ANÁLISIS POLÍTICO Y SOCIAL, MANEJO DE CRISIS, MARKETING, COMUNICACIÓN Y ALTA DIRECCIÓN

Este es un espacio para conceptualizar, analizar, efectuar crítica y proponer estudios sobre política aplicada, marketing, comunicación, educación, métodos aplicados, alta dirección y proyectos sustentables. Contacto:baltasarhernandezgomez1@hotmail.com, baltasarhg@gmail.com

martes, 26 de octubre de 2010

UNA RADIOGRAFÍA DE LAS ELECCIONES 2011 EN EL ESTADO DE GUERRERO, MÉXICO


RADIOGRAFÍA DE LAS ELECCIONES EN GUERRERO 2011: entre la violencia y lo mediático.
Por Baltasar Hernández Gómez.


Cruzando la zona limítrofe del análisis prospectivo que avizora un proceso electoral muy reñido entre Ángel Aguirre Rivero (candidato de la coalición PRD, Convergencia y PT) y Manuel Añorve Baños (candidato del PRI), las campañas en Guerrero serán un laboratorio político y campo de batalla donde se implantarán tácticas de posicionamiento territorial y mediático que distan mucho de seguir los manuales filosóficos y normativos para aterrizar teorías y modelos políticos en la realidad: la realpolitik, o sea, el pragmatismo de la política llegó para quedarse, pues lo que está en juego es el poder para los próximos años. La trascendencia de la coyuntura radica en que la entidad, al igual que el estado de México, va a ser punta de lanza para el diseño de novedosos paradigmas de operatividad y manejo organizacional para asegurar escenarios confiables en 2012 para el PRI y las alianzas que se logren concretar.

El enfrentamiento no será entre ex-amigos/aliados/parientes/correligionarios, sino entre grupos que se disputan su futuro político por medio de sacar a relucir prácticas probadas y otras de nuevo cuño para captar y retener el mayor número de votos en los 81 municipios del estado. Esta meta presupone que el duelo será violento, pero no sólo por el golpeteo [físico, verbal o psicológico] que puedan infligirse ambos contendientes o sus equipos de trabajo, sino por tres elementos que permean el escenario regional: 1) El tenor comunicacional impuesto por Añorve Baños y sus promotores está basado en el exterminio de lo que representa Ángel Aguirre y adherentes sin importar que en ello se diezme la participación y fe de la ciudadanía y organismos no gubernamentales por la democracia; 2) La contienda está inmersa en una esfera de miedo, toda vez que la escalada de crímenes regionales son perpetrados con métodos tan horrendos que ni a los asesinos de Chicago, Nueva York, Tokio o Sicilia se les hubiera ocurrido hacer, anteponiendo signos de terror; y 3) La crisis endémica entremezcla factores aleatorios que pueden ocasionar el resurgimiento de animosidades por parte de grupos subversivos y ciudadanos que se sienten traicionados por el sistema político que, entre otras cosas, acabó imponiendo un modelo procedimental, que dota de fuero e irresponsabilidad a los gobernantes y legisladores.

En los dos últimos meses de 2010 y primer semana de enero de 2011 habrá una oferta mediática excesiva; de reuniones tras bambalinas entre grupos financieros, políticos, civiles y clericales, para poner muy en claro el acento en los intereses que obtendrán para continuar con el status quo; de compra de consciencias y votos por medio de despensas, reparto de dinero y agua en contenedores; de presiones en la administración pública y privada, para que voten por la preferencia del patrón; de bombardeos inmisericordes en televisión, prensa, radio e internet, así como volantes, trípticos y panfletos de todo tipo para confundir a votantes firmes o potenciales hacia una u otra opción.

Añorve Baños ya tiene dos meses poniendo las fichas del dominó político en el tapete de las discusiones en petit comité, así como en los mensajes discursivos y flashes que aparecen en la mayoría de los medios impresos y electrónicos que ha podido poner de su lado, a partir de la gestión monetaria que se despliega en la oficina de comunicación social del ayuntamiento de Acapulco [en este año el monto para publicidad, marketing gubernamental y culto a la personalidad de Manuel Añorve fue de 100 millones de pesos, cantidad que representa el 6.5% del presupuesto global autorizado. Dicho monto –paradójicamente- es el mismo que va a ser solicitado como empréstito emergente para solventar supuestamente problemas financieros de las dependencias gubernamentales. Esto con la anuencia del mayoriteo de los regidores pertenecientes al cabildo porteño].

La “grilla” y el “complotismo” desatados por heraldos de la conspiración y el disturbio premeditado, que levantan polvo para conseguir mayores ganancias, están penetrando la percepción de varios núcleos poblacionales, instaurando la idea de que habrá una campaña plagada de falsedades y triquiñuelas. Queda al descubierto que lo menos importante para el PRI y su emisario es el bienestar para todos, porque su mandato irá encaminado a la repartición de plazas municipales, delegaciones federales, diputaciones, senadurías, concesiones de negocios y construcciones, entre otras cientos de canonjías que vuelven inmensamente millonario a cualquiera de la noche a la mañana; lo cual genera desde ahora rechazo.

Manuel Añorve Baños y los priistas ambicionan recuperar Guerrero y su influencia, privilegiando el rescate de: A) Los 63,794 kilómetros cuadrados de superficie que tiene la entidad, que equivale al 3.2% de la extensión total de la nación; B) El grueso del padrón electoral de la entidad que está compuesto por un poco más de 2 millones cuatrocientos mil ciudadanos registrados, que representan el 2.9% del listado nacional, y C) La importancia geopolítica que tiene porque sus colindancias ensamblan al estado de México, Michoacán, Oaxaca, Morelos y Puebla, que son centros de control socioeconómico para cualquier partido, pero muy en especial para el PRD y PRI.

Los impulsores de Manuel Añorve Baños saben perfectamente que se juegan el todo por el todo para reconquistar el poder en la entidad, exigencia que suponen volverá a proporcionarles dividendos políticos, de influencia social y atesoramiento de cientos de millones de pesos, en virtud de que tendrían la llave maestra para acceder al cofre de recursos públicos y, al mismo tiempo, la promoción de negocios particulares en tierra, mar y lagunas, concesiones en bienes y servicios, compras al mayoreo de materiales para el gobierno, préstamos a fondo perdido, etc. No obstante que los resultados electorales de 2009 demuestran que los tres principales partidos [PRI, PRD y PAN] tuvieron una disminución de votos en relación a pasadas contiendas: el PRD perdió 152 mil votos; el PRI disminuyó 34 mil votos y el PAN mermó su capital político en 23 mil votos, el partido tricolor se situó por encima del partido negro-amarelo en diez puntos porcentuales, por lo que vaticina escenarios de triunfo indiscutible para 2011. Sin embargo, las condiciones no permanecen inalterables, pues en los 19 meses que Manuel Añorve gobernó Acapulco dejó una estela de agravios, divisiones, obras incompletas y manejo oscuro de las finanzas públicas (que entre otras cosas produjo un sobreendeudamiento de 700 millones), tatuando el sello de ineficacia, derroche, desatención y soberbia en su figura y, por ende, la de su partido.

Acapulqueños y guerrerenses de las siete regiones del estado saben ahora que si el abanderado priista llegara a tener una mínima posibilidad de victoria, arribarán políticos de antaño y otros que se han sumado por interés y amiguismo, los cuales son identificados como personas non gratas, debido a que han sido señalados como partícipes en actos de corrupción, nepotismo, malversación de fondos, peculado y represión. Es por esto que en el imaginario colectivo quedó perfectamente definida la consigna de no permitir que vuelvan episodios infames de enriquecimientos inexplicables, que luego se materializan en mansiones, autos lujosos, joyas, objetos de arte, cuentas bancarias en Suiza o Bahamas y propiedades en el país, Europa y Estados Unidos.

El laboratorio añorvista/figueroista/renéjuarista requiere ser entronizado en Casa Guerrero, a fin de que se continúen practicando procedimientos truculentos en el manejo de presupuestos públicos, convenios con el sector empresarial afín, adquisición de bienes inmuebles, consumibles, servicios diversos, obra pública, expropiaciones de terrenos con gran valor comercial y puestos de elección, entre otros cientos de actos deshonestos, para así recuperar el capital perdido durante 6 años de gobierno no priista a nivel estatal y otros tantos en el ámbito municipal. En este juego perverso de retornar al poder, las cifras que venden algunas firmas encuestadoras, como son los casos del Gabinete de Comunicación Estratégica y Mitofsky quieren erigirse como sonidos de fanfarria anticipada para los priistas, pues conjeturan que el PRI puede ganar la elección sin problemas de gran calado. Aunque los datos de las elecciones 2008 en Guerrero y 2010 en catorce entidades de la República Mexicana indican un alza para el Revolucionario Institucional y una posible intencionalidad de voto para su candidato en el estado, tal aseveración no está libre de refutación, en virtud de lo siguiente:

1.- La aparente direccionalidad de voto hacia el PRI no tiene que ver con su “reinvención” como partido preocupado y ocupado por las causas sociales, sino con la baja provocada por dirigentes, militantes y agregados a las filas del PRD y del PAN, que llegaron a puestos administrativos y de elección popular, traicionando el sentir y la confianza social. Desde esta perspectiva Aguirre Rivero está desmarcado del carisma ineficaz, tenebroso, arrogante y alejado de la sociedad, debido a su labor de perfil [no pretencioso] en los tres años que fungió como gobernador sustituto (1996-1999) y a los trabajos hechos en el Senado. Esto probablemente le sumará un número importante de sufragios para enero 2011, pese a la guerra de baja intensidad y propaganda negra de añorvistas.

2.- Si fuera cierta la premisa de que en este momento el PRI está en la cima de las preferencias electorales, también lo es que el PRD conserva una parte substancial de partidarios y simpatizantes que, sumados con priistas inconformes por la imposición de Manuel Añorve, convergencistas, petistas, panistas y panalistas, pueden inclinar la balanza a favor de Ángel Aguirre.

3.- La pésima gestión de Manuel Añorve al frente del ayuntamiento de Acapulco es la cereza que corona el pastel de merengue desinflado, pues en su trotar por el municipio no sumó, sino por el contrario, restó voluntades y apoyos, debido a que su actuación lo ha puesto como uno de los peores gobernantes locales, toda vez que no cumplió con las promesas de campaña, principalmente en lo que respecta al abastecimiento de agua potable, la cual tiene meses sin llegar con regularidad y calidad a colonias populares, fraccionamientos, hoteles, restaurantes, centros comerciales, escuelas y negocios mercantiles. En la segunda semana de octubre, Añorve le echó la culpa de dicha contrariedad a las compañías contratadas para resolver el problema de surtimiento, cuando en realidad él omitió inyectarle dinero y recursos técnicos. Lo anterior, restará un cúmulo de sufragios para el PRI, que serán reubicados para Aguirre Rivero.

4.- El apoyo de la denominada “clase política priista” hacia Añorve Baños sólo imprime la idea de que existe unidad en la cargada institucional de los dinosaurios, así como la presunción de que habrá voluminosos recursos y artimañas vinculadas a su campaña. Más allá de la fotografía de Manuel Añorve con ex–gobernadores, Enrique Peña Nieto, Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes y políticos regionales como Héctor Astudillo y Héctor Vicario, los opositores al tricolor y principalmente la sociedad civil no organizada reconoce que con estos impulsores, Añorve será más de lo mismo, pero enmarcado en un formato remasterizado que causará muchos daños al bienestar social, económico y político de los guerrerenses.

La intensidad de las campañas oficiales, los debates, preferencias, fobias y reacomodos que se vivirán en las calles aumentarán en forma exponencial, lo que representa para el PRI y su candidato Añorve Baños el caldo de cultivo para la utilización de técnicas de provocación, con el propósito de estimular un clima de inestabilidad y temor en la población. El escenario primigenio que ideó Manuel Añorve, desde que quiso alcanzar la presidencia constitucional de Acapulco no se concretó, ya que en lugar de construir una plataforma consolidada que lo posicionara con un capital político elevado y una imagen de gobernante efectivo en el lapso comprendido de 2009-2010, se condujo como candidato anticipado, sediento de poder y gloria. En lugar de sumar sustentos ciudadanos estuvo enfocado a tejer concertaciones cupulares, pasearse en colonias y foros, así como mercadearse en los mass media, lo que terminó siendo una disipación de fuerza y una larga cadena de errores, atropellos y enconos, que refuerzan todos los días quienes viven en Acapulco.

El gobierno que dejó a la deriva Añorve Baños y que puso en manos de su incondicional José Luis Ávila Sánchez para tapar los hoyos negros que dejó en la tesorería acapulqueña, no le acarreó un “padrinazgo regional”, sino una mayor dependencia de los grupos priistas dominantes, lo que produjo que sea visto como un político del desastre, poniéndolo en estos momentos entre la espada y la pared, en virtud de que no hizo absolutamente nada por la prosperidad del municipio, sus habitantes y visitantes (nada de obra pública con impacto social y productivo, nada de programas de fondo para incentivar trabajo y nada de promoción turística). La cercanía de Manuel Añorve con la función pública lo desgastó al grado de perder el norte en la brújula y si a esto se le agrega el reciente apego con las cabezas de los clanes políticos del estado, está convertido en el foco del repudio y suspicacia social: el lema de su campaña 2008, “Tiempos Mejores”, nunca se materializó, lo cual generó que la sociedad se sienta burlada.

Ni cómo le haga para arrancarse el estigma de administrador incompetente, que careció de capacidad para enmendar -por lo menos- los problemas de infraestructura urbana y rural. La gente que lo rodea, que vive en las vitrinas de cafés, como decía en vida el decano del periodismo guerrerense, mi amigo Carlos Ortiz, lo tratan de defender sin fundamentos, porque en ello les va la oportunidad de evitar más años de ostracismo y pobreza (tal y como sucedió en el periodo comprendido de 1999 a 2009). Lo cierto es que ninguno ofrece liderazgo ni atracción de sufragios contantes y sonantes.

Los pregoneros de Añorve Baños aseguran que en Guerrero no se repetirá el efecto Malova (acrónimo de Mario López Valdez, gobernador electo de Sinaloa, quien ganó las elecciones de mayo pasado, a través de la unidad política de partidos opositores al PRI) y que Aguirre Rivero no tiene el empuje necesario para desplazar los cientos de millones de pesos que están invirtiendo los grupos priistas en la campaña añorvista. Afirman que van a destrozar a Ángel Aguirre y a sus seguidores por medio de la división, intimidación o compra de consciencia y que al final la ciudadanía olvidará eventos como Aguas Blancas, corrupción ominosa y represiones de las dos pasadas administraciones estatales priistas, para hacerla que piense enajenadamente en el verde pistache con el que se visten Manuel Añorve, familiares, amigos y cómplices de la nombrada “Operación Traición Ometepequense en Acapulco”.

Posdata 1:
Un lector anónimo puso en mi blog “Respetuosamente, pus qué le hizo Manuel Añorve” a lo que contesté que nada en lo personal ni profesional, sin embargo, quiero dejar muy claro que sí hizo muchas cosas negativas hacia mi persona y a los cientos de miles de acapulqueños que sufrieron percances físicos y deterioros en sus automóviles al caer en baches. Sí perjudicó a miles de familias al no contar con agua para asearse, cocinar y lavar. Sí puso en verdaderos aprietos a quienes van a los mercados y encuentran inseguridad, robo de aceras e inmundicia por doquier. Sí arruinó a los acapulqueños al dar manga ancha a policías y tránsitos que piden –sin recato alguno- dádivas obligatorias para el almuerzo o pago de mensualidades de autos nuevos. Sí afectó a estudiantes, amas de casa y ciudadanía en general cuando olvidó ofrecer protección y seguridad en calles sin alumbrado público ni módulos de atención y vigilancia.

Sí afligió a comerciantes, hoteleros, restauranteros y discotequeros que no vieron ningún tipo de promoción turística para siquiera sostener sus negocios y las fuentes de trabajo que generan. Sí dañó a los acapulqueños al ejercer los presupuestos financieros con absolutismo y discrecionalidad, favoreciendo las arcas de sus funcionarios, familiares y amigos, lo cual dejó sin recursos a cientos de productores agropecuarios y acuícolas y a miles de acapulqueños sin programas, obras y servicios con sentido social, porque destinó mucho dinero a promoción institucional y personal.

Posdata 2:
A todas las personas que han mostrado su preocupación sobre un probable exilio, derivado de mis trabajos de análisis político, que claramente no están apegados a la vertiente oficialista de Manuel Añorve, les comunico que no estoy pensando en desterrarme de mi Acapulco si éste llegara a la gubernatura. Al contrario, no cejaré en expresar públicamente mi opinión, porque soy un férreo defensor de la libertad de expresión y el derecho a la crítica. B.H.G. Ω

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martes, 19 de octubre de 2010

ACAPULCO: pasado y presente.......partir de la localidad para adentrarnos en la universalidad.


ACAPULCO: PASADO Y PRESENTE.
Por Baltasar Hernández Gómez


A pesar de que la crisis socioeconómica parece estar enraizándose en la intimidad moral y espiritual de los mexicanos es necesario reforzar -en la parte humana de la sociedad posmoderna- el sentido de pertenencia por la patria chica. Es por esto que Inicio de lo particular del terruño, para después tener certidumbre para abordar la nacionalidad y la universalidad. Para sentir a alguien o algo como nuestro es imprescindible creer en ello y por esta razón los que nacimos, crecimos, los que radicamos y los que ya se fueron de Acapulco debemos tener presentes las razones y pasiones por las que sentimos apego a la porción de tierra pródiga que nos vio nacer.

Muchas administraciones emanadas del PRI, del PRD y luego otra vez del PRI, se encargaron de minar los recursos naturales, sociales, el urbanismo y la sensibilidad de este suelo enmarcado en sol, playa, arena, vegetación e infraestructura turística, pero también el modo sui géneris de ser y estar, entre tropical y cosmopolita, de sus habitantes. A pesar de todo algo positivo en el interior de los acapulqueños de bien aún se mantiene a flote. Hablaré de entrada del sensus que predomina en las personas que han vivido en Acapulco y que las hace sentir añoranza por lo que se fue y tener expectativas para vivir con visión de futuro. Esa nostalgia invita a que el color dorado regrese para no irse jamás.

Por estos sentimientos creamos y recreamos nuestra existencia y entonces…….Somos la brisa marina que nos inundó los pulmones al venir al mundo en las manos de una partera confiable, en un cuarto de la CROM, Sagrado Corazón de Jesús, San Felipe de Jesús, Centro Médico, IMSS o ISSSTE. Somos el rayo de sol de oriente que penetró en los ojos cada amanecer de verano. Somos el ocaso de Pie de la Cuesta que anunciaba el final de un día más. Somos fragmentos de cada familia que construyó bajareques y casas en las inmediaciones de la playa. Somos el sabor al aporreadillo mezclado con morisqueta blanca, que comíamos al volver de la escuela. Somos el saludo costeño que se da sin cortapisas a los que nos encontramos en la calle.

Somos el baile cadencioso incitado por un bongo imaginario tocado por manos negras y mestizas. Somos la enseñanza de la abuela que nos repetía que al ser jóvenes teníamos la mitad de la belleza ganada. Somos el aplauso y el regaño de los padres que nos insistían en que debíamos prepararnos para cuidar el futuro. Somos la fragancia a coco, icaco, mango, almendra, tamarindo y guayaba de las huertas y lugares que permanecían despoblados a lo largo y ancho de lo que ahora son avenidas asfaltadas.

Somos el primer amor que se metió en las pupilas cuando paseaban trajes de baño reducidos y cuerpos bronceados por el brillo del sol o la luna. Somos la parte silvestre que fue arrebatada por construcciones que bloquearon la vista a la bahía de Santa Lucía. Somos la voz del nevero que anunciaba helados bañados con mermelada de fresa, haciendo creer que era delicioso excremento de gaviota. Somos la visita al panteón de San Francisco o las Cruces los días de muerto, para llevar los platillos que le gustaban a los seres queridos que se fueron de este plano material.

Somos la risa del niño mulato, de la viejita con rasgos orientales y la blancura de criollos que mostraban los dientes al decir ¡Arajo la gente! (expresión coloquial para expresar que las personas de la costa tienen una diversidad de pensamiento). Somos el sonido del mar que penetró en los oídos a través de un caracol. Somos el clavado de la Quebrada y los chapuzones de niños pidiendo monedas en la orilla del Malecón. Somos el pez vela colgado en un malacate improvisado para la fotografía del recuerdo. Somos el ceviche de pez sierra con jugo de jitomates, cebollas, chiles verdes, jugo de naranja, limones, chícharos, zanahorias y cilantro.

Somos los partidos de fútbol en la playa que dejaban las piernas rozadas por la arena. Somos el chapuzón en playa Hornos y Manzanillo un domingo al mediodía. Somos el agua de coco combinada con el medicamento “estomaquil” para purgar empachos digestivos. Somos los cerros inhabitados que guarecían de ciclones. Somos la imagen del burro de la Roqueta tomando una cerveza fría de la mano de una rubia americana. Somos las ámpulas provocadas por cruzar la avenida Costera a las doce del día, para demostrar fortalezas y alegrías. Somos el ondear de la bandera en las inmediaciones del parque Papagayo.

Somos las idas al cine Río, Bahía, Tropical, Variedades y Hornos en las matinés de los domingos. Somos el río del Camarón que traía en su corriente peces que podían capturarse con una camiseta. Somos baile y “ligue” de visitantes en las discotecas Le Dome, UBQ, Armando´s Le Club, Bocaccio, Oui y Jackie´O. Somos el raspado de nanche comprado en la esquina de la avenida Cuauhtémoc y Humboldt. Somos el coctel de frutas y las quesadillas de papa que vendían mujeres requemadas por el sol. Somos el antojo del chicharrón que traían cargando frondosas morenas de La Sabana. Somos el paso del río de Aguas Blancas por unas tablas unidas con hules, antes de que lo tapara la “Vía Rápida”.

Somos el globo rojo pintado con la carita de gato bigotón que nos regalaron al salir de la catedral. Somos el muñeco de plástico duro que nos obsequiaron después de cargar la compra del mercado. Somos el chilate, las enchiladas rojas y el tamal “nejo” que comíamos en los festejos familiares. Somos la mirada fija en las tejas rojas de la casa de la abuela. Somos la palmera cargada de cocos maduros doblándose ante el embate de un vendaval. Somos lo que somos por los flashes del ayer que perduran en cada célula regenerada de nuestro cuerpo, acompañados de olor, sabor, sensaciones y color.

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Y efectivamente somos esto y más, sin embargo, lo que es deseable que seamos es complicidad muda ante la inmundicia material y espiritual que se ha apoderado de buena parte de Acapulco y los acapulqueños…………………. Por tanto, no seamos testigos de la corrupción que enriquece a políticos y gobernantes, dejando arcas vacías y deudas impagables, mientras que sus residencias rebozan de lujo. No seamos más las colonias sin agua ni alumbrado donde asaltan y matan sin protección pública. No seamos seguidores de políticos que ahora quieren llegar a una regiduría, luego a diputación, para finalmente enfilarse a la presidencia municipal o gubernatura.

No seamos un pueblo bravío sólo en estrofas de canciones populares, mientras en la realidad seguimos siendo ciudadanos resignados que permitimos que los cínicos, desalmados y canallas abusen del poder. No seamos observantes de la contaminación que flota en las aguas del mar. No seamos una sociedad temerosa, mientras los gobiernos esconden su ineficacia y falta de voluntad para resolver los problemas de seguridad.

No seamos una juventud que se alcoholiza en la Quebrada y el perímetro del parque Papagayo. No seamos una ciudad de desesperanza, recluida ante hechos violentos y servicios públicos deficientes o inexistentes. No seamos un puerto donde al turista y visitante se le niega calidad y calidez. No seamos un pueblo rodeado de elecciones cada tres y seis años donde los sinvergüenzas se muestran como salvadores y renovadores de la democracia y el bienestar.

No seamos depositarios de reparaciones de calles, luminarias, cauces de ríos que se dejan a medias o que no tienen sentido alguno de ser, más que enriquecer a constructores y a quienes los contratan a nombre de todos. No seamos la jungla de camiones urbanos y taxis que atropellan niños, adultos y ancianos cuando se atreven a cruzar una avenida. No seamos víctimas del desdén y la voracidad de funcionarios que cobran por su trabajo en oficinas municipales. No seamos partícipes de los agentes de tránsito y policía que atracan con el permiso de sus superiores. No seamos otra vez las bajezas, olvidos, omisiones e irresponsabilidades que maximizaron los desastres provocados por el huracán Pauline. No seamos encubridores de más presidentes desaforados por malos manejos o de aquellos que piden licencias para buscar nuevos encargos a nivel estatal o federal, que abulten sus carteras y currículum vitae.

No seamos una ciudad repleta de lugares donde existe trato de blancas, bares, cantinas, centros de prostitución y negocios de máquinas electrónicas que violan la intimidad de niños, jóvenes y adultos. No seamos el puerto donde edificios, casas y negocios se asientan en zonas prohibidas que deterioran el medio ambiente.

¡Rescatemos Acapulco! porque al rescatarlo nos rescatamos a nosotros mismos, salvando al estado, al país y al mundo entero. Los recuerdos nos ayudan a reafirmar identidad y pertenencia, pero además deben servirnos para encontrar nuevas perspectivas que nos hagan cambiar para ser mejores en el ámbito material, cultural y espiritual. B.H.G. Ω

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lunes, 11 de octubre de 2010

LAS CANALLADAS DE MANUEL AÑORVE BAÑOS: a donde llega revuelve el río.


LAS CANALLADAS DE MANUEL AÑORVE BAÑOS
A donde llega revuelve el río.
Por Baltasar Hernández Gómez


El pasado 4 de octubre los medios impresos de mayor circulación en Acapulco dieron a conocer los resultados de una encuesta realizada por la empresa Mitofsky donde Manuel Añorve Baños [presidente de Acapulco con licencia indefinida para contender por la gubernatura del estado de Guerrero en este año por el PRI] lleva ventaja porcentual sobre su principal opositor: 36.6% para Añorve Baños y 24.7% para Ángel Aguirre Rivero. Sin embargo, el levantamiento efectuado durante los tres últimos días del mes de septiembre por la controvertida compañía dirigida por Roy Campos en 120 puntos distritales, no refleja las verdaderas condiciones político/electorales prevalecientes en la entidad. El termómetro del sondeo soslaya los grados de decepción e incredulidad que tiene la sociedad civil ante los agravios socioeconómicos provocados por la llamada “clase política” y la ineficacia de gobernantes y legisladores.

Hasta el momento Añorve Baños se enfunda en las ganancias electorales de su partido en el mes de mayo pasado, que tonificaron el abanico priista de gobernadores y legisladores a lo largo y ancho de la República, así como también en el remolino de discursos que abordan un variado catálogo de temas: desde el ataque burdo a su oponente más fuerte hasta la estrategia subliminal para infundir en la ciudadanía la creencia de que Guerrero será un lugar de “Tiempos Mejores y con calificación de 10”. No obstante el derroche de recursos financieros, técnicos y humanos para posicionar al abanderado del PRI, cuando la campaña de Ángel Aguirre Rivero [candidato por la coalición PRD, Convergencia y PT] alcance su punto de estabilidad y crecimiento no sólo se emitirán amenazas y peroratas por parte del enjambre de arribistas que defienden vehementemente a su heraldo, sino en paralelo, saldrán a la luz la serie de polémicas actuaciones -por decir lo menos- cometidas por Manuel Añorve en su paso por la administración pública.

Muchas de las flemas que ha expulsado hacia arriba en su gira proselitista caerán por su propio peso, en virtud de que olvida que, en la praxis política mexicana, “los políticos deben tener mesura al hablar públicamente y mantener sus debilidades guardadas en baúl sellado”. La victoria obtenida por el PRI en las elecciones 2008 en Acapulco otorgó 73 mil 767 de sufragios a Manuel Añorve, cifra suficiente que destronó al PRD (partido que había tenido 3 trienios consecutivos al frente del gobierno municipal). Este número no representa condición sine qua non para aseverar que Guerrero será coloreado de verde, blanco y rojo, ya que el mérito no fue únicamente del Revolucionario Institucional o de él mismo, sino de las contrariedades del PRD e ineptitudes de la última administración municipal presidida por Félix Salgado Macedonio, así como por la carencia de organicidad estructural del partido Convergencia, que fue un importante receptáculo de votos provenientes de la sociedad civil, pero que no logró consolidarlos en apoyo vivo.

La salida de Ángel Aguirre de las filas del PRI puso en jaque las planificaciones anticipadas de “carro completo”, que anticipaban la llegada de Añorve & Company a Casa Guerrero. Por esto mismo el figueroismo, renejuarismo y grupos satelitales insisten en atacar ad homine al triple abanderado, Aguirre Rivero, así como a los organismos políticos, sindicales y civiles, priistas disconformes y líderes sociales que todavía no dan la cara abiertamente para rebelarse contra la imposición cupular a favor de Añorve Baños.

Hay que resaltar que Manuel Añorve debe mucho de su resurgimiento político al desencanto de perredistas, gente progresista, miembros de la sociedad civil no organizada y partidos aliados, que fueron abatidos por un sexenio claroscuro, por las constantes pugnas intestinas para conseguir puestos de elección, canonjías burocráticas, invasiones de predios, por la redistribución de plazas para el comercio ambulante, etc.; lo cual provocó una baja considerable de apoyos hacia el PRD y a todo lo que “huela” a actividad política. En Acapulco sucedió que, en aras de no volver a tener contacto con filibusteros y tribus caníbales de la autodenominada “izquierda” muchas personas optaron por el abstencionismo, o bien, volcaron su preferencia al partido que consideraron menos dañino. Así pues, en 2008 muchos votantes cruzaron el logotipo del partido con los colores de la bandera nacional, que promueve a corsarios de la política, disfrazados de hermanitas de la caridad con sotana verde. ¡Ni para quejarnos!, pues esto forma parte del juego de la democracia procedimental avalada por los tres poderes de la Unión, IFE e institutos estatales.

No se debe olvidar que la historia de Añorve Baños está íntimamente ligada a la carrera de Aguirre Rivero, quien fue hasta el año pasado su principal motor de acomodo político-social. El exgobernador le abrió las puertas dándole resguardo y trabajo, como por ejemplo: la subsecretaría de Trabajo; delegación estatal de Banobras; primera sindicatura de Acapulco; dirección general de Capama; secretaría de Finanzas de su gobierno interino, cuando Rubén Figueroa Alcocer dejó el cargo por el caso de Aguas Blancas; la alcaldía en Acapulco sustituyendo a Juan Salgado Tenorio (destituido por su irresponsabilidad ante la tragedia provocada por el huracán Paulina); asesoría en la Cámara de Senadores y la candidatura a la presidencia de Acapulco en 2008.

Ángel Aguirre recibió como pago la perfidia de su pupilo, ya que a finales del mes de agosto de este año llamó a Aguirre Rivero traidor, asegurando que “hubo un senador que dijo que estaba bien que el candidato tricolor fuera Manuel Añorve y que después se echó para atrás”. Mientras Aguirre Rivero le ayudó todo fue una continua toma de fotografías para el recuerdo, sonrisas y expresiones como “el Jefe mayor”. Cuando creyó volar con el respaldo de miembros prominentes del PRI nacional lo enfrentó, llamándolo renegado, volteapatrás e interesado…….Por eso es cierto el dicho “cría cuervos y te sacarán los ojos”.

El pasado no se olvida: un gran número de ciudadanos ha sido enfrentado a una campaña ideológica de distorsión y desinterés, que trata de borrar la memoria histórica, sumiéndolos en alienación y actuación pasiva. En cuanto a la trayectoria de Añorve Baños muchos quieren eliminar la remembranza que en 2001, el actual gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, dijo públicamente: “hay muchos delincuentes que no han ido a parar a la cárcel y que saquearon el puerto de Acapulco”, haciendo referencia directa a Añorve Baños. Esta aseveración no quedó en simple palabrería, pues en agosto del mismo año denunció, a través de la averiguación previa 266/AI/2001, al entonces expresidente interino Manuel Añorve por el delito de peculado al realizar la comprobación de recursos presupuestales enviados por la Federación con obras inexistentes.

La suma estimada del desvío fue de 70 millones de pesos, que sirvieron presuntamente para que Añorve Baños promoviera su imagen en el proceso interno del PRI en la contienda a la gubernatura de 1999, la que finalmente ganó René Juárez Cisneros. Entre abril/1998 y marzo/1999 -prosigue la denuncia oficial- el entonces secretario de desarrollo urbano, obras públicas y ecología, Javier Morales Bougart manejó chequeras en las instituciones bancarias Banamex, Bancomer, Bancrecer, Citibank y Serfín, para efectuar pagos por compra de material para construcción de obras sociales, cuya sustentación fue hecha con facturas apócrifas.

La contestación no se hizo esperar, pues en 2002, a punto de entregar Zeferino Torreblanca Galindo la presidencia de Acapulco a Alberto López Rosas, el entonces diputado federal Manuel Añorve Baños demandó a su antecesor -ante la PGR-, argumentando que éste y cinco de sus funcionarios cometieron el presunto delito de peculado. El monto calculado fue de 98.6 millones de pesos, así como la falta de comprobación de obras por un monto de 400 millones de pesos más. Añorve Baños sostuvo hace 8 años: “Estamos muy claros que Zeferino Torreblanca Galindo tiene que responder a esta presunción, porque no puede ser posible que en tres años estén por ahí en el aire alrededor de 400 millones de pesos (…) Estamos presentando pruebas de muchos de los soportes que no han sido cubiertos”. Y prosiguió: “No es posible que el señor esté engañando a la ciudadanía, no es posible que diga que está trabajando cuando es su obligación hacerlo y más cuando los recursos son federales (…) Tiene que comprobarlos, tienen que acreditar esta serie de acusaciones de obras fantasma, de presunciones muy claras de obras inconclusas. Tenemos una serie de faltantes en educación, impresionantes, como nunca se ha dado”.

Después de mucho ruido y amenazas lo resultante es inversamente proporcional a las injurias emitidas entre uno y otro, toda vez que en el periodo surrealista que se vive en Guerrero, desde hace un año y nueve meses, los demandados y demandantes que enfrentaron sainetes verbales y físicos, de golpe y porrazo se convirtieron en amigos inseparables, dejándose ver en cuanta gira de trabajo e inauguración de obras dentro y fuera del territorio municipal. Lo comprobable es que las demandas permanecen en un frigorífico.

Mientras las aguas turbias de la inmediatez ocultan las concertacesiones intra y extra PRI, la fila de supuestas transgresiones realizadas por Manuel Añorve permanecen en stand by, como por ejemplo, que en su paso por la dirección de Capama, recibió un empréstito de 100 millones de pesos de Banobras, para el mejoramiento integral de la paramunicipal encargada del agua potable y alcantarillado en Acapulco. Dicha cifra fue el punto de partida de la colosal deuda pública por más de 500 millones de pesos que persiste en este organismo ahora intervenido por el gobierno estatal. Pese a los señalamientos contra Manuel Añorve Baños éste no ha rendido cuentas a las instituciones fiscalizadoras de los tres órdenes de gobiernos y tampoco hay aclaraciones ni desmentidos al respecto.

Cuando Añorve Baños llegó como presidente sustituto en 1997 presuntamente endeudó al municipio para promover su pre-candidatura priista a la gubernatura de Guerrero, enfrentándose con su ahora aliado René Juárez Cisneros. No obstante la denuncia de Zeferino Torreblanca Galindo (referida en párrafos que anteceden), no ha rendido explicaciones, ni parece mortificarle la opinión pública ni las cuentas pendientes al respecto. Hace 13 años fue miembro directivo del Fideicomiso Pauline (que serviría para solventar los desastres provocados por el huracán del mismo nombre) y recibió la cantidad de 1,150 millones de pesos. Del gasto en obras, servicios, materiales de construcción, víveres y otro tipo de apoyos concretos no se sabe aún nada y Acapulco sigue enfrentando muchos de los estragos que se derivaron por el huracán que azotó al puerto, zona conurbada y rural.

De 2009 a la fecha: en 2009 Manuel Añorve volvió como presidente constitucional, en medio de una fuerte impugnación por parte del partido Convergencia y PRD, ya que presumiblemente la votación provino de fraudes en casillas, intimidación de “hombres vestidos de negro”, lo cual restó votos al candidato “naranja” Luis Walton Aburto, quien actualmente es senador de la República y que era catalogado como ganador de dicha contienda; y en su corta administración de 18 meses dejó, entre otras muchas cosas negativas, 700 millones de pesos de deuda (casi 60% del presupuesto de egresos 2010), que ahora tratan de hacer pasar como resabio de la gestión perredista de Félix Salgado Macedonio, quien presumiblemente basificó a más de mil empleados temporales del Ayuntamiento.

De este grosor es la cauda de infortunios, desviaciones, omisiones y visibles dispendios cometidos por Manuel Añorve y su séquito de colaboradores y a esto hay que agregarle la serie de rupturas, traiciones y maldades cometidas en su devenir, entre las cuales se destaca el gasto excesivo de dinero hacia medios de comunicación impresos y electrónicos, que en 2010 alcanzó la suma de 100 millones de pesos. Mucho color verde, muchas obras de cal y pintura, de arbustos ornamentales, de baches tapados con asfalto de pésima calidad, de funcionarios reciclados y señalados como corruptos y testigos mudos en pasadas administraciones, entre otras anormalidades. Pero ni con la estrategia mediática Añorve Baños ha completado favorablemente el adorno de su castillo de arena, toda vez que nunca tuvo tiempo para sentarse a gobernar, limitándose a firmar cheques, aparecer en fotografías, videos y spots promocionales con políticos y gobernantes estatales y federales.

Días antes de abandonar su encargo presidencial, Manuel Añorve fue denunciado por el regidor del partido Convergencia, Daniel Cahua López, por el desvío de aportaciones federales para el combate a la pobreza en la edificación de un puente denominado “Paso Bicentenario”. Dicha denuncia fue presentada ante la Secretaría de la Función Pública con el número de folio 2937578, la cual estipula que el 30 de septiembre de 2009 la mayoría del cabildo municipal resolvió aprobar la propuesta puesta en la mesa por Añorve Baños, para solicitar un préstamo de 218 millones de pesos a Banobras, como adelanto de fondos federales que el municipio debía recibir en enero del siguiente ciclo lectivo. El monto fue otorgado, pero Manuel Añorve lo usó para la adjudicación de la obra del paso elevado, ubicado en la segunda arteria vial del puerto (avenida Cuauhtémoc) a la empresa constructora Servicios y Elementos Preforzados, quien tuvo obras en todo el estado desde los tiempos en que gobernaba René Juárez Cisneros.

El retraso de la construcción, debido a la oposición de grupos civiles, partidos políticos y empresarios de la zona donde se está erigiendo el puente, ha provocado que no sólo se adeuden los 218 millones de pesos contratados con Banobras, sino además 13 millones aproximadamente por concepto de intereses. Lo terrible del caso radica en que esta obra de relumbrón, está siendo sostenida con recursos federales debidamente etiquetados para llevar a cabo obras y servicios en zonas de alta marginalidad. El regidor denunciante aseveró también que a la deuda con Banobras se suman otros 140 millones de pesos, cantidad requerida por la CAPAMA a esta institución bancaria y en la que el ayuntamiento añorvista aparece como aval, en virtud de que la paraestatal no es “sujeto de crédito”, debido a la crisis financiera que sostiene desde hace más de 13 años, que paradójicamente fue el tiempo en que Añorve Baños era su director.

De ahora en adelante: hace apenas tres meses, mediante un informe escrito, el exdirector de Salud de Acapulco, Rafael Aguirre, hermano de Ángel Aguirre Rivero, subrayó que esa dependencia municipal solicitó 15 millones de pesos para combatir el dengue, pero que el gobierno añorvista sólo aprobó otorgar 800 mil pesos y que finalmente sólo radicaron 200 mil. Aún no se conoce dónde quedaron los otros 600 mil pesos autorizados. Además de los recursos “perdidos”, Manuel Añorve se dedicó a promover su imagen de político efusivo con las masas, bailarín en las cientos de fiestas que apadrinó con dinero de la sociedad acapulqueña, como es el caso de las quinceañeras de familias pobres de la zona suburbana y rural del municipio, así como en la profusa dotación de convenios millonarios con medios de comunicación impresos y electrónicos, regalos, despensas, pipas de agua, contenedores de basura, productos para la construcción, etc., que éste proporcionó no solamente en Acapulco, sino en muchas poblaciones en las 7 regiones de la entidad.

Imaginemos el impacto adverso si Manuel Añorve tuviera la oportunidad de alcanzar la gubernatura de Guerrero: la hecatombe y el apocalipsis en su máxima dimensión. Estaríamos observando a los mismos de siempre teniendo para sí el poder de vender o traspasar plazas docentes y burocráticas; expidiendo al mayoreo placas para servicio de transporte público; apropiación de terrenos en las mejores zonas urbanas de Acapulco, Zihuatanejo, Ixtapa, Taxco y predios con alta plusvalía por desarrollo agropecuario en todo lo largo y ancho de la entidad; concesiones de juegos, de construcciones no sustentables en franjas delimitadas de la costa; compras a compañías que dejen el 10 ó 15% de participación al contratante; obras públicas y sociales conferidas a constructoras que otorgan jugosos porcentajes al gobierno y aliados; compra de muebles, enseres, víveres, ropa, consumibles para oficina, etc., a empresas familiares o de amistades; repartición de regidurías, diputaciones y direcciones a compadres o recomendados, entre otras atrocidades.

Habría un gobierno de oropel sustentado en lo mediático, pues lo que queda muy en claro es que Manuel Añorve sabe muy bien para qué sirven los millones de pesos del erario público. Se siente el centro del universo local: [L'État, c'est moi = el Estado soy yo, consigna atribuida al rey de Francia Luis XIV]. No quiero pensar a un estado pobre, prendido de alfileres con un gobierno demagogo rodeado de obras y servicios populistoides, pero excelentemente presentado en imágenes y sonidos a través de programas especiales, reportajes y entrevistas en radio, prensa, televisión e internet. No quiero pensar en un gobierno encabezado por un sujeto infectado de la enfermedad del poder. Quienes han tratado en persona a Manuel Añorve, quienes conocen sus perversos movimientos de ajedrez político, quienes saben de sus debilidades carnales y quienes tienen evidencias de sus excesivos gastos personales; saben muy bien que adquirió la bacteria Toxoplasma Gondii que inunda el sistema nervioso central, produciendo secreciones de hiperactividad para hacer de la política pragmática, demagógica y tenebrosa, su modus vivendi.

Lo peligroso del contagio es que su operatividad está basada en provocar el malestar general, pues a Añorve Baños no le interesa un comino tener que pisar, destruir, denigrar y negar a las personas con tal de asegurar una posición de liderazgo político, protagonismo y posicionamiento económico. Manuel Añorve se ha valido de consignas bíblicas, de sermones de presbítero cristiano, de vestimenta verdosa o blanca con reloj de plástico para simular medianía. Va, camina, apapacha, reparte sonrisas, estrecha manos humildes y dota de frases esperanzadoras a personas que requieren hechos y no palabras, concediéndoles actos vacíos, lo que significa pura y llanamente engaño. Lo más infausto es que presuntamente ha utilizado millones y millones de pesos para usos personales y políticos sin tener que dar explicaciones formales. Algunos periodistas que radican en la ciudad de México informaron hace 6 años, en medios impresos de circulación nacional, sobre residencias y propiedades de la familia Añorve Fernández.

Amparado por sermones cristianos él mismo incumple cuatro de los mandamientos contenidos en la Biblia “No levantar falsos testimonios ni mentiras. No robar. No codiciar bienes ajenos y no profesar en vano el nombre de Dios”, ya que en su proceder político ha fallado con consciencia. Hasta la fecha incumple con transparentar el abuso en los gastos por publicidad e imagen personal e institucional (que él aprecia como lo mismo). Esto ha producido que se tenga la certeza de que algo muy sombrío se esconde, ya que por los medios, Acapulco parece no tener problemas, pues nunca se mencionan los grandes atrasos que existen en materia de inseguridad, abasto de agua, reforzamiento de la infraestructura vial, saneamiento de la bahía, recolección de desechos sólidos y los convenios con medios de comunicación, empresarios transportistas, materialistas y vendedores de productos para consumo del ayuntamiento.

Si Manuel Añorve fuera congruente con los postulados que tanto propaga tendría que reconocer equivocaciones propias y de sus colaboradores, como haber permitido la inclusión en nómina de decenas de agentes de tránsito y policía, colocado anuncios y semáforos en los principales cruceros, para luego desconectarlos, a fin de que aparezcan los “nuevos tránsitos”; así como admitir el ingreso de recomendadas y recomendados en diferentes dependencias municipales. Si fuera el hombre de bien que presume ser atendería las críticas para el mejoramiento de la dinámica del gobierno local, pero sobre todo, admitiría desviaciones para su corrección.

Más allá de presunciones, lo que se ha visto y sentido resulta suficiente para afirmar que a donde llega Manuel Añorve Baños revuelve el río. Oscurece el entorno con divisionismos y alianzas perversas con amigos o enemigos, según sea su propósito coyuntural. Hace que exista una alta carga perceptiva de corrupción, o por lo menos, de estar permitiendo actos deshonestos en el manejo de recursos financieros, materiales y humanos. Se pelea con quienes no piensan o actúan como él. Construye escenarios afines o adversos, para crear símbolos de control y equilibrio, o bien, de peligro inminente, de acuerdo a sus metas de corto o mediano plazo. Cree que el arte de gobernar es técnica para conseguir más y mejores prerrogativas. No le importa dejar en la vera del camino a familiares, amigos o aliados si con ello logra asirse de una nueva cuerda para seguir ascendiendo. B.H.G. Ω

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lunes, 4 de octubre de 2010

INCONGRUENCIAS DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS DEL ESTADO MEXICANO EN SITUACIONES NORMALES Y CASOS DE DESASTRE


LA INCONGRUENCIA DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS DEL ESTADO MEXICANO
EN SITUACIONES NORMALES Y CASOS DE DESASTRE
Por Baltasar Hernández Gómez


Aún cuando es persistente el esquema comunicacional de los agoreros del sistema político de enfilar sus baterías contra analistas nacionales y extranjeros que establecen que el Estado mexicano es un Estado fallido, la realidad está develando con mayor ímpetu las incongruencias del estilo de actuar de los Poderes de la Unión que, con decretos, fallos judiciales, legislaciones coyunturales y programas de corte inmediatista quieren apagar los fuegos que se desatan en la pradera nacional. La interpretación sobre lo que ocurre en el país por parte de la clase dominante está reducida a afirmar que todo lo malo es atípico, es decir, la violencia, miseria económica, depresión moral masiva, fenómenos meteorológicos, desempleo, carencias de servicios y obras públicas, no son situaciones provocadas por las contradicciones del modo capitalista y la corrupción e ineficacia de las instituciones de gobierno; sino desviaciones colaterales que tienen que resolverse en los tiempos que toca llevar la estafeta del mandato procedente de las urnas, que por el modelo político existente se refieren a espacios de 3 y 6 años: diputaciones, senadurías, presidencias municipales, gubernaturas y presidencia de la República, así como otros de más larga duración como los ministerios de la Suprema Corte de Justicia.

Si anteriormente los tres niveles de gobierno, brazos ejecutores del Estado, basaban su permanencia en la práctica de acciones populistas, con la llegada del salinismo, zedillismo y posteriormente las administraciones panistas, el carácter de masa-populista fue dejado por otro de tipo altruista, que se ha impuesto como responsabilidad obligatoria de la sociedad para ayudarse a sí misma. Desde 1992 la nación fue encauzada -de manera forzada por el Tratado de Libre Comercio y otras medidas adoptadas en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari- en la dinámica neoliberal del capitalismo globalizado, que estipula que sólo los más fuertes sobrevivirán y los débiles permanecerán como mano de obra [operativa e intelectual] barata y enajenada. La competitividad surgió como el factor primordial del devenir histórico de los mexicanos, en donde quienes “quieren”, “pueden” o se “preparan” tendrán la posibilidad de seguir escalando peldaños en la pirámide de movilidad. Quienes no lo hagan serán vistos como destinatarios de obras y servicios misericordiosos, para mantenerlos en la depauperización como sujetos útiles para la continuidad del proceso de acumulación de riqueza, la cual beneficia a los propietarios de los medios de producción.

En las décadas de los ochenta y noventa se suscitaron desastres, tales como el terremoto de la ciudad de México, explosión de ductos subterráneos en la ciudad de Guadalajara y huracanes como Gilberto y Pauline, así como la imposición del programa Solidaridad, inaugurándose con ellos una forma novedosa de tratamiento gubernamental: no iba a ser el Estado quien proporcionaría satisfactores sociales, sino la voluntad colectiva, que con sus contribuciones en especie, dinero y trabajo, resolvería la negatividad del ambiente prevaleciente. El paradigma televisivo de concursos y rifas se instituyó en las políticas de Estado, pues al reducirse presupuestos públicos, lo que faltara tendría que emanar de los bolsillos de las familias de clase media y baja. De esta forma proliferaron fundaciones, organizaciones impulsadas por esposas de funcionarios, Teletones e infinidad de cuentas bancarias para almacenar donaciones de todo tipo, sin embargo, el recuento de los daños, la miseria y olvido continúan hasta nuestros días.

Ante la violencia generalizada, el gobierno adjudica millonarios recursos al Ejército y la Marina, procuradurías y policías, dejando muy reducidos los rubros de educación, salud, proyectos productivos e infraestructura pública. Se observa la misma corrupción corporativa y asesinatos, pero eso sí, militares y policías deambulan con mejores vestimentas, equipos y armas para aparecer como propaganda viviente en noticias y desfiles. La sociedad queda en impasse y se le insiste que debe estar preparada para saber qué hacer en casos de tiroteos en escuelas, hogares y lugares de afluencia. Ante los fenómenos climáticos ocurridos en 2010, el presidente Calderón, su esposa, gobernadores de las entidades afectadas, Cruz Roja, grupos civiles, artistas y comunicadores se unificaron para convocar la atención, morbo e interés de millones de mexicanos, a fin de que cooperen con despensas y dinero para supuestamente apoyar a los damnificados. No obstante el despilfarro en anuncios para desviar la reflexión y la ocupación activa y convertirla en expiación, los desastres naturales y sociales son vistos por mucha población como focos mercadológicos para reivindicar presencia institucional, pero no más.

A la sociedad se le dio el rol de observador y donante, mientras que los organismos concentradores aparecen como los héroes del tercer milenio, que ayudan al grueso de la población lesionada en lo físico y espiritual. Es así como la consciencia nacional atiborra bodegas de víveres y acumula dinero en cuentas bancarias, de las que se sabe muy poco en cuanto origen y destino final. El Estado a través del gobierno y las clases pudientes se arremolinan para aparecer en los medios de comunicación anunciando apoyos y estancias, incitando a que “todos” donen un poco de lo poco que les queda. Del Estado de Bienestar (que muchos catalogan como inequitativo y autoritario) se pasó a un Estado Altruista, o sea, de paternalismo puro, que concentra y distribuye a su arbitrio los recursos nacionales en las asignaturas que la clase dominante considera trascendentales para obtener intereses grupales, haciéndolos pasar como valores patrióticos.

En la actualidad aparecen en todos los cuadrantes del espectro social una infinidad de alertas para que la sociedad contribuya, las cuales no son más que solicitudes de limosna perpetua hacia los más pobres [aunque los pobres en México ven a los “otros” como más pobres que ellos mismos, de acuerdo a una encuesta psicológica realizada el presente año por la Universidad Iberoamericana]. Pululan programas televisivos que estimulan a gastar en llamadas de teléfonos móviles para apoyar iniciativas civiles que mucho se parecen a las labores que realizan instituciones religiosas; noticias catastróficas que remiten a la piedad; spots donde el presidente y colaboradores invitan a compadecerse, porque el gobierno, afirman, “no puede ni podrá con todo el paquete”.

¿Cómo es posible que se caiga en el tobogán de la sin razón, ya que al invitar a la compra de víveres se está fortaleciendo la ganancia de cientos de empresas privadas que producen agua, leche en polvo, pañales, aceites comestibles, café, medicinas, ropa, enseres domésticos, comida enlatada, etc.? ¿Por qué dichas compañías no ceden una parte de utilidades proporcionando mercancías a sus fieles consumidores que están en desgracia? Claro que esto no lo hemos visto y dudo mucho que lo veamos en todo su esplendor, ya que los dueños de consorcios no dan paso sin bota, pues para ellos es más factible invitar a la donación, redondeos y aplicar porcentajes ínfimos para causas como el cáncer infantil, vivir enclaustrados en bunkers y autos blindados, desenvolverse en el jet set con opulencia, o bien, habitar en lugares seguros en alguna ciudad segura o isla en el extranjero, pues no entra en su concepción la devolución de una porción de su riqueza a la sociedad que los ha hecho inmensamente ricos. Esto acontece en México y países no desarrollados, pues en los del “primer mundo” muchos empresarios ya interiorizaron que si quieren preservar el status quo deben reintegrar constantemente un porcentaje de lo que recaban por ventas.

Por otro lado, ¿Cuánto depositan de sus exorbitantes salarios los funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno: diputados, senadores, presidente de la República, secretarios de gabinete, gobernadores, ministros del poder Judicial, presidentes municipales, regidores, políticos en campaña, así como dueños de medios electrónicos e impresos, locutores vedettes e intelectuales orgánicos? A lo sumo migajas provenientes de sus prerrogativas o bonos especiales, con el propósito de crear la imagen de personas sensibles, pero hasta ahí. De qué sirve que Cruz Roja, instituciones de beneficencia con nombres rimbombantes, presidentas honorarias del DIF, gobernadores, alcaldes y periodistas se apersonen si no hay soluciones contundentes más que dádivas atenuantes y discursos caritativos para “aliviar” penurias, las cuales son dramas de vida o muerte para miles y miles de familias.

¿Hay que pertenecer a la élite de las fuerzas armadas o ser integrantes de las familias de funcionarios gubernamentales para gozar sin privaciones? ¿Hay que apellidarse Wallace o Martí o tener puestos públicos para vivir custodiados por elementos policiacos y así no sufrir ataques de grupos delincuenciales? ¿Hay que ser candidatos a puestos de elección o comunicadores para estar resguardados en autos blindados y acompañados por personal de seguridad para no sufrir por la inseguridad existente? ¿Hay que inundarnos hasta el cuello y ver que se derrumban nuestras casas para recibir pequeñas dosis de atención social y económica? ¿Es necesario que mueran infantes, jóvenes y adultos para que haya revisión de legislaciones, se apliquen correctamente los recursos públicos y haya castigo a los responsables?

Por ahora la Patria (que debiera decirse el Patria o la Matria, debido a lo masculino de Pater y femenino de Mater) sólo responde con frases motivacionales, juegos pirotécnicos y monumentos no terminados en celebraciones bicentenarias, abrazos misericordiosos, promesas de apoyo y uno que otro reportaje que invitan a lo sentimentaloide. Ya llegará el día de la rendición de cuentas y obviamente lo veremos y sentiremos cuando participemos con convicción -en cada una de nuestras acciones en casa, trabajo, escuela, familia y comunidad- exigiendo lo que es nuestro, lo que nos corresponde por derecho…………………….lo que nos hemos ganado. B.H.G. Ω

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