ejecutivo estatal y los medios masivos de comunicación, para que no se permitan las desigualdades percibidas durante el proceso electoral 2010-2011.

Ángel Aguirre Rivero triunfó porque cuenta con una plataforma reforzada por diagnósticos, análisis reales y propuestas sustentables que funcionarán como base para el programa estatal de desarrollo 2011-2015, el cual girará en cinco ejes rectores: 1) Desarrollo económico sustentable y empleo; 2) Desarrollo humano e igualdad de oportunidades; 3) Seguridad ciudadana y prevención del delito; 4) Gobierno con rostro humano y de puertas abiertas, y 5) Democracia de calidad. Esta certidumbre es la que requiere Guerrero para desechar discursos cantinflescos y amenazas de Manuel Añorve que adelanta desconocer los resultados oficiales, realizar un tour todo pagado por el estado para agradecer los 512 mil votos recibidos, amenazar con el levantamiento de impugnaciones jurisdiccionales ante los tribunales electorales y anticipar que está valorando volver a la presidencia de Acapulco.

La “Chimoltrufia”, personaje creado por el cómico mexicano Roberto Gómez Bolaños, se queda corto al escuchar las desviaciones de pensamiento y acción de Manuel Añorve Baños, quien hace unos días era el consentido de la cúpula priista y del gobernador Peña Nieto, pero que en estos instantes no es más que un hombre sentado en escritorio ajeno (en la entrevista televisiva hecha por Ciro Gómez Leyva para Milenio TV, a las 10:00 p.m. del lunes 31 de enero del año en curso, Manuel Añorve salió a cuadro en el despacho de la presidencia de Acapulco, ubicado en un anexo del parque Papagayo), que no distingue el norte del sur porque perdió la brújula en la vorágine electoral y por el síndrome obsesivo-compulsivo que ahora lo envuelve de rabia enfermiza por haber perdido los comicios que creía suyos desde el mes de agosto de 2010.

Debo subrayar que otro gran ganador es la sociedad de Guerrero, porque no hubo violencia que pusiera de rodillas la continuidad de un proyecto político encaminado a sacar del atraso ancestral a los sectores sociales más desprotegidos. Aún con todas las deficiencias del modus operandi de la política local y de los vacíos de poder generados por Zeferino Torreblanca Galindo, el estado ganó en virtud de que el órgano electoral pudo organizar elecciones confiables y que las instituciones dirigieran esfuerzos para evitar tensiones o colisiones insalvables en el corto plazo.
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Guerrero ganó con la victoria de Ángel Aguirre Rivero, ya que así habrá un estilo sui generis donde prevalecerá el desarrollo, legalidad, justicia y paz, para que Guerrero no caiga otra vez en la era paleolítica del priismo paleolítico o en el espectro indefinido y engañoso que fabricó Zeferino Torreblanca Galindo, quien aprovechándose de la voluntad progresista de la clase media, de las ilusiones de muchos sectores de la clase pobre en zonas rurales y suburbanas, así como del PRD de avanzada, hizo que se derrumbara a nivel cero la credibilidad ciudadana hacia las autoridades. Hay muchas tareas pendientes por hacer.

Segundo ganador.

El fallo electoral establece explícitamente que la coalición de los partidos PRD, Convergencia y PT fueron los ganadores del proceso electoral 2011. De alguna manera el PAN, cuyo candidato, Marcos Efrén Parra Gómez, declinó a favor del candidato de Guerrero nos Une, al cinco para las doce, fue otro beneficiario colateral de dichos comicios, pese a que en lo visible no estuvo orgánicamente integrado. Sin embargo, el PRD en sí mismo no ganó mucho al igual que los otros partidos adheridos, en virtud de que, quien triunfó fue Ángel Aguirre Rivero como elemento aglutinador de las preferencias sociopolíticas.

El segundo ganador es la estrategia planificada de alianzas a nivel nacional, para evitar -a toda costa- que el PRI tenga mayoría en las cámaras legislativas, conserve un número mayoritario de gubernaturas (hay que tener presente que durante 2011 están por realizarse seis elecciones estatales), y que no obtenga la presidencia de México.

No tengo intenciones de ahondar en la validez o no de las alianzas, bajo la lupa analítica de ideologías, principios y proyectos políticos, pero sí apuntar que desde la perspectiva pragmática las coaliciones han funcionado para instaurar supremacías electorales. ¿Cuáles serán los costos? Habrá que ver los comportamientos en diferentes entidades federativas y avizorar 2012 como un horizonte tan cercano como el crecimiento priista de los últimos 2 años, debido a la inoperancia de las políticas sexenales panistas y de administraciones perredistas en municipios y estados.

Mientras no existan exigencias de cuotas a forciori, de paralizaciones provocadas por tribus incontrolables, simulaciones de unidad, alianzas espurias en el congreso, atrasos a propósito en la operación de programas en el próximo gabinete; se puede garantizar operatividad, equilibrio y un contexto adecuado para el desarrollo sostenible en los próximos años. Si las alianzas sirven en principio para detener al priismo mafioso de Salinas, Beltrones, Grupo Atlacomulco y caciques regionales en diferentes latitudes de la República, bienvenidas por “vía de mientras”, como diría en vida mi primo Bolívar.

Tercer ganador.

El cambio en la percepción social sobre los medios de comunicación, el cual no es una abstracción, sino una actitud distinta frente a los programas de impacto masivo. Ya nada puede ser igual, pues muchos espacios impresos y audiovisuales quedaron por los suelos ante la transmisión de parcialidades que rayaban en lo absurdo.

Las veteranas y nuevas generaciones que están al pendiente de los mass media no vislumbraron canales comunicativos, sino empresas que privilegiaron contratos de publicidad, demeritando la labor periodística. La sociedad será parte activa de cambios trascendentales en televisión, radio, periódicos y revistas, pues si no existieran evoluciones cualitativas en los formatos habrá una severa baja de público seguidor.

Cuarto ganador.

Otro gran ganador es la participación societal como mecanismo proactivo y exigencia hacia las esferas del poder político y económico, toda vez que quedó demostrado que a través de la racionalidad en los procesos electorales, la toma de consciencia y la quita de temor infundado, los sectores sociales pueden modificar el escenario predispuesto por las fuerzas oscuras que defienden hasta la muerte el mantenimiento y reproducción del statu quo. Ante las llamadas telefónicas, rumorología y amedrentamientos, la movilización y la acción colectiva.

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Los primeros perdedores.

Manuel Añorve Baños es el gran perdedor que hoy por hoy vive el apocalipsis de haber asumido como verdad absoluta que la repetición ad infinitum de prácticas trapecistas y desleales le servirían siempre para obtener intereses retorcidos en el ámbito político. Si durante veintinueve años de carrera burocrática el procedimiento de ir como veleta y tanteando a los “jefes” le resultó, la elección del penúltimo día de enero 2011 le restregó en la cara que los vientos de cambio no pasan por los ductos de la infamia, la ingratitud y los amarres perversos con grupos cupulares, que desde ahora le exigirán pagos.

Lo más probable es que Añorve Baños quiera volver a tomar posesión de la presidencia de Acapulco, bueno si es que el incipiente movimiento ciudadano que se está forjando en su contra lo deja llegar ahora. En el actual escenario político tendrá que enfrentar a una sociedad que fue irritada por una campaña plagada de despilfarro, mentira y coacción. El gran perdedor de la contienda quedó con una imagen de gobernante que dejó a la deriva su responsabilidad social para perseguir su sueño de grandeza y el de los clanes de poder regionales y nacionales, los cuales fueron engañados asumiendo la recuperación de la gubernatura a costa de lo que fuera.

Pero no solamente Manuel Añorve perdió la elección, sino también su familia, colaboradores y seguidores, y sobre todo el PRI en su conjunto, pues al soslayar la historia reciente en otras entidades federativas y despreciar análisis comparativos, perdió la oportunidad de tener en su poder las líneas directrices del gobierno en Guerrero. Este partido, que desde el año 2000 es de oposición a nivel nacional, optó por defender lo indefendible, es decir, promover con todo a Añorve Baños, quien a pesar de sus limitaciones físicas y poca efectividad en la gestión gubernamental, supo vender vidrios como gemas preciosas sin requerírsele pruebas tangibles que comprobaran su capacidad de convocatoria y unidad.

No obstante el excesivo apoyo en recursos, idas y vueltas de líderes, manejo discrecional de medios de comunicación y analistas orgánicos, el PRI tuvo que enfrentarse a la indiferencia de la mayoría de los sectores sociales de la entidad, que no quisieron introducirse al ojo del huracán por escisiones, discusiones estériles y luchas intestinas de poder, y que finalmente vertieron votos efectivos a favor de Ángel Aguirre Rivero. A escasos tres días de conocerse los resultados electorales el PRI está lamiéndose heridas profundas, volteando sus ojos hacia los próximos escenarios en otros seis estados donde se efectuarán elecciones este año, con el propósito de reacomodar fuerzas y estar en posibilidad de contender con mejor posicionamiento en 2012. Manuel Añorve ya no les interesa, inclusive ni como alcalde de uno de los puertos mexicanos más conocidos mundialmente. A lo sumo -si logra volver a la presidencia- será utilizado como dealer para la reservación de residencias para descanso o foros de fin de semana, o bien, para la organización de bacanales.

Añorve Baños quedará con el estigma de hombre irresponsable e ineficaz que pagará costos muy elevados por las promesas incumplidas a diferentes patrocinadores. El arruinado priista afrontará el desprecio social de acapulqueños, guerrerenses y simpatizantes de todas las latitudes y además llevará en sus extremidades cortas el peso de grilletes forjados al enemistarse con Ángel Aguirre Rivero, equipo de colaboradores y aliados políticos. Lo único que le queda a Manuel Añorve es regresar al Ayuntamiento de Acapulco aunque no tenga ningún ápice de legitimidad, a efecto de recuperar recursos financieros, para pagar, aunque sea a medias a sus antiguos promotores. De la honra añorvista ni hablar, pues ésta se escapó por uno de los 16 cauces de aguas negras que desembocan en la bahía de Santa Lucía.

No obstante el galimatías emitido por Añorve Baños en medios de comunicación, éste ya confirmó -sin expresarlo francamente- su reconocimiento al triunfo de Ángel Aguirre Rivero. La gira de agradecimiento en las siete regiones del estado y las supuestas mil denuncias por “desaseo” perredista son manotazos de náufrago a punto de morir en mar abierto. El PRI acabó por aceptar que fue una equivocación haberle prestado la franquicia regional a una persona sin calidad moral ni empuje social, que perdió incluso la supuesta hegemonía en Acapulco. Por tanto, lo dejará en solitario, para que dé la cara a las acusaciones de manejos licenciosos en las finanzas municipales, así como otras demandas que hay en su contra por asociación delictuosa (de acuerdo a la filtración de declaraciones del testigo protegido identificado como “Mateo” en la PGR y SSPF) y ver si puede resolver los retos municipales, que se ven insuperables de abordar con éxito.

Beltrones Rivera, Paredes Rangel, Moreira Valdés, Peña Nieto y los clanes de Figueroa y Juárez, entre otros, modificarán su proceder para tener una relación funcional con el nuevo gobernador de Guerrero, pues saben muy bien que no hay enemigos eternos. Para Manuel Añorve, quien hasta hace una semana “se creía el rey de todo el mundo”, como dice una de las canciones más famosas del compositor vernáculo José Alfredo Jiménez, el pago por su engaño será elevadísimo. El dispendio de recursos monetarios y la sarta de ficciones que puso en vitrina para aspirar a ocupar Casa Guerrero lograron arruinarlo en lo físico, mental y político, al igual que a sus seguidores. Hay fuertes rumores de que en estos momentos está padeciendo parálisis facial y estragos de neuritis que lo sitúan al borde de la histeria.

Los demás perdedores.

1.- El 5 de septiembre de 2010, cuando se hizo oficial que Ángel Aguirre Rivero había sido designado candidato del PRD a la gubernatura de Guerrero, el todavía jefe del Ejecutivo estatal, Zeferino Torreblanca Galindo, despotricó en contra del partido negro-amarelo que lo propulsó seis años atrás. Llamó a los perredistas “come mierda” y protagonizó una campaña de desprestigio en contra de la postulación del ex-priista, ex-gobernador interino y senador, a través de entrevistas en todos los medios de comunicación regionales. La cólera zeferinista colocó una serie de epítetos a perredistas, llamándolos desde mercenarios, cínicos, borrachos hasta bandoleros. Subrayó que el PRD fue convertido en una compañía S.A. de C.V., cuyos dirigentes pactaban acuerdos y silencios a cambio de bolsas repletas de dinero, las cuales eran entregadas en el palacio de gobierno estatal. Luego entonces ¿Quién daba el visto bueno y por qué razones se les entregaban recursos públicos? Eso no lo dijo, entre otras muchas cosas, porque nadie se lo preguntó y porque era evidente que asume ser el ave fénix que cruza los pantanos sureños sin mancharse.

Zeferino Torreblanca calificó de antinatural la postulación de Ángel Aguirre Rivero, porque esto significaba la desmemoria de la izquierda, recalcando que la candidatura coaligada con PT y Convergencia no tenía ningún sentido. Dijo que él sí fue producto del esfuerzo (apropiándose del discurso de Luis Donaldo Colosio en 1994) y que ha sido artífice del perredismo desde abajo. El gobernador en turno fustigó que a él no le regalaron nada los “cuche cuiteros” de la dirigencia perredista. Ahora resulta que es mártir y que no le debe nada a nadie.

¡Qué argumentación tan furibunda! Sobre todo porque es, antes que nada y después de todo, un administrador, especializado en contaduría, metido a la política, bajo el andamiaje de una asociación cívica compuesta por empresarios con diferentes corrientes de pensamiento (me refiero al Frente Cívico de Acapulco, cuyos miembros originales han ocupado los más elevados cargos en los gobiernos de Acapulco y el estado, así como curules en el congreso local), para luego buscar el cobijo del PRD y después abandonarlo. Al final de esta tragicomedia volvió a aceptar la postulación de este partido como candidato al puesto que hoy todavía ostenta. ¡Es grande el amor, pero más grande el olvido!

Torreblanca Galindo apareció en escena como defensor de la izquierda a la que jamás ha pertenecido y fustigador del perredismo, así como soterrado protector de intereses de priistas a los que benefició con concesiones y prerrogativas durante su gestión. Sin embargo, pasada una semana de la designación de Ángel Aguirre Rivero, el discurso incendiario fue reformulado: Zeferino Torreblanca moduló su crítica e invitó a todos los contendientes a la gubernatura a que se reunieran para platicar sobre la situación prevaleciente en Guerrero. Alguien con mucha ascendencia sobre el “gobernador intransigente”, como lo han llamado propios y extraños, tuvo que frenar los ímpetus que parecían colocarlo en medio de una lucha de todos contra todos. No obstante de dar dos pasos atrás….….golpe dado ni Dios lo quita.

Después de este episodio de disentería verborreica, el aún gobernador del estado se mostró como árbitro afónico, concentrándose a desempeñar el rol de inaugurador de obras y eventos. Pese a su cambio de táctica, el daño estaba hecho y el más perjudicado resultó ser él mismo, toda vez que quiso ser protagonista y terminó siendo un sujeto sin grupo político consolidado y sin equipo estratégico y operativo que lo respalde en el futuro inmediato. Ratificó su perfil flemático, dedicado a defender sus intereses y los de sus allegados en obra pública, adquisiciones de bienes y contratación de servicios. La etiqueta de pretor del priismo fue colocada en lugar visible y se duda mucho que logre quitarla de su currículum.

Por lo anterior, Zeferino Torreblanca es también perdedor, ya que restó presencia y simpatías sociales, así como la posibilidad de escalar a algún puesto en la administración calderonista, senaduría o diputación federal que le pueda otorgar fuero. Desde octubre pasado el gobernador está envuelto en una nube de guardaespaldas, funcionarios y reporteros que lo acompañan a los eventos programados por su coordinación de giras. Pese a que se ha dedicado a forjar -tardíamente- la imagen de gobernante ecuánime y respetuoso de la vida política, social y económica de la entidad, el actual gobernador es apreciado como hombre desbordado por la soberbia, el cual estará ocupado en llevar una vida apartada de los reflectores, pero colmada de comodidades por el incremento monumental de su tesorería personal que, para muchos expertos en finanzas públicas, tiene su origen en movimientos poco claros -por decir lo menos- realizados por colaboradores muy cercanos, que están enquistados en todas y cada una de las dependencias del gobierno que dirigió a tumbos y trompadas.

Y es que no le queda de otra, debido a sus incontables equívocos políticos y a la baja estrepitosa de apoyo social, lo cual lo acomodarán en la historia regional como un administrador que logró algunas modernizaciones tramitológicas, obras que de por sí deben llevarse a cabo porque están en rubros de gasto corriente e inversión. El comentario que habrá debajo de su foto será: “Gobernante grisáceo que jugó a ser estadista. Abandonó las demandas ciudadanas y no atendió la crítica constructiva, encerrándose en la terquedad de ser centro, principio y fin de las decisiones de interés público, que trató como asuntos de corte neoliberal.

El gobernador está solo y cumpliendo funciones ornamentales hasta el 1 de abril de 2011. Solo y sin aliados auténticos, porque no pudo formar cuadros técnico/políticos para sostener un régimen eficiente y un proyecto social y económico en el estado que diera continuidad a los principios enarbolados desde que era un ciudadano con ilusiones de cambio democrático. Así pues, no tiene grupo. No tiene la percepción positiva de la sociedad y, por el momento, de acuerdo a las presentes circunstancias, no tiene futuro político. Sólo le resta desaparecer a algún lugar del sureste de Estados Unidos de Norteamérica.

2.- Una gran porción de los medios masivos de comunicación fueron desnudadas por el poder del dinero y las promesas a mediano plazo como empresas mercantilistas de información, que estuvieron dedicadas a transmitir -con desmedida parcialidad- las notas a favor de Manuel Añorve Baños y su esposa. Programas de radio, televisión, periódicos y revistas fungieron como delegaciones de comunicación política del candidato perdedor, que al menor asomo de crítica hacían caso a las amenazas del director de comunicación social del Ayuntamiento y dueño de un espacio radiofónico con contrato millonario por parte del gobierno al cual sirve como acompañante en giras, Bismarck Villanueva, que raudo y veloz adelantaba recorte o desaparición de igualas publicitarias a los programas que daban cabida a críticas contra el entonces candidato priista a la gubernatura.

Muchos locutores (porque no se les puede llamar comunicadores y mucho menos periodistas) parecían voceros/defensores a rajatabla de Manuel Añorve. Los medios impresos y electrónicos -con la excepción de algunos- construyeron spots mercadológicos disfrazados de entrevistas y reportajes que tenían la meta de persuadir al teleauditorio a que votara a favor de Tiempos Mejores del PRI. Los sentidos de acapulqueños, costeños, calentanos y demás habitantes de las otras regiones de Guerrero estuvieron inundados de entrevistas, sondeos, iconografías, publicidad electrónica y cibernética donde se notaba a todas luces la excesiva preferencia de gerencias y reporteros hacia Añorve Baños y su señora esposa, que a pesar de que se le edificó una imagen de mujer sencilla, emergía con aires de grandeza, emitiendo órdenes como si fuera la primera dama del estado (basta hablar con trabajadores del DIF Acapulco para comprobarlo).

La lección, si es que los medios de comunicación la quieren tomar, es que no debe haber sometimiento al dinero de candidatos, partidos, gobiernos o patrocinadores privados, pues sería un golpe mortal a corto plazo. Si de por sí el público mexicano no lee, no oye ni ve noticias sociopolíticas y económicas, volverlos a meter en 2012 a un espacio de enajenación forzada, sería el colofón para que los medios sólo funcionaran como canales de transmisión de talk-shows, concursos, recuentos y chismes del mundo del espectáculo, pero sin legitimidad para presentarse como generadores de cultura democrática. El beneficio económico debe ir aparejado con la conformación de verdaderos espacios de pensamiento abierto e incluyente, acción democrática, derechos humanos y cultura universal. No cabe ninguna duda al respecto.

Ojalá que las compañías de cobertura nacional y otras de circuito cerrado y localistas aprendan que no bastan los pagos de tiempo aire, cochupos, intereses pactados o contar con cámaras y micrófonos abiertos para la simulación de preocupación social, cuando en realidad funcionan como repetidoras de los intereses de candidatos y partidos que llegan al precio. Al final, la crítica no obliga a nadie a trocarse en contestatario sistémico, sino a cerrar el paso a las pretensiones de uniformidad a fuerza.

3.- Los promotores de la violencia y la confusión tuvieron su propio chocolate, pues cuando la gente decide participar no hay llamadas, correos electrónicos, intimidaciones físicas o verbales que logren detener el empuje de una sociedad harta de mentiras enmascaradas como promesas, que por su amplitud no serán cumplidas. No trato de fabricar himnos kamikaze para que los ciudadanos se arrojen al ruedo político y se inmolen ante los hechos violentos que hoy por hoy suceden en el país, sino el razonamiento de que unos pocos no pueden paralizar que las personas expresen sus puntos de vista y tomen una decisión que cambie el estado de cosas nefastas que todavía predominan en los nichos del poder.

Ante el chantaje de perder el empleo, las mentadas de madre, las llamadas intimidatorias, los “hackeos” de teléfonos y correos electrónicos, las amenazas anónimas en automóviles y persecuciones de bajo perfil, la sociedad acreditó que se puede decir sí -de dientes para afuera- ante la infamia persecutoria, pero al último elegir libremente por la opción que llene las expectativas personales, profesionales, familiares y sociales.

4.- A los líderes gremiales y de partidos satelitales debe quedarles muy en claro que el voto no es un tótem monolítico y que la membrecía está únicamente supeditada a cuestiones laborales, económicas y de protección social. Desde el año 2000 las elecciones han demostrado que el corporativismo no es una fábrica productora de votos o institución uniformadora de ideologías. Los tiempos del sindicalismo tipo fideliano (por Fidel Velázquez, máximo líder de la Confederación de Trabajadores de México [CTM] en el periodo comprendido de 1940 a 1995), vinculado a los intereses de los regímenes priistas en el poder y del empresariado ya terminaron, pues los trabajadores no votan más por consigna.

Los liderazgos jurásicos de Guerrero, estacionados en el modelo de acarreos, inserción de desplegados adherentes, spots en medios, mítines y marchas para apoyar a quienes consideran aliados; tendrán que dar cuentas a sus agremiados, pues ya no es creíble y mucho menos sustentable que los trabajadores sigan siendo utilizados como “carne de cañón”, números estadísticos y proyecciones para favorecer a las dirigencias, que sólo así pueden acceder a regidurías, sindicaturas, diputaciones o cargos administrativos en los tres órdenes de gobierno. Aún cuando se observen matracas y silbatos haciendo ruido a favor de X ó Y partido o persona, es seguro que los apoyos de los trabajadores no existan como tal, toda vez que mientras no se dé una verdadera lucha de los organismos gremiales para el mejoramiento de salarios y prestaciones, los trabajadores continuarán afirmando que sí votarán por la candidatura sugerida, pero caminarán en dirección opuesta, como ocurrió al dejar abandonado a Añorve Baños con las prospecciones fantasiosas que lo ubicaban como futuro gobernador del estado.

Los partidos satelitales y sus creadores tienen un presente y futuro muy complicado, pues ya no van a vender tan fácilmente la falacia de que profesores, administrativos, intendentes y jóvenes de bachillerato o universidad dirigirán su sufragio hacia donde señala el dedo índice de líderes pertrechados en el Comité Central y delegaciones del SNTE, frentes estudiantiles o nuevas alianzas inexistentes. Claro que habrá algunos que continuarán adquiriendo los espejos de Hernán Cortés por ignorancia o presión, pero cada vez serán menos los políticos, gobernadores, legisladores y funcionarios de Estado que sigan entrampados con el petate del muerto que todavía hace creer que el magisterio controlado por la “maestra Gordillo”, por ejemplo, es factótum que inclina la balanza político-electoral en cualquier punto geográfico de México. Con los fracasos gubernamentales de Fox Quezada y Calderón Hinojosa resulta evidente que la discípula de Carlos Jongitud Barrios produce mucho ruido, pero sólo ofrece exiguos resultados. B.H.G. Ω

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