ANÁLISIS POLÍTICO Y SOCIAL, MANEJO DE CRISIS, MARKETING, COMUNICACIÓN Y ALTA DIRECCIÓN

Este es un espacio para conceptualizar, analizar, efectuar crítica y proponer estudios sobre política aplicada, marketing, comunicación, educación, métodos aplicados, alta dirección y proyectos sustentables. Contacto:baltasarhernandezgomez1@hotmail.com, baltasarhg@gmail.com

martes, 31 de agosto de 2010

¿ACAPULCO DE 10?


¿ACAPULCO DE 10?
Por Baltasar Hernández Gómez


Desde diciembre de 2009 la frase “Acapulco de 10” dejó de ser el slogan principal de campaña de Manuel Añorve Baños, para conformarse en lema de gobierno al traspasar los linderos electorales y ocupar un sitio privilegiado en la presidencia municipal. Dicha oración ha querido ser impuesta como axioma inobjetable a través de la repetición sistemática en desplegados impresos, videos televisivos, spots radiofónicos y en las líneas centrales de los discursos oficiales, llegando a penetrar en algunos sectores poblacionales favorecidos con paliativos, tales como: despensas, vales para tortillas, remodelaciones de calles y obras de relumbrón, pero que muy poco impactan en la solución de la problemática existente en materia de bienestar social, infraestructura y servicios.

Obviando la estrategia de marketing institucional diseñado por el equipo de Añorve Baños (actualmente con licencia indefinida por ser candidato del PRI a la gubernatura del estado de Guerrero), el “Acapulco de 10” no se ha visto por ninguna parte. Si la táctica fue posicionar una opinión favorable en la psique ciudadana, siguiendo el perfil cualitativo que trae consigo el lema, que remite a interiorizar que el “10” es una valoración que adquieren las personas que cumplen eficazmente con sus labores humanas, profesionales y laborales, como por ejemplo los alumnos disciplinados y constantes; los trabajadores y padres de familia responsables y comprometidos, por citar algunos casos concretos, ésta falló.

El enunciado que supuestamente dota de calidad a la alcaldía acapulqueña dista mucho de mostrar sustentabilidad en el cometido de procurar un modo de vida digno para los habitantes del municipio más importante del estado. ¿En dónde está el “10” ampliamente propagado? La mayoría de los acapulqueños aprecian que dicho lema está desdibujado por completo cuando se recorren los cuatro ejes cardinales del municipio, pero sobre todo al comprobar que la gestión gubernamental es un montaje repleto de parafernalia, un show continuo que ha acompañado a Añorve Baños en su aspiración de tener para sí y sus socios, el poder Ejecutivo de Guerrero. A continuación enumero tres coordenadas que dan sustento a mi apreciación:

1.- Aunque es repetidamente negado por los emisarios del sistema, la administración municipal está sumamente abultada, pues el 70% del presupuesto se gasta en pago de nómina, la cual ha crecido al haberse incorporado un número indeterminado de administrativos, asesores, mandos medios y agentes de policía y tránsito. Un dato de peso que sustenta mi dicho es que actualmente hay un déficit comprobado de setecientos millones de pesos (casi el 50% del presupuesto anual para Acapulco).

2.- Las acciones realizadas en año y medio tienen un corte político/proselitista, es decir, siempre se ha estado en la mira la conquista de la gubernatura del estado. Sólo se perciben obras de mantenimiento y remozamiento en bardas y camellones; señalizaciones y semáforos de bajísima calidad, que por lo regular están inservibles la mayoría del tiempo; arreglos de bajísima calidad en baches y hundimientos asfálticos; programas populistas de reparto de enseres a grupos vulnerables; tours permanentes y cooptación de medios de comunicación para reiterar hasta la saciedad que el actual gobierno “puede y lo está haciendo”; cambios permanentes de funcionarios y empleados, debido a la movilidad política y compromisos sociales pactados para colocar al PRI y a Añorve Baños en la predilección del voto.

3.- Hay una sensación de desamparo porque no hay ejecución de las tareas sustanciales de la administración pública, en virtud que, desde la toma de posesión, la labor presidencial fue transformada en propaganda política a favor de Añorve Baños y sus allegados, que están distribuidos en los organismos donde se maneja dinero, cuotas de poder y relaciones públicas, como por ejemplo: Finanzas, Protección y Vialidad, Reglamentos, Vía Pública, entre otras con menor rango jerárquico.

La obra trascendental no surge por ninguna parte, ya que lo único que se aprecia es la controvertida construcción del paso elevado “Bicentenario”, que es un elefante blanco que no resolverá el congestionamiento de la segunda arteria vial más importante de Acapulco (la avenida Cuauhtémoc) y sí por el contrario perjudicará a empresarios, comerciantes, transeúntes y automovilistas en el tramo comprendido entre las calles Wilfrido Massieu y Universidad.

Si esto no fuera suficiente, el “Acapulco de 10” puso al descubierto el abandono de los proyectos enunciados en campaña y de la responsabilidad para gobernar eficientemente al municipio, porque en la mentalidad de Añorve Baños -insisto- Acapulco fue un trampolín para llegar a la gubernatura de Guerrero a toda costa, lo que desechó el mandato juramentado de velar por los intereses del municipio y sus habitantes, así sin más. Acapulco y su diez de calificación en obras y servicios fue dejado como simple escaparate y los acapulqueños se ven sumidos en hoyos fenomenales que invaden calles y avenidas; en el temor creciente por la inseguridad pública; en la falta de servicios básicos y en la ausencia de los servidores que nunca están en sus oficinas, pues andan cumpliendo con tareas encomendadas por el “jefe” Añorve, vestido invariablemente con camisa verde o blanca con los colores emblemáticos de su partido político.

Los agentes del orden han logrado acaparar poderes plenipotenciarios para atracar a peatones y conductores, la inseguridad pulula al igual que la anarquía desde Icacos hasta Caleta y desde el Zócalo hasta Tres Palos. Es visible que hay un otorgamiento de permisos indebidos de uso de suelo; trámites detenidos porque no hay nadie que atienda los requerimientos sociales; inundaciones endémicas en puntos muy focalizados de las principales avenidas, que averían automóviles, ponen en peligro la integridad física ciudadana y retrasan la vida económica del puerto. El descuido es exorbitante, pues existe un descuido de las plantas tratadores de aguas residuales que desembocan crudamente en la bahía de Santa Lucía; nula promoción turística en destinos nacionales y extranjeros; prepotencia en el trato a usuarios, entre otros cientos de situaciones nefastas que aquejan a Acapulco.

¿Es que acaso no hay ojos que vean la realidad ni bocas o plumas para externar con franqueza esta situación tan deplorable? Tal parece que el Acapulco que se presenta en la vitrina de los medios de comunicación, giras de trabajo y piezas de oratoria no dan cuenta de las innumerables deficiencias, que están aniquilando a uno de los símbolos turísticos más reconocidos a nivel internacional desde la década de los años cincuenta. Pareciera que hay cientos de miles de ciegos y mudos, porque el poder del dinero, los compadrazgos y las complicidades pueden más que la verdad.

¿Acapulco de 10” ¡Pamplinas!, ya que en los dieciocho meses de la presente administración municipal sólo se ha visto una cauda de presentaciones y representaciones en televisión, radio, internet, espectaculares y prensa escrita, que impulsan una política comunicacional donde se pretende inculcar la concepción de que Acapulco está mejor que nunca. En estos momentos los añorvistas no están enfocados ni siquiera a simular un municipio de excelencia, porque su prioridad es hacer creer que habrá con ellos un Guerrero de 10. La pregunta básica es ¿Con qué?, pues la verdad es que el influjo mediático desplegado no pudo desterrar la imagen negativa provocada por el pírrico desempeño de Manuel Añorve y colaboradores.

Si consideran que este artículo es producto de un subjetivismo exacerbado, sólo basta dar recorridos a cualquier zona urbana, suburbana o rural del municipio, para comprobar la podredumbre y la burla en cuanto a dotación y mantenimiento de servicios públicos y obras sociales. Como botón muestra pondré que hay que visitar el mercado central para ver el grado superlativo de suciedad y el deterioro de sus instalaciones y calles aledañas; la falta de limpieza de decenas de canales pluviales; el acopio de espacios públicos por vendedores ambulantes y taxistas; el enorme deterioro de las arterias viales que provocan accidentes y tráfico sin igual.

El agua potable y el alcantarillado nunca llegaron a las colonias, a pesar de que se pregonó como uno de los 5 puntos principales que habría de impulsar si llegaba a la presidencia Añorve Baños. La polución derivada por desechos sólidos y acuosos crece de manera imparable. El abandono de las dependencias para satisfacer procedimientos administrativos es el suplicio que tienen que soportar miles y miles de ciudadanos, que en el caso específico de la Dirección del Registro Civil, por citar uno de tantos, se realizan de manera despótica, lenta y manualmente, cuando existen programas básicos de computadora que podrían ofrecer una atención de primer nivel, como lo hacen los gobiernos del Distrito Federal, Guadalajara y Colima por referirme sólo a tres casos que conozco en forma directa. ¿Así o más? Hasta aquí detengo mi reflexión. B.H.G.

Etiquetas: , , , , , ,

lunes, 23 de agosto de 2010

UN ANÁLISIS PUNTUAL DE LAS ELECCIONES 2010 EN MÉXICO


ANÁLISIS PUNTUAL DE LAS ELECCIONES 2010 EN MÉXICO
Por Baltasar Hernández Gómez
19 de agosto de 2010.


Los resultados de las elecciones intermedias del pasado 4 de julio (día en que los estadounidenses conmemoran su independencia nacional) han servido para que los partidos se aboquen a la construcción de escenarios, para prever los posibles movimientos en 2012, de acuerdo a sus ganancias y pérdidas. Hasta ahora la vertiente analítica más socorrida es la cuantitativa, pues se han arrojado juegos pirotécnicos de alegría, pero también muchos lamentos por la cauda de indecisiones y arreglos que cegaron la racionalidad política, en el afán de imponer o dejar hacer a los grupos políticos dominantes. En la disputa electoral 2010, catorce entidades federativas tuvieron procesos para la renovación de 1,502 cargos de elección pública [12 gubernaturas; 1,009 ayuntamientos; 294 diputados de mayoría relativa y 187 por el principio de representación proporcional], lo que la convierte en el observatorio más puntual del mandato calderonista, que ya está tomando la recta final de su estadía, y el termómetro sociopolítico que monitorea la temperatura ciudadana con miras a la contienda federal de 2012.

El PRI está posado en la cúspide política por haber obtenido el mayor número de cargos de elección pública y no se cansa de transmitir argumentos cargados de un exacerbado triunfalismo, de ese que hace más de veinte años no se veía enarbolar a la élite posrevolucionaria que gobernó oficialmente desde 1929 hasta el año 2000. Para este partido pareciera que el poder le vuelve con más enjundia, difundiendo su regreso con estridencia a los cuatro puntos cardinales. Indiscutiblemente que los priistas tienen el derecho a emitir mucho ruido con sus vuvuzelas, pues en nueve estados consiguieron la gubernatura (Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas). En términos geopolíticos el priismo es mayoría en once de los catorce congresos disputados y triunfó en ciento noventa y siete de doscientos noventa y cuatro distritos electorales. En la esfera municipal obtuvo diez de las trece capitales contendidas (Aguascalientes, Chetumal, Chihuahua, Ciudad Victoria, Culiacán, Durango, Jalapa, Mexicali, Tlaxcala y Zacatecas). Cuantitativamente esto es un arrase, que pronostica -según algunos analistas orgánicos del sistema- una crónica anticipada de conquista en el 2012.

Bajando un poco el volumen a los éxitos priistas, ciertas cifras electorales deberían estar poniendo en estado de alerta intermedia las plataformas organizacionales de todos los partidos políticos, sobre todo en el terreno de la movilización política, aseguramiento de simpatías, labores logísticas y de recaudación de recursos. Los estrategas políticos saben bien que faltan escasos veinticuatro meses para la readecuación de tácticas que garanticen triunfos contundentes, a efecto de no situar en el banquillo de las dubitaciones a los candidatos ganadores, como pasó con algunos candidatos triunfadores, que si bien obtuvieron gubernaturas, perdieron fuerza en la composición de los congresos y presidencias municipales (el ejemplo más gráfico es Veracruz). El PRI obtuvo la gran mayoría de los puestos competidos, pero las coaliciones obtuvieron dividendos trascendentales en la cartografía nacional, que se materializan en elementos concretos para estimular acciones de coordinación y alianza, con la finalidad de captar la intencionalidad y posicionamiento del voto en 2012.

El contexto mexicano requiere de un análisis que traspase la estadística formal o la “kábala conspirativa”, con el propósito de encontrar mejores vías para transitar a un estadio político con certidumbre y legitimidad. Desde mi óptica, las alianzas electorales entre partidos que dicen ser de izquierda, centro y derecha representan un Leviatán que más temprano que tarde revelará la podredumbre ideológica, de principios y responsabilidades de los organismos políticos que, en aras de ganar por ganar, se alían con “enemigos históricos”, muchos de los cuales causaron crisis y golpeteo a sus estructuras. Dicha situación --en incontables ocasiones- se tradujo en desapariciones, campañas negras y muertes de militantes.

Pese a los acontecimientos funestos que han quedado grabados en el pasado inmediato, está imperando el juego de la realpolitik, es decir, del ejercicio pragmático de la política, como en el caso de los tres estados ganados (Puebla, Oaxaca y Sinaloa) por las coaliciones de partidos de centro, izquierda, derecha y otros de corte indefinido, que hacen suya la argumentación de vencer –a como dé lugar- al “enemigo mayor”, verbigracia el PRI. Si para ello tienen que establecer coyunturas unificadoras y de negociación con polos opuestos, pues mejor (dirían algunos agoreros de operadores políticos como Manuel Camacho Solís). Hace dos sexenios ¿Quién hubiera imaginado que saldrían de la mano en la pasarela política los partidos amarillos, azules, naranjas y rojos?

Resulta evidente que los resultados conseguidos por el PRI en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Tlaxcala, Veracruz son triunfos en sí mismos, sin embargo, las cifras oficiales demuestran que las coaliciones están rondando el borde del empate y hasta de lo que podríamos llamar posibles vuelcos a favor en el futuro próximo. Si a esto le sumamos el peso específico de las entidades “opositoras” [sean para el PRD o PAN], tales como: Distrito Federal, Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Nuevo León, entre otras, el panorama para el partido tricolor no puede ser percibido como paradisiaco, pues podría enfrentar un “rebote negativo” si es que prosigue con la selección de candidatos no identificados con las bases, de dudosa honorabilidad o impuestos por las élites. Lo más trágico sería que aunado a lo anterior, el priismo se regodeara en sus laureles y no ejercitara una acción aglutinadora sección por sección, como estila en su distribución territorial antes de cada proceso electoral, desde hace más de setenta años. La experiencia adquirida en los estados de los jitomates, del mole negro y de las semitas, obviamente tiene que repercutir en el eje de las decisiones políticas antes del 2012.

En las tres entidades federativas ganadas por las alianzas (Puebla, Oaxaca y Sinaloa) hay indicios de que los anteriores gobernantes cometieron abusos en su estilo personal e institucional de hacer política y administrar recursos públicos. Dichos estados fueron siempre identificados como bastiones del PRI, pero a la hora de las votaciones, esto resultó ser un mito fantástico, lo cual fue aprovechado por la coalición comandada por el PRD y PAN. Algunos observadores han considerado una lista de ganadores y vencidos, que cambian el mapeo electoral y las perspectivas hacia 2012, dándole un voto mayoritario al PRI, quien desde hace casi dos meses fue despojado del supuesto blindaje de invencibilidad, toda vez que fue derrotado en zonas que se consideraban bunkers nunca antes gobernados por partidos de “oposición”. Aún cuando el PRD perdió Zacatecas y el PAN Aguascalientes y Tlaxcala, las adversidades priistas son cualitativamente más representativas, ya que el priismo continuará presidiendo a las mismas entidades federativas que tenía, sin embargo, disminuyó el número efectivo de gobernados en nueve millones.

Es innegable que una de las lecciones más aparatosas que trajo esta jornada electoral fueron las fallas de las empresas encuestadoras, que desde hacía tiempo habían sido puestas como las recolectoras de la vox populli, pero que hoy únicamente quedaron en el “salón de la fama” de las imprecisiones y sesgos. Los errores de las encuestadoras contratadas por instituciones oficiales y particulares desbarataron el mito genial de que las entrevistas in situ o a distancia son fotografías confiables del pensar, sentir y actuar de los ciudadanos mexicanos. Coincido con la opinión de Lorenzo Meyer cuando afirma que estas elecciones dejan la experiencia de un ritual sin contenido, es decir, de un procedimiento que cumple con los calendarios establecidos, para seguir en la “fiesta de la democracia a la mexicana”, pero no más.

Pareciera que las propuestas, principios, plataformas políticas, proyectos y sobre todo la participación ciudadana se desdibujaron por completo. Las elecciones confirmaron que la democracia vertical que se practica en el país es el nuevo Coliseo donde se disputan dominios, recursos económicos y cargos públicos. Una cosa es categórica: las elecciones 2010 reflejaron la baja popularidad y control del presidente de la República, su equipo de colaboradores y partido. Las cifras de las votaciones exhiben además una sociedad marketingeizada, harta de gobiernos corruptos, ineficaces, sordos al clamor popular y con una cauda antidemocrática y autoritaria, como se ha visto en el ejercicio gubernamental y en las designaciones cupulares de candidatos. La crisis política, económica y moral que se ha recrudecido desde finales de 2008, prohijó, entre otros cientos de cosas, un creciente abstencionismo como en el caso extremo del estado de Chihuahua que alcanzó el 65%.

La jornada electoral del domingo 4 de julio es una advertencia de lo que podría ocurrir en 2012, pues más allá que el PRI perdió tres gubernaturas, pocos se fijan que el tricolor ganó solo las nueve restantes. La oposición no pudo ir por separado y mejor juntaron intereses, alejaron diferencias que parecían insalvables, para firmar convenios cortoplacistas para ganar elecciones. Estoy convencido que en estas elecciones no hubo sorpresas, pues ni el PRI se consolidó como alternativa en México ni las urnas golpearon al presidente Felipe Calderón, como lo estimaron medios de comunicación y supuestos consultores especializados. Tampoco hubo un aumento superlativo del espectro priista ni se frenó el resurgimiento de éste en algunas entidades que eran de dominancia panista y perredista.

Pasó lo que tenía que pasar en el tinglado de la partidocracia mexicana: las elecciones son y serán experimentos políticos para seguir estando en el poder. Si para eso tienen que aliarse con el diablo, así lo harán. Los votos son instrumentos, porque lo importante es que los organismos políticos se pongan o no de acuerdo para lanzar a sus candidatos. Si en el estante electoral hay uno o varios candidatos, de esos productos habrá que escoger. No más.

En el corto o mediano plazo no se avizoran proyectos que concreten no solamente un proceso de alternancia, sino uno de transformación democrática de raíz. Si alguna vez las ”tepocatas y víboras prietas” de Vicente Fox hicieron creer a la masa en la frescura política de un partido opositor al régimen revolucionario, hoy en día la apatía, desesperanza, hastío, inmovilidad por temor a las fuerzas del Estado y de las mafias son el cuadro clínico de la catalepsia que permea la voluntad nacional.
Es evidente que el poderío del marketing político se ha impuesto como generador de frases prefabricadas, rostros estilizados, colores, trazos y sonidos para seducir subliminalmente la psique popular.

En las alturas partidistas se seguirán dando confabulaciones, intervenciones extranjeras disfrazadas de colaboracionismo, pactos entre candidatos, empresarios y funcionarios públicos, para manosear ad infinitum el “mexican way of life”; con la finalidad de que siga siendo modus operandi de los que viven de la política. A dos años del ritual relevo presidencial la abstención es una opción no tan sólo pasiva, sino activa del electorado cautivo en las listas del IFE; la mediatización y el marketing los panes que consume cotidianamente la masa social; las concertacesiones las llaves para la manutención del control económico y político, y las alianzas el nuevo método para que los partidos divididos y poco organizados se enfrenten al tótem priista que dejaron crecer.

El PRI retomará el dominio de zonas territoriales nacionales y si la curva de penetración mercadológica y de acción dirigida en todo el territorio mexicano continúa como hasta el momento, seguramente alcanzará reunir los suficientes sufragios para erigirse como el detentador del poder Ejecutivo federal 2012-2018. Sin embargo, hasta este dizque axioma puede “caerse del plato a la boca”, porque primero faltan muchos factores internos y externos, como por ejemplo la unidad en torno a un candidato único y fortalecido, decisiones consensuadas en los estados y un verdadero programa social y económico que proporcione un bienestar a las clases más depauperadas. Tendrán que ponerse de acuerdo Salinas de Gortari y su grupo con Beatriz Paredes y otros líderes nacionales; desterrar prácticas populistas que gastan el erario público; bajar los niveles de corrupción; manejar correctamente los recursos públicos y trasladarlos a obras y servicios tangibles, entre otras medidas trascendentales para el país y sus habitantes.

El PRD, PAN y la “chiquillería” partidista le va a apostar a la firma de convenios, a efecto de tener mayores posibilidades de ganar la presidencia de la República y asegurar un reposicionamiento en el poder Legislativo ¿Con quién? ¿Cómo, cuándo y con qué? Si no lo logran con López Obrador, Lujambio, Ebrard es muy difícil que lo alcancen con otro de menor impacto visual. AMLO seguramente fundará un partido político y dejará a las alianzas amarillas-azules-rojas-blancas y naranjas moldear forzadamente un candidato muy parecido al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto del PRI y será quien tenga alta votación si es que arma una estructura inteligente de campaña. El PRI puede lanzarse en solitario o junto a su patiño, el PVEM, pero los otros partidos no, pues requieren de la conjunción para competir con cierta igualdad de posibilidades.

Como sea que fuere, en el ámbito internacional la globalización es la directriz que impone el ritmo económico, sociopolítico y cultural de la mayoría de los países en el orbe y por tanto cualquier partido y político que triunfe en las elecciones tendrá que transitar por los requerimientos y tiempos de los grupos dominantes del neoliberalismo. ¿Ganar, perdiendo o perdiendo para ganar? Habrá que esperar los proyectos de país para visualizar lo que pueda pasar en el próximo sexenio.

El caso Guerrero, México.-

El efecto Malova (el triunfo de Mario López Valdez en la gubernatura del estado de Sinaloa) abre sólidos augurios para suponer que la designación de Manuel Añorve Baños a la candidatura al gobierno de Guerrero no es la llave mágica para “recuperar” el territorio guerrerense. Se ha creído que con el éxito electoral de 2009 en Acapulco, Añorve Baños (hoy presidente de Acapulco con licencia indefinida) el PRI tienen posibilidades aseguradas para alcanzar “carro completo” en las elecciones de 2011. Sin embargo, la presumible candidatura de Ángel Aguirre Rivero mueve los hilos de la trama sureña, pues en las últimas encuestas y en el imaginario político regional la figura del exgobernador interino y actual senador de la República viene a condimentar el proselitismo que se vive este año en Guerrero.

Si la apuesta es no dejar al PRI llegar a la gubernatura, ni el PRD, PT, PAN u otro partido pueden darse el lujo de ir por la libre con candidatos sin trayectoria ni peso político importante. Estos partidos tendrán que elegir por medio de una alianza firme y con compromisos a un candidato que impida el retorno tricolor, evitando la cargada que lo reposicione en la entidad. B.H.G.

Etiquetas: , , , , , , ,

lunes, 16 de agosto de 2010

MEJORAMIENTO DE LA COMUNICACIÓN PERSONAL


CÓMO MEJORAR LA COMUNICACIÓN PERSONAL
Por Baltasar Hernández Gómez


La comunicación personal no se limita a encuentros puramente intrascendentes, sino que abarca todas las expresiones de contacto directo que desarrollan las personas al relacionarse en sociedad (en los ámbitos personales, familiares, profesionales, laborales, educativos y humanísticos). Si las conductas comunicativas se mejoran pueden apoyar a la resolución de las distintas problemáticas que se vayan dando en cada uno de los ambientes de interacción cotidiana. De no ser así, en lugar de que se geste una dinámica de manejar conflictos, éstos se agravarán.

A través de la presente síntesis trataré de brindar algunos aportes para el mejoramiento de la comunicación personal. Inicio con los siguientes elementos:

• Al iniciar una conversación debe desenvolverse con naturalidad, interés y empatía.
No inicie ningún tipo de comunicación con actitudes negativas o cerradas. Al contrario, súmese al ritmo del encuentro. No exagere ni disimule utilizando poses fuera de lugar. Actúe con extrema naturalidad.

• Al mantener una conversación tiene que hacer uso de proactividad en el habla, saber escuchar y estar en un estado de relajación.

No rebase los límites: guarde el justo medio en el proceso de hablar y escuchar. Ponga mucha atención a sus interlocutores y otórguese el tiempo suficiente para transmitir sus inquietudes. Relájese y no mantenga posturas rígidas que lo hagan sentir o parecer incómodo. Hable y espere la respuesta, manteniendo una dinámica fluida, para no abrumar a sus interlocutores.

• Al pedir algún “apoyo” debe desprenderse de cualquier tipo de temor.

Quienes interactúan eficazmente saben lo que necesita o desea alguien en un momento determinado, sin embargo esto no siempre es lineal. Por eso es conveniente emitir indicios de los requerimientos que se quieran de las otras personas, y si se da el caso, pedir directamente “apoyos”. Resulta imprescindible asumir que se tiene “derecho” a pedir “favores”, ya que a la otra persona siempre le queda la libertad para dar o negarlos. Hay que evadir el temor a recabar una negativa sobre lo solicitado o a deber favores si hay una respuesta positiva. Inténtelo siempre y punto.

• Al rehusar peticiones se tienen que ofrecer explicaciones suficientes sin titubeos o engaños.

Al rehusar un “favor” se deben dar ciertas explicaciones. Si resulta imperativo dar una contestación negativa a una “ayuda” pedida por otra persona, tiene que ofrecer explicaciones escuetas, pero bien fundamentadas. Ofrezca un argumento sólido que demuestre que estuvo atento de la inquietud que generó la petición.

Hay que estar alerta ante manipulaciones desplegadas en tales situaciones, como por ejemplo, los halagos indirectos ("como eres tan buena persona pensé que me ibas a ayudar"); la crítica ("nunca más volveré a pedir nada") o los sentimientos de culpa ("me dejas solo y con las manos atadas"). Aunque hay comprensión y preocupación de las razones del demandante, tiene que mantenerse firme en su postura o flexibilizarse ante un posible cambio de último momento.


• Al responder a las críticas se debe hacer uso del raciocinio y la ponderación.

Cuando se reciben críticas se perciben ataques, creyendo que hay una generación de ofensas hacia su persona. Evite permanecer en estado defensivo o devolviendo las supuestas “agresiones” sin mediar inteligencia y calma. Es mejor que identifique los aspectos objetivos de la crítica y hable sobre ellos, desterrando la contraofensiva sistemática de “agredir” sin ton ni son.

• Al aceptar o rechazar a otras personas tiene que actuar con firmeza sin exageraciones ni altanería.

En las relaciones sociales se dan situaciones paradójicas: se “aguanta” a quienes caen mal y se espanta a quienes se aprecia. Si se desea evitar una compañía o establecer una comunicación y mantenerla, se debe adoptar una actitud de seguridad/firmeza. Para ello, debe utilizar protocolos de acercamiento (sonreír, sostener la mirada, orientar el cuerpo hacia la otra persona y demostrar con palabras y hechos nuestro interés por lo que permea el ambiente).

Si se opta por el “rechazo” tiene que demostrar, lo suficientemente claro, signos de desinterés o hastío, dando respuestas evasivas o monosilábicas. La despedida cortés es una salida decorosa y eficiente.


• Al admitir desconocimientos se debe asentar que no hay por qué saberlo todo.

No hay por qué saberlo todo. Es molesto toparse con personas que lo saben todo, que cuando se les va a contar algo contestan invariablemente "sí, ya lo sabía" o "qué me vienes a decir tú". Esto sólo proyecta una imagen negativa a la que todos quieren rehuir. No hay que producir pensamientos internos como "qué van a pensar si digo que no lo sé" o "yo ya tendría que saber estas cosas", pues esto sólo perjudican la relación y posicionamiento con los demás.

Escuchar y reconocer son atributos positivos para una persona que quiere ser empático y eficaz en sus cometidos.


• Al reconocer errores haga notar prestancia, pero al mismo tiempo humildad.

Todas las personas cometen equivocaciones y es de personas sensibles y responsables reconocerlo. Quienes lo admiten -en el momento preciso- gozan de prestigio social, ya que ocultar los errores es una muestra de insensatez o debilidad disfrazada. Se debe reconocer con elegancia y humildad los equívocos sin permitir que los demás se sientan superiores o hagan mal uso de tal situación. Hay que evitar pensamientos y actitudes negativas como “por qué soy tan torpe”, toda vez que esto lo sumiría en la desesperanza. Reconozca, asimile y actúe.

• Al recibir cumplidos sea ecuánime y manténgase sereno.

Cuando las personas lo reconozcan o le agradezcan un hecho específico no recurra a la falsa modestia. Cuando los cumplidos son sinceros tienen que aceptarse con serenidad y agrado, ya que son valoraciones positivas que lo proyectarán con una imagen de contundencia. Nunca devuelva el cumplido sin mediar mérito alguno ni minimice sus logros. Lo mejor es agradecer y hacer comentarios como "la verdad es que me ha costado mucho hacerlo" o “me alegro que te haya gustado lo que hice".

• Para finalizar un encuentro sea directo y vaya al grano.

Cuando desee que un encuentro concluya, debe estar convencido de que tiene el
derecho a elegir y a manifestar con claridad si se quiere estar o no con cierto tipo de personas. Evite los pensamientos que induzcan a creer que es de mala educación interrumpir a otra persona. Es suficiente con estipular: "perdone la interrupción, me tengo que retirar".


La comunicación personal está basada en una serie de conductas que expresan sentimientos, actitudes, deseos y proyecciones que, de una manera adecuada, lo situarán en el lugar deseado dentro de una relación interactiva. Algunas personas tienen ciertas habilidades sociales de forma natural, casi innata, y las aplican cotidianamente sin esfuerzo alguno. Sin embargo, los que no las tienen no deben sumirse en el desánimo, porque la capacidad de relacionarse con los demás es susceptible de ser aprendida y, por tanto, mejorada de forma continua.

Si esta premisa se adhiere a las conductas personales habrá una mayor posibilidad de obtener de los demás algo positivo para su vida (solicitar un empleo, relacionarse con compañeros de trabajo, familiares o superiores jerárquicos, así como convencer de nuestras posturas o planteamientos). Las personas con habilidades sociales, tienen más alta probabilidad de alcanzar sus objetivos y mantener una buena relación con las personas que los rodean, lo cual potencia su efectividad. Por tanto, es posible desarrollar una serie de técnicas para aprender y poner en práctica un proceso de comportamientos y competencias que permitan conseguir más y mejores instrumentos de comunicación directa.

El lenguaje no verbal juega un papel muy importante y por lo mismo uno de los elementos primarios es el “juego” de las expresiones del rostro, pues revela emociones, tales como: miedo, rabia, desprecio, alegría, tristeza, sorpresa, entre otras. Así pues, la mirada debe mantener un contacto directo con el o los interlocutores, es decir, habrá que mirar a los ojos o a la zona superior de la cara de los “otros”, ya que esto coadyuva a establecer contacto pleno y cercano.

Dependiendo cómo sean estas miradas pueden expresarse las emociones del instante con la precisión que requiere su estrategia de posicionamiento. Ha sido comprobado que se considera más cercana a las personas que miran más a su interlocutor, pero esto no es así si existe una mirada fija y dominante (intimidatoria). Por el contrario, cuando se mira poco puede significar timidez, debilidad o evasión.

La mirada acompaña siempre la emisión de mensajes: si se mira cuando se escucha o habla se establece una comunicación personal fluida e interesante. Por ejemplo, si se observa a los ojos cuando se habla o se está atento de lo que haga la otra persona, el mensaje transmitido resulta convincente. La sonrisa casi siempre denota cercanía, suaviza tensiones y facilita la comunicación, pero si el gesto sonriente expresa ironía o escepticismo puede representar rechazo, indiferencia o incredulidad. Sea fluido y abastézcase de equilibrio en la utilización de esta práctica

La postura corporal: los movimientos del cuerpo expresan cómo se siente interiormente la persona según sea la forma de sentarse, caminar, gesticular, intercambiar ideas, proponer planteamientos, etc. el desenvolvimiento kinésico puede trasmitir escepticismo (encogimiento de hombros); agresividad (apretando los puños); indiferencia (haciendo todo lo posible por ignorar cuando alguien quiere transmitir algo).

La distancia física entre personas también indica proximidad emocional: dos cuerpos cercanos expresan contigüidad afectiva; volver la espalda o mirar hacia otro lado es una manifestación de rechazo o desagrado, o por lo menos de no estar en interés común.

Un cuerpo contraído expresa decaimiento y falta de confianza. Un cuerpo expandido, todo lo contrario. Los movimientos que se producen con las manos y la cabeza acompañan y enfatizan lo que se comunica con la palabra o el silencio. La voz acompaña e influye enormemente a la palabra expresada y por ello los conceptos intercambiados con entonación diferente trasmiten sentimientos distintos, que van desde la ironía, ira, excitación, sorpresa o desinterés hasta comunicar todo lo opuesto. Una conversación que se mantiene siempre en el mismo tono resulta monótona y aburrida, suscitando poco interés.

Haciendo uso de lo anterior puedo afirmar que se puede comunicar mejor quien “ejerce” modulaciones de voz a lo largo de su charla. El tono, que se descuida normalmente, es tan importante como el mismo contenido de las palabras. Luego entonces, un volumen alto de voz expresa seguridad y dominio de la situación, pero cuando se eleva en demasía puede producir rechazo y connotar agresividad. El volumen bajo, por su parte, puede sugerir debilidad o falta de confianza en uno mismo, pero también confidencialidad y cercanía. Todo en su justo medio.

La fluidez de la palabra y el ritmo: la utilización o repetición de “muletillas”, frases hechas y/o de relleno, así como titubeos provocan impresiones de inseguridad, monotonía e incluso desconcierto. Todos estos elementos de conducta comunicacional son herramientas de nuestra forma de ser y estar en sociedad, pero bien articulados, ayudan a eficientar la comunicación personal.

¿Cómo mejorar nuestras habilidades sociales?

1.- Saludar y presentarse con naturalidad; 2.- Mirar a los ojos cuando se habla; 3.- Hacer algún cumplido sobre la otra persona a la que se le habla, sin resultar adulador ni demasiado condescendiente, tratando de transmitir imagen positiva sobre las personas que rodean y también de los ausentes; 4.- Comentar o preguntar sobre la situación común que se está tratando, que suele ser uno de los motivos principales del encuentro; 5.- Realizar algún tipo de pregunta sobre lo que se conoce de los interlocutores: sobre el trabajo, la familia, etc. No toque temas candentes (religiones, filosofía, partidos políticos, líderes, etc.) para no introducirse en un túnel sin salida.

Se debe evitar:

A.- Hablar con ironía, tocar temas “escabrosos” o de difícil manejo; B.- Pronunciarse negativamente sobre personas presentes o ausentes; C.- Ser dogmático en las apreciaciones sobre algo o alguien; D.- Arrancar la conversación con comentarios indiscretos o fuera de lugar; E.- Hablar con voz exageradamente alta o desmesuradamente baja; F.- Adoptar posturas corporales incorrectas o poco elegantes.

Hay que dar señales con palabras o actitudes que se está atendiendo a los interlocutores y preservar el contacto visual, al mismo tiempo que entablar mensajes sobre algo que esté relacionado con lo que la otra persona comenta.

Si se elige cambiar de tema, se tiene que avisar anticipadamente con elegancia, tratando de no imponer, sino sugerir tópicos distintos igualmente importantes del que ya se agotó. Nunca hay que excederse en el habla ni en la escucha. Trate de ofrecer respuestas a cuestionamientos sin rodeos. Evite las expresiones verbales monosilábicas o gestos de impaciencia y/o nerviosismo. (Síntesis de investigaciones que se encuentran en el curso de alta dirección planificado por el autor) B.H.G.

Etiquetas: , , , ,