ANÁLISIS POLÍTICO Y SOCIAL, MANEJO DE CRISIS, MARKETING, COMUNICACIÓN Y ALTA DIRECCIÓN

Este es un espacio para conceptualizar, analizar, efectuar crítica y proponer estudios sobre política aplicada, marketing, comunicación, educación, métodos aplicados, alta dirección y proyectos sustentables. Contacto:baltasarhernandezgomez1@hotmail.com, baltasarhg@gmail.com

martes, 31 de agosto de 2010

¿ACAPULCO DE 10?


¿ACAPULCO DE 10?
Por Baltasar Hernández Gómez


Desde diciembre de 2009 la frase “Acapulco de 10” dejó de ser el slogan principal de campaña de Manuel Añorve Baños, para conformarse en lema de gobierno al traspasar los linderos electorales y ocupar un sitio privilegiado en la presidencia municipal. Dicha oración ha querido ser impuesta como axioma inobjetable a través de la repetición sistemática en desplegados impresos, videos televisivos, spots radiofónicos y en las líneas centrales de los discursos oficiales, llegando a penetrar en algunos sectores poblacionales favorecidos con paliativos, tales como: despensas, vales para tortillas, remodelaciones de calles y obras de relumbrón, pero que muy poco impactan en la solución de la problemática existente en materia de bienestar social, infraestructura y servicios.

Obviando la estrategia de marketing institucional diseñado por el equipo de Añorve Baños (actualmente con licencia indefinida por ser candidato del PRI a la gubernatura del estado de Guerrero), el “Acapulco de 10” no se ha visto por ninguna parte. Si la táctica fue posicionar una opinión favorable en la psique ciudadana, siguiendo el perfil cualitativo que trae consigo el lema, que remite a interiorizar que el “10” es una valoración que adquieren las personas que cumplen eficazmente con sus labores humanas, profesionales y laborales, como por ejemplo los alumnos disciplinados y constantes; los trabajadores y padres de familia responsables y comprometidos, por citar algunos casos concretos, ésta falló.

El enunciado que supuestamente dota de calidad a la alcaldía acapulqueña dista mucho de mostrar sustentabilidad en el cometido de procurar un modo de vida digno para los habitantes del municipio más importante del estado. ¿En dónde está el “10” ampliamente propagado? La mayoría de los acapulqueños aprecian que dicho lema está desdibujado por completo cuando se recorren los cuatro ejes cardinales del municipio, pero sobre todo al comprobar que la gestión gubernamental es un montaje repleto de parafernalia, un show continuo que ha acompañado a Añorve Baños en su aspiración de tener para sí y sus socios, el poder Ejecutivo de Guerrero. A continuación enumero tres coordenadas que dan sustento a mi apreciación:

1.- Aunque es repetidamente negado por los emisarios del sistema, la administración municipal está sumamente abultada, pues el 70% del presupuesto se gasta en pago de nómina, la cual ha crecido al haberse incorporado un número indeterminado de administrativos, asesores, mandos medios y agentes de policía y tránsito. Un dato de peso que sustenta mi dicho es que actualmente hay un déficit comprobado de setecientos millones de pesos (casi el 50% del presupuesto anual para Acapulco).

2.- Las acciones realizadas en año y medio tienen un corte político/proselitista, es decir, siempre se ha estado en la mira la conquista de la gubernatura del estado. Sólo se perciben obras de mantenimiento y remozamiento en bardas y camellones; señalizaciones y semáforos de bajísima calidad, que por lo regular están inservibles la mayoría del tiempo; arreglos de bajísima calidad en baches y hundimientos asfálticos; programas populistas de reparto de enseres a grupos vulnerables; tours permanentes y cooptación de medios de comunicación para reiterar hasta la saciedad que el actual gobierno “puede y lo está haciendo”; cambios permanentes de funcionarios y empleados, debido a la movilidad política y compromisos sociales pactados para colocar al PRI y a Añorve Baños en la predilección del voto.

3.- Hay una sensación de desamparo porque no hay ejecución de las tareas sustanciales de la administración pública, en virtud que, desde la toma de posesión, la labor presidencial fue transformada en propaganda política a favor de Añorve Baños y sus allegados, que están distribuidos en los organismos donde se maneja dinero, cuotas de poder y relaciones públicas, como por ejemplo: Finanzas, Protección y Vialidad, Reglamentos, Vía Pública, entre otras con menor rango jerárquico.

La obra trascendental no surge por ninguna parte, ya que lo único que se aprecia es la controvertida construcción del paso elevado “Bicentenario”, que es un elefante blanco que no resolverá el congestionamiento de la segunda arteria vial más importante de Acapulco (la avenida Cuauhtémoc) y sí por el contrario perjudicará a empresarios, comerciantes, transeúntes y automovilistas en el tramo comprendido entre las calles Wilfrido Massieu y Universidad.

Si esto no fuera suficiente, el “Acapulco de 10” puso al descubierto el abandono de los proyectos enunciados en campaña y de la responsabilidad para gobernar eficientemente al municipio, porque en la mentalidad de Añorve Baños -insisto- Acapulco fue un trampolín para llegar a la gubernatura de Guerrero a toda costa, lo que desechó el mandato juramentado de velar por los intereses del municipio y sus habitantes, así sin más. Acapulco y su diez de calificación en obras y servicios fue dejado como simple escaparate y los acapulqueños se ven sumidos en hoyos fenomenales que invaden calles y avenidas; en el temor creciente por la inseguridad pública; en la falta de servicios básicos y en la ausencia de los servidores que nunca están en sus oficinas, pues andan cumpliendo con tareas encomendadas por el “jefe” Añorve, vestido invariablemente con camisa verde o blanca con los colores emblemáticos de su partido político.

Los agentes del orden han logrado acaparar poderes plenipotenciarios para atracar a peatones y conductores, la inseguridad pulula al igual que la anarquía desde Icacos hasta Caleta y desde el Zócalo hasta Tres Palos. Es visible que hay un otorgamiento de permisos indebidos de uso de suelo; trámites detenidos porque no hay nadie que atienda los requerimientos sociales; inundaciones endémicas en puntos muy focalizados de las principales avenidas, que averían automóviles, ponen en peligro la integridad física ciudadana y retrasan la vida económica del puerto. El descuido es exorbitante, pues existe un descuido de las plantas tratadores de aguas residuales que desembocan crudamente en la bahía de Santa Lucía; nula promoción turística en destinos nacionales y extranjeros; prepotencia en el trato a usuarios, entre otros cientos de situaciones nefastas que aquejan a Acapulco.

¿Es que acaso no hay ojos que vean la realidad ni bocas o plumas para externar con franqueza esta situación tan deplorable? Tal parece que el Acapulco que se presenta en la vitrina de los medios de comunicación, giras de trabajo y piezas de oratoria no dan cuenta de las innumerables deficiencias, que están aniquilando a uno de los símbolos turísticos más reconocidos a nivel internacional desde la década de los años cincuenta. Pareciera que hay cientos de miles de ciegos y mudos, porque el poder del dinero, los compadrazgos y las complicidades pueden más que la verdad.

¿Acapulco de 10” ¡Pamplinas!, ya que en los dieciocho meses de la presente administración municipal sólo se ha visto una cauda de presentaciones y representaciones en televisión, radio, internet, espectaculares y prensa escrita, que impulsan una política comunicacional donde se pretende inculcar la concepción de que Acapulco está mejor que nunca. En estos momentos los añorvistas no están enfocados ni siquiera a simular un municipio de excelencia, porque su prioridad es hacer creer que habrá con ellos un Guerrero de 10. La pregunta básica es ¿Con qué?, pues la verdad es que el influjo mediático desplegado no pudo desterrar la imagen negativa provocada por el pírrico desempeño de Manuel Añorve y colaboradores.

Si consideran que este artículo es producto de un subjetivismo exacerbado, sólo basta dar recorridos a cualquier zona urbana, suburbana o rural del municipio, para comprobar la podredumbre y la burla en cuanto a dotación y mantenimiento de servicios públicos y obras sociales. Como botón muestra pondré que hay que visitar el mercado central para ver el grado superlativo de suciedad y el deterioro de sus instalaciones y calles aledañas; la falta de limpieza de decenas de canales pluviales; el acopio de espacios públicos por vendedores ambulantes y taxistas; el enorme deterioro de las arterias viales que provocan accidentes y tráfico sin igual.

El agua potable y el alcantarillado nunca llegaron a las colonias, a pesar de que se pregonó como uno de los 5 puntos principales que habría de impulsar si llegaba a la presidencia Añorve Baños. La polución derivada por desechos sólidos y acuosos crece de manera imparable. El abandono de las dependencias para satisfacer procedimientos administrativos es el suplicio que tienen que soportar miles y miles de ciudadanos, que en el caso específico de la Dirección del Registro Civil, por citar uno de tantos, se realizan de manera despótica, lenta y manualmente, cuando existen programas básicos de computadora que podrían ofrecer una atención de primer nivel, como lo hacen los gobiernos del Distrito Federal, Guadalajara y Colima por referirme sólo a tres casos que conozco en forma directa. ¿Así o más? Hasta aquí detengo mi reflexión. B.H.G.

Etiquetas: , , , , , ,

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio