MÉXICO NO SALGAS A LA CALLE: el mensaje oficial como respuesta a la violencia en las calles.

“NO SALGAS”: EL NUEVO MENSAJE POLÍTICO
PARA
LA DESMOVILIZACIÓN SOCIAL EN MÉXICO
Por Baltasar Hernández Gómez

Ante la escalada de terror impuesta por las partes actoras en el conflicto de inseguridad que existe en México, el poder Ejecutivo del Estado y la mafia, los tres órdenes de gobierno apelan a lo siguiente:

1.- Al fortalecimiento presupuestal y logístico de las fuerzas armadas y policiacas, para elevar la percepción que se está haciendo algo contra los “malos”. Se instauró la estrategia de no permitir la legalización de las drogas, pero sí por el contrario la autorización de inmensas partidas presupuestales para sueldos, uniformes, armas y equipos de las corporaciones que constituyen al aparato represivo del Estado, que de muy poco han servido para erradicar la presencia de actividades ilícitas en las calles. Para el Estado mexicano lo importante es hacer creer que las detenciones y decomisos van a desmembrar los tentáculos del crimen organizado. Terrible realidad, pero también igual de terrible la suposición.

Ante detenciones, quema de enervantes y cierres de negocios de dudosa procedencia y crecimiento, los “narcos” (término que el gobierno ha utilizado para tipificar todo lo ilegal que no alcanza a comprender en su dimensión amplia) responden con virulenta energía contra servidores públicos, policías, jueces y personas comunes y corrientes. No obstante de la compra de rifles, ametralladoras, carros blindados, y chalecos antibalas por parte del cuerpo armado del Estado, la ilegalidad adquiere más y mejores pertrechos de guerra, que son puestos a prueba en todas las entidades federativas, aumentando el número de fallecidos por este fenómeno que en este momento suman más de 30 mil personas.. El muro no deja ver la luz al otro lado de la acera y entonces los miles de millones de pesos invertidos por el gobierno no consiguen traer resultados eficaces: de nada valen millonarios egresos, en virtud de que se deja en el desamparo programas, obras y servicios sociales. Todo es pólvora, lágrimas, esquelas y promesas.

Lo que se ve es una cadena de incautaciones de poco tonelaje de mariguana y cocaína que luego son supuestamente incinerados en campos militares ante las cámaras de medios masivos de comunicación convocadas para ser fedatarios de las realizaciones gubernamentales. Así también, hay observancia de una serie de detenciones de repartidores de drogas, asesinos profesionales y jefes intermedios, pero nada de nada de capo tutti capi ni cuentas millonarias en bolsas de valores o bancos.

Los resultados visibles son superficiales y están basados en el flujo de fuertes sumas de dinero público a cambio de canicas de vidrio, ya que los inmuebles, autos, joyas, fajos de billetes y armas embargadas siempre permanecen en estado de impasse, o sea, no pueden tocarse, usufructuarse, traspasarse o venderse para al menos recuperar algo de los inconmensurables montos erogados. Mucha guerra y pocas nueces.

2.- A la buena voluntad y descomposición de los grupos de la mafia. Los grupos mafiosos están subdivididos en áreas de operación y control, que van desde la clonación de productos, robos, secuestros, tráfico de estupefacientes hasta la reingeniería financiera a través de instituciones bancarias, fiduciarias y empresas que blanquean grandes capitales de recursos monetarios e inmobiliarios. Por la fortaleza del “mal” el Estado invoca al propósito de que auto-regulen sus enfrentamientos, a fin de no perjudicar la vida de los más de cien millones de mexicanos que se encuentran en medio de una conflagración sin sentido. Por una parte, el comandante institucional envía muchos mensajes amedrentadores y por la otra los capos de la cosa nostra en su versión autóctona responden con muertes al mayoreo.

Las autoridades municipales, estatales y federales remiten la anarquía e ingobernabilidad preponderante a la fosa del crimen organizado, pues no hay acto de barbarie que no sea catalogado como producto del narcotráfico. Esta política de no atender y resolver se efectúa con el objetivo de contener cualquier tipo de pesquisas de las dependencias gubernamentales. Asesinatos, robos, secuestros, trata de blancas, prostitución, venta de drogas y ajusticiamientos constituyen parte de los activos públicos del formato “no veo, no oigo y no hablo”, el cual es usado por los funcionarios públicos y legisladores para que todo siga igual, homologando la tesis de Lampedusa en su obra “El gatopardo”.
El presidente de la República, gobernadores y presidentes municipales tomaron para sí la práctica del avestruz, ya que al ejercitar el ocultamiento de la cabeza en tierra pretenden negar la violencia que impera de Mérida hasta Tijuana. Los detentadores del poder exhiben comunicados que más bien parecen rogativas de domingo en la iglesia, aumentando la percepción de que las dos administraciones federales provenientes del PAN han incrementado la pobreza e inseguridad. A los ojos de millones de compatriotas el sexenio calderonista representa simple y sencillamente un gobierno fallido.

3.- A la inmovilidad y el miedo.- La PGR, SSP, SEG, gobiernos estatales y locales impulsan la cruzada “Cómo actuar en casos de violencia”, insistiendo a niños, jóvenes y adultos que, en caso de balaceras o situaciones de peligro, lo primero es arrojarse al piso, guardar calma y posteriormente alejarse del sitio. Los gobernadores y presidentes municipales, como el caso del alcalde interino de Acapulco, José Luis Ávila Sánchez, promueven abiertamente la idea de no salir de noche, pues el clima de terror es tan grande que es mejor resguardarse en los domicilios antes que una bala o esquirla dañen la integridad física. Lo implícito en este discurso proteccionista, es la falta de compromiso e incapacidad para garantizar, siquiera, mínimas garantías de tránsito y estancia de la ciudadanía y sus familias. La invitación se envía en medio de ráfagas, granadazos y bombazos que lo mismo asesinan a civiles, militares, policías y agentes de tránsito.

¿Cómo es posible que un gobernante estimule la parálisis de la vida social en una ciudad que basa su desarrollo económico en el comercio y los servicios turísticos? ¿Dónde están las voces de empresarios hoteleros, discotequeros, restauranteros y comerciantes en general para decir que esto es lo más estúpido, inverosímil y funesto que se ha escuchado? ¿Para que vivir de rodillas mientras México se destroza en miles de fragmentos? ¿Por qué no se convoca a movilizaciones para exigir un ambiente armónico? ¿Por qué no se exigen nuevas estrategias de que terminen -de una vez por todas- con este ambiente de desesperanza? La táctica del terror anidó suspicacias, fobias y miedos a perder la vida o lo poco que aún se tiene, ni duda cabe. Luego entonces, el discurso oficial es convertido en psicosis para no expresar inconformidades, escribir sobre lo que está pasando o reivindicar los derechos que se tienen……en fin, la alarma ulula para que nadie haga nada.

Guardarse y esconderse son equivalencias de inmovilización. Primero se presenta el mensaje insistente para la inmovilización voluntaria y luego, muy probablemente forzada, para atomizar la convivencia. Esto, origina la merma de la participación social y política de los mexicanos. Si el subsistema político-electoral tiene una altísima carga de abstencionismo por la desconfianza civil hacia gobiernos incapaces y partidocracia, con el llamado a refugiarse en casa, los nuevos detentadores del poder en México, tendrán campo libre para ganar sin votos legítimos, retrotrayendo prácticas antidemocráticas. No salir en la noche o a cualquier hora del día trae -entre líneas- la conceptualización de que los mexicanos deberán aceptar -como verdad absoluta- las noticias transmitidas por el Estado y sus aparatos ideológicos, para luego forjar la creencia irracional hacia todo lo que se presenta como México.

“Protégete, compra y conéctate con los medios de comunicación masivos para que tengas una visión del mundo y la cotidianeidad”: claro, una visión totalmente unilateral de lo que ocurre en la realidad. Visión enmarcada en boletines de prensa, spots comerciales, propaganda política y marketing institucional. Si viviera Aldous Huxley (Autor del libro Un mundo feliz) estaría contemplando que el mundo de la vida superó con creces a la ficción.

En el inconsciente gubernamental existe un paliativo, la interiorización del adagio “Sobre advertencia no hay engaño”, que tiene como meta no abrigar ningún tipo de culpabilidad por muertes, secuestros, extrema pobreza y violaciones a los derechos humanos: si alguien se atreve a salir, obviamente lo hará bajo su propio riesgo. Al quedar en la superficie esta política desfachatada… ¡Plop!...Deberíamos desplomarnos como lo hacía Condorito, personaje central de la tira cómica chilena del dibujante Pepo, cuando presenciaba algo inconcebible, ridículo, incomprensible o surrealista. B.H.G. Ω