ANÁLISIS POLÍTICO Y SOCIAL, MANEJO DE CRISIS, MARKETING, COMUNICACIÓN Y ALTA DIRECCIÓN

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martes, 21 de abril de 2009

VOTAR O NO VOTAR


¿VOTAR O NO VOTAR?: la disyuntiva política en México 2009.
Por Baltasar Hernández Gómez

En el transcurso del primer decenio del Siglo XXI los ciudadanos de los países democráticos, sobre todo en América Latina, viven el desencanto de procesos electorales que han querido pasar como el pináculo del quehacer social moderno. El paradigma “las sociedades tienen los gobiernos que eligen o merecen” se ha esfumado en la incoherencia de los hechos, ya que los individuos en edad de votar han experimentado -en carne y hueso- actos de corrupción, enriquecimiento ilícito, autoritarismo, monopolización económica y cultural, entre otros elementos, que terminaron por corroer la confianza. Clara estrategia del Estado para inmovilizar y que las cosas continúen en rangos mínimos de votación.

No obstante el elevado presupuesto asignado a las instituciones “ciudadanizadas” encargadas de los procesos electorales en México , para propagar la idea de que la democracia representativa es el único modo de vida societal, la ciudadanía está dándose cuenta que ésta es una falacia y un mecanismo de control. Hay un desenmascaramiento de lo inoperante que resultan los procesos electorales, lo cual se refleja en la crítica abierta hacia funcionarios, partidos, legisladores, gobernantes y todo aquello que tenga un tufo a representatividad. Más aún, la decepción se cristaliza simple y llanamente en abstención, que es -parafraseando términos administrativos en boga- ineficacia para conservar legitimidad.

Este panorama resulta apabullante y bastante característico de un modelo a punto de caer en crisis, lo que se proyecta en las cifras de la elección federal en 2006 para presidente de la República: de la lista nominal de 71.3 millones inscritos en el padrón del Instituto Federal Electoral (I.F.E.) dejaron de votar 29.6 millones, lo que representó una abstención de 41.5%, porcentaje que debe encender los focos de alarma del sistema político mexicano. Esta tendencia de “no participación” ha venido incrementándose, toda vez que en el año 2000, a pesar de la ola levantada contra sexenios de sumisión a lo que denominó Vargas Llosa como “la dictadura imperfecta en México”, que fue capitalizada en la campaña de Vicente Fox Quesada, el Abstencionismo se situó en 36%. Hay casos más graves de abstencionismo, como los que ocurren en entidades federativas como Chiapas y Guerrero, donde los rangos van del 51hasta el 59%. ¿Dónde está la validación democrática y dónde se encuentra la legitimidad de la política?

Cuando se trata de explicar esta propensión sale a la superficie el dedo flamígero de la culpabilidad: desde la opinión que todo se debe a la permanencia por más de 70 años del P.R.I. como partido hegemónico, los estragos del corporativismo, cuotas de poder, corrupción, pobreza, nepotismo, hasta el estilo personal de Fox y compañía. En este ir y venir de culpas, las expiaciones analíticas tratan de encontrar justificaciones a lo injustificable, pues la abstención no tiene su punto de partida en los efectos, sino en su origen: la esencia misma del subsistema electoral que trata de legitimar -a toda costa- al Estado mexicano, en concordancia con los patrones globalizados y por encima de las clases sociales.

No son los ciudadanos los que han originado la abstención, sino el subsistema electoral que a lo largo de años de impericia casi extingue las expectativas sociales para conformar una dinámica democrática participativa y un desarrollo armónico. Desde antes, durante y después de las jornadas electorales, los sujetos sociales son bombardeados con mensajes propagandísticos de que si no participan están haciendo un mal a la nación y luego entonces no es permitido quejarse de los resultados. Es más o menos como decir “No hay más salida que votar por las opciones que se presentan, a fin de que se siga teniendo una sociedad democrática al estilo que han vivido los padres de tus padres y que debe perpetuarse –por supuesto con algunos cambios- para las futuras generaciones”

A mi juicio el abstencionismo es resultado de factores múltiples, que no son atribuibles a la ciudadanía solamente, sino al esquema partidista que pone a la lucha política en el campo de la concertación, de la cuota administrativa en los tres niveles de gobiernos, de la aprobación de iniciativas legislativas que favorecen intereses económicos y de la enorme brecha entre gobernantes y gobernados. La abstención es corolario de una decisión contestataria por parte de los ciudadanos contra la desatención de sus necesidades. Cada vez más la sociedad cree menos en candidatos, partidos y las instituciones gubernamentales. No es fortuito que en los sondeos de los principales medios de comunicación y agencias especializadas, los mexicanos otorguen calificaciones reprobatorias o demasiado bajas a organismos que, en el pasado reciente, contaban con altísimos rangos de confianza, tal es el caso del I.F.E. y las Fuerzas Armadas.

La práctica abstencionista ha sido metamorfoseada por el Estado mexicano y su clase dominante como el enemigo a vencer, el monstruo que roba la voluntad de millones de ciudadanos. Como ya mencioné, hay un ataque al resultado obtenido por este modelo político de legitimación, pues las contradicciones sociales han descubierto infinidad de mentiras democratizantes, que luego fueron reconvertidas en procedimientos verticales para la elección de representantes . Contra el abstencionismo se enfilan las baterías de combate de los organismos estatales, sin tocar el fondo del asunto, que es: construir una verdadera democracia en la escuela, el trabajo, la familia y en los demás ámbitos de la actividad humana.

En medio de contiendas repletas de slogans, música, colores, palabras e imágenes relampagueantes, los ciudadanos alcanzan a divisar lo superficial de los partidos y sus candidatos. Se trata de tenerlos limitados a apreciar lo dado, como catarsis sin posibilidad de acción. El ciudadano convertido en homo videns está circundado a ver, oír, callar y a votar el día que le indica el organismo electoral. En esta dinámica se trata de moldear una nueva nacionalidad: mexicanos al grito de guerra, obedientes de los dictados del patriotismo globalizador.

Obviamente, la latente insatisfacción se vuelve abstención, debido a que existe una sensación de estafa, porque la ciudadanía ha sido víctima de un sinfín de “tomaduras de pelo” por tanto incumplimiento y programas sociales y promesas inconclusas de partidos y gobernantes. Para cientos de miles de personas los partidos, candidatos, legisladores y funcionarios ya no son los virtuosos servidores de la nación, sino hombres y mujeres que persiguen la reelección disfrazada, la perpetuidad para conservar sus cotos de poder, descubriéndolos como infames acaparadores de la voluntad social.

El precio que tiene que pagar el Estado y su régimen es elevado, dejando visible la insolvencia para operar una estructura democrática que satisfaga los intereses de la colectividad y que aliente la actuación de los ciudadanos. Por el contrario, la abstención y la no canalización de demandas sociales representan un peligro para la continuidad de los intereses económicos y políticos de la clase dominante, y esta apreciación es ya un reclamo del sector empresarial local y externo hacia las instituciones que resguardan el establishment. Durante el sexenio foxista y en los casi 3 años del mandato de Felipe Calderón Hinojosa la transición no se ha materializado por ningún lado. Sólo se aprecian cambios dérmicos, pero no de contenido, lo que hace suponer más de lo mismo con diferentes formatos comunicacionales.

Los tres partidos grandes (PAN, PRI y PRD) aunque están preocupados por el abstencionismo, dejan las facturas políticas al Estado y los gobiernos en turno, pues mientras haya una minúscula legitimidad tendrán garantizada su permanencia. A ellos no les interesa convencer a la sociedad, pues si lo quisieran, estarían padeciendo un efecto negativo: crecimiento de desprestigio, carencia de sustento físico y la falta de operatividad para responder a las inquietudes, quejas y propuestas de sus simpatizantes y militantes. Optan por cargar con el estigma de ser participantes en un subsistema electoral catalogado como ineficiente, pero que tratan de justificar como perfectible (¿¿??) y así seguir dosificando las cuotas de poder que les aumente capitales y posicionamiento.

Es desastroso que se haya perdido la capacidad de asombro y contemplar como algo “natural” o no demasiado malo, que las cúpulas partidistas sean las concentradoras de los pocos espacios sociales sin copar por la estructura estatal, para hacer una política diferente. ¿Hemos analizado a fondo las incoherencias políticas que rayan en la comedia? Para muestra unos botones: unas veces el PRI se alía con el PT y otras no, para luego adherir al Partido Verde en sus alianzas electorales municipales, estatales y nacionales. El PRD se alía con Convergencia y en otras con PT. Algunas veces se sienten independientes y seguros para luchar por el voto, pero otras requieren de ayuda.

Pareciera que día a día y en forma acumulada, los ciudadanos contemplan un híbrido mitad teatro, mitad ring de lucha libre, donde los protagonistas cambian -a diestra y siniestra- sus roles y máscaras. Unas veces son héroes, otras villanos. En unas apariciones son rudos y en otras técnicos. Durante acaloradas sesiones legislativas son defensores de la soberanía y en otras otorgan su consentimiento para la desregulación energética y la entrada sin cortapisas del TLC y las decenas de reformas para el acoplamiento de nuestra economía periférica y subdesarrollada a los requerimientos neoliberales. Muchos atacan ferozmente la legalidad de las votaciones federales, pero no dejan la curul de diputado o senador.

Mientras tanto, la llamada “chiquillería”, es decir, los partidos pequeños, funcionan como satélites o pesos adicionales en la balanza política, cuando así lo requiere uno de los partidos grandes, o bien, el gobierno en funciones. Unos van y otros se exterminan, tratando siempre de presentar un espectáculo alegórico en el carnaval donde lo importante es derrochar los recursos aprobados para las elecciones.

Si el estado actual de cosas permaneciera igual para las elecciones de julio 2009 y posteriores, el subsistema electoral empezaría a sufrir de colapsos en diferentes partes de su andamiaje, dando pie a una serie de prospecciones políticas donde podría prevalecer el autoritarismo (político-partidista, legal, formativo y hasta de fuerza). A continuación incluyo los escenarios que a mi consideración pueden darse:

Seguir votando.- Las elecciones seguirían siendo el crisol de los ciudadanos crédulos de que su voto es sinónimo de bienaventuranza política, captando un porcentaje suficiente para sostener la legitimidad requerida por el modelo democrático representativo. Los votantes son remasterizados como los afianzadores del status quo y de los planes del Estado y sus intereses de clase, para determinar una República acorde con las exigencias domésticas, regionales y globales.

Seguir votando no destierra lo “malo”, sólo reacomoda errores para devolverlos al circuito de preservación del sistema como nuevas versiones de autorregulación. En otras palabras: los mismos destinatarios reajustan y dan fuerza a la legitimación que persigue el proceso electoral, repitiendo en espiral el atributo de representación-suplantación que postulan las instituciones del Estado y los partidos políticos.

La permanencia del voto avala la estructura de dominación y se eterniza la partidocracia. Para los hacedores de poder es mejor seguir sosteniendo un subsistema electoral que tenga el 50% más uno de sufragios ciudadanos, que enfrentar movimientos organizados que desconozcan y rebasen a los procesos institucionales.

No votar.- La no participación refleja -por lo menos- un grado de concientización política, porque abstenerse de depositar el voto implica un procesamiento cognitivo de alternativas. Si un gran número de ciudadanos decidieran no votar estarían indudablemente poniendo en jaque al subsistema electoral.

Sin embargo hay de abstenciones a abstenciones: a) Cuando un ciudadano no vota por convicción, implica la premeditación de no asistir a las urnas, lo cual involucra un debate previo con otros ciudadanos (familia, amigos, compañeros de trabajo, etc.) para explicar su decisión, lo cual produciría o ser segregado, o bien, seguido; b) Cuando un individuo se abstiene de votar por negligencia o por estar inseguro del proceso, no constituye sólo eso, sino que el Estado, su aparato gubernamental y otras organizaciones civiles afines se vieron imposibilitadas para convencerlo; c) Cuando hay abstención derivada por experiencias negativas producidas por los organizadores, se descubre la inoperancia en ejecutar la difusión, capacitación, la operación de los recursos materiales, técnicos, financieros y humanos, conteo de sufragios, captura y comunicación del proceso, y d) Cuando no se vota por el desencanto o defraudación de la oferta política de los partidos o por el pésimo desempeño en la administración pública o actividad legislativa de sus anteriores representantes.

Abrir otros cauces de participación.- Los ciudadanos evidentemente optan por la abstención consciente. No votan porque tienen la seguridad que el subsistema electoral no es la opción para llegar a un estadio democrático y entonces prefieren rescatar o construir vías de participación horizontal, que no solamente sean contestatarias o demandantes, sino que prohíjen nuevas formas de actuación y lucha para conseguir lo que les ha sido negado.

Esto supone lo siguiente: 1) Crecimiento de organismos civiles que pongan en movimiento pensamientos y acciones para exigir directamente a políticos, partidos e instituciones gubernamentales; 2) La puesta en marcha de un nuevo tipo de proceso electoral, más directo, que atraiga la atención y el interés participativo de las masas ciudadanas, a través de normas claras y precisas en formatos, tales como asamblea, foros, votación directa o abierta, etc. 3) Reaparición de grupos clandestinos que siempre han sostenido que las armas son el único medio de quitarle el poder al Estado, y 4) La puesta en escena de controles coercitivos, dando lugar a procedimientos autoritarios puestos en marcha por sectores reaccionarios, o bien, provenientes de las fuerzas armadas, policías e incluso del exterior. B.H.G.

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1 comentarios:

A las 21 de abril de 2009, 18:06 , Anonymous Anónimo ha dicho...

HOLA BALTA. ANTES QUE NADA UNA FELICITACION POR EL BUEN QUEHACER POLITICO QUE REALIZAS. ME DA GUSTO VER COMO HAS CRECIDO EN TU PROFESION Y LO BIEN QUE LO HACES. ENTIENDO TE DESARROLLAS EN LA DOCENCIA Y CONSIDERO ESTAS EN EXCELENTE SITIO, CREANDO CONCIENCIA ENTRE LOS JOVENES. EN CUANTO A LA DISYUNTIVA DE VOTAR O NO... EN VERDAD CONCUERDO CON TODO LO QUE EXPLICAS EN TU NOTA, NOS QUEDA MAS QUE CLARA LA SITUACION ACTUAL, QUE DICHO SEA DE PASO, ES LA MISMA QUE CONOCEMOS DESDE LOS MISMISIMOS TIEMPOS DE COMONFORT Y JUAREZ TODOS ESTAMOS MAS QUE HARTOS DEL DESEMPEÑO DE NUESTROS POLITICOS, QUIENES VELAN MAS POR SUS INTERESES Y POR "EL HUESO" QUE POR EL BIENESTAR DE LA CIUDADANIA "REPRESENTADA" LA TEORIA DEL COMPROMISO SOCIAL QUEDO EN EL OLVIDO, LA POLITICA PARA ELLOS ES UN MODO DE VIDA Y MAS, UN NEGOCIO BIEN REMUNERADO !! ES UNA PENA LEER LAS DECLARACIONES DE LOS POLITICO EN LOS DIARIOS Y VER SU ACTUACION, PERO SOBRE TODO, COMO NOS SUBESTIMAN PENSANDO QUE LES CREEMOS TODA LA MALVERSACION DE INFORMACION Y MANIPULACION DE LAS SITUACIONES Y CIRCUNSTANCIAS, SEGUN LES ACOMODE A SUS INTERESES PERSONALES, OBTENIENDO EL MAYOR LUCRO Y LA MAYOR TAJADA ($$$) Y A EL PUEBLO.. PAN Y CIRCO !!! LUEGO ENTONCES, QUE HACER? VOTAR, NO VOTAR, EJERCER EL VOTO DE CASTIGO, O DEJARLO PARA QUE LO MANIPULEN A SU ANTOJO Y CONVENIENCIA, A FINAL DE CUENTAS LOS QUE OSTENTAN EL PODER CUENTAN CON EL PADRON Y FUNCIONARIOS DEL IFE. SI YA LO HICIERON (EVIDENTE)EN LAS ELECCIONES DE 2006, POR QUE NO EN LAS SUBSECUENTES... ?? ENTIENDO QUE NOS HAN INDUCIDO A HACERNOS CREER QUE DEBEMOS VOTAR, QUE ES NUESTRA OBLIGACION Y DERECHO CUMPLIR CON ESTA ACCION, PERO AL VER COMO VIOLAN TU DECISION Y MANIPULAN LOS RESULTADOS DE ACUERDO A SUS INTERESES, VOLVEMOS AL PUNTO DE PARTIDA... "EL HUEVO O LA GALLINA..." Y LA CIUDADANIA ESTA ENTRAMPADA EN LA DECISION DE QUE HACER CON SU VOTO??? ACABO DE LEER UN LIBRO TITULADO "LOS COMPLICES DEL PRESIDENTE", EN DONDE LA AUTORA: ANABEL HDZ, HACE DECLARACIONES MUY COMPROMETEDORAS SOBRE EL DESEMPEÑO Y ACTITUD DEL ACTUAL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA (EL DE LAS MANOS LIMPIAS JAJAJA), COLABORADORES Y SIMPATISANTES Y NO ENTIENDO POR QUE LOS LEGISLADORES NO HAN TOMADO EN CUENTA EL TRABAJO TAN COMPROMETEDOR, PROFESIONAL Y METICULOSO DESARROLLADO POR LA ESCRITORA?? HACE TREMENDAS DECLARACIONES, EVIDENCIA A PERSONAJES ACTUALES, ASI COMO SUS CORRUPTELAS, TRAFICO DE INFLUENCIAS, MANIPULACION DE INFORMACION PRIVILEGIADA, ETC. LA SRA. GRITA LA MUGRE CON LA QUE TRABAJAN NUESTROS FUNCIONARIOS Y REPRESENTANTES Y NADIE HACE NADA, TAL PARECE QUE EL PRODUCTO DE SU INVESTIGACION ES UN ARTICULO VANO Y SIN MAYOR TRASCENDENCIA EN EL DEVENIR SOCIOPOLITICO DE NUESTRO PAIS... ESAS ACTITUDES NOS PERJUDICAN A TODOS !!! PERO SEGURAMENTE LOS LEGISLADORES Y DEMAS MIEMBROS QUE CONFORMAN LOS PARTIDOS POLITICOS ESTAN ESPERANDO A OBTENER SU "PARTE", PARA PODER HACER ALGO AL RESPECTO, Y FINALMENTE TOMAR EN CUENTA EL TRABAJO DE LA ESCRITORA. LA GENTE ESTA DESEPCIONADA DE LOS POLITICA, SEA CUAL SEA SU COLOR, RESULTAN IGUAL Y ESO HA DISMINUIDO SU INTERES POR OTORGAR SU VOTO. COMO MUESTRA, HAY QUE VER LOS RESULTADOS DEL SEXENIO DE FOX... CUANDO VOTARON POR EL, TENIAN TODAS SUS ESPERANZAS PUESTAS EN EL SR. DE LAS BOTAS. PENSARON QUE EL SI REMEDIARIA LOS MALES DE ESTE PAIS, PERO OH SORPRESA!! Y QUE OBTENMEMOS DE TODO ESTO?? RESULTADO: EL ABSTENCIONISMO GALOPANTE !! HAY OTRA PUBLICACION MUY INTERESANTE,IGUAL Y LA CONOCES, SE TITULA "LA VERDADERA HISTORIA DEL CLUB DE BILDERBERG" DE DANIEL ESTULIN. YO LA CONSEGUI EN INTERNET, Y JUSTAMENTE HABLA DE LA MANIPULACION EJERCIDA POR EL VERDADERO GRUPO HEGEMONICO DEL PLANETA, DE COMO SUBEN O BAJAN LOS PRECIOS DE LOS HIDROCARBUROS, LAS BOLAS DE VALORES, PISOTEAN A LOS PUEBLOS POBRES, A LA AMERICA LATINA, ETC. TODO PARA SEGUIR OSTENTANDO EL PODER Y CONTROL SOBRE LOS PUEBLOS DEL PLANETA, A TRAVES DEL CONTROL DE LAS ECONOMIAS. REALMENTE INTERESANTE Y REVELADOR. EN FIN, ESTE ES EL JUEGO DE LAS SILLAS Y DE LA POLITICA Y COMO DIJO CRISTINA PACHECO: AQUI NOS TOCO VIVIR. UN ABRAZO Y MUCHA SUERTE. FELICIDADES. JC CHAPARRO

 

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