ANÁLISIS POLÍTICO Y SOCIAL, MANEJO DE CRISIS, MARKETING, COMUNICACIÓN Y ALTA DIRECCIÓN

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domingo, 21 de noviembre de 2010


ELECCIONES EN GUERRERO 2010
SIMBOLOGÍA Y NUMEROLOGÍA PARA LA ENAJENACIÓN SOCIAL
Por Baltasar Hernández Gómez


Desde el domingo 8 de noviembre el panorama político/electoral Guerrero se tiñó de matices mercadológicos para impregnar al subconsciente colectivo de imágenes macroscópicas y numerología. El objetivo es que los contendientes estén arropados con mensajes surrealistas, para forzar el brote de votos irracionales y así predomine la supresión de sensatez. Masas en movimiento, arengas carentes de verdad y plazas públicas transformadas en sambódromos por la maquinaria del marketing, forman parte del escenario que los guerrerenses vivirán hasta enero de 2011. Los medios de comunicación transmiten notas y fotografías pagadas por los equipos propagandísticos de los candidatos a la gubernatura, dejando ver multitudes pletóricas en torno a quien consideran su mejor opción. Sin embargo, la iconografía y las cifras de asistentes son datos fácilmente manipulables, que no constituyen un termómetro fidedigno del sentir social. Por donde se transite los cuadrantes citadinos están colmados de propaganda que se inserta a forciori en las pupilas de la ciudadanía.

¿Qué hay detrás de los contingentes que participan en mítines? La logística para movilizar mujeres y hombres de las siete regiones de Guerrero y de otras entidades que, por emoción, compromiso o acarreo, son puestos como piezas de utilería en actos planificados por la partidocracia. Todo aparece como torrente de virtudes, música, pléyades gubernamentales y artísticas, matracas, vuvuzelas, confeti, camisetas, gorras, refrigerios, discursos maratónicos y promesas que, por sus alcances, se vislumbran como imposibles de poner en marcha en el corto o mediano plazo. Los flashes que generan las concentraciones ocultan el manejo exorbitante de sumas de dinero, oscuros pactos entre protagonistas de la trama electoral y el abuso de instrumentos subliminales. Detrás de caras alegres, de apapachos paternalistas y de bailes forzados entre candidatos y mujeres surgidas “espontáneamente” hay un fajo de perversiones que confirman el postulado que hizo Dante Alighieri en su obra La divina comedia: “el camino al infierno está plagado de buenas intenciones”.

Los mítines no son reuniones para proponer proyectos sustentables, sino núcleos amorfos para contabilizar presencia volátil de gente que supuestamente simpatiza con uno u otro bando político. Otra vez, los sujetos de carne y hueso resultan insustanciales porque la importancia de su exposición radica en el bulto que generan al momento de tomar videogramas. La sobresaturación de elementos audiovisuales repele pensamientos críticos o meditados sobre lo que ocurre en la realidad inmediata, pues los rostros visiblemente maquillados, los tonos de voz, frases llamativas, colores de vestimentas y trazos intentan que los ciudadanos se olviden de la verdad, con el objetivo de imponer la falsa idea de participación democrática, la cual es traducida en la terrible levedad de depositar boletas en las urnas y punto. Como esto ha funcionado con sus altas y bajas, las instituciones del Estado siguen enarbolando que democracia a la mexicana es igual a la acción calendarizada un domingo cada tres o seis años.

Al igual que la mayoría de la gente, quisiera que en lugar de panfletos arrojados en las calles, anuncios en bardas y espectaculares, spots en radio, televisión e internet, altavoces con música estridente, banderolas multicolores, consumibles para casas y oficinas, así como discursos con ofrecimientos de bienestar al por mayor, hubiera por lo menos cinco propuestas firmes para elevar la calidad de vida de jóvenes y adultos que -desde hace tres años- no encuentran ninguna posibilidad de trabajo, seguridad social, alimento, vivienda y servicios públicos. Por el contrario, continuamos asistiendo al banquete prefabricado del Estado mexicano donde se insiste en dotar a los ciudadanos de un mar de fantasías renovables cada proceso electoral, con la finalidad de paralizar acciones societales independientes, que estén alejadas de aristas gubernamentales o partidistas, que ciertamente surjan al seno de los hogares, calles, colonias, escuelas y fuentes de trabajo. La meta de la clase dominante no es que haya más y mejor democracia, sino una muchedumbre que actúe, sí sólo sí, es convocada para sufragar por las opciones que los partidos seleccionan de manera anticipada.

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Hasta ahora las campañas de los 3 candidatos a la gubernatura del estado de Guerrero, México [Manuel Añorve Baños por el PRI, PVEM y Nueva Alianza; Ángel Aguirre Rivero por PRD, PT y Convergencia y Marcos Efrén Parra por el PAN] se proponen intervenir la psique social argumentando emotividad sin freno. El 85% del marketing político está basado en:

A. La alusión a la persona y a los símbolos identificativos de los partidos, es decir, la inserción de los ciudadanos en la dinámica de sentirse cercanos con la parte humana de los candidatos. Los spots y carteles identifican la nomenclatura, biografía resumida, realizaciones del pasado y hasta la alternativa de nombrar a los candidatos por su nombre o apellido paterno. Frases cortas acompañadas de sonidos incitadores, que orillan a tomar posturas a favor o en contra.

B. La invocación a la lealtad de los ciudadanos a los partidos, o sea, la recurrencia a la fidelidad gremial -por tradición, compromiso o identificación- y a los iconos políticos para evitar cualquier tipo de fijación en las contradicciones ideológicas o actividades mal realizadas por los organismos políticos. La idea que se anhela fijar es que las instituciones no fallan, sino que los yerros han sido consecuencia de hombres y mujeres que no estuvieron a la altura de las circunstancias.

C. La re-creación de la esperanza de “que ahora sí habrá cumplimiento de promesas”, promoviendo actos de fe para asumir que sólo por medio de las votaciones pueden alcanzarse mejores estadios de vida. Para los hacedores de campaña es indispensable encuadrar en fase de olvido las inexperiencias e ineficacias de los candidatos, aliados y partidos políticos: “El hoy importa porque el pasado ya no existe. El presente es futuro y éste no importa ahora porque ya tocará vivirlo a posteriori”.

Las ofertas son muchas y muy vagas, ya que prometer créditos, calles pavimentadas, útiles, uniformes y becas escolares, agua, seguridad, es lo mismo que firmar papeles ante notario sin ningún viso de calidad moral. El plural de las palabras significa más de una cosa, por lo que hacer dos o un poco más de esta cifra es cumplimiento. Así de irreales son las promesas, pues al cumplir con dos avenidas bacheadas, tres colonias con tubería para agua potable, 200 becas ó 500 juegos de uniformes escolares se estaría constatando la presumible palabra empeñada. ¿Y los demás qué?

D. La promoción de slogans simples y sin cargas de responsabilidad, que vayan ataviados de componentes llamativos para que la población no vea los verdaderos trasfondos políticos de los protagonistas. La idea central es que el proceso electoral sea un coliseo de ofertas casi idénticas, moldeadas con diferente palabrería y simbolismo. La falsa creencia de que las campañas se ganan solamente con dinero y la fuerza de la repetición ha dado como resultado pérdidas a partidos que pensaban tener en la mano triunfos irrefutables, pues en el fondo del asunto, la masa adquiere forma en cada sujeto social y a la hora de votar hay cambios de parecer.

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En lo real-concreto, o sea, en lo particular de lo que coexiste en las localidades, lanzo nuevamente el exhorto para hacer un alto y no dejarse seducir por la propaganda de Manuel Añorve Baños, quien está siendo presentado como hombre renovador, pero montado en lemas y prácticas populistoides y autoritarias del PRI. Es preciso detener su perverso anhelo de escalar a la gubernatura, debido a que la presidencia de Acapulco -que obtuvo hace menos de dos años- le quedó corta. Basta ya de escuchar “Tiempos mejores” que nunca llegaron durante su fallida estadía en el palacio municipal. Basta ya de elevar al poder a la camarilla de políticos que lo acompaña y que se han enriquecido inexplicablemente en puestos administrativos y curules legislativas, mediante la continuidad del clientelismo, corrupción y discrecionalidad.

La deplorable situación que se vive en Acapulco no es invento mío, pues sólo hay que remitirse a la postal concreta de lo que percibimos y sentimos: baches, cloacas destapadas, desabasto de agua potable, contaminación peligrosa en arroyos que desembocan al mar, balas, niños de la calle, ancianos olvidados, desempleo, pobreza, baja en la captación turística, corrupción galopante en todas las oficinas municipales, etc. Que quede claro: no lo digo yo, sino cientos de miles de coterráneos que no tienen la oportunidad de escribir o hablar públicamente, pero que sufren en carne viva los avatares de un municipio en quiebra moral y material.

Posdatario:

1.- Ante el clima de violencia en el estado y la República, en Acapulco se dieron de alta 47 agentes policiacos y de tránsito que, sin mediar preparación, experiencia o estudios, pero eso sí pagando 23 mil pesos, fueron asignados a esquinas, motocicletas y patrullas. De este tamaño es el desorden para dizque hacer frente a la inseguridad pública.

2.- Resulta imposible que las autoridades heredadas por Añorve Baños traten de ocultar que la tesorería de Acapulco está en bancarrota (con una deuda mayor a 700 millones de pesos, lo cual representa el 58% del presupuesto 2010). Ante esta situación surgen dos cuestionamientos: ¿De las partidas que tiene destinado el IEEG otorgar al PRI y sus aliados saldrá la devolución para que se concluyan obras y pagar a proveedores que tienen más de seis meses sin recibir reembolsos por bienes y servicios, o bien, otorgar a tiempo sueldos y aguinaldos a funcionarios y trabajadores del Ayuntamiento? ¿El salvamento provendrá de los bolsillos de sus promotores (exgobernadores, diputados, senadores, empresarios o CEN del PRI)? Cabe remarcar que de las arcas públicas salieron cientos de millones de pesos para la promoción de Manuel Añorve de enero de 2009 hasta la fecha sin que haya habido “v” de vuelta.

Como decía el personaje “El Chapulín Colorado”, creado por el cómico mexicano Roberto Gómez Bolaños… ¿Y ahora quién podrá defenderlo?, pero por encima de esto… ¿Quién podrá salvarnos? B.H.G. Ω

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