ANÁLISIS POLÍTICO Y SOCIAL, MANEJO DE CRISIS, MARKETING, COMUNICACIÓN Y ALTA DIRECCIÓN

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domingo, 26 de abril de 2009

ESTRATEGIAS DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN MÉXICO 2009


ESTRATEGIAS DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN MÉXICO 2009.
Una radiografía de los posicionamientos electorales.
Por Baltasar Hernández Gómez.


Rumbo a las elecciones federales de 2009 y 2012, los partidos políticos han empezado a expandir sus redes de diseño y operación, con el propósito de ganar las preferencias ciudadanas con miras a ocupar escaños en el Congreso de la Unión y la presidencia de la República. Obviamente, las estrategias político-electorales nunca son mostradas, en forma explícita, sin embargo, existen señales intermitentes en el tablero mercadológico, en la elaboración de mensajes comunicativos y en el contacto directo con sectores poblacionales, que advierten movimientos programáticos y de acción partidista, a fin de impactar el subconsciente social, para luego transferirlo en intención del voto.

Hasta el momento, los personajes más emblemáticos de los partidos en México están empleando técnicas de zapa para llamar la atención e interés de militantes, simpatizantes y grupos indecisos o defraudados, así como también tácticas que pongan en el banquillo de los acusados a sus oponentes, conformando así lo que se denomina en marketing político “enemigo común”.

Más allá de despliegues logísticos, de la palabrería coyuntural de los actores políticos, del manoseo de temas sociales por parte de los medios masivos de comunicación, me permito ofrecer una radiografía analítica sobre lo que considero “puntos cardinales” de las estrategias electorales de los tres partidos políticos con posibilidad real de tener cobertura proselitista para la obtención de cargos en los poderes Ejecutivo y Legislativo:
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PAN
Estrategia: “Diversificar frentes de guerra y mantener el poder”.


Los hacedores políticos del partido blanquiazul están bifurcando el espectro de posicionamiento, por medio de: 1) El comité nacional es el búnker de contención para neutralizar “fuegos enemigos” y ariete mediático para concentrar empatía social, lo que otorga cierto blindaje al jefe del Ejecutivo federal, porque los ataques opositores no van dirigidos hacia él , y 2) Felipe Calderón Hinojosa utiliza todo el poderío del aparato gubernamental para afianzar la imagen de presidente fuerte, que cumple el mandato social de manera eficaz.

Para comprobar esto empezaré resaltando que durante el primer año y medio de gestión, Germán Martínez Cázares, presidente nacional del PAN (2007-2010), no figuró en el escenario político nacional, pero en los últimos ocho meses se ha convertido en el orquestador de la agenda política mexicana, pues cada vez que es abordado o convoca a conferencia de prensa, los partidos y legisladores de oposición tienen que subirse al tren de la controversia.

Esta situación es un movimiento planificado que hadado resultados visibles como la eliminación de la presencia del polémico ex dirigente panista Manuel Espino Barrientos, que con sus declaraciones complicaba la realización de acciones del gobierno federal y la composición de los cuadros legislativos en las Cámaras de diputados y senadores, logrando con ello la reducción de críticas hacia la investidura presidencial.

Esto permite un alto rango de maniobra para el presidente Felipe Calderón, otorgándole vía franca para adoctrinar a la ciudadanía con la máxima de que el combate al narcotráfico, el petróleo y la colaboración orgánica con el capitalismo neoliberal son las prioridades nacionales más trascendentales del sexenio. Si a esto le aunamos los errores de los dirigentes del PRI por no saber manejar las posturas discursivas de sus legisladores, que provocaron que el ex-mandatario Vicente Fox Quesada volviera a ponerse las botas y hebilla y subir al ring político, pues entonces el circuito estratégico del PAN se está cerrando exitosamente, lo cual ofrece un plus de confianza al Ejecutivo federal con la suma de voluntades de muchos fans del ex-presidente, que habían estado escépticos de la actual administración calderonista.

El presidente Calderón Hinojosa es mostrado como el viajero incansable que visita todas las regiones de México y el mundo; como el nuevo “mesías” que beneficia a las clases más depauperadas con programas asistencialistas; como el que hace que los gobernadores realicen una pasarela para demostrar quién se tiene las suficientes capacidades para quedarse con la refinería de Pemex; como el estadista que recibió al primer presidente de color de los Estados Unidos de Norteamérica, en un escenario de seguridad y camaradería, exhibiendo que hay un sistema político estable.

Y cómo no va haber una situación tan provechosa para el actual mandatario de la nación, si los embates provocados por Martínez Cázares tienen como meta hacer que el PRI y PRD estén ocupados en el debate de los tópicos delineados por su partido y el propio Ejecutivo federal, así como preocupados en cerrar los enormes baches que fueron abiertos a propósito por los opositores al interior de sus estructuras.

Con un Ejecutivo de filiación panista consolidado, empático, fuerte, pero sobre todo sin heridas políticas de cuidado, el PAN tiene posibilidades de continuar gobernando al país hasta 2018 ó más, toda vez que el exponente más sólido del priísmo, Enrique Peña Nieto, está expuesto a sufrir descalabros mediáticos por exceso de exposición. Por otro lado, la caída de popularidad de Andrés Manuel López Obrador y el canibalismo entre perredistas deja espacio suficiente para profundizar su crisis existencial e insistir a la sociedad que votar por el denominado “pejelagarto” y el partido negro-amarelo sería llevar al país al caos.

En esta sucesión de eventos, Germán Martínez Cázares se perfila como prospecto para la carrera presidencial de 2012, junto con Josefina Vázquez Mota, pues a estas alturas, conforman la crème de la crème del panismo. Uno de estilo “fajador” (como boxeador que basa sus peleas en el golpeteo interminable) y la otra con porte “esgrimista” (como peleador que hace relucir la técnica, condición física y táctica para aniquilar eficientemente al adversario sin necesidad de vaciarse en los primeros rounds).

Simultáneamente, hay una especie de confinamiento del grupo de Diego Fernández de Ceballos y Santiago Creel a un lugar secundario sin posibilidades de negociar posiciones claves en los procesos electorales venideros, potenciando la política de continuidad del PAN y Calderón Hinojosa. En los días recientes, Calderón ha llamado a Manuel Espino, Fox y compañía, con el afán de sumarlos a su estrategia, lo que le puede redituar un apoyo extra de las cofradías católicas de derecha “Yunque” y “Legionarios de Cristo”.

El PAN y el presidente Felipe Calderón no le apuestan al contacto directo o al reforzamiento de delegaciones estatales y municipales con bases militantes arraigadas, sino a la sistemática exhibición de mensajes audiovisuales, que logren acumular la intencionalidad del voto ciudadano. Mucha imagen, mucho sonido, muchas frases al estilo Og Mandino, Cuauhtémoc Sánchez o Paulo Coello. Esta base mercadológica le permitirá estar cerca -virtualmente- de la sociedad sin menoscabo de las giras proselitistas que preparará Calderón Hinojosa en su doble carácter: como presidente de la República y primer panista, lo cual apuntalará la estrategia partidista.

En este sentido, la estrategia en los mass media apuntará a minimizar críticas a la gestión calderonista, para no dar pie al alza de quienes le apuestan al derrumbe de los programas federales para llegar a la candidatura en 2012 y ser considerados como opciones presidenciables, como es el caso de Marcelo Ebrard Casaubón, Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Monreal, Amalia García, Rosario Robles y Jesús Ortega y una lista de priístas en espera.

En 2009 el PAN tratará de ganar un número elevado de curules legislativas para erradicar que el PRI tenga mayor capacidad de movilidad y presión y no depender de las alianzas que se han venido dado entre los partidos, así como ampliar el abanico de gubernaturas en Nuevo León, Sonora, Campeche, Querétaro, Colima y San Luis Potosí. Con esto se estará allanando el camino para constituir una lucha más compacta, con la finalidad de que haya una sucesión presidencial sin demasiadas complicaciones.

No hay que olvidar que en estas elecciones intermedias y las de 2012 el SNTE tendrá un lugar reservado, ya que representa un universo potencial de votos de 1.5 millones de afiliados, que si bien están disgregados en preferencias partidistas y de posturas frente Elba Esther Gordillo Morales, puede ser una fuente de sufragios efectiva, sobre todo porque hay una cadena de contubernios y favores, que permitirían a Calderón Hinojosa, su grupo y el PAN, tener injerencia en algunos estados por ciertos amarres de los gobernadores con la lideresa vitalicia de dicho sindicato, como son: Hidalgo, Veracruz (segunda entidad en número de empadronados), Nayarit, Sonora, Coahuila, Jalisco, Guerrero, Chihuahua, Nuevo León, Durango, Aguascalientes y Colima.

Se debe tener presente que la iglesia católica será un elemento que refuerce los señalamientos del bien común panista y a la insistente convocatoria de Felipe Calderón a conservar la paz y tranquilidad social, sobre todo porque la crisis económica está golpeando muy fuerte a millones de mexicanos. La jerarquía eclesiástica tendrá un rol muy importante para readecuar la necesidad material en satisfactores de índole espiritual. Habrá carta blanca para que los púlpitos y altares se conviertan en reproductores del llamado institucionalizado para preservar el status quo.

La estrategia mediática del PAN coloca sus fichas de juego en la vertiente de insertar mensajes de marketing bien elaborados, que estén repitiendo los conceptos de cambio para bien de los mexicanos, que es mejor el esfuerzo permanente, el ajuste a las condiciones económicas y de desarrollo nacionales y globales, que años y años de autoritarismo y corrupción al estilo del PRI o caos y desestabilidad tipo PRD. Tenderá a lograr un mayor número de sufragios por la vía de la negociación con organizaciones gremiales y líderes, que se sitúen en el papel de agoreros del régimen, que estructurar un partido de bases amplias en todo el territorio mexicano. Lo hará, sí, en aquellas entidades donde el panismo tiene relevancia, como Baja California Sur, Nuevo León, Guanajuato, Colima, entre otros, ya que en dichas zonas geográficas hay que consolidar y ganar el color azul de la militancia y simpatizantes.

El presidente Calderón Hinojosa dará continuidad a su imagen como signo de fortaleza de las instituciones democráticas, a fin de captar el apoyo de los empresarios e inversionistas nacionales y extranjeros, así como de los líderes en países de primer mundo que tienen intereses en el país. Asimismo, consolidará su gabinete, a efecto de que exista un cumplimiento formal y puntual del mayor número de compromisos en materia social y económica, para reforzar que el PAN sí hace bien las cosas.
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PRI
Estrategia: “Recuperación del poder”.


Los vectores estratégicos del priísmo son:

A. Mantener un porcentaje importante de legisladores para establecer un empate técnico con el PAN, que le permita además un rango de negociación con los demás partidos.

B. Establecer el compromiso de institucionalidad de la dirigencia nacional y de las entidades federativas, para evitar fugas de capitales electorales y descrédito.

C. Organizar e integrar a las bases sociales en la maquinaria electoral.

CH. Utilizar al máximo el marketing político, que privilegie mensajes comunicacionales entendibles, llamativos, identificables y perdurables.

D. Afianzar en las preferencias electorales a los mejores candidatos para la presidencia de la República.

E. Evitar el golpeteo directo con el PAN.

F. Desgastar al PRD.

Los resultados del proceso electoral constitucional 2006 dan muestra que el PRI era la tercera fuerza política a nivel nacional, debido a las secuelas de alternancia provocada por Vicente Fox y el empuje de Andrés Manuel López Obrador. En lo concerniente a las cifras federales para presidente de la República, Felipe Calderón obtuvo 15 millones de votos; Andrés Manuel López Obrador 14.7 y Roberto Madrazo Pintado 9.3 millones. En lo relativo a diputados: PAN 206 curules; PRD 160 y PRI 121. La estadística para senadores fue: PAN 52 escaños; PRD y sus aliados 36 y PRI y sus aliados 39.

Sin embargo, de 2006 a la fecha, el PRI está gobernando en 18 estados (56.25%) y en 1,077 de 2,438 municipios (44.17%). Asimismo, es mayoría en 18 de los 32 Congresos locales, encabezando la administración pública en 18 de las 32 capitales (56.2%). Si a esto le asociamos que en las elecciones realizadas en 18 entidades federativas, en el periodo 2007 y 2008, recuperó el 18% de los sufragios (más de un millón de votos). En contrasentido el PAN disminuyó su votación en 13.65% (casi 766 mil votos) y el PRD retrocedió 46.74% (casi 2.3 millones de votos) .

Este mapa geopolítico permite al partido tricolor vislumbrar un panorama optimista para 2009 y 2012, en virtud de que tiene para sí el 65% de los diputados de mayoría en el país; 60% de los ayuntamientos y casi el 60% de las capitales de los 32 estados. Si esta dinámica de crecimiento continúa, la Cámara de diputados, gubernaturas que tendrán cambios de poder Ejecutivo en este año y la contienda federal de 2012 pueden ser espacios para volver a la supremacía política. A esto apuntan los estrategas del PRI: constituir un parlamento ad hoc a sus proyectos políticos para tener hegemonía, que no necesite de vaivenes perredistas, negociaciones con los partidos pequeños ni tampoco el padecimiento de soportar el mayoriteo panista

Las dirigencias del PRI han dejado atrás diferencias insalvables de grupo, pues han entendido que el éxito electoral se debe en buena parte a la unidad (consensuada y forzada al mismo tiempo) frente al divisionismo del PRD y prácticas que como gobierno tuvo el PAN en áreas tan sensibles como desarrollo social, educación, trabajo, agricultura, salud y política interna. Los triunfos electorales en 2008 en cinco de los seis procesos locales: Quintana Roo, Nayarit, Guerrero, Coahuila, Hidalgo comprueban que es mejor resucitar ciertos rituales considerados “dianosáuricos”, que quedar a la zaga política como sucedió por más de 8años, desde la llegada del panismo a la presidencia de la República en 2000.

Como señala el politólogo César Cansino, director del Centro de Estudios de Política Comparada de México, las conquistas priístas tienen su explicación en: 1) El descontento ciudadano con los gobiernos de otros partidos, que al hacerse gobernantes han incumplido con las promesas que mostraban cuando eran oposición; 2) El voto de castigo que los ciudadanos han dado contra el PAN por las posturas y desplantes de Vicente Fox y funcionarios ignorantes y hasta cierto punto belicosos en su administración y de gobiernos regionales, y 3) La guarda de los conflictos internos del PRI, lo cual no quiere decir que no existan diferencias, sino que las han apartado de la visión pública, produciendo un efecto de imagen de trabajo conjunto y compañerismo (que genera una percepción de unidad favorable para la estabilidad política y social del país).

Ante este horizonte halagüeño el priísmo ha sabido sacar enseñanzas significativas, ya que mientras el PRD está preocupado en mantener la “democratización” en sus procesos abiertos y vulnerables al escrutinio, que lo han debilitado a tal grado que luego de pugnas entre el ala de López Obrador y la Jesús Ortega, en el episodio denominado “cochinero” no dejaba avalar la secretaría nacional de dicho partido, lo que abrió compuertas para la intromisión de la opinión pública y del Tribunal Federal Electoral. Esto, evidentemente, enturbió la imagen del perredismo en el universo electoral, causando estragos de gran magnitud. Por su parte, el PAN se vio mucho tiempo bajo el “fuego amigo” de Manuel Espino Barrientos contra el actual presidente Calderón que, aunado con las designaciones de políticos sin presencia real en el electorado local y estatal, produjeron raquíticos o casi nulos logros en las elecciones intermedias de 2006 a la fecha.

No obstante que la unidad del PRI no es perfecta ni mucho menos, la tarea de análisis ha sido efectiva, toda vez que este partido se ha dado a la tarea de estudiar la geografía electoral y de distribución territorial de los votos para determinar la distribución regional de las fuerzas partidistas, con el propósito de identificar las características de la población y hallar explicaciones de las tendencias electorales. Luego entonces, el acuerdo de “estar todos en el mismo barco” ha alcanzado un punto de organicidad para trabajar en la búsqueda y obtención de sufragios. La política como el fútbol se gana no por el “gambeteo”, sino con resultados (goles en el deporte y votos en las elecciones).

Una de las lecciones alcanzadas es que en los estados y localidades las supuestas diferencias se han diluido (hay muy pocas a nivel programático y sólo algunas en cuestión de comunicación política) por la misma conformación de perfiles de candidatos y comités regionales. Por eso resulta importante resaltar las declaraciones hechas por Beatriz Paredes Rangel al periodista Fidel Samaniego en 2008, pues delinea el entorno de lucha que van a tener los priístas de cara a las elecciones 2012. En esta vitrina recalcó que la mayoría en San Lázaro será del Revolucionario Institucional y que se recuperará la Presidencia. Dijo que su partido ya no será el de antes y, sin asumir pactos con Manlio Fabio Beltrones o Enrique Peña Nieto para llegar a la coordinación de la Cámara de Diputados en 2012 y Emilio Gamboa la presidencia priísta, puso el dedo en la llaga para adelantar magnos acuerdos.

Fue tajante al afirmar que no habrá refundación ni redefinición en el PRI, pero sí actualización de la agenda, fortalecimiento de la estructura interna en medio de una racha favorable de resultados electorales, y consolidación de la cohesión. Reconoció que al interior de su partido no todo es de color rosa, pues hay debate, pero que lo fundamental es haber asimilado las lecciones de las derrotas, lo cual ha dejado muy en claro que no son épocas de liderazgos unilaterales y autoritarios: ”Nada se puede, nada se debe imponer” .

Las declaraciones de la lideresa priísta confirman que la estrategia que seguirán los “tricolores” es que no se puede crecer solamente con los mecanismos de control en zonas catalogadas como tradicionales, donde predomina la disciplina férrea o por medio del marketing al estilo panista, sino que debe haber un acercamiento directo con las bases de apoyo. En otras palabras, el PRI tiene que revitalizar sus comités seccionales y distritales, despertar la espiral de organización de los cuadros políticos y operativos en colonias de la clase media-baja y baja.

Además, tiene como prioridad incentivar un sindicalismo readecuado a las nuevas expectativas obreras frente a la crisis, haciendo destacar el incumplimiento de gobernantes panistas y perredistas, para recuperar y hacer suyas las demandas sociales de estudiantes, amas de casa, empleados en los tres niveles de gobierno, profesores, profesionistas, empresarios, sub-empleados y desempleados. Y estas no son palabras, sino hechos que se están tomando muy en serio los priístas, ya que los logros son palpables en entidades federativas y municipios recuperados en los casi tres años del mandato del presidente Felipe Calderón y el desgrane de apoyos hacia López Obrador y el PRD.

Esta política de reposicionamiento es simple y llanamente “volver a las bases” con ideas y propuestas que empaten con la realidad que se vive en el país, pero sobre todo con acciones que capten la fuerza de organización social, sin los cercos corporativistas clásicos que habían funcionado por 71 años en los sectores campesinos, obreros y populares. Dicha estrategia da un paso adelante con respecto a las políticas de los otros partidos, que han estado enfrascados en luchas intestinas o en depositar “todas las canicas del juego” en la utilización exacerbada del marketing político e institucional de gobierno.

En este aspecto, resulta claro que el PRI va a usar las técnicas mercadológicas político-electorales para posicionarse en el ideario colectivo para ganar más y más votos. El priísmo actual sabe que al marketing político se le debe tratar como un instrumento que oriente la opinión pública mediante la persuasión audiovisual. Como una técnica de hacer interdisciplinariamente; una herramienta que sistematiza y agrupa tácticas de carácter incluyente, que se fundamentan principalmente en la ciencia política, comunicación, sondeos y psicología social o de masa. Esto tiene como finalidad: 1) Confirmar la adhesión de los militantes que sostienen a la estructura partidista, gobernantes y candidatos en una situación determinada y; 2) Adicionar a los sectores iniciales de militantes a aquellos electores que no tienen definido su voto, o bien, quienes pueden trasladar su simpatía hacia el candidato y partido que lucha por captarla.

En el paso de políticos tradicionales a políticos tecnócratas, desde la década de los años ochenta, se resquebrajaron las estrategias del viejo sistema político mexicano, dando origen a uno nuevo en el que la relación PRI-gobierno tuvo forzosamente que cambiar, no solamente por el perfil de la élite en funciones de gobierno, sino también por la reestructuración del Estado mexicano, como resultado de la inserción de las prioridades del capitalismo neoliberal a nivel mundial, que vinieron a trastocar su labor legitimadora de la gestión pública. Así fue entendido por Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo, pero las condiciones de un priísmo que no creía perder la mayoría representativa no supo usar a fondo las herramientas mercadotécnicas, lo que permitió el alza de Fox Quesada y el posicionamiento del PAN a través de la aplicación feroz del marketing.

Sin embargo, el marketing político utilizado por Francisco Labastida Ochoa y Roberto Madrazo Pintado (2000 y 2006) además de que no fueron bien diseñadas enfrentaron las consecuencias 10 sexenios de verticalidad política y hartazgo, que supo capitalizar el PAN y traducirlo en el conceptos, tales como “cambio”, “alternancia” y “transición”. Las experiencias negativas han remodelado el esquema del PRI, que ahora funda técnicas en el contacto directo, precisión y claridad para rescatar valores como “familia, bienestar, nosotros sí sabemos, nosotros sí podemos, educación, salud, trabajo, así como todo lo relativo a servicios públicos”.

Este manejo ha permitido que los priístas recuperen zonas geográficas ganadas con anterioridad por el PRD y PAN y que le dan razón para seguir en este cuadrante estratégico. En 2008, el PRI invirtió recursos humanos, materiales, financieros y formativos, para que todos los estados de la República, comités y candidatos tuvieran un manual de identificación electoral, que contenían conceptos, proyectos, promesas y diseños gráficos para impactar al electorado, en forma específica y homogénea, para normar los criterios de un partido que iba por todo, de manera conjunta y decidida. Ésta, será la línea que continuará imperando este año y en el 2012, destacando impericias del PAN y las fallas de los gobiernos del PRD y sus personajes más emblemáticos.

Por lo mismo, el PRI va a ponerse de acuerdo en seleccionar a los mejores candidatos, que no sólo cuenten con recursos monetarios suficientes para ponerse en el campo de batalla electoral o amarres y relaciones en sus entornos sociales, sino que además cuenten con prestigio como políticos eficaces, potenciando sus atributos y readecuando perfiles públicos, a fin de penetrar favorablemente en la intención focalizada del voto ciudadano. Como es de esperarse, en algunos estados y municipios continuarán las negociaciones y presiones de los grupos dominantes, que insertarán a candidatos sin arraigo y mucho menos con oportunidad real de ganar, pero la constante será elegir a los mejores personajes que hagan la diferencia.

A nivel nacional los cuadros dirigentes perciben (unos más, otros menos y otros que no quieren aceptarlo) la posibilidad de alcanzar la presidencia de la República y los liderazgos en el Poder Legislativo federal y local por medio del aglutinamiento de los mejores técnicos, operadores e ideólogos. Por esta circunstancia el perfil de Peña Nieto como candidato a la primera magistratura; de Manlio Fabio Beltrones como segundo hombre a bordo del supuesto futuro gobierno; de Beatriz Paredes como coordinadora de la Cámara de diputados y Gamboa Patrón en la titularidad del CEN del PRI es el escenario anticipado para 2012.

Este partido debe cuidar que Enrique Peña Nieto no se enfrente en demasía a la artillería adversaria, a fin de que llegue con todo su potencial ganado como político y gobernador del estado de México (juventud, facilidad de palabra, buena presencia, gestor incansable, funcionario que cumple, rodeado de pléyades reconocidas en los ámbitos artísticos, políticos y empresariales). Tiene un camino por recorrer, pero con condiciones favorables, ya que del otro lado no hay visos de candidatos con los atributos que se requieren y las demandas intangibles y tangibles de la ciudadanía.

La estrategia será mostrar la incapacidad de los gobiernos panistas sin descubrir ataques directos contra el presidente Calderón Hinojosa, que hagan caer al PRI en la vertiente de contraataque, donde puede salir muy “raspado”. El trabajo en las bases y lo referente al marketing no va a ser completamente de frente, porque esto le acarrearía una respuesta contra el cúmulo de experiencias de corrupción, nepotismo, amiguismo, ineficacia y antidemocracia del desenvolvimiento priísta en más de 71 años en el poder.

Luego entonces, habrá una fijación de los errores por no dotar de satisfactores (bienes y servicios) a la población en dos sexenios panistas. Esto no obsta para que tengan en reserva armas contestatarias que saquen a la luz pública las concerta-cesiones del panismo, como los casos de Diego Fernández de Ceballos y el nepotismo en la designación de puestos de elección popular de los actuales líderes y servidores públicos de filiación blanquiazul. La prueba fáctica de esto es que en Jalisco, la campaña 2009 se está soportando por un ataque de lleno contra el panismo. Los lemas utilizados son: Señores del PAN, ¿Éste era el cambio tan prometido? Ellos ganaron millones, Guadalajara perdió 15 años y Váyanse con los bolsillos llenos, pero ya váyanse.

Por último, la estrategia del PRI se posará en el “enemigo común”: el PRD, sus corrientes y López Obrador, que para esas alturas, o estará relegado de las decisiones perredistas, o bien, ya habrá fundado un nuevo partido con base en la conjunción de alianzas con Convergencia y otros partidos pequeños. Las baterías electorales estarán enfocadas a atacar de lleno al llamado “pejelagarto”, a los sectores más radicales del PRD y al “mal sabor de boca” que han dejado los gobiernos del partido del sol azteca.

Habrá un aprovechamiento de la baja electoral de López Obrador, como lo han hecho los panistas y empresarios, fustigarán para remarcar que todo lo que huela a López Obrador, Ricardo Monreal, Rosario Robles, Alejandro Encinas y el propio Marcelo Ebrard, es negativo para la tranquilidad y el desarrollo de México.
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PRD
Estrategia: No hundirse más y conservar presencia.


A 20 años de haberse fundado como partido político y atraer las luces de las marquesinas sociales, el PRD enfrenta hoy una de sus peores crisis de preservación, tanto que no se pueden pronosticar salidas viables para mantener la estructura como organismo electoral sólido en el concierto partidista. Las pugnas internas entre los grupos de Andrés Manuel López Obrador y Jesús Ortega están ahora en el filo de la navaja, lo que obliga a plantearse la pregunta ¿Se puede hablar de un PRD competitivo y de duración prolongada? Hasta el momento el adhesivo que mantiene unido al perredismo es el ansia de no dejar al otro la estructura formal, que le significa posiciones político-administrativas y financiamientos millonarios.

Si a esto se le suman las repetidas fallas en la gestión y concreción de programas de gobierno, inconsistencias en su trabajo parlamentario y divisionismos de las tribus que, sintiéndose herederas de una lucha revolucionaria ficticia por haber sido un ala disidente del priísmo y oposición más o menos organizada, repartieron cargos de elección popular y gubernamentales a familiares y amigos, creyendo que era lo mismo ser crítico que servidor público en funciones. Ahí están para la posteridad los desastrosos resultados de Félix Salgado Macedonio en el Congreso de la Unión y el ayuntamiento de Acapulco, ciudad que es puntal de la economía del estado de Guerrero.

Quedan como huellas perenes los desplantes de colaboradores de López Obrador, la insistencia por colocar amigos y parientes en los gobiernos perredistas en Baja California, Guerrero, Nayarit, D.F., Zacatecas y Michoacán, que arrojaron saldos extremadamente negativos para el PRD. Ni hablar de las relaciones con contratistas argentinos de Rosario Robles o el enorme silencio poselectoral de Cuauhtémoc Cárdenas y su equipo.

Las facturas políticas más temprano que tarde se vuelven en contra de los activos y el perredismo está enfrentando la estela de peleas intestinas, reparto de cuotas, ineficiencia administrativa a nivel municipal y estatal y la serie de barbaridades que como personas y funcionarios han demostrado perredistas “de cepa” y los que han ido sumándose a los largo de los últimos años (sobre todo por creer que el PRI no se iba a recuperar en el corto plazo o porque no tuvieron cabida en ningún otro partido).

Por lo mismo, las cúpulas perredistas deben crear una estrategia que contemple lo siguiente: 1) Quitarse el estigma de organismo viciado, corrupto y de mal gobierno; 2) Desencajar a los dirigentes de grupos que lo han puesto ante la opinión pública como un botín para conseguir puestos de elección y administrativos; 3) Preparar las condiciones de selección idónea de candidatos para el proceso electoral de 2012, ya que en 2009 es casi imposible que ganen por la debilidad e impreparación de los cuadros que contenderán; 4) Diseñar un marketing político-electoral efectivo, toda vez que en la actualidad proponen plataformas difusas de cercanía y hasta la elevación “como lo máximo de acciones asistenciales como la pista de patinar, Viagra para adultos mayores, entre otros puntos destacables en las campañas transmitidas.

Los conflictos entre las corrientes internas del PRD para comandar el control global, estatutos, prerrogativas y recursos económicos le hadado la valiosa oportunidad al panismo y priísmo de transmitir la imagen de que el partido negro-amarelo está totalmente incapacitado para gobernar los destinos nacionales y regionales. La crisis recurrente entre las tribus del sol azteca da pie a la polémica en horarios estelares triple A en los medios masivos de comunicación, que remacha el terror perredista, que inunda con frases entrecortadas, imágenes de peleas, marchas y bloqueos, pero sin debate de por medio.

Es cierto que la debacle política que enfrenta el PRD no es privativa de la izquierda, sino que abarca a todo el sistema político y al subsistema electoral mexicano, que se ha visto reflejada en los últimos años por la carencia de análisis, imposiciones elitistas y un elevado abstencionismo. Esto innegablemente representa la falta de credibilidad de la ciudadanía. Sin embargo, en el imaginario social se fija la idea de que el PRD es el único culpable de la ingobernabilidad, el atraso político y de las políticas públicas.

Ante este panorama el perredismo debe moldear una línea de diseño y acción que actualice sus pronunciamientos, a fin de atraer -otra vez- a las masas desposeídas. Ya resultó efectiva la política de López Obrador de descubrir los engaños del capitalismo neoliberal para privatizar las empresas y recursos nacionales, pero como se repitió hasta el cansancio, terminó por agotar su eficacia. Tendrá que hace cambios finos para reposicionar esta postura sin caer en modismos ni radicalismos que hagan suponer desorden.

Todavía quedan muchas incógnitas por contestar, pero la verdad es que por ignorancia, omisión o pretensión, el PRD abrió las puertas a gambusinos políticos, que han llenado a dicho partido de prácticas oportunistas, dignas de trapecistas y contorsionistas de circo, para tener cargos públicos. Hasta el presente año, muchos políticos con oportunidad electoral se afiliaron o medio-afiliaron a las filas del perredismo como plataforma para conseguir un cargo de elección y posteriormente colocar sus alfiles. En el estado de Guerrero, por ejemplo, el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, sin definirse claramente como miembro de este partido, se ha entrometido para poner a gente muy cercana a su círculo existencial, que por el sólo hecho de ser amigo(a), familiar o colaborador(a) ocupan o han ocupado puestos gubernamentales y en el Congreso local.

En otras entidades también se observa esta propensión, ya que las ligas sentimentales, de sangre e intereses se observan en la designación de candidaturas y puestos administrativos. Por lo mismo, esta espiral de designaciones debe ser frenada si es que en verdad hay deseos para preservar el capital político ganado en dos decenios. Si no hay una visión estadista a mediano y largo plazo, el PRD está condenado a pasar a los últimos lugares del ranking partidista.

El perredismo se envolvió en una actitud incongruente, pues terminó reconociendo las reglas del juego democrático y las instituciones legales, asumiendo una postura paralela de “legitimismo” que finalizó siendo choteo generalizado. Esta directriz es ya una constante, en virtud de que callan cuando las condiciones electorales les favorecen y descalifican cuando les son adversas. Aún cuando López Obrador andaba de gira por todo el país argumentando el fraude y la ilegitimidad del mandato de Felipe Calderón, todos los diputados, senadores y delegados en el DF, habían aceptado y juramentado sus encargos, que días antes ellos mismos consideraron producto del fraude cibernético. De este tamaño están las cosas en el PRD.

Es imprescindible que los hacedores políticos del PRD desechen las tesis troskistas de crear movimientos sociales con base en la permanencia de complots, enfrentamientos y protestas, con la idea de mantener viva su presencia. Esta política intenta perpetuar la exasperación como pretexto para ser reprimido y luego erigirse como mártir de la democracia. Esto acabó cansando a mucho seguidores y sectores afines, uniéndose mejor a la línea de “dar vuelta a la página” y proseguir por el bien del desarrollo nacional, que fue esbozado desde los primeros días por el gobierno calderonista.

El PRD ha funcionado, desde su ecléctica fundación, con un programa político caudillista, carente de principios permanentes y de un proyecto que rebase los intereses y pretensiones de dirigentes o candidatos. Por lo mismo, una infinidad de legisladores y gobernantes provenientes de sus filas, viendo la ausencia de programas y proyectos de Nación, no pueden desligarse de la figura de los “líderes morales” o que dicen serlo. Esto permitió la introducción de todo tipo de personajes que sólo incorporan los colores y el logotipo del PRD a sus campañas, pero que en el fondo utilizan las mismas propuestas mercadológicas, idearios y lo que es peor prácticas de sus rivales electorales.

Si son ciertas las perspectivas perredistas de obtener del 20 al 27% del total de votos en 2009 , subir cobertura para 2012 y tener posibilidades de contender en perfectas condiciones por la presidencia de la República, el PRD debe cerrar filas, pero ¿Hacia dónde, con cuáles proyectos y estatutos y con quién? No obstante que esto por sí solo es un abismo muy difícil de franquear, el panismo está haciendo todo lo posible por fortalecer al PT (véanse los acercamientos personales y comportamiento del ex-líder de este partido con el presidente Calderón Hinojosa y su esposa en marzo pasado).

En este sentido, los estrategas del PRD deben admitir que en más de la mitad de los estados del país ha obtenido resultados electorales menores al 15%, debido a estrategias erróneas. Por lo tanto, es necesario revertirlos en comicios subsecuentes, a través no sólo de encuestas, sino por medio de un estudio objetivo y profesional que analice las características políticas, socioeconómicas, culturales y geográficas de cada entidad.

La directriz que debe seguir este partido es eliminar los resabios de polarización, confrontación, que se han seguido después de 2006, en virtud de que no han demostrado efectividad y sí es contraproducente, pues el PRI capitalizó estos vacíos. Si no se logra crear alternativas sustentables el perredismo seguirá negando la conjugación de la lucha parlamentaria, la planeación y ejecución electoral positiva y la movilización de amplios sectores sociales.

Mucho del desastre del sol azteca es porque se ha puesto en la cima a la denuncia sin ton ni son, la descalificación en lugar de las propuestas y los acuerdos duraderos. No se puede soslayar que la estrategia confrontacionista, que le redituó saldos positivos por apostar al fracaso del gobierno de Calderón Hinojosa, concentró a una amplia base social, pero es verdad que también desequilibró a grupos sociales, que en su momento daban todo por el PRD y López Obrador, pero que al final liquidó la formación de redes de coalición para modificar la correlación de fuerzas en el Poder Legislativo. No es posible que en aras de conservar una parte de los apoyos del 2006 se haya paralizado el crecimiento del PRD en sectores mayoritarios de las clase baja y media.

La estrategia debe apuntalar la unidad, aprovechar la experiencia de sus cuadros operativos para promover la incorporación de militantes comprometidos, erradicar los excesos de confianza que hicieron a un lado la construcción de mensajes claros y contundentes, alcanzar alianzas y compromisos con actores regionales responsables y transmitir con razón y causa los valores, principios y propuestas del PRD a los votantes indecisos o simpatizantes y a las bases. Debe accionar la reorganización, eliminando a elementos nocivos, que han envuelto a ese partido en dimes y diretes difíciles de quitar de la mentalidad ciudadana.

Así también, requiere de verdaderamente aliarse con otros partidos o movimientos sociales y no caer en la descalificación y negación como lo hicieron ante el Frente Amplio Progresista. La tolerancia e inclusión son dos factores que tienen que incluir como norma para el desarrollo de sus bases de apoyo. Aquí pongo la trascendencia de re-diseñar los parámetros de selección interna de candidatos, a través de reglas que contemplen el fin de su permanencia a mediano y largo plazo y no solamente alcances inmediatistas.

Tiene que hacer a un lado el poder del dinero y las relaciones grupusculares al interior del partido y hacer que las administraciones públicas de sus gobiernos estén en contacto con la sociedad y sean sentidas como suyas por su gestión para la solución de problemas.

Su comunicación política requiere de mensajes impactantes, que lleguen al sensus y a la racionalidad ciudadana, que permitan receptar simpatías, confianza y credibilidad, tanto en políticos y personas que se han salido en los años recientes, así como en el electorado escéptico o que tiene una opinión desfavorable por los últimos acontecimientos (ciertos y mediáticamente exhibidos). Al respecto, es preciso indicar que las consecuencias de la crisis deben colocarse en primera línea, o sea, debe ser política permanente el ataque de la incapacidad del gobierno calderonista para resolver la falta de empleo, carestía, inflación e inseguridad, ofreciendo opciones realizables.

El PRD debe mostrarse que no es un partido rijoso, que le apuesta a la desestabilización de sus adversarios y luego entonces de todo México, sino transmitir una imagen fresca, de tranquilidad, de propuesta para resolver los temas vitales para el presente y futuro del país. El marketing político-electoral debe colocar al perredismo como una opción de cambio para bien, con responsabilidad, orden, seguridad y de desprecio a todos aquellos que se incrustaron para enriquecerse o burlarse de la voluntad ciudadana. ¿Difícil……muy difícil?

El PRD debe actuar con seguridad y firmeza en sus planteamientos y políticas de lo que ofrece, para que México cambie de verdad. Tratar de ganar voluntades y apoyos a través de spots televisivos y radiofónicos de la niña “chef” que expone, con su vocecita de 8 a 9 años de edad, que el PRD cocina lo que vive el país, pensando en los mexicanos no es para nada rescatable. Se asume en este comercial político que dicho partido va dejar un buen sabor de boca, y que lo que ha ocurrido desde el 2006 son cosas cosa que deben quedar en el pasado.

En este spot se detecta que la apuesta es vivir del trabajo pasado (como el caso de la reforma petrolera), además de pedir disculpas en nombre de políticos y gobernantes que no han estado a la altura de las circunstancias. El spot queda tan sólo en cartoon, que no deja un sabor serio, sino uno que sirve para la burla.

Es vital que este partido edifique una plataforma de marketing político con mensajes serios, sensibles y oportunos, pues el futuro de su subsistencia está en juego, sobre todo porque en este año habrá cambios en el Poder Legislativo. De acuerdo a las encuestas publicadas durante este año, el PRI tiene ventajas electorales y el PRD se encuentra en tercer lugar. Así pues, todo parece indicar que el PRI volverá como primera fuerza, el PAN como segunda y el PRD como tercera.

Muchos analistas presuponen que el PRD perderá un poco más de 35% de sus curules y por eso para salir bien de la contienda que se aproxima y prepararse para 2012, debe establecer correctamente qué le va a ofrecer a la ciudadanía, dejándose de retrotraer el pasado y/o expiando fallas a cada momento. Tiene que jugarse “el todo por el todo”, transmitiendo sistemáticamente la decepción por la actuación del gobierno federal panista, que ya va para 9 años de estadía en el poder. El PRD tiene que ver hacia adelante, poniéndose a la vanguardia electoral, confrontando la gestión del PAN ¿Dónde está el cambio y la transición? ¿Saben la cesión de derechos que ha realizado el gobierno del patrimonio nacional? ¿En verdad estamos mejor que con el PRI?

Falta esperar lo que obtenga Marcelo Ebrard en el DF; la magnitud de las pérdidas de influencia de López Obrador en el PRD y la ciudadanía, la calificación del gobierno calderonista, la inclusión de Lázaro Cárdenas Batel y hasta lo que pase en el proceso electoral en Zacatecas, que es bastión de Ricardo Monreal y Amalia García. Ante este escenario, los ganadores a mediano y largo plazo son los equipos de Cárdenas, Ebrard y Monreal, como posibles candidatos al 2012, que se tendrán que ver las caras (interna o externamente con el fenómeno lópezobradoristas).B.H.G.
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Entre otra bibliografía consultada por el autor:

1.- María Eugenia Valdés Vega. “Elecciones y marginación en México”, Leycegui Meyenberg (Coord.), El dos de julio: reflexiones posteriores, México, Editorial Flacso//UAM, unidad Iztapalapa/UNAM, México, 2001.

2.- Angelo Panebianco. Modelos de partido, Editorial Alianza Universidad, España, 1990.

3.- Enrique González Casanova Fernández. “De la Legitimidad al Marketing Político: El problema de la Credibilidad”, Revista Mexicana de Ciencias Políticas, número162, México, 2006.

4.- Philippe J. Maarek. Vote, Marketing político y comunicación. Claves para una buena información política., Editorial Paidós Comunicación, España, 1997.

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1 comentarios:

A las 7 de junio de 2012, 15:40 , Anonymous Anónimo ha dicho...

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