ANÁLISIS POLÍTICO Y SOCIAL, MANEJO DE CRISIS, MARKETING, COMUNICACIÓN Y ALTA DIRECCIÓN

Este es un espacio para conceptualizar, analizar, efectuar crítica y proponer estudios sobre política aplicada, marketing, comunicación, educación, métodos aplicados, alta dirección y proyectos sustentables. Contacto:baltasarhernandezgomez1@hotmail.com, baltasarhg@gmail.com

lunes, 28 de diciembre de 2009

OUTSOURCING EN MÉXICO


¿HACIA DÓNDE VAMOS?: EL OUTSOURCING EN MÉXICO.
Por Baltasar Hernández Gómez


El término anglosajón outsourcing aunque pareciera nuevo en el rubro laboral no lo es, pues desde hace aproximadamente 2 sexenios se ha venido aplicando en el mercado de trabajo, bajo el amparo de la discrecionalidad, que ha provocado abusos en los trabajadores, evasiones fiscales y omisiones para cumplir con la Ley Federal del Trabajo. Dicha forma de “informalismo contractual tuvo años de bonanza para las empresas especializadas en proporcionar servicios periféricos a muchas empresas, a fin de que se concentraran en sus funciones específicas, la mayoría de las cuales operaron al margen de la Ley Federal del Trabajo.

El outsourcing o empresas de terciarización han tenido un crecimiento importante, toda vez que las empresas encontraron una forma de reducir costos laborales, materiales, técnicos y de ambiente laboral siempre a favor. La contratación de empresas externas permitió que muchas industrias de bienes y servicios ahorren a costa de la reducción de oportunidades laborales directas, desvío de recursos y finanzas, con el dogma de mercado que justifica que la competitividad tiene que enfrentarse con la disminución de costos en nómina.

Por ejemplo, una escuela contrata directamente a su personal docente, pero mucho del personal operativo (guardias, intendentes, mantenimiento, etc.) son subcontratados por medio de las empresas que otorgan outsourcing, lo cual les permite “enfocarse” a sus funciones relevantes, dejando tareas menos sustantivas en manos de organismos que ofrecen dichos servicios. En las fábricas también se aprecia esto, ya que muchas tareas contables, de pago vía nómina, limpieza, mantenimiento de equipo e instalaciones, mejoras en infraestructura, entre otras, son realizadas por las empresas terciarias.

Es evidente que este tipo de prácticas se basan en la subcontratación y la intermediación laboral que se vuelve concreto en empleos temporales y mal regulados, ya que el oficialismo de los hechos ante las instancias gubernamentales no reflejan el impacto de despidos, deficientes salarios y prestaciones y lo referente a los derechos laborales y humanos de miles de trabajadores que “trabajan” para este tipo de empresas de outsourcing. De acuerdo a cifras conservadoras la incidencia negativa en la evasión de cuotas obrero-patronales al IMSS se estima que diariamente hay un desvío de cuarenta millones de pesos. Cantidad bastante importante que no sólo queda en el monto financiero, sino que trasciende al plano de no protección para los trabajadores que trabajan en una empresa, pero dependen de otra para subsistir. Los trabajadores son muchas veces “fantasmas”, obreros de segunda o tercera categoría.

Es evidente que el outsourcing ha funcionado sobre una plataforma de simulación que violenta los derechos de los trabajadores, tocando desde la seguridad social y terminando incluso con el reparto de utilidades, libertad de asociación en sindicato y el irrestricto derecho de huelga. Aún cuando hay una regulación en materia de reclutamiento y selección de personal en este tipo de empresas, muchas de las veces se da su cumplimiento como mera medida administrativa, pues muy poco sirve si la Ley no se cumple a cabalidad. Para citar un caso: la Secretaría del Trabajo tiene registradas unas 300 empresas outsourcing cuando en la realidad operan 10 veces más de estas empresas en el mercado de trabajo.

El outsourcing representa una modalidad de relación laboral y un contrato de trabajo que ha recorrido una senda de ilegalidad y carencia de ética, ya que se aplica al trabajador para que éste no acumule una antigüedad laboral y las prestaciones económicas más importantes que debe recibir por ley, tales como: subsidios por antigüedad, derechos de jubilación, etc. Es un instrumento jurídico laboral con truco para situar a los obreros en una temporalidad siempre indefinida, o sea, contratos de trabajo eventuales con las prestaciones mínimas de Ley, pero liquidándolo inmediatamente después de finalizar cada contrato.

Con esta maniobra legaloide los trabajadores pueden estar años laborando y jamás acumular derechos laborales legales en las empresas privadas contratantes e incluso en muchas dependencias públicas en los tres niveles de gobierno, Aunado a lo anterior, estas empresas terciarias tienen un negocio muy rentable, porque les cobran una comisión a las empresas donde sus trabajadores prestan sus servicios, o bien, trasladan esta cuota a los propios trabajadores (una especie de pre-pago para trabajar).

Ha habido indiferencia de las legislaciones federales y estatales, de un disimulo de autoridades laborales y del permiso por omisión del sector obrero, que desgraciadamente vivimos tratando de resolver los problemas inmediatos de nuestros agremiados, ante la ola de quejas y demandas que se dan continuamente a lo largo y ancho del país. Esta situación específica de reformas a la Ley Federal del Trabajo en lo relativo al outsourcing no puede seguir así, aún cuando ya hay una legislación en este sentido (promulgada el 30 de abril próximo pasado), porque esto haría sentir un mensaje equivocado en México de que hay complicidad para que empresarios sin escrúpulos y voraces violen la Ley laboral.

Nosotros como organizaciones sindicales hemos advertido en innumerables ocasiones sobre las intenciones que tienen afán de gran lucro de empresas nacionales y extranjeras para validar y legitimar ilegalmente estas violaciones a la normatividad laboral, porque sus intenciones quieren reflejarlas en un supuesto desarrollo económico y social del país al aceptar todos los requerimientos del capitalismo globalizado, que en realidad lo buscan crear una desigualdad social que pulverice a la base de la sociedad mexicana más desprotegida, la fuerza laboral de los trabajadores de estratos sociales más bajos.

Es imprescindible que las dependencias públicas del trabajo, como por ejemplo las Juntas Locales y Federales de Conciliación y Arbitraje, el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, los Institutos de Investigaciones Jurídicas de Universidades Públicas etcétera, informen, motiven, vigilen y presionen como sociedad civil al gobierno federal y al Congreso Federal para que haya un estricto seguimiento en el respeto de los derechos de los trabajadores, a efecto de erradicar impunidades e ilegalidades en el outsourcing.

No obstante que el sector obrero organizado de México ha insistido una y mil veces en que se acabe con la simulación del outsourcing, esta subcontratación libera a muchas empresas de problemas de selección, capacitación, uniformes, vigilancia, evaluación, despidos y pagos, para enfocarse en su función prioritaria. Este mecanismo laboral apoya a las empresas a desprender alguna actividad, que no forme parte de sus capacidades principales, a un tercero especializado. Sin embargo, es hora de que haya un control permanente, pero sobre todo que esto permita que los trabajadores “terciarios” obtengan los beneficios y derechos de cualquier trabajador organizado sin menoscabo de las empresas que contratan dichos servicios a otras subrogadas.

Hasta el momento no existe ningún proyecto o planteamiento por la Secretaría del Trabajo que no afecte en gran medida las condiciones de trabajo en el país, sobre todo por las nuevas modalidades del outsourcing, pues se viola la Constitución al afectar los derechos obreros y legaliza múltiples infracciones que ha permitido el Gobierno federal, negando las pésimas condiciones en las que se encuentra la plantilla laboral actualmente frente a la crisis financiera.

El proyecto presentado por Javier Lozano, titular de la Secretaría del Trabajo ante el Senado en febrero pasado avala la tercerización laboral violatoria de la Ley Federal del Trabajo, se reglamenta la contratación sin derechos e incluso se da luz verde para fragmentar el pago del salario mínimo y con lo que un trabajador podría ganar menos de siete pesos por hora, con lo que se condenaría a la peor de las miserias. Así pues, las empresas están reclutando a personal sin contratos colectivos de trabajo, como anteriormente se hacía, lo que deja desprotegidos a quienes buscan trabajo sin importar la edad, niveles de enseñanza escolarizada y un mejor estadio de vida a través de su fuerza laboral (profesional, administrativa y operativa), ya que no tienen ningún tipo de prestación o respaldo en caso de ser despedidos de manera injustificada.

Mientras que gobiernos de corte progresista en América Latina, de la Unión Europea y hasta el recién instaurado gobierno de Barack Obama impulsan la contratación colectiva para salir de la crisis; en México, se busca hundir en la pobreza a los obreros con esta reforma de corte neoliberal. En México se tiene todavía la creencia de que la clase trabajadora debe estar en las más mínimas condiciones laborales para solventar la economía nacional, por lo que en lugar de avanzar se retrocede en la búsqueda por la equidad salarial y la igualdad de clases sociales.

Las reformas a la Ley Federal de Trabajo solucionan en casi nada la problemática que enfrentan las trabajadores y especialmente a la mujeres trabajadoras, porque flexibiliza los derechos de las y los trabajadores y pretende legalizar el outsourcing, cuyo principal motor es abaratar la mano de obra para que esto sea un factor atractivo para los empresarios e inversionistas.

Con la reforma laboral se pretende anular, de manera legal y bien fundamentada en raciocinios de equiparamiento a las economías avanzadas y los ritmos del mercado, lo cual agudizará más temprano que tarde la estabilidad en el trabajo y las garantías mínimas de las que deben gozar las y los trabajadores, a través de modificaciones como fomentar multifunciones para aumentar la productividad, incorporar la contratación individual y mejoras salariales a través de la denominada productividad y competitividad que están centradas en el aumento de ganancias, pero que dejan de soslayo el concepto y los beneficios directos de la correcta distribución de la riqueza y los derechos laborales de la clase obrera mexicana.

El outsourcing fomenta que las y los trabajadores llevan a cabo multifunciones, que pone de manifiesto una nueva forma de explotación laboral y disminuye los gastos del patrón al contratar menos persona. Esto ha dado pauta a que se incorpore la contratación individual de temporada, a prueba y destajo, lo que quiebra los derechos de estabilidad en el empleo, seguridad social. Las reformas flexibilizan, de manera enmascarada el dogma de que la crisis y los niveles de plusvalor para los empresarios recaigan en las espaldas de los trabajadores.

¿Qué dice la nueva ley? Con la reforma, que lleva un mes sin publicarse tras su aprobación en el Congreso de la Unión el 30 de abril, se dice que habrá ventajas como: el que los trabajadores conozcan qué empresa es la que los contrató; exigir los derechos de seguridad social; competencia más adecuada entre las empresas de outsourcing y en el caso del IMSS podrá exigir las cuotas obrero-patronales y terminar con la simulación en las relaciones laborales.

De acuerdo a los postulados de los hacedores de esta nueva reforma se va a poner orden en un aspecto de la Ley del Seguro Social donde habían quedado vacío que permitían abusar de este esquema laboral del outsourcing, por lo que ahora, también el patrón que se beneficia del trabajo y servicios contratados, adquiriendo un carácter de obligado subsidiario con el trabajador, por lo que deberán cumplir con registros y control que permitan al IMSS dar seguimiento específico, garantizando con ello el cumplimiento de la empresa prestadora de servicios. A su vez, el prestador de servicios estará obligado a entregar una constancia al trabajador quién ofrece el servicio, el domicilio donde se estará realizando el trabajo y detallando el número de días que se estará laborando así como el salario base de cotización.

Sin embargo, del dicho al hecho hay un gran trecho, ya que el cumplimiento de las nuevas disposiciones, provenientes de la reconversión neoliberal del capitalismo permea al gobierno y sus dependencias ejecutoras, siendo nuevos ingredientes que hacen suponer que dichos razonamientos no se van a cumplir al 100% y mucho menos que los resultados sean mejorías, pues no van a pasar de ser informes bien estructurados para validar los requerimientos institucionales, pero que dejan olvidadas las verdaderas necesidades de los trabajadores. Si esto se permite el sector obrero organizado queda como espectador de dicha trama laboral.

Con tales antecedentes se hace necesaria la creación de políticas públicas amplias y con un contenido en perspectiva de género, que busquen mejorar las condiciones de trabajo de las mujeres, ya que persiste la discriminación, el acoso sexual y la diferencia salarial entre los sexos a trabajo igual.

El sector obrero organizado, nosotros pues, debemos luchar para que haya modificaciones sustanciales a la Ley del Trabajo y a las recientes reformas, a través de propuestas consolidadas, pero sobre todo unificadas, a fin de lograr lo siguiente:

A) Proyectos de economía solidaria-eficiente, tales son los casos de cooperativas financiables y sustentables con los apoyos y asesorías debidas, a fin de que sean los trabajadores organizados los productores de riqueza que se traduzca en más y mejores niveles de vida para ellos, sus familias y sus regiones.

B) Insistir para que se implante el seguro de desempleo, que pueda ayudar a los trabajadores a sortear la crisis global que se apoderó desde hace unos meses de la economía nacional. Esto ayudará a que el propio gobierno, conjuntamente con el sector obrero y empresarios seamos más creativos, responsables y propositivos para que en vez de invertir en desempleo se creen nuevas formas de trabajo constante.

C) Establecer comisiones interdependencias donde intervengamos para que las instituciones laborales, judicaturas y SHCP vigilen las contribuciones, cuotas y aportaciones de las empresas que contratan a trabajadores, a efecto de que haya una protección y garantía que otorguen certidumbre y permanencia en los rubros de contratación, salarios dignos y prestaciones sociales y económicas, jubilaciones o pensiones y reparto de utilidades, de acuerdo a la Ley.

D) Defender los derechos laborales de los trabajadores, como el caso específico e importante de asociación e incorporación a sindicatos y al beneficio del contrato colectivo.

E) Procurar que las comisiones de riesgos en el trabajo estén al pendiente de los ambientes laborales, ya que por las condiciones sui géneris en el outsourcing hay peligro de situaciones descontroladas (debido a despidos, rotaciones y poca preparación y sentido de pertenencia).

F) Hacer que en los institutos de seguridad social existan centros de atención psicológica y de canalización, para que los trabajadores afrenten la inseguridad de no tener un empleo estable, que además de afectar su salud física y mental, implican ajustes negativos a su relación social y en su familia.

G) Ser garantes de que un porcentaje menor de empresas medianas y grandes tengan un tope o estén imposibilitadas a contratar los servicios de outsourcing. Asimismo, es imprescindible que no haya preferencias de llenar vacantes por parte de trabajadores subcontratados, que atenten los derechos de antigüedad, especialización y experiencia de los obreros ya contratados por las empresas.

H) Establecer mecanismos legales, sociales y políticos donde el sector obrero organizado intervenga en las contrataciones de empresas “intermediarias”, que puedan poner en riesgo la seguridad del trabajo, así como prestaciones y demás derechos relativos.

I) En esta nueva legislatura federal en la Cámara de Diputados se tiene la posibilidad de introducir y hacer valer las iniciativas, adecuaciones y reformulaciones en materia laboral por parte del sector obrero mexicano, con el objetivo de incorporar reformas a la Ley del Trabajo, que sirvan para estimular un nuevo esquema que beneficie a los trabajadores. De no hacerlo se estará dando cabida a la ideología de derecha, que impide cambio a favor del movimiento obrero, ya que su política es beneficiar a la clase patronal, en el entendido que “no hay desarrollo si los empresarios no cuentan con los incentivos para invertir”.

J) Ser promotores de la Reforma del Estado, que contemple la discusión y elaboración de cambios trascendentales en materia económica-laboral, situación hacendaria, seguridad social, agenda legislativa de temas prioritarios para el país, entre otras, que incidan positivamente en la clase trabajadora de México. B.H.G.

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lunes, 14 de diciembre de 2009

TÁCTICAS DE PODER


TÁCTICAS DE PODER
*ATACAR PARA GANAR*
Capítulo de mi libro Tácticas de poder, editado por Pretextos, 2008.
Baltasar Hernández Gómez


El ataque racionalizado es la llave de entrada a una posición de PODER, pues demuestra la capacidad ofensiva de la estrategia. Abordar proactivamente una situación así representa que “quien pega primero, pega dos veces”, ya que además de someter al adversario a nuestro tiempo y espacio, asestamos un golpe sorpresivo, difícil de ser asimilado inmediatamente.

Un ingrediente del ataque de PODER es actuar con lo que se tenga a la mano, es decir, estar preparado a hacer suyo un incidente, si es que no fuera programado (hecho que puede suele ser recurrente). Utilizar los elementos que tiene a la mano le permite improvisar mientras recupera compostura. El ataque no es embestida, sino una serie de movimientos de avance-retroceso, que permiten fijar decisiones en el campo batalla. Por esto es necesario abordar y abandonar la dinámica de ataque a discreción.

Tipos de ataque:

A) Concentrar la atención por medio de las cualidades que se tienen, lo cual lo sitúa en posición de supremacía y admiración. Se crea expectativa, temor y respeto.

B) Desviar la visión general hacia el adversario, poniendo énfasis en sus errores, discrepancias y debilidades. La técnica del “enemigo único” permite desfasar contraataques, rechazos o resistencias. El contrincante se verá abrumado y reaccionará emotivamente, lo cual lo expulsa del círculo de objetividad. Esto retrae sus intenciones y desubica la aplicación de sus tácticas de dominación.

C) Interrumpir constantemente, teniendo en consideración que mover el eje de ataque contrario posibilita la exasperación y la incorrecta toma de decisiones. La interrupción se debe hacer en momentos álgidos donde no hay definición de las directrices de PODER.

D) Amenazar con la idea de que si no se avala la estrategia de PODER se puede perder lo alcanzado. La táctica de intimidación produce un efecto de temor que inhibe el siguiente paso del contendiente y pone en relieve los actos más abominables del otro, que puede significar su destrucción.

Amenazar es sinónimo de quebrantar las fortalezas enemigas, imponiendo turbación, porque se generan alarmas en la conservación de prestigio, trabajo, dinero, lujos, relaciones humanas y profesionales.

E) Demostrar audacia es una protección contra errores, ya que oculta debilidades como la vacilación, miedo escénico primario o sentirse menos ante las cartas credenciales de un adversario con mayor tiempo en el juego del PODER. Las personas que atacan con audacia evitan la consideración de pusilánimes, o sea, los contrarios apreciarán en usted una cualidad de valentía, y los desconcertará por completo, impidiéndoles manipular el escenario.

F) El ataque audaz produce en el rival desconcierto y sensación de subordinación ante su autoridad, ya que eleva su imagen por el precedente sorpresivo que utiliza. Pone en defensiva al adversario, que estará más agitado por un potencial golpe futuro.

La audacia le permite reunir varias tácticas de PODER, como son: imagen, implacabilidad, reputación exitosa, llamar la atención. Pero se debe tener cuidado en no confundir ser audaz con intrépido, aventurero o pirata al abordaje. La audacia trae implícito un estudio de las posturas que hay que adoptar en un escenario de PODER, dependiendo de los perfiles de los adversarios, el espacio donde se va a llevar el encuentro, las tendencias y debilidades que tenga en ese momento.

La audacia como su contraparte la timidez no son cuestiones genéticas o innatas en la humanidad. Por tal razón es necesario desarrollar la audacia en su perfil de PODER, con la finalidad de valorarse como persona, perder el miedo a perder, desechar sentimientos de dubitación o pérdida material. Esto lo hará ganar presencia donde quiera que se encuentre y ganar batallas con miras a la guerra total.

G) Distraer al oponente le dará oportunidad de reagrupar sus fuerzas, ya sea en el caso de ir en desventaja o por la espera en la toma de decisiones. Uno de los aspectos no explotados en el occidente es ceder premeditadamente a los gustos o necesidades del adversario, ya que se está concentrado en ser crisol de las bondades externas. Nadie es merecedor del todo y por ello es necesario admitir que al otorgar sencillez, entereza y ayuda puede ayudar a distraer y desarmar.

La distracción a través del halago permite una recepción más “amigable”. La distracción de llevar un obsequio abre la puerta a la cordialidad. Un gesto de generosidad al contrincante o miembro de su equipo ablanda las defensas. Un favor sin petición logra llevar al terreno propio las emociones contrarias: nos hace parecer buenas personas.

Distraer también es mostrarse sincero cuando se reconocen errores pasados: es como decirle ¡Mira hace tiempo cometí una falla, que ahora quiero recompensar, reconociendo tu acierto! Si a esto se le suma la reputación que hemos construido está cerrado el círculo de PODER.

La distracción puede provenir del exterior: generar con anticipación un alboroto que atraiga la atención de su adversario, gana tiempo en la preparación del ataque final. Otros agentes externos para distraer al oponente radican en entablar charlas previas o intercaladas en la negociación de PODER, que tengan la intención de adentrarlo en el aspecto humano, familiar o de experiencia. Si nos descubrimos preocupados por cuestiones que están ocurriendo en el hogar, en el estado, país o el mundo, estamos distrayendo sin morir en el intento.

H) Utilizar lenguaje específico es darle a cada adversario y/o situación de PODER un lugar diferenciado. Debe saber cuándo comportarse correctamente. Si es con niveles superiores u homólogos debe aprenderse a utilizar oraciones y verbos específicos, acompañados de un despliegue moderado de cultura y refinamiento, si es posible. Si es con niveles más bajos se tiene que adoptar vocablos populares y bajar nivel de conocimientos, sin dejar de hacer sentir su superioridad.

I) Hacer sentir que lo que hace no quita tiempo substancial en su vida. Haga parecer que su posición es producto de un trabajo normal/natural. Al ver los resultados y compararlos con su reputación sus adversarios se preguntarán por qué todo le resulta sencillo, cuando es necesario un esfuerzo superior.

J) Parecer sobrio es lo contrario a ser majestuoso, lo primero que se recomienda es no ponerse por arriba de sus superiores ni hacer gala de lujos innecesarios a los iguales o subalternos. Ser audaz e implacable no quiere decir ostentosidad o exageración en su presentación, discursos y trato personal y profesional.

K) Controlar las emociones es aprender a contener coraje ante decisiones erróneas; no demostrar enojo por una situación adversa; no llorar o reír innecesariamente para atraer compasión; disfrazar sentimientos de ira, satisfacción y consenso. Recuerde “nada es personal”.

L) Ser cautivador permite conformarse en dador de gozo. Se convierte así en un centro de atención porque da siempre algo positivo, algo que se puede aprender o imitar. Esto alienta el sentimiento de dependencia de sus superiores, colegas, adversarios y colaboradores.

Esto logra llamar la atención, pero además el sentimiento de querer estar cercano a usted, sea porque dota de una sensación placentera o porque representa un antimodelo a analizar y al mismo tiempo una preocupación importante que haga que los oponentes “estén siempre al pendiente”.

Si se ve en una situación de peligro, obviamente reaccionara empleando un ataque de similar o mayor intensidad a la amenaza. Este tipo de ataque es defensivo y es dependiente de la estrategia contraria. Responder con ataque lo coloca en una posición de espera. Usted está obrando en sentido inverso a la tercera ley de Newton, que establece “A toda acción le corresponde una reacción”, pues reacciona al acto provocado por su adversario. Debe convertirse en hacedor del ataque para generar la reacción del oponente.

Al generar disturbio en su adversario, ya sea por medio de disgustos, contratiempos, interrupciones, espera tortuosa, efectos espejo que irritan por la imitación, así como tácticas descritas con anterioridad, está siendo artífice de un ataque. Éste obviamente es un artificio para sacar de balance al rival, pero no tiene la intención de acabarlo para ganar en definitiva.

Cuando se procura tener un desenlace exitoso no se puede actuar con empatía, compasión ni perdón. Tener PODER no da potestad para ser y no ser. En el límite de la victoria no hay espacio para la piedad, pues con estas muestras moralistas ni está haciendo más amigos, simpatizantes o aliados, pero sí por el contrario otorga un salvoconducto al contrincante. Quienes juegan al PODER saben que una derrota es eso una pérdida y que deberá ser recuperada en un momento posterior. Si usted se muestra complaciente y magnánimo lo único que está promoviendo es que su adversario tenga oportunidad de fortalecerse y hacerle pagar su duelo.

El oponente debe ser completamente neutralizado para que nunca tenga la mínima ocasión de cobrarse la afrenta. Si gana una guerra de PODER no ofrezca salidas decentes o humanitarias a su adversario. Lo que vaya a ganar usted lo consiguió y no tiene por qué redistribuirlo cediendo porciones, que con el paso del tiempo le pueden ser necesarias. Si usted asumió estar en el círculo de PODER debe interiorizar que está situado en medio de una lucha constante y que estará rodeado de enemigos, pues su ganancia atraerá desde antipatías hasta sentimientos enconados.

Si usted gana PODER tiene que asimilar que puede estar -en un momento dado- en el otro extremo. Por tanto, cuando tenga el triunfo total no puede permitirse el lujo de negociar o dejar resquicios para que sus adversarios se recuperen y le devuelvan un golpe fatal. Reconozca sin sentimientos que ganó y que no debe dejar cabos sueltos en el camino. Ataque hasta el exterminio, pues es mejor un enemigo sin recursos que esté impedido a levantarse contra usted, que uno que conserve fuerza y se cobre con creces su derrota.

Si su estrategia le dio éxito no trate, por ningún motivo, que sus contrincantes se adhieran como posibles aliados, dándoles pequeñas parcelas de negociación. Los adversarios entre más lejos mejor, ya que si los aproxima pueden convertirse en su peor pesadilla. Nadie se siente seguro teniendo al lado a la persona que lo ve como ganador de su fortuna y reputación. Sin temor a equivocarme puedo asegurar que, si por otros medios su adversario se recupera y quiere entrar a su espacio de PODER sabrá que usted es implacable y entonces evitará la confrontación.

Atacar de esta manera es además de un arma eficaz una advertencia: si alguien está dispuesto a enfrascarse a obtener PODER a expensas de su PODER debe estar seguro que corre el riesgo de perder todo lo que tiene. Cuando el ataque infunde este temor, que supone pérdida de la vida y propiedades, el adversario se replegará, conservando sus aspiraciones y sentimientos perversos, pero no lo atacará.B.H.G.

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domingo, 6 de diciembre de 2009

CINISMO DE LA CLASE POLÍTICA MEXICANA


TODOS SON JUANITOS
El cinismo de la clase política en México 2009
Por Baltasar Hernández Gómez


La política en México está tocando fondo a pesar de las reiteradas manifestaciones verbales de que “todo está bien” por parte de gobernantes, legisladores, intelectuales orgánicos e I.F.E. El subsistema electoral, la ineficacia de la representación popular y burocracia está bajo cuestionamiento y en total deterioro, debido a las inconsistencias entre prometer y cumplir, entre ser y no ser, así de fácil.

Los personajes centrales de la trama política han escondido- y lo siguen haciendo- que el poder es una cuestión estrictamente formal y legal. El Estado, partidos y los actores que detentan funciones en los tres Poderes de la Unión deambulan con disfraces de “benefactores y héroes impolutos que buscan democracia, igualdad, desarrollo económico y paz”, creyendo que siguen engañando a diestra y siniestra, pero la realidad los está rebasando. Lo que fuera un espectacular carnaval político ahora no convence a nadie.

El caso “Juanito” tiene que ser remarcado no sólo como noticia que vende, sino como fenómeno que expone la descomposición política, porque si bien aparece como la parodia más surrealista de los últimos años, es también ejemplo didáctico que enseña que todos, sí, todos los que viven de la política son entes inhumanos que preservan y aumentan el proceso de dominación/explotación de millones de personas. “Juanito”, o mejor dicho Rafael Acosta Ángeles, es la personificación del politiquero ladino, ignorante, cínico, oportunista e incoherente, que raya en los límites de la locura para situarse en un sitio que lo saque -de una vez por todas- de su miseria material (que visiblemente también es moral y psicológica).

Pero “Juanito” no está solo como "El Principito" de Antoine Saint Exupéry, pues México está invadido de otros miles y miles de “Juanitos” enmascarados con colores partidistas, fueros legislativos, judiciales y facultades constitucionales y administrativas. Estos “Juanitos” pululan en todos los rincones de las instituciones públicas, partidos políticos, congresos, cámaras empresariales y en los lugares más insospechados de la cotidianeidad; produciendo y reproduciendo acciones que van en detrimento extremo de los mexicanos. La burla de la llamada “clase política jurásica y posmoderna” y medios de comunicación es también una chacota introspectiva de los ciudadanos comunes y corrientes, que parecen decir algo así como “botellita de jerez…todo lo que digas será al revés”: al hacer uso de la guasa nos estamos carcajeando de nosotros mismos.

El “Juanito” marca registrada, el bolero, acomodador de autos, mesero, vendedor ambulante y títere en la farsa de Iztapalapa, D.F., es la versión más actualizada del atascamiento e inoperancia de la maquinaria político-electoral. El sistema político mexicano es como un buey muerto por insolación al que le brotan miles de gusanos y su pestilencia llega a cientos y cientos de kilómetros a la redonda.
Este personaje puede ser tachado de pelele o loco, pero también es icono representativo del estado de cosas imperante en la política. Los otros “Juanitos” que andan sin banda tricolor en la frente, pero sí visten de trajes de lana y seda, transitan en camionetas de lujo con guaruras y asistentes, y portan gafetes, insignias y tarjetas, nos recuerdan diariamente que ellos son “la Ley y que no hay nada ni nadie por encima de sus potestades: los que piden el voto se convierten en los ogros de quienes les otorgaron el mandato.

Ya pasará la ola comunicacional confeccionada por lo medios; ya concluirán los mensajes, entrevistas y foros acerca del hombrecito con cara de payaso, que habla incoherencias como merolico vendiendo pócimas de la eterna juventud, debido a su patética ignorancia, pero sobre todo a las secuelas del golpe craneoencefálico que tiene (que el mismo se ufana en repetirlo en entrevistas). Lo que desgraciadamente no pasará es el melodrama para hacer política y ejercer el poder desde las alturas. Tampoco pasará la demagogia, injusticia y simulación, que ahonda los niveles de pobreza material, moral y espiritual en que nos tienen subsumidos los que se atribuyen la calidad de representantes y administradores de los destinos de México.

Mientras que “Juanito” anda vagando con su estatua montada en “diablito” prestado y despacha mediáticamente desde la Delegación Iztapalapa; el circo continúa en el D.F.; la venta de cintas con su nombre tiene un auge insospechado en tianguis y cruceros viales; pero sobre todo la podredumbre y la miseria siguen persistiendo en Iztapalapa, Tultitlán, Temózachic, Amecameca, Acapulco o Juchitán, es decir, en casi todos los municipios del país.

Pobre de la política. Pobre del concepto Nación, pero más pobres nosotros por soportar esta situación denigrante que nos mantiene enajenados y míseros en todos los sentidos. Ojalá pudiéramos recrear el juego infantil de los “encantados”, para emitir con fuerza el grito de salvación ¡Uno-dos-tres por todos mis compañeros! B.H.G.

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